Una experiencia desde la organización y acción colectiva de los cartoneros del Movimiento de Trabajadores Excluidos en La Plata
Lic. Vanesa Herrero
Introducción
El camino de la investigación comienza por lo general mucho antes de terminar una carrera de grado. Como estudiante de Trabajo Social me acerqué a la tarea investigativa ya en el tercer año de la facultad. Proyectos en el marco de las materias metodológicas, pasantías, beca de estudiante avanzado, una que otra ponencia. Pero era un camino que empezaba a recorrer y una pregunta aparecía constantemente ¿Había pensado estudiar Trabajo Social para investigar? ¿Dónde quedaba aquel primer imaginario de la intervención, del hacer algo por los otros? ¿Qué era lo que podría aportar dedicándome a esto?
Como graduada reciente no abandoné la investigación pero me dediqué los primeros años a estar en el campo como suele decirse. Ejercí mi profesión en el área de juventud, niñez, educación y discapacidad con una orientación de intervención. Luego me presenté a concursar una beca doctoral y me dediqué de lleno a la formación académica y la investigación en campo.
Cuando era estudiante realizando las prácticas de formación pre-profesional conocí una organización de carreros y cartoneros en un barrio de La Plata en el año 2009. Para esa época, esa primera indignación pública de ver gente juntando basura de la calle en las cercanías de la crisis del 2001 parecía haber pasado de moda.
En charlas informales con estos sujetos que trabajaban con la basura urbana me contaban sobre sus días en el carro, sobre las necesidades, el frío, el calor, las anécdotas, la persecución policial, el vivir el día a día, el kilo de cartón a 0,50 centavos. Ese acercamiento generó inquietudes que pude trasladar hacia la tarea investigativa. ¿Por qué optaban estos sujetos por cartonear? ¿Optaban realmente?
El 2015 me encontró ya no frente a unas familias y su indignación sino frente a un colectivo de cartoneros y carreros que comenzaban a organizarse. El ojo de investigadora se cruzó entonces con mi formación profesional en Trabajo Social. Me inquietaba saber cómo se plantaban colectivamente frente a sus necesidades más apremiantes, cómo se veían a sí mismos y por que cortaban las calles del centro de la ciudad para protestar. ¿Por qué deciden organizarse? ¿Qué buscaban? ¿Qué lograrían?
En este trabajo describo la Organización de estudio desde una perspectiva histórica ubicándola en el contexto de su surgimiento como un movimiento de representación política de los cartoneros en el marco de lo que se denomina economía popular. En segundo lugar me adentro en la Organización local, su estructura y funcionamiento, su construcción desde cero. Como tercera y última instancia, identifico y analizo las acciones colectivas que la sostienen, la hacen permanecer y le permiten crecer en un contexto donde la política pública para este sector parece ser el tema más alejado de la agenda.
Los resultados obtenidos hasta ahora devienen de datos recolectados en el campo principalmente a través de la observación participante, charlas informales y entrevistas semi-estructuradas.
Este trabajo es producto de una investigación de corte cualitativa que aún está en proceso. De eso se trata precisamente de conocer los procesos que hacen de un sujeto solitario cartonero, de un carrero marginado, un colectivo políticamente organizado.
Los inicios de la organización. El colectivo de cartoneros como parte de los trabajadores de la Economía Popular
La actividad cartonera es una actividad -de vieja tradición- que ha ido adquiriendo características particulares en distintos momentos históricos tanto en Argentina como en diversos países de América Latina fuertemente relacionada con los cambios económicos y políticos de las últimas décadas (Anguita 2003; Gorban 2014).
Recuperar residuos de los desechos surge como una práctica de cirujeo a fines del Siglo XIX llevada a cabo por personas y familias que vivían alrededor de los primeros vaciaderos municipales[1]. Con el correr de los años la actividad de recuperación informal se fue modificando, acompañada de cambios en la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos[2], configurando lo que algunos autores consideran una nuevo sujeto social: el cartonero o recuperador urbano[3] (Aimetta 2012; Anguita 2003; Dimarco 2005; Paiva y Parelman 2008; Reynal 2010; Schamber 2007; Schamber y Suárez 2007; 2011 compiladores; Suárez 1998).
