Fin del conflicto
El 20 de abril de 2010 el Tribunal Internacional de La Haya dictó la sentencia, definitiva e inapelable. La cláusula operativa del fallo estaba integrada por tres párrafos, sobre un total de 281, que aquí se transcriben: “La Corte:
1. Encuentra que Uruguay ha incumplido sus obligaciones procesales impuestas por los artículos 7 a 12 del Estatuto del Río Uruguay de 1975 y que la declaración por la Corte de este incumplimiento constituye una satisfacción apropiada. (13 votos a favor, 1 en contra)
2. Encuentra que Uruguay no ha incumplido sus obligaciones sustanciales impuestas por los artículos 35, 36 y 41 del Estatuto del Río Uruguay de 1975. (11 votos a favor, 3 en contra)
3. Rechaza todas las demás pretensiones de las partes. (Unanimidad)”.
En el párrafo más concluyente, de obligaciones sustantivas en el Capítulo 4, se señaló que no había “evidencia concluyente en el expediente que indique que Uruguay no ha actuado con el grado requerido de diligencia debida o que la descarga de efluentes desde la planta de Orion (Botnia) haya tenido efectos deteriorantes o causado daño a los recursos vivos o a la calidad del agua o al equilibrio biológico del río, desde que comenzaron las operaciones en noviembre de 2007. Consecuentemente, sobre la base de las evidencias presentadas, la Corte concluye que Uruguay no ha incumplido sus obligaciones bajo el Art. 41 del Estatuto del Río Uruguay (parr. 265)”[1].
Finalmente, en el capítulo V, sobre las pretensiones de las partes, la corte señaló que “la revelación de una conducta ilícita por parte de Uruguay respecto de sus obligaciones procesales constituye per se una medida de satisfacción para Argentina” (parr. 269). Por ende no se libraría ningún resarcimiento de Uruguay hacia Argentina, quedando lejos la suspensión de la producción de la pastera.
Aunque el gobierno argentino criticaría el fallo, no podía apelar y el golpe ante la opinión pública estaba dado. Desde la Argentina se habían jugado demasiadas esperanzas al tribunal internacional, si bien de una manera más formalista que por la jurisprudencia anterior: La Haya nunca había fallado en contra de corporaciones.
Que la industria foresto-celulósica haya podido superar el conflicto del Río Uruguay estuvo dado por el fallo de la corte de la Haya y la presión a los ambientalistas de Gualeguaychú para que levanten el corte de ruta. Con la primera medida, el gobierno argentino agotó la salida política, y fue desapareciendo del mapa del conflicto. Esta desaparición generó que los ambientalistas se vieran cercados entre el gobierno uruguayo y el derecho internacional.
El 30 de agosto de 2010 en Montevideo los gobiernos de Argentina y Uruguay firmaron un acuerdo para conformar un Comité científico en la CARU[2]. Si bien para los gobiernos finalizaba el conflicto, con la descompresión que significaba, para los ambientalistas se planteaba una nueva incertidumbre, que podía echar por tierra un reclamo de casi cinco años de corte de ruta.
Cambio de acciones y marca: de Botnia a UPM
Botnia vendió sus acciones el primero de enero de 2009 al grupo UPM, también de capitales extranjeros. La causa reportada por la empresa fue un cambio de rumbo ante la crisis internacional. Sin embargo, el desgaste ocasionado por el conflicto del Río Uruguay puede entenderse como otro factor condicionante.
Botnia vendió su 53 % al grupo finlandés UPM, con 24 mil empleados, 72 mil accionistas y una venta anual de 9.500 millones de euros. Tapio Korpeinen, presidente del área Celulosa y Energía de esta firma, presente en 14 países, confirmó que UPM contaba así con un millón y medio de toneladas anuales de pasta para sus fábricas de papel en China y Europa. La meta sería de tres millones de toneladas, una vez que se ultimara la compra hacia fines de 2009.
