Para dar un cierre conclusivo a esta tesis cabe recordar a grandes rasgos el recorrido que se ha realizado a lo largo de los tres capítulos. En cada uno de ellos se ha puesto énfasis sucesivamente en Brentano y luego en dos de sus alumnos; Twardowski y Husserl. Este ordenamiento es cronológico pero también sistemático dado que la noción de intencionalidad presenta variaciones desde la propuesta de Brentano en su Psicología de 1874 hasta llegar a las Investigaciones lógicas de Husserl de 1900/1. Brentano propone la tesis de la inmanencia intencional la cual da cuenta de la direccionalidad primaria y secundaria de los actos psíquicos pero deja sin resolver el problema de la distinción entre el contenido y el objeto de los actos psíquicos. En su etapa intermedia complementa los desarrollos de su psicología descriptiva con nociones de mereología. Twardowski parte del temprano legado de su maestro Brentano y propone la distinción entre acto, contenido y objeto de la representación como alternativa para resolver la paradoja de las representaciones sin objetos. Y a su vez establece su noción de intencionalidad como la dirección del acto mental hacia el objeto intencional a través del contenido mental.
En Husserl se observan una serie de indagaciones que comienzan en 1891 con la distinción brentaniana entre representaciones auténticas e inauténticas aplicada al ámbito de la aritmética. En 1894 se concentra un núcleo de discusiones en las que termina de establecer los lineamientos generales de su ontología en relación con sus consideraciones en psicología descriptiva. Deja de considerar a ‘abstracto’ como un predicado psicológico y pasa a considerarlo como un predicado ontológico. Además, establece una distinción entre las representaciones (Vorstellungen) para diferenciar las intuiciones (Anschauungen) de las Representaciones (Repräsentationen). Y sus avances le permiten dar su propia solución a la paradoja de las representaciones sin objetos en donde a diferencia de Twardowski centra la discusión no en el plano de los objetos sino en el plano de las representaciones. Husserl también desarrolla una noción de contenido más compleja que la de Twardowski al distinguir el aspecto intencional o lógico del aspecto inmanente o psicológico. Como se vio, Husserl también se diferencia con respecto a Twardowski en tanto señala que este último no parece haberse percatado de que su teoría suponía una doble direccionalidad de la intencionalidad. Finalmente, se indicó el carácter problemático de la noción de intencionalidad en Investigaciones lógicas de 1900/1 en tanto que parece implicar una relación pero en sentido estricto no lo es. Esto último otorga un punto de comparación –susceptible de desarrollo– con el de Brentano, sobre todo, si se tiene en cuenta que el maestro de Husserl en el apéndice de 1911 a su Psicología deja de considerar a la intencionalidad como una relación.
De modo general se puede afirmar que los tres autores considerados realizaron sus indagaciones sobre la noción de intencionalidad en el marco teórico de la psicología descriptiva propuesta inicialmente por Brentano. Y tal como se indicó a grandes rasgos, en todos ellos los análisis psicológico-descriptivos son susceptibles de ser confrontados con distintos tipos de teorías semánticas, mereológicas y de las relaciones. En esta tesis he puesto el énfasis sobre los análisis propios de la psicología descriptiva y dejo abierto a futuras investigaciones la complementación de dicho enfoque con las demás teorías mencionadas.
Dicho esto, sin embargo, alguien podría objetar que un enfoque que se basa en los desarrollos de la psicología descriptiva que han tenido lugar principalmente en el último cuarto del siglo XIX sería irrelevante para las indagaciones filosóficas contemporáneas. O bien, se podría objetar el intento de un rescate de las principales nociones de la psicología descriptiva aduciendo que ésta última no ofrece la posibilidad de una relación fructífera con la fenomenología trascendental del Husserl más tardío. Sin embargo, recientemente Fisette (2007) ha argumentado en contra de tales objeciones. A la primera objeción Fisette respondería lo siguiente:
“Creemos, en efecto, que el dominio de la fenomenología husserliana que resulta pertinente en el contexto de un acercamiento a los problemas corrientes de la filosofía de la mente es lo que Husserl llama indiferentemente ‘psicología descriptiva’, ‘psicología intencional’ o incluso ‘psicología fenomenológica’” (Fisette, 2007: 92).