El aumento significativo del número de personas dedicadas a cartonear en Argentina se ubica a fines de la década de los 90 y en los años pos devaluación luego de la crisis del 2001[4] (Anguita 2001; Gorban 2014; Paiva 2011; Schamber y Suárez 2007). Existe una discusión entre los especialistas en el tema en torno a temporalidad de la masificación del fenómeno del cartoneo. Por un lado algunos autores trazan una línea casi directa entre los cartoneros y la crisis del 2001 (Anguita; Schamber y Suárez, Reynals) entendiendo que son producto de ese momento histórico específico. Por otro, están quienes consideran que ya existía un número relevante de personas dedicadas a esto, que se ve incrementado luego de ese año. (Paiva 2008; Gorban 2014; Villanova 2014).
De lo que no existen dudas es de que esta práctica se configuró como un modo de subsistencia de los sectores más empobrecidos en las últimas tres décadas. Cuatro cuestiones principales marcan la opción masiva de los sectores más vulnerables por la recolección de basura: el incremento acelerado de la desocupación y la pobreza; la problemática de la basura incrementada por los conflictos a nivel municipal que muestra la ineficiencia para resolver el problema sobre qué hacer con los desechos urbanos y el incremento del precio de los materiales reciclables producto de la devaluación del 2001.
Junto con la masividad del fenómeno, se presentaron en nuestro país las primeras modalidades de organización[5] de un colectivo de trabajadores informales dedicados a la recuperación de Residuos Sólidos Urbanos[6] para su clasificación y venta. Esta organización se ancló en una lucha por el reconocimiento de su actividad, mejores condiciones de trabajo y de vida[7] (Dimarco 2005; Maldován 2012; Menéndez 2013; Villanova 2014; Vergara 2015).
El Movimiento de Trabajadores Excluidos[8] fue una de las primeras organizaciones que surgió con el fenómeno cartonero. El MTE nace como una escisión del Movimiento de Trabajadores Desocupados conformado en plena crisis del 2001. Su visión se enmarca en el reconocimiento de una Economía Popular[9] y en que el foco del problema de los sectores populares no es la desocupación sino la exclusión por lo que su lucha se establece a partir del reconocimiento de la Economía Popular como característica de esta exclusión.
La línea fundante del MTE es la línea de cartoneros que surge en el año 2002 en el conurbano bonaerense (Lanús y Lomas de Zamora) y Ciudad de Buenos Aires. A partir de situaciones principalmente de acoso y violencia policial, los cartoneros, cartoneras y familias que viajaban en el famoso Tren Blanco[10] iniciaron una serie de asambleas y medidas colectivas para reclamar por estos atropellos (Gorban 2014; Paiva 2011). Además de las condiciones insalubres y riesgosas en las que realizan la actividad y se transportaban en los furgones del tren, sufrían permanente acoso por parte de la policía federal que llevaba a cabo prácticas como el cobro de coimas, secuestro de carros y caballos y detenciones en la vía pública. Se vivieron momentos de tensión por acciones espontáneas de los cartoneros como la quema de Comisarías y los escraches obteniendo como respuesta del Estado la represión y el desalojo.
Cartoneros, militantes, referentes barriales y funcionarios que apoyaban la causa, dieron forma a esta organización que terminaría por nuclear a carreros y cartoneros de todo el país. Más adelante se avanzó en procesos de construcción de cooperativas de trabajo en distintas regiones del país (Angélico y Maldován 2011; Carenzo 2013).