La crisis global que bajó la demanda de subproductos para construcción y papelería, impactó de lleno en el sector forestal de Uruguay. La española ENCE (Empresa Nacional de Celulosa Española) anunció que vendía su predio y plantaciones a Stora-Enso y la chilena Arauco; mientras que UPM convino quedarse con la pastera y 180.000 hectáreas en Uruguay por 90 millones de euros, asumiendo deudas por otros 400 millones. Sus socias, M-real y Metsäliito, se enfocarían en Finlandia y Rusia, redituándole 17 % del resultado, según destacó el gerente general de Botnia, Ronald Beare.
Ante una nueva crisis del capital financiero, extendida desde 2007, los capitalistas del hemisferio norte reconcentraron su dinero en la periferia hacia activos fijos: tierra, agua, producción agrícola (Stédile, 2008:3). La valorización de lo orgánico, material para la constitución de la biomasa (energía orgánica), se constituyó en un atractivo componente para la inversión, sobre todo en países donde se iguala al inversor extranjero con el nacional. Nuevamente se invertiría un pequeño capital por terrenos altamente redituables.
En la venta también se incluyó a Forestal Oriental, lo cual rindió cuenta de que Botnia ya no figuraría más como marca en ninguno de los rubros de la industria. “Botnia mata”, “Fuera Botnia” (latiguillos clásicos del conflicto del Río Uruguay) y otros, ya eran parte del pasado. El camino que recorrería UPM de allí en más era hacia adelante y buscaría despegarse de la marca del conflicto.
La cantidad de empleos declarados por la empresa UPM en su planta de celulosa son en la actualidad 8.002, 440 residentes en Fray Bentos, lo que representa, con una población activa de 12.000, el 3,66 % (con sólo el 20 % nacido en la ciudad). En el principio de las tareas de construcción, durante el 2° semestre de 2006, la cifra de empleados ascendió a 4.542. La densidad de la población en todo el departamento es de 6 habitantes por km2 (más de tres veces menor a la del total país, de 19), lo cual pareció dar posibilidad de emplear a buena parte de la ciudad. Si bien no es la única zona de influencia de la planta, es la que podría asumir posiciones de conflicto ya que es la más cercana a los ambientalistas y la receptora directa del impacto ambiental.
En la actualidad la planta UPM cuenta con 5 turnos de trabajo (de 6 x 4) y produce 1millón de toneladas anuales de pasta de celulosa con utilización de tecnología EFC (libre de cloro elemental). La producción es llevada en barco desde la zona franca hasta Nueva Palmira, Colonia, donde emprende viaje hasta Europa. Es el segundo producto de exportación del país, junto con los agrícolas, siendo sólo superado por la ganadería (las dos últimas, producciones históricas del país).
Filantropía
Otra acción central de la empresa es la filantropía empresarial. La filantropía se traduce etimológicamente como “amor (filo) al hombre (antrophos)” y consiste en la acción desinteresada de ayuda al prójimo. En el mundo empresarial se la traduce como filantropía empresarial o responsabilidad social empresaria y se utiliza para posicionar la imagen de la empresa. Si bien en un primer momento se apuntaba solo a la asociación de la firma en el desarrollo económico, en la actualidad las empresas buscan ser parte de la actividad social de las zonas de influencia a través de fundaciones, programas de empleo y programas.de.fomento.
Estas acciones tienen un valor simbólico, es decir, una acción que remite a necesidades arraigadas culturalmente a las que claramente una empresa sin fines de lucro no puede satisfacer. Por ejemplo: ‘el cuidado a los niños’ se reduce meramente a la “educación vial”.
Según lo describe el documento de Memoria Anual 2011, la fundación UPM generó una serie de alianzas con: 1. el Rotary Club de Fray Bentos, con 2270 participantes (1.500 niños y 700 padres) en educación vial con librillos didácticos. 2. la Fundación Teletón, con seis técnicos capacitados y atención médica para 400 niños. 3. la Liga infantil de Fray Bentos, con 120 niños practicando y un centro de capacitación de futbolistas (según se afirma los fallos del tribunal de pena habrían disminuido por la práctica del deporte). Dentro de los proyectos más relevantes de la fundación UPM existe la construcción del barrio obrero, también llamado barrio jardín o finlandés, en Fray Bentos, con 180 viviendas, en principio, para los empleados de la empresa.
