A mis padres que me acompañan y alientan siempre.
Al Dr. Horacio M. R. Banega por su enseñanza y ejemplo.
A todos los que me ayudaron y sostuvieron: mis hermanos, mis tíos (especialmente María, Sergio, Elizabeth, Lorenzo, Julia y José Luis –QEPD–), mis abuelos, mis amigos y Marcia.
A quienes debo mi agradecimiento pero no he nombrado aquí; están en mi corazón.