En el 2011 junto con el Movimiento Evita, el MTE da vida a una de las organizaciones más relevantes y convocantes de este momento: la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular[11]. La CTEP levanta su bandera como representante gremial de todos los trabajadores de la EP. La EP comprende el conjunto de actividades económicas y prácticas sociales que son llevadas a cabo por los sectores populares con el fin de garantizar, mediante el uso de su fuerza de trabajo y de los recursos disponibles, la satisfacción de las necesidades básicas (Icaza, 2003). Actualmente la CTEP agrupa trabajadores y trabajadoras de ramas como la textil, la rural (pequeños productores) feriantes, construcción, infraestructura social, vendedores ambulantes y cartoneros.
En el año 2012 el MTE funda en el marco de la Economía Popular la Federación Argentina de Cartoneros y Recolectores[12] (FACyR), que en los últimos años ha adquirido relevancia política por su cantidad de miembros, por sus acciones colectivas de protesta y lazos con el movimiento encíclico papal (CTEP ,2014). Según lo enuncia en su sitio oficial es una herramienta gremial reivindicativa que los trabajadores crean para la defensa de los derechos y el reconocimiento del valor ambiental y social de su labor. Nuclea a los trabajadores cartoneros, carreros, recicladores y recuperadores urbanos de todo el país, organizados en cooperativas u otras formas asociativas. Entre ellas encontramos a la Asociación de cartoneros de Villa Itati (Quilmes), Cartoneros Unidos de Lanús, Carreros de la Matanza y MTE Cartoneros de La Plata. A nivel nacional, incluye organizaciones en Provincia de Buenos Aires, CABA, Río Cuarto, Tucumán, Santa Fe y Córdoba. La FACyR, que junto con la CTEP y el MTE han denunciado la recuperación informal de residuos en el marco de un negocio corrupto, pronunciándose a favor de la erradicación del trabajo infantil y sumándose a la consigna Tierra, Techo y Trabajo de los movimientos populares.
Según sus referentes el MTE nace entonces como una herramienta sindical para los trabajadores informales pero sus acciones no se limitaron a las iniciales. Al contrario en el marco de su alianza con otras organizaciones como la CTEP impulsó demandas a nivel nacional con fuerte implicancia para el sector. Claro ejemplo de esto es la Ley de Emergencia Social o Alimentaria que otorga un Salario Social Complementario a todos los trabajadores de la Economía Popular conquistada en el año 2016. En ese proceso también lograron el reconocimiento de la CTEP como integrada a la Central de Trabajadores Argentinos.
Colectivizar el trabajo como punto de partida. El Movimiento de Trabajadores Excluidos en La Plata
En el año 2015 el Movimiento de Trabajadores Excluidos fundó MTE-cartoneros incorporando mayormente a aquellos cartoneros que no se encontraban representados[13], comenzando un proceso de organización de base con inscripción territorial que incluye a cartoneros de 15 barrios de la región. La organización se asienta en los barrios más pobres y vulnerados de las periferias tales como Altos de San Lorenzo, Villa Alba, Villa Elvira, Ringuelet, Tolosa, Romero, Abasto, La Granja, San Carlos entre otros.
La relevancia que ha ido adquiriendo la problemática en los últimos años en el distrito de La Plata está particularmente asociada a la sanción de la Ordenanza Municipal Basura Cero 10.061/09 que obliga al municipio a incorporar a las cooperativas de cartoneros a la GIRSU. La puesta en marcha de una organización de representación supuso por un lado el aumento de cartoneros organizados y por otro la intensificación del conflicto entre estos y el municipio, como así también, el despliegue de acciones colectivas de manera sistemática[14].
En primer lugar los reclamos estuvieron centrados en el reconocimiento de la actividad como un trabajo que los propios actores definen como un doble aporte: ecológico -al reducir la cantidad de materiales enterrados en los rellenos sanitarios, disminuyendo la contaminación y recuperando para el reciclaje- y económico -disminuyendo el presupuesto que gastan los municipios en GIRSU y fomentando la industria de reciclaje interna-. A esto lo denominan gestión social de los RSU o reciclado por la inclusión social. En segundo lugar sostengo que existe un reclamo sobre cómo es observada la actividad cartonera bajo la consiga “trabajar en el carro no es delito”, ya que la problemática del cartonero está estrechamente ligada con la falta de posibilidades de trabajo que lleva a muchas familias a dedicarse a cartonear para obtener ingresos, siendo esta una actividad característica de los sectores populares estigmatizada por su prohibición desde principio de siglo XIX.
