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2 La trayectoria inicial de Martín Kohan por diversos sistemas de relaciones

Hacia el ingreso en una elite cultural argentina

¿En qué condiciones, bajo o en contra de qué mandatos se forjó la competencia inicial del agente? En este capítulo, presentamos la parte inicial de la trayectoria[1] de Martín Kohan cuyos recursos heredados o adquiridos con el tiempo, desde diversos sistemas de relaciones, junto a determinadas predisposiciones para la acción, años más tarde, gestionó en sus cuentos, novelas, artículos y trabajos críticos; en particular: los barrios porteños donde vivió – Núñez y Almagro-, y fue habitué, su pasión por Boca, la cancha de River próxima, la franja media de origen, la actuación en publicidades y en otros films, el trabajo posterior en radios como relator futbolístico, la lectura como valor, el árbol genealógico ruso-polaco y el colegio primario judíos, el rechazo de toda religión, el bachiller en “el colegio de la Patria”.[2]

Los barrios porteños

Cómo recuerdo, barrio querido

aquellos tiempos de mi niñez […]

Almagro, Almagro de mi vida

tú fuiste el alma de mi sueños.

                   

(Carlos Gardel: 1930)

          

Como el porteño que soy.

               

(Martín Kohan: 2014)

Martín Diego Kohan nació el 24 de enero del año 1967 en la ciudad autónoma de Buenos Aires, es decir, en la Capital Federal, ubicada a orillas del Río de la Plata en el centro-este del país, en Argentina. Buenos Aires es “La ciudad de mi vida” (Kohan: 2014), escribió en el diario Página 12.[3] En esta nota narró cómo eligió hacer el cuento “El error” —publicado por Eterna Cadencia en el volumen Cuerpo a tierra (2015)— sobre una ciudad y un río desde su competencia geográfica-territorial: “como el porteño que soy” (Kohan: 2014).

Vivió hasta los 15 años en el barrio Núñez fundado en 1873, una de las 48 barriadas porteñas,[4] en una casa junto a sus padres (su madre Sara y su padre Aarón) y una hermana un año menor (Marina)[5]. Martín recordó haber tenido una infancia “muy de barrio” ligada a los juegos callejeros como un partido de fútbol con los vecinos o el uso de la bicicleta con frecuencia en el playón del estadio enemigo, el de River