Isabel Guglielmone Urioste
Inmigrar es llegar a un país extranjero para radicarse en él. Tal es la entrada básica dada por el diccionario, para ese término que encierra, según los motivos específicos, voluntarios u obligados que originan, para las personas, la acción de instalarse en un lugar distinto de aquél en donde se vivía.
Dado que trasladarse de un territorio a otro es una acción que ejercen también algunas especies animales en búsqueda de alimento y mejores condiciones climáticas, en el caso específico de los seres humanos, abandonar el lugar en el cual nacieron y crecieron obedece a razones mucho más complejas.
Las experiencias migratorias humanas responden a muchas causas y satisfacen decisiones adoptadas por motivos económicos o sociales, o son forzadas por razones de índole política e ideológica o pueden responder a subjetivos anhelos individuales.
Los desplazamientos de población interesan a las ciencias humanas y sociales que pueden acordar sus respectivos objetos de estudio según los móviles que los originaron. Se habla así de inmigrante, de refugiado, de exiliado, de autoexiliado, términos que designan límites hermenéuticos no completamente estabilizados.
El título Generaciones intelectuales en movimiento: Argentina, México, Chile, Francia, que agrupa en el presente proyecto editorial los trabajos aquí reunidos contiene la palabra movimiento para designar la amplia paleta de características y consecuencias de ese pasaje “de un lugar a otro” que vertebra y cohesiona los cuatro trabajos de la presente compilación.
El texto “Para comprender las situaciones de exilio: perspectivas institucionales” presenta como aspecto clave esta básica división que Lidia M. Fernández llama lugar de origen y lugar de destino, basándose en una obra de referencia que desde la perspectiva psicoanalítica evoca deseos, razones, búsquedas, actitudes, de la decisión de partir del inmigrante (Grinberg, 1982:73), de las reacciones de los que se quedan (Ídem: 83) y de los miembros de la comunidad receptora ante la presencia del extraño (Ídem: 100). A título de ejemplo, Fernández cita –entre otros– una investigación efectuada en la región de la Patagonia Argentina (Valdemarin, 2013) estudio en el cual se establece esa neta diferencia, entre los nyc: nacidos y criados y los vyq: venidos y quedados, quienes en alguna época de sus vidas, llegaron desde otros horizontes a la localidad de Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz (Argentina).
La tesis post-doctoral de Romo Beltrán es igualmente citada por Fernández, en este mismo texto, por la circunstancia de auto-exiliada de la única informante clave del trabajo de campo, quien tuvo que administrar la aflicción infligida y posibles juicios y hostilidades ante los miembros del grupo del lugar de origen.
Los textos de Rosa Marta Romo Beltrán (“Procesos de exilio e innovación universitaria, el encuentro intelectual en México y Argentina: análisis de un caso”) y de Claudio Suasnábar (“Intelectuales, exilio y educación. La producción intelectual e innovaciones teóricas durante la última dictadura militar”) destacan igualmente las diferencias de los dos polos de la trayectoria del inmigrante. Ambos autores analizan los contextos políticos tanto del lugar de origen (Argentina) como del lugar de destino (México). En los dos casos estudiados, universitarios argentinos encuentran, a partir de 1976, en el inicio de la dictadura militar argentina (1976-1984) generosa recepción en las universidades públicas mexicanas, que les ofrecen satisfactorias condiciones de trabajo a tiempo completo.
Las dos puntas del trayecto inmigrante están evocadas en el título del texto de Guglielmone Urioste, “De lecturas, textos y passeurs o mediadores entre dos continentes”, título que engloba igualmente la atención centrada en los circuitos de producción intelectual: editores, revistas, libros, universidades.
Las perspectivas institucionales del título del primer texto de la presente obra, destacan la importancia que Fernández otorga a la noción de institución, entendida como organización permanente, estructurada según un modelo prescripto por la sociedad que establece el marco de las interacciones entre las personas (Bleger, 1997: 259). De ese modo, el encuadre efectuado por la institución permite al inmigrante o exiliado, a través de un espacio transicional (Kaës, 1997: 24) tanto intra-psíquico como social y grupal, encontrar, a partir de recursos propios y otros recursos extraídos del entorno social circundante, una salida creativa a su situación de crisis y de duelo. Los ejemplos de sobrevivencia creativa ilustran cómo sus protagonistas establecieron proyectos innovantes en el lugar que los recibió.
La experiencia en la docencia y el bagaje teórico de los universitarios argentinos exiliados en México permitieron su rápida inserción en la universidad mexicana donde aportaron innovaciones que son evocadas tanto por Romo Beltrán como por Suasnábar.
Por un lado, Romo Beltrán presenta la experiencia de innovación pedagógica que su informante, Martha Casarini, académica autoexiliada proveniente de Argentina, produjera al liderar el diseño del nuevo curriculum de la Licenciatura en Pedagogía en la Universidad Autónoma de Nuevo León, México, privilegiando modos de gestión colectiva, inherentes a la cultura universitaria del país de origen.
Por otro lado, el texto de Suasnábar se refiere a las innovaciones teóricas en la producción académica efectuadas por docentes e investigadores argentinos exiliados en México a partir de 1976.
Estos universitarios, que Suasnábar identifica –según tomas de posición tanto teóricas como políticas– en tres grupos diferentes, encontraron óptimas condiciones de trabajo en el país que los recibió, lo que les permitió integrar redes y circuitos editoriales de difusión a nivel latinoamericano. La trayectoria de estos docentes e investigadores constituye un ejemplo exitoso de la transacción que pueden efectuar los inmigrantes en el espacio transicional, promoviendo la innovación gracias al background educativo, cultural y político acuñado en el país de origen, cuando el país de recepción les ofrece las condiciones necesarias para superar, creativamente, el estado de crisis, de ruptura y de duelo provocados por los objetos, materiales o no, perdidos al alejarse o abandonar el lugar de origen.
El último texto de la presente edición, “De lecturas, textos y passeurs o mediadores entre dos continentes”, de Guglielmone Urioste, retrasa, a partir de una metodología adaptada al estudio de las biografías, la trayectoria intelectual de Armand Mattelart: su paso entre Francia y Chile, y el momento del exilio a causa del golpe militar de 1973 en Chile.
El tema del exilio y el posible encuentro de una vía de salida bienhechora, evocado también en los tres textos precedentes sobre itinerarios intelectuales, es presentado por Guglielmone a través de la referencia a las consolaciones, ese género literario de cualidad filosófica que prodigara Séneca a comienzos de nuestra era. Este exiliado histórico del poder romano exhorta al estudio y al saber como consuelo para sobrellevar y superar, mejorándose, el sufrimiento causado por la pérdida.
En los tiempos presentes, de exilios de masas y de consecuencias generalizadas de la internacionalización de conflictos, el potencial político de la consolación, dirigida especialmente a la razón humana, es de gran actualidad (Foessel, 2015).
Bibliografía
Foessel, Michaël 2015 Le temps de la consolation (Paris: Seuil).
Kaës, René et al. 1997 (1979) Crise, rupture et dépassement (Paris: Dunod).
Grinberg, León y Grinberg, Rebeca 2007 Psicoanálisis de la migración y del exilio (Madrid: Alianza Editorial).
Valdemarin, Paola 2013 “Poblaciones de composición aluvional en medios aislados y condiciones hostiles: un desafío a la educación. Cuatro historias de vida en Puerto San Julián, Patagonia argentina”, Tesis doctoral, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Resumen en <http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/Iice/ANUARIO_2011/textos/6.Valdemarin.pdf>