El mecanismo asambleario fue establecido desde un principio como espacio de discusión colectiva hacia el interior del movimiento. En el plano de acciones de protesta se destaca la participación directa en cortes, movilizaciones y las negociaciones con funcionarios públicos y a nivel nacional.
Esto derivó por ejemplo en la recuperación del sistema de Bolsa Verde para las cooperativas de cartoneros. La municipalidad de La Plata implementa un sistema de bolsa verde, la cual reparte a los vecinos del centro a cambio de una colaboración y se recoge dos veces por semana en un horario establecido. Durante la gestión municipal de Pablo Bruera (2007-2015) la mayor parte de esas bolsas eran re-distribuidas a las cooperativas que existían en ese entonces. En el año 2015 la gestión municipal del actual intendente de Julio Garro firmó un contrato millonario con ESUR, quitándole a los recuperadores este beneficio.
El MTE al ser un movimiento a nivel nacional con claras pretensiones de reforma social planteó un posicionamiento de confrontación, denuncia y reclamo de respuestas urgentes a la gestión municipal (ver cuadro 1 de registro de acciones colectivas). Durante el periodo 2015-2017 se realizaron cortes y movilizaciones prácticamente todos los meses como muestra del peso que la organización fue construyendo en los barrios del municipio. Tras dos años de acciones de protesta el MTE logró la licitación de la Bolsa Verde para sus miembros a fines de 2017. Otra conquista producto de este ciclo de protesta (2015-2017) fue la obtención de un presupuesto mensual para el alquiler de un galpón donde funciona actualmente la primera cooperativa auto-gestionada de los cartoneros y cartoneras del MTE y cincuenta cupos de trabajo.[15] para los integrantes que trabajan allí a tiempo completo. Tener un espacio propio significó por un lado la posibilidad de eliminar intermediarios vendiendo directamente el material que aportan los trabajadores a la industria recicladora y por otro la colectivización de las tareas y de los ingresos comunes.
La construcción de un colectivo de cartoneros es y ha sido un proceso arduo pero necesario para avanzar en reclamos y demandas de vieja data. Igualmente no se trata solo de arrancarle recursos o políticas a la gestión de turno. Se trata claramente de un proceso de identificación con un movimiento que levanta banderas claras a disputar en espacios políticos estratégicos (Tarrow, 1998).
Los referentes de la organización coinciden en que el proceso de convocatoria y organización fue lento y continúa siendo complejo. El compromiso de los integrantes carreros y cartoneros hacia la organización de base se ve afectado por cuestiones intrínsecas a la cotidianidad de las clases populares. Una changa, un trabajo esporádico, el cuidado de los niños, cuestiones de salud y motivaciones personales se interponen en la participación activa. He asistido a varias movilizaciones y espacios de encuentro colectivo como parte de mi trabajo de campo. He observado evidenciarse la construcción de una sociabilidad política cargada de conflictos, inquietudes y disputas. Aun así, la experiencia de la organización colectiva es creadora de acciones planificadas estratégica y situacionalmente para hacer frente a las necesidades y problemáticas del cotidiano.
Desde su conformación en 2015 hasta la actualidad el MTE-Cartoneros supo convocar e interpelar a los trabajadores informales para su auto-organización como trabajadores de la EP.
El movimiento es coordinado por militantes profesionales y estudiantes de disciplinas como trabajo social, veterinaria, ciencias de la educación, bellas artes, ingeniería, abogacía entre otros. La diversidad de disciplinas, saberes y experiencias aporta a una visión e intervención más integral sobre la problemática. De esta manera se pusieron en marcha proyectos de extensión y voluntariado en articulación con diversas unidades académicas de la región. Por ejemplo el proyecto de desparasitación y vacunación de caballos (Facultad de Veterinaria UNLP); proyecto de promotoras ambientales (Facultad de Ciencias Sociales y Educación UNLP) y generación de puntos azules (Facultad y Bachillerato de Bellas Artes UNLP).
