Otras publicaciones:

9789871867691_frontcover

9789877230246-frontcover

Otras publicaciones:

9789877230666-frontcover

614_frontcover

Presentación

El presente volumen de Studia Heideggeriana recoge una selección de trabajos leídos en el IV Congreso Internacional de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Heideggerianos, realizado en la Universidad Nacional de San Martín (Argentina) durante el mes de septiembre de 2017. El tema convocante fue “Tiempo y espacio”. Se trata de una temática que recorre toda la obra de Heidegger y que, por lo tanto, posibilita articular una clave de lectura de casi toda la red conceptual del pensamiento heideggeriano. A su vez, a este número se suman otras contribuciones que en esta línea, y en su conjunto, dan testimonio de la productividad conceptual de este problema. 

Particularmente, los escritos que conforman este ejemplar de Studia Heideggeriana dedican especial atención a cuestiones muy precisas que se desarrollan en Ser y tiempo, pero que se prolongan más allá de la obra. Podrá verse que varias contribuciones instalan la discusión respecto a fragmentos de la segunda sección de la obra capital de Martin Heidegger. La fundamentación temporal del comportamiento del Dasein en relación con los útiles ha cobrado gran importancia en este volumen a partir de diversos rasgos de la presentación del ente-útil: sea mediante su aspecto material, la estructura apriórica que lo habilita, como de la práctica que se activa con la deliberación circunspectiva. Por otro lado, la espacialidad se ha explorado desde varios focos: en términos de un estudio de la movilidad existencial que caracteriza al Dasein y su historicidad, del sentido normativo de la autorreferencialidad, por medio de una interpretación de las nociones de sentido y significado o a través de la experiencia estética del vacío bajo el concepto de angustia.

El volumen se estructura en dos partes, en la primera parte titulada “Desde la temporalidad del Dasein y sus modos de comportarse-en el mundo” se encuentran los escritos de Felipe Johnson, que en su trabajo indaga en el problema de una eventual materialidad del ente a la mano que Heidegger entendería como útil. Su consideración daría paso a discutir la fundación temporal de su aparición en el cuidado, entendido como el ser del Dasein. Así, Johnson hace énfasis en la posibilidad de ser-cuerpo como la que acusa su propio derecho de ser integrada en un análisis existencial. Tal derecho lo discute en dos sentidos: entiende el ser-cuerpo a) como aquel que termina por vincular el proyecto del Dasein a un poder-ser con la presencia concreta del mundo circundante y b) como el que lleva a plantear algunas consecuencias de la tesis temporal del existir en relación con la presencia material del “mundo exterior”. Así, subraya que es el ser-cuerpo aquel rasgo existencial que puede contribuir a pensar en el fenómeno de la manifestación que el Dasein es, en su última concretud.

Por su parte, Mario Gómez Pedrido en su artículo mienta que el “tiempo del mundo (Weltzeit)” o “intratemporalidad (Innerzeitigkeit)” no tiene una definición unívoca en Sein und Zeit. En términos generales, es un modo de ser del tiempo que pertenece a la unidad originaria de la temporalidad en tanto remite al uso de los útiles “en el tiempo”. En tanto remite a esta modalidad presupone la estructura general de la mundaneidad del mundo entendida como conformidad-condición respectiva y signficatividad. En el § 18 donde se desarrolla este tema Heidegger afirma que existe un “tiempo del mundo” específico de esa mundaneidad conformada y significativa denominado pretérito perfecto a-priori. No obstante esta mención, no tiene ahí un desarrollo de este modo de ser temporal. En función de este contexto Gómez Pedrido señala que se puede explicitar la función y el alcance ontológico de dicho tiempo a-priori desde las tres secciones que conforman el § 69. En este sentido argumenta que el “tiempo del mundo” tiene básicamente tres estratos constitutivos. Por todo esto, sostiene en primer lugar que dicho tiempo se caracteriza por una unidad temporal impropia constituida por el estar a la expectativa, que reteniendo una totalidad de útiles hace posible la presentación del ente. En segundo lugar, explica que el lugar específico del pretérito perfecto a-priori es el conformar un tiempo previo a la mencionada unidad impropia de la temporalidad; siendo entonces su función central dejar en libertad de modo apriorístico al ente que comparece en el mundo para que desde dicha unidad temporal ese ente pueda ser empleado en las cadenas remisionales. En tercer lugar, considera que este pretérito perfecto a-priori que fundamenta la libertad del ente en el mundo se funda, a su vez, en una libertad temporal más origina, la de la trascendencia en el mundo. De esta forma el pretérito perfecto a-priori se revela como un tiempo intermedio entre la unidad originaria impropia de la temporalidad y la unidad originaria de la temporalidad que funda la libre trascendencia del mundo. Se trata de un tiempo que es originario en tanto constituye el horizonte específico para la puesta en libertad a-priori del ente que comparece circunmundanamente en el mundo, pero no forma parte específica de la unidad extática de la temporalidad.

