¿Para qué es necesario sistematizar las experiencias?
Para aprender de las mismas
Para analizar si el camino que se está transitando es el correcto
Para lograr la acumulación de conocimientos y de prácticas
Para transferir resultados en otros ámbitos
Para conseguir recursos
La sistematización de experiencias surge como reacción ante los modelos tradicionales de evaluación, que se focalizan en los resultados y particularmente en su eficacia en relación con las metas propuestas. Estos modelos no están orientados al aprendizaje y al mejoramiento de las prácticas.
La sistematización puede definirse como un proceso permanente y acumulativo de producción de conocimientos a partir de experiencias de intervención en una realidad social. Un aspecto crucial en la sistematización es que ella va más allá de la descripción de las actividades, que sería un primer paso, e incluye reflexiones críticas acerca de los procesos que se desarrollaron en las prácticas. A diferencia de la evaluación, no se aplican en ella criterios comparativos, como podría ser por ejemplo una indagación antes-después de la intervención. Se lleva a cabo fundamentalmente identificando ciertos ejes que guían la/s práctica/s en consideración, dentro de cada uno de los cuales se plantean aspectos a indagar que se traducen en la formulación de preguntas.
Pueden diferenciarse tres tipos de evaluación:
La sistematización participativa de experiencias
La sistematización de experiencias busca entender a las mismas como parte de procesos históricos, de procesos complejos en los que intervienen diferentes actores. Sistematizar experiencias significa entonces entender por qué ese proceso se está desarrollando de esa manera.
Por lo tanto, en la sistematización de experiencias partimos de hacer una reconstrucción de lo sucedido y un ordenamiento de los distintos elementos objetivos y subjetivos que han intervenido en el proceso, para comprenderlo, interpretarlo y así aprender de nuestra propia práctica. Elegir para analizar uno o algunos ejes de la experiencia evita que nos perdamos en los elementos que no son tan relevantes para la sistematización que queremos realizar.
El desafío es que seamos capaces de pasar de lo descriptivo y narrativo a lo interpretativo crítico. Muchas veces se confunde sistematización con narración, descripción, relato de lo ocurrido. Consideramos que no sólo es importante ver las etapas de lo que aconteció en la experiencia, sino, fundamentalmente, entender por qué se pudo pasar de una etapa a la otra y qué es lo que explica las continuidades y las discontinuidades, para poder aprender de lo sucedido.
Es importante también entender la tensión entre cambios y resistencias. Normalmente se da esta tensión y hay que ver cómo fue que en cada experiencia se la enfrentó.
Siempre que sea posible la sistematización debe ser participativa, lo que implica involucrar a todos los interesados en el proyecto –aquellos directamente afectados por éste o que participan en su realización–, en su comprensión y en la aplicación de ésta a la mejora del trabajo. Para ello, se debe trabajar en la relación/tensión que se establece entre los actores clave de la comunidad y los técnicos, ya que la sistematización entiende que la práctica debe ser reflexionada por los mismos sujetos que la protagonizaron.
La sistematización participativa tiene una serie de ventajas, las principales son:
- Proporciona información y análisis de lo que está ocurriendo a partir de las acciones implementadas, lo que de otra forma no se obtendría.
- Indica qué funcionó y qué no.
- Puede indicar por qué algo funciona o no.
- Sirve para identificar qué mejoras se deben hacer para obtener mayores logros.
- Da como resultado una respuesta más efectiva.
- Permite visualizar el costo-beneficio de las acciones llevadas a cabo.
- Da poder a los participantes de la comunidad.
- Puede dar voz a aquellos que a menudo no son escuchados.
- Capacita en habilidades que pueden ser usadas en otras áreas de la vida.
- Fomenta el trabajo colaborativo.
Diferencias entre evaluación, sistematización e investigación social[1]
En síntesis, la evaluación está más relacionada con el proyecto y su cumplimiento. La sistematización de experiencias está más relacionada con el proceso, su dinámica, recorrido y vitalidad. Evaluamos el proyecto y sistematizamos la experiencia vivida durante el proceso.
- Este apartado se desarrolló a partir de los siguientes textos: Nirenberg, O. (2013) Formulación y evaluación de intervenciones sociales, Bs. As.: Noveduc. Van de Velde, H. (2002). La sistematización de experiencias educativas: un espacio para la reflexión crítica y la transformación de la práctica. IDE-UCA, Managua. Van de Velde, H. (2008). Texto de consulta y de referencia ‘Sistematización’. CICAP-Estelí, Nicaragua. Jara Holliday, O. (2012). Sistematización de experiencias, investigación y evaluación: aproximaciones desde tres ángulos. En Revista Internacional sobre investigación en educación global y para el desarrollo. Número uno (Febrero 2012).↵
GRACIAS
interesante aporte