La puesta en marcha de procesos colectivos permite entonces la articulación con otras instituciones y actores tanto públicos como privados[16] desplegando redes para la obtención y movilización de recursos así como la construcción de vínculos solidarios, de sociabilidad y de politicidad. En coincidencia con autores que han realizado este tipo de estudios, considero que las redes de politicidad y las formas de sociabilidad de los pobres, engloban el conjunto de prácticas de socialización y cultura política de los sujetos (Auyero 1995; Merklen 2010; Murmis y Feldman 2002; Palomino 2003).
En el siguiente mapa conceptual se sintetiza el proceso:
Fuente: Elaboración propia
Acciones colectivas, demandas y conquistas. Intervenciones desde la organización hacia el barrio
El MTE desde el año 2015 ha avanzado en la construcción de un colectivo cartonero que no existía en la región apostando a mí entender a la politicidad popular. Esta se define como una pluralidad de experiencias y destrezas que llevan adelante los ciudadanos pobres frente a la desarticulación del empleo y las protecciones sociales (Merklen 2010). Decir que existe una politicidad popular es asumir y reconocer que los pobres son sujetos políticos y no simples objetos manipulables por quienes sí serían los representantes de la ciudadanía. Este concepto cuestiona y complejiza las acciones colectivas que una organización lleva a cabo.
La politicidad popular está atravesada por un conjunto de tensiones que se relacionan con las condiciones de vida en contextos de pobreza y vulnerabilidad (Merklen 2010):
- Las exigencias de cohesión del grupo y la proyección hacia afuera,
- Las necesidades urgentes y el proyecto colectivo,
- La inscripción territorial y la integración social.
Si revisamos la bibliografía clásica de los movimientos sociales se explica la participación de los integrantes a partir de sus necesidades, intereses y beneficios (Munck, 1995). En el caso estudiado existen estos elementos pero no son los únicos. Cada cartonero y/o cartonera con su familia se constituye en un participante más o menos activo con una posición política frente a las problemáticas que los aquejan. Las acciones e intervenciones colectivas son las herramientas de lucha más importante de una organización ya sea para obtener recursos materiales, para afianzar demandas y lograr conquistas. Responde por un lado a un proyecto colectivo siempre en desarrollo y tensión y por otro a las urgencias concretas y cotidianas.
Según Denis Merklen (2010) tres factores movilizan la acción colectiva los sectores populares hacia la arena pública: la insuficiencia de ingresos, servicios disponibles por debajo de las necesidades y la imposibilidad de acceder a los derechos mediando siempre la negociación con las instituciones públicas.
Estas tensiones se ven reflejadas en el proceso mismo, siendo el mecanismo de asamblea el espacio para la discusión. Las asambleas se realizan cada 15 días en un centro cultural. Allí se debaten las acciones a seguir, se plantean los problemas más urgentes a resolver. La mediación de los militantes universitarios se destaca en estos espacios donde las familias carreras no pueden esperar los tiempos de la burocracia, de las negociaciones, de los ciclos de protesta. Para esto la capacitación política se vuelve fundamental.
Se crearon entonces, en la organización tres áreas de tareas para los participantes: de recuperadores, de promotoras ambientales y de promotoras socio-comunitarias.
Los recuperadores son los que juntan los materiales para clasificación y venta. La mayor parte de los cartoneros que trabajan en las calles son hombres. Y de estos hombres más de la mitad eran analfabetos al momento de las primeras reuniones. Se impulsó entonces un programa de alfabetización para cartoneros llevado a cabo por militantes del partido político Patria Grande. El hombre suele salir solo o acompañado por su pareja y/o hijos pero es quien realiza el trabajo más manual y pesado, el que carga las bolsas, tira del carro y manipula los residuos. El capital simbólico y educativo suele ser menor que el de las mujeres por su ingreso más temprano en el mundo del trabajo (Bourdieu, 2006). Las mujeres suelen acompañar pero ocuparse más de la manipulación del dinero que ingresa. Los niños también cumplen una función importante, que es bajarse del carro y pedir comida en los negocios.