Por su parte los programas de empleo, que han tenido mucha repercusión mediática, no han generado demasiados puestos de trabajo. “Emprender en Fray Bentos” dio diez puestos, mientras que “Jóvenes talentos” aportó solo una veintena. El primero de los programas consistió en presentar un proyecto para montar una empresa que UPM financiaría con 20 mil dólares, mientras el segundo fue una búsqueda laboral en Fray Bentos y Mercedes (Soriano), en el que se invitó a los jóvenes para que presentasen sus currículums a fin de trabajar en la fábrica.
Los programas de fomento son destinados a quienes poseen tierras y quieran destinarlas a la forestación. La empresa los provee de la semilla para cultivar y los productores le venden exclusivamente su producción. Un nuevo elemento social, aprovechado por la empresa, son las cooperativas, que, necesitadas de instalar su producción y obtener créditos para infraestructura, recurren a UPM. Es el caso de la cooperativa de producción Paso de la Cruz.
El proyecto de Montes del Plata
Durante el conflicto del Río Uruguay era impensado que surgiera un nuevo proyecto de envergadura para la industria foresto-celulósica, sobre todo después de que ENCE abandonara su proyecto en 2007. Sin embargo, en 2010, se anunció una nueva iniciativa: la pastera Montes del Plata, en Punta Pereira, Colonia. Los accionistas mayoritarios del proyecto son Arauco (Chile) y Stora Enso (Finlandia); Stora Enso contaba con historia en el Uruguay y con 200 mil hectáreas, mientras que la multinacional Arauco (o también CELCO) –de origen chileno, fundada en 1977- poseía en territorio chileno tres megaplantas: Arauco, Valdivia y Nueva Aldea, más dos plantas, Nueva Constitución y Licancel. Con un total de áreas forestadas de 1 millón de hectáreas en la región de Maule y de los Ríos, Arauco es la empresa más cotizada en la bolsa de valores chileno.
La búsqueda de inversiones por parte del gobierno uruguayo ha sido una premisa política, debido a la falta de producción del país. Incluso había colocadores de proyectos antes de que hubiera empresas interesadas (Panario y Gutiérrez, 2007). Esto dio lugar a ventajosas condiciones para los inversores. Stora-Enso poseía previamente a la construcción de la planta 100 mil hectáreas de terreno, por lo cual este proyecto era factible. Las operaciones de Stora-Enso en Uruguay se manejan desde Buenos Aires (con oficinas desde 1999) para operaciones de venta en Argentina, Paraguay y Uruguay, sin embargo los cultivos se producen en Uruguay.
Montes del Plata posee 155 mil hectáreas forestadas de eucaliptos en nueve departamentos (comparte con Forestal Oriental la zona de Paysandú) mientras 101.064 para otros usos. Las 256.064 hectáreas representan el 6,88 % del Uruguay. La planta de celulosa representó una inversión de 190 mil millones de dólares y producirá 1.300.000 toneladas de celulosa anuales.
La planta, en construcción desde 2010, ya lleva un 92%, y se prevé su inauguración en 2014. Se había previsto para el tercer trimestre de 2013 pero no fue posible según el cálculo de los contratistas en tecnología[3]. Emplea para la instalación a 3.170 mil trabajadores, el 89% uruguayo.
Cuando la planta esté operativa, se necesitarán 500 operarios. Sin embargo afirman que indirectamente producirá 5 mil empleos en infraestructura vial, transporte y alimentación. Las empresas contratistas son vitales para la producción de empresas foráneas, si bien directamente la pastera publica sus ofertas laborales online, y posee un sitio dedicado a la carga de datos de postulantes ( www.seleccionmontesdelplante.com.uy)
El llamado PIP (Programa de Integración Productiva) es la apuesta de Montes del Plata para integrar a pequeños productores ganaderos que tengan campos, para allí poder cultivar la madera, sombra y abrigo para el ganado, que sirva de materia prima para la planta de celulosa. Incluso en el sitio web existe un apartado para que el proveedor se capacite en el control de calidad.
- Fallo definitivo TILH (Tribunal Internacional de La Haya).↵
- Comisión Administradora del Río Uruguay.↵
- www.montesdelplata.com.uy ↵