Catalina Barrio desarrolla en su trabajo, en un primer momento, el sentido práctico de la estructura ontológica del Dasein, la remisión a su comprensión desde la noción de praxis y el modo autorreferencial de su existencia. En un segundo momento, estos modos entendidos como formas de actuar en el mundo se asocian a la noción de espacialidad que aparece en Heidegger como legitimación de la autorreferencialidad, puesto que se encuentra subsumida a una temporalidad propia de una estructura ontológica entendida como posibilidades. En este sentido, el objetivo del presente escrito propone postular como problema el reduccionismo de la praxis a una ontología. Esta hipótesis trae como consecuencia negar u omitir la facticidad en su estado impropio como “lugar” desde donde pensar lo originario de una estructura fundamental. A partir de la interpretación de J. Tamineaux, el desarrollo del último apartado propone pensar críticamente la estructura ontológica que determina los modos de ser en el mundo relocalizando el lugar de la decisión y la acción política. Así, el argumento principal que Tamineaux toma de Heidegger es la tematización de la praxis dentro de un esquema de apertura/clausura en referencia a la ontologización del Dasein que conlleva un solipsismo existencial.

En la segunda parte del volumen, “Hacia una experiencia fenomenológica del espacio en su ensamble con el tiempo”, se plasman los aportes de Germán Darío Vélez López, que en su artículo se propone abordar a partir del análisis de la temporeidad del Dasein la cuestión que Heidegger denomina en su elaboración sobre la historicidad de la existencia como el “enigma del movimiento”. Un primer paso de su reflexión consiste en mostrar cuál es el contexto en el que dicho enigma se formula. En función de esta tarea será necesario exponer algunos elementos de la apropiación, crítica y destrucción de Dilthey, que Heidegger acomete tempranamente en sus seminarios de Freiburg, y que conducirá a articular la crítica y sus resultados positivos al estudio de la temporalidad del Dasein en Ser y tiempo. Una vez situados en el contexto de la analítica existencial explora una vía posible de solución o disolución del enigma.

Por su parte, Daniel Leserre procede en su trabajo a reexaminar el diseño de la argumentación heideggeriana respecto del lenguaje desplegada en Ser y tiempo, siguiendo la línea de su elaboración de los conceptos de significado y sentido. Esto lo hace por motivo del conocido interés de la recepción en el presente por proyectar la obra heideggeriana en discusiones filosóficas actuales. Con ello indica la respuesta heideggeriana al núcleo conceptual de la filosofía del lenguaje en el siglo XX. Asimismo, al mostrar que estas nociones están enraizadas en el habla como “ser en el mundo”, señala cómo dicha respuesta alcanza las perspectivas sobre el lenguaje características del siglo actual, en las que se destaca la de las ciencias cognitivas. Tal argumentación puede ser identificada como un trayecto que parte de la recepción crítica por parte de Heidegger de la tradición filosófica sobre el lenguaje (o también filosofía del lenguaje en un sentido amplio) en el marco de su “destrucción de la historia de la ontología”, se desarrolla temáticamente en Ser y tiempo como ontología del habla y, finalmente, se proyecta, sobre la base establecida ya en la obra misma, como una propuesta de comprensión del lenguaje cuyo último horizonte es brindado por la topología del ser. El trabajo de Leserre propone, a su vez, que la reconstrucción del horizonte conceptual propio, diseñado en y por Ser y tiempo, proporciona la base para el análisis de las relaciones del pensamiento de Heidegger con otras posiciones filosóficas, disciplinas y formas de discurso.

César Moreno-Márquez nos introduce con su artículo en una verdadera experiencia fenomenológica y estética. Allí intenta pensar la relevancia concedida al Espacio como Vacío por Martin Heidegger en diversos momentos de su Denkweg, tomando como referencia el Proyecto-Tindaya del escultor Eduardo Chillida. Partiendo de un acercamiento comprensivo al efecto dinámico que se da en dicho Proyecto entre Vacío, Luz y Aire, piensa la Aletheia por medio del espaciamiento que realiza el artista en el seno Cerrado-Oculto-Oscuro de la montaña. Más allá de la forma de la Obra, es el Vacío mismo lo que se trata de pensar. Para ello, recurre a nociones-clave del pensamiento heideggeriano como Angustia (a fin de contraponer honor vacui y horror vacui), Apeiron y Lichtung.

Por último, Roberto Juan Walton en su artículo presenta un análisis de isomorfismos estructurales en las teorías de Heidegger y Husserl sobre el tiempo y la historia. En relación con Ser y tiempo destaca el enraizamiento común de la historiografía en la historicidad y de ésta en la temporeidad. Con referencia al curso del verano de 1934 pone de relieve en Heidegger una síntesis de misión, encargo y trabajo y sus equivalentes en los niveles que Husserl distingue en la historia. Finalmente, en lo que atañe al viraje, considera convergencias que conciernen, por ejemplo, a la condición del Ereignis y el presente viviente como instancias últimas, a la temporeidad del Dasein y al tiempo inmanente de Husserl como resonancias de una dimensión más profunda, y a paralelos acerca de la historia en términos de los momentos que componen la noción heideggeriana de ensamble torsional (Gewind).

 

Adrián Bertorello y Leticia Basso,

septiembre de 2018.



Deja un comentario