Tanto al interior de las familias como de la organización, se da una división sexual del trabajo fuertemente marcada. Ante este hecho, los coordinadores del movimiento se plantearon la necesidad de generar espacios para que las mujeres tengan también protagonismo y puedan acceder al beneficio del salario social como trabajadoras de la EP. Así se plantearon las figuras de promotoras ambientales y socio-comunitarias.
Las promotoras ambientales son un grupo de mujeres capacitadas para la difusión y concientización de la problemática cartonera y la GIRSU. Durante el año 2017 participaron de la campaña Reciclado en Nuestras Manos repartiendo folletería en las plazas de la región, hablando con los vecinos y comerciantes cara a cara. Las promotoras socio-comunitarias son las mujeres encargadas de los merenderos y guarderías que posee el movimiento en algunos barrios. Llevan adelante las actividades de recreación, apoyo educativo, tratamiento de adicciones, deportes entre otros. Si bien hay mujeres que se suben a trabajar solas en el carro, estas son las menos.
En el partido de La Plata funcionan con base a una inscripción territorial cinco merenderos del movimiento. Allí las familias retiran su vianda o mandan a los niños a comer. En muchos casos funcionan como guarderías mientras los padres salen a cartonear, se les brinda apoyo escolar y se realizan actividades recreativas como murga. Los recursos para los merenderos se obtienen en las negociaciones con el Municipio y mediante donaciones de la comunidad en general, principalmente de militantes y universitarios.
No todas estas acciones están directamente ligadas a las condiciones de trabajo sino que afectan también otros aspectos como la educación, la salud, las redes comunitarias.
Reflexiones finales
Considero -por no decir que sostengo- que las organizaciones sociales -y está en particular- generan acciones e intervenciones tanto hacia el afuera como hacia el interior de sí mismas. Estas acciones tienden a buscar resolver, disminuir o paliar las problemáticas más trascendentes de la vida cotidiana de las familias que participan cuando el Estado no da una respuesta institucional firme. Claramente se trata de organizaciones con un carácter político marcado, una visión de sociedad y un plan de lucha a largo plazo. Organizaciones que le arrancan recursos, derechos y conquistas al poder público en una trama de intereses compleja.
En cada acción el colectivo se construye y deconstruye a sí mismo, sin perjuicio de sus tensiones y complejidades. Poder decirse trabajadores y luchar por un reconocimiento de sus tareas presenta la necesidad de diálogo y reflexión continua al interior de la organización.
Quiero dejar en claro que los primeros que intervienen en su realidad son ellos mismos. La organización funciona como una suerte de planificación estratégica pensada para modificar la situación que apremia, para generar esos recursos que sustentan las necesidades más básicas, para crear participación y politicidad, para reivindicar demandas y lograr conquistas.
Se construye desde la organización hacia la base y desde la base al barrio un entramado en forma de red donde los nodos son las acciones colectivas concretas que se tocan, se entrelazan, se bifurcan y otras se pierden. Finalmente confluyen en lo que denominaré una conquista. Entiendo a la conquista como el resultado positivo y final de una serie de acciones colectivas a demandas puntuales y con propuestas de demanda y contra demanda de los actores involucrados.
Por último se ha de destacar la respuesta colectiva como apuesta a la construcción de politicidad popular e intervención social hacia adentro de los barrios populares.
