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2 Sistematización: una reflexión crítica sobre las experiencias

¿Para qué es necesario sistematizar las experiencias?

  • Para aprender de las mismas

  • Para analizar si el camino que se está transitando es el correcto

  • Para lograr la acumulación de conocimientos y de prácticas

  • Para transferir resultados en otros ámbitos

  • Para conseguir recursos

 

La sistematización de experiencias surge como reacción ante los modelos tradicionales de evaluación, que se focalizan en los resultados y particularmente en su eficacia en relación con las metas propuestas. Estos modelos no están orientados al aprendizaje y al mejoramiento de las prácticas.

La sistematización puede definirse como un proceso permanente y acumulativo de producción de conocimientos a partir de experiencias de intervención en una realidad social. Un aspecto crucial en la sistematización es que ella va más allá de la descripción de las actividades, que sería un primer paso, e incluye reflexiones críticas acerca de los procesos que se desarrollaron en las prácticas. A diferencia de la evaluación, no se aplican en ella criterios comparativos, como podría ser por ejemplo una indagación antes-después de la intervención. Se lleva a cabo fundamentalmente identificando ciertos ejes que guían la/s práctica/s en consideración, dentro de cada uno de los cuales se plantean aspectos a indagar que se traducen en la formulación de preguntas.

Pueden diferenciarse tres tipos de evaluación:

De proceso: también llamada seguimiento, es una evaluación que se hace durante el transcurso o desarrollo del proyecto. Permite valorar el funcionamiento del programa. Se realiza a través de la observación directa y el registro del cumplimiento de las actuaciones y del cronograma de actividades previsto inicialmente. Para llevarla a cabo se utilizan instrumentos que permitan registrar datos relevantes sobre el desarrollo de cada una de las actividades previstas (a través de cuestionarios o a través de registros audio-visuales que posteriormente requerirán el traspaso a registros escritos). Pueden evaluarse: la actividad, el personal participante, la eficiencia (en relación con el costo), la satisfacción de las personas alcanzadas, etc.
De resultados: es la evaluación final o ex-post, que se realiza una vez finalizado el proyecto; determina el o los resultados de las actividades desarrolladas en función de los objetivos propuestos originalmente. Se realiza por lo general a corto plazo después de haber finalizado el programa o la intervención comunitaria. Un aspecto dentro de esta evaluación es la evaluación de la cobertura, que permite saber a cuánta población destinataria ha llegado el programa del total de población a la que debería haber llegado según las metas propuestas inicialmente.
De impacto: se refiere a modificaciones sustantivas, estables y permanentes que se logran con la ejecución del proyecto, respecto del o los problemas. Se realiza por lo general a mediano plazo (por ejemplo al año de finalizado el programa o intervención).

La sistematización participativa de experiencias

La sistematización de experiencias busca entender a las mismas como parte de procesos históricos, de procesos complejos en los que intervienen diferentes actores. Sistematizar experiencias significa entonces entender por qué ese proceso se está desarrollando de esa manera.

Por lo tanto, en la sistematización de experiencias partimos de hacer una reconstrucción de lo sucedido y un ordenamiento de los distintos elementos objetivos y subjetivos que han intervenido en el proceso, para comprenderlo, interpretarlo y así aprender de nuestra propia práctica. Elegir para analizar uno o algunos ejes de la experiencia evita que nos perdamos en los elementos que no son tan relevantes para la sistematización que queremos realizar.

El desafío es que seamos capaces de pasar de lo descriptivo y narrativo a lo interpretativo crítico. Muchas veces se confunde sistematización con narración, descripción, relato de lo ocurrido. Consideramos que no sólo es importante ver las etapas de lo que aconteció en la experiencia, sino, fundamentalmente, entender por qué se pudo pasar de una etapa a la otra y qué es lo que explica las continuidades y las discontinuidades, para poder aprender de lo sucedido.

Es importante también entender la tensión entre cambios y resistencias. Normalmente se da esta tensión y hay que ver cómo fue que en cada experiencia se la enfrentó.

Siempre que sea posible la sistematización debe ser participativa, lo que implica involucrar a todos los interesados en el proyecto –aquellos directamente afectados por éste o que participan en su realización–, en su comprensión y en la aplicación de ésta a la mejora del trabajo. Para ello, se debe trabajar en la relación/tensión que se establece entre los actores clave de la comunidad y los técnicos, ya que la sistematización entiende que la práctica debe ser reflexionada por los mismos sujetos que la protagonizaron.

La sistematización participativa tiene una serie de ventajas, las principales son:

  • Proporciona información y análisis de lo que está ocurriendo a partir de las acciones implementadas, lo que de otra forma no se obtendría.
  • Indica qué funcionó y qué no.
  • Puede indicar por qué algo funciona o no.
  • Sirve para identificar qué mejoras se deben hacer para obtener mayores logros.
  • Da como resultado una respuesta más efectiva.
  • Permite visualizar el costo-beneficio de las acciones llevadas a cabo.
  • Da poder a los participantes de la comunidad.
  • Puede dar voz a aquellos que a menudo no son escuchados.
  • Capacita en habilidades que pueden ser usadas en otras áreas de la vida.
  • Fomenta el trabajo colaborativo.

Diferencias entre evaluación, sistematización e investigación social[1]

Evaluar es ‘medir y valorar (juzgar) en cuanto a la calidad de un proceso o producto con base en criterios previamente definidos’. El propósito de la evaluación consiste en medir los resultados (cuantitativos y cualitativos) alcanzados, confrontándolos con el diagnóstico inicial y los objetivos y metas que se habían propuesto.
Investigar es un ejercicio teórico que tiene como punto de partida alguna pregunta/ problema o hipótesis que se validan o no a partir de un método científico. La investigación enriquece la interpretación de la práctica directa que realiza la sistematización con nuevos elementos teóricos, permitiendo un grado de abstracción y generalización mayor.
Sistematizar es reconstruir experiencias y analizar e interpretar críticamente lo ocurrido. La sistematización es la extracción de aprendizajes (lecciones) basada en una interpretación crítica de la lógica integral (holística) de experiencias, reconstruyendo sus procesos y/o contenidos. Busca descubrir las articulaciones estructurales e históricas en juego en las dinámicas de desarrollo local, así como el tejido de significados resultando de las interacciones entre actores.

En síntesis, la evaluación está más relacionada con el proyecto y su cumplimiento. La sistematización de experiencias está más relacionada con el proceso, su dinámica, recorrido y vitalidad. Evaluamos el proyecto y sistematizamos la experiencia vivida durante el proceso.


  1. Este apartado se desarrolló a partir de los siguientes textos: Nirenberg, O. (2013) Formulación y evaluación de intervenciones sociales, Bs. As.: Noveduc. Van de Velde, H. (2002). La sistematización de experiencias educativas: un espacio para la reflexión crítica y la transformación de la práctica. IDE-UCA, Managua. Van de Velde, H. (2008). Texto de consulta y de referencia ‘Sistematización’. CICAP-Estelí, Nicaragua. Jara Holliday, O. (2012). Sistematización de experiencias, investigación y evaluación: aproximaciones desde tres ángulos. En Revista Internacional sobre investigación en educación global y para el desarrollo. Número uno (Febrero 2012).


2 comentarios

  1. jesus 25/03/2017 3:52 am

    GRACIAS

  2. Vanesa Vaschetto 21/06/2017 5:56 pm

    interesante aporte

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