Y más adelante resalta nuevamente la importancia de la psicología descriptiva:
“Porque lo que nos importa es que la fenomenología, comprendida como psicología descriptiva, suministra criterios descriptivos lo suficientemente apremiantes como para evaluar lo que pueda calificarse de fenomenológico en la filosofía contemporánea y lo que hay en ella de verdaderamente descriptivo” (Fisette, 2007: 102).
No pretendo aquí indagar en la relación entre filosofía de la mente y psicología descriptiva. Es suficiente dejar en claro que, tal como lo señala insistentemente Fisette, se trata de un enfoque pertinente en la filosofía contemporánea que es digno de considerar (Cf. Fisette, 2007: 96). Por otra parte, Fisette argumenta en contra de la segunda objeción posible antes mencionada señalando la diferencia entre psicología descriptiva y filosofía trascendental sin por ello confundirlas:
“La psicología descriptiva actúa como una propedéutica para la filosofía transcendental, aunque se distingue perfectamente de ella. (…) [L]ejos de presuponer la reducción transcendental y otros artificios metodológicos, que responden a imperativos filosóficos, es más bien el resultado descriptivo de la psicología lo que constituye una condición previa para la filosofía trascendental” (Fisette, 2007: 102).
Sobre este punto, cabe resaltar que no intento responder aquí la pregunta por cómo se relaciona la fenomenología descriptiva del Husserl temprano con su posterior filosofía trascendental. Lo importante es buscar no una oposición sino una complementación en que ambos enfoques se beneficien mutuamente. Y también me parece oportuno indicar que Husserl es un miembro importante pero no el único –Brentano y Twardowski también lo son– de un grupo de filósofos que indagaron sobre la cuestión de la intencionalidad con la originalidad de sus matices pero dentro del marco de la psicología descriptiva. Se puede atribuir al Husserl el mérito de sintetizar y reelaborar las propuestas de Brentano y de Twardowski pero no se les puede quitar a éstos dos últimos el valor que tienen sus aportes. Brentano por reintroducir el tema de la intencionalidad en la modernidad y Twardowski por problematizar el legado de su maestro.
Además de la señalada pertinencia de la fenomenología descriptiva para la fenomenología transcendental creo que un desafío contemporáneo abierto a futuras investigaciones consiste en conceder al temprano enfoque de la psicología descriptiva una pertinencia para la filosofía de la tecnología contemporánea (Cf. Risto, 2011; Franssen et. al., 2013). Creo que dicha pertinencia está dada por la posibilidad de indagar en la pregunta por cuál es la relación entre la noción de intencionalidad tal como se comienza a elaborar en la psicología descriptiva y la noción de artefacto de la filosofía de la tecnología contemporánea.[1]
- Si la pertinencia que sugiero es tal, esta tesis se constituye en un trabajo preparatorio para mi proyecto de investigación doctoral. El cual pretende relevar desde un enfoque de fenomenología de la tecnología la cuestión de la relación entre conocimiento y tecnología (Cf. Torrez, 2013 y 2014). Algunos de estos tópicos he tenido la posibilidad de discutirlos con Horacio Banega (Cf. Banega, 2010: 140, n. 5) y con Diego Parente a quienes agradezco su enseñanza y la interpelación a indagar con profundidad en estos temas. También agradezco las preguntas y sugerencias que me han hecho al respecto Emiliano Sesarego, Matías Graffigna, Brenda Daney, Alejandro Laregina y Leandro Colliard.↵
Citaré este, su trabajo, en mi próximo libro “Elementos para una crítica de la teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas. El elogio filosófico al capitalismo socialdemócrata”.