Glosario de siglas
AMBA: Área Metropolitana de Buenos Aires
CABA: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
CTEP: Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
EP: Economía Popular
FACYR: Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores
GIRSU: Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos
MTE: Movimiento de Trabajadores Excluidos
RU: Recuperadores Urbanos
RUR: Registro Único de Recuperadores Urbanos
RSU: Residuos Sólidos Urbanos
Anexo-Cuadro 1- Acciones colectivas de protesta y visibilización
Fecha |
Descripción |
Tipo de acción |
Demanda |
17 /05/2016 |
Jornada de Reconocimiento del trabajo: Somos recicladores. Corte y movilización |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
1, 2/08/ 2016
|
Corte de calle “piquete de las carretas” organizado por MTE la Plata |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
17/08/2016 |
Charla –debate Sin cartoneros no hay Basura Cero en Facultad de Bellas Artes |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
31/08/2016 |
Lanzamiento de Punto Azul en Bachillerato de Bellas Artes |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
29/09/2016 |
Charla sobre Gestión Social del Reciclado. Facultad de Humanidades |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
21/11/2016 |
Cierre de la exposición de PUNTO AZUL |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
05/10/2016 |
Movilización Mil Ollas Populares en la ciudad de La Plata |
Acción de protesta. Movilización y corte. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
27/11/2016 |
Cierre de la campaña reciclado en nuestras manos-CABA |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
15/12/2016 |
Jornada de corte frente a Municipalidad de La Plata-Organiza- MTE LP |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
26/02/2017 |
2do Congreso Carrero y Cartonero de La Plata. Club Chacarita Platense |
Acción de visibilización del conflicto. |
|
17/05/2017 |
Charla-debate Encuentro de los trabajadores de la Economía Popular. FaHce-UNLP |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
18/05/2017 |
Primer Taller Movimiento de los Trabajadores de la Economía Popular |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
26/05/2017 |
Primer encuentro por un sistema de reciclado por la inclusión social en la ciudad de La Plata en el Consejo Deliberante |
Acción de visibilización del conflicto. |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
20/07/2017 |
Movilización al Municipio y corte de calle |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
03/10/2017 |
Movilización al Municipio y corte de calle. Olla popular |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
02/11/2017 |
Ocupación del Ministerio de Desarrollo Social |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
15/11/2017 |
Cortes Ollas Populares |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
22/11/2017 |
Movilización por Ley de Envases. CABA |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
28/11/2017 |
Movilización al Municipio y corte de calle |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
06/12/2017 |
Movilización al Municipio y corte de calle |
Acción de protesta. Movilización y corte |
Inclusión en la GIRSU- Cupos cooperativas/planes. Implementación de la ordenanza 10061/09 |
29/12/2017 |
Firma de contrato Municipal para constitución de cooperativa de reciclado. Otorgamiento del sistema de Bolsa Verde. |
Conquista |
Conquista |
Fuente. Elaboración propia
Referencias bibliográficas
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Páginas consultadas
http://facyr.org.ar/tag/carreros/
http://facyr.org.ar/tag/carreros/
- Hacia 1870 se asigna un lugar oficial como vaciadero municipal en la zona Sur de Bs As para la disposición y quema de los residuos a cielo abierto, lo que trajo igualmente, variados problemas de contaminación, higiene y salud (Schamber y Suárez 2002). Los habitantes lo llamaban La Quema y es alrededor de este vaciadero que se conformó el denominado Pueblo de Ranas: un aglomerado de casas hechas de latas de kerosene enteras, abandonadas, vacías y luego rellenadas con barro. La gente que allí vivía, basaba su subsistencia en el aprovechamiento de lo volcado en el lugar. Surge así, la figura tradicional del ranero o ciruja, la persona que selecciona de los desperdicios aquellas cosas que sirven para el consumo personal o para la reventa. Es así, que esta actividad se origina a fines del S XIX, paralelamente al desarrollo de la ciudad.↵
- Desde ahora GIRSU↵
- Desde ahora RU↵
- Existe un consenso con respecto a las falencias de estadísticas oficiales sobre la cantidad de cartoneros en nuestro país ya que no se miden en el Censo Nacional y en la EPH, instrumentos de medición oficial. Los datos duros con los que se cuenta provienen de tres fuentes desfasadas en el tiempo y espacio: el Registro de Recuperadores Urbanos de la Ciudad de Buenos Aires (RUR), investigaciones de corte etnográfico principalmente concentradas en el AMBA y datos proporcionados por las organizaciones de cartoneros a nivel nacional. En el año 2002 según datos oficiales en el RUR se habían registrado alrededor de 9000 RU, número que ascendió a los 16.500 en 2008 (Villanova 2014; 2015). Por su parte la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores (FACyR) estima que en Argentina hay 300.000 cartoneros, carreros y recuperadores informales urbanos en disímiles condiciones de trabajo y/o contratación.↵
- Los cartoneros y carreros tanto Argentina como en diversas experiencias en América Latina han optado por la organización colectiva, ya sea constituyendo cooperativas, uniones, asociaciones, confederaciones, movimientos entre otros, amplios para ser representados en sus demandas.↵
- Desde ahora RSU↵
- Como antecedente la organización colectiva permitió en el año 2002 el reconocimiento legal de la figura de Recuperador Urbano (RU) a través de la Ley de Recuperadores Urbanos nº 992 de la Ciudad de Buenos Aires que legalizó la actividad, derogando la ordenanza Nº 33.581 del periodo militar que prohibía el cirujeo.↵
- Desde ahora MTE↵
- Desde ahora EP↵
- El Tren Blanco, fue un servicio de ferrocarril espacial para cartoneros de la empresa de TBA (Transporte Buenos Aires) que funcionó entre los años 1999 y 2007. El nombre se debe a que la formación era de color blanco, sin ventanas, puertas ni asientos en su interior. En principio tenía tres vagones pero para el año 2007 contaba con siete. La empresa designó un tren exclusivo luego de una serie de conflictos desencadenados por el aumento de cartoneros que viajaban en el tren común. Frente a primeras amenazas de expulsión, los cartoneros se organizaron con un sistema de delegados, asambleas y junta de firmas a fin de obtener una solución. Luego de la negociación, en el año 1999, la empresa decidió designar dicha unidad para el transporte de los recuperadores. Cubría el trayecto entre José León Suárez y la Cuidad de Bs As y trasladaba a los cartoneros con sus carretas desde barrios periféricos al centro de la capital.↵
- Desde ahora CTEP.↵
- Desde ahora FACyR.↵
- Cabe destacar que el universo cartonero no es un universo homogéneo. No todos realizan la actividad en las mismas condiciones o forman parte de alguna organización. Hay quienes se denominan carreros, característicos de utilizar un carro tirado por un caballo, o por tracción a sangre humana. Otro grupo, generalmente aquellos que están cooperativizados, poseen otros recursos (galpones, depósitos, plantas de reciclaje), han aceptado la prohibición de usar caballos para su trabajo y se autodenominan recicladores o RU. No todos los cartoneros son recicladores, ya la principal actividad es la recuperación en la vía pública y posterior venta. Al mismo tiempo, los recicladores o RU que integran cooperativas consolidadas poseen un status diferentes, han podido acceder a ciertos beneficios como la seguridad social y obtienen mejores respuestas a nivel Municipal.↵
- Anteriormente la única organización que llevaba a cabo medidas como cortes y movilizaciones era la Asociación de carreros de Tolosa que contaba con pocos miembros y no lograba buenos resultados en las negociaciones. Por su parte las cooperativas Unión de Cartoneros Platenses, Soplat-La Falcone-San Ponciano (que se unieron recientemente), La Unión Hace la Fuerza (Movimiento Justicia y Libertad) que ya estaban constituidas demandaban a el Municipio principalmente recursos materiales, económicos o establecían acuerdos en torno a la Bolsa Verde.↵
- Los cupos de trabajo son una suerte de salarios mensuales que el Municipio otorga a organizaciones sociales. En este caso esos salarios se distribuyen para los cartoneros encargados de juntar el material y sostener el espacio.↵
- Nos referimos por ejemplo a movimientos de desocupados, trabajadores de la economía popular, organizaciones feministas, asociaciones barriales, partidos políticos, gestión municipal, universidades, otras cooperativas, pequeñas empresas, grandes comercios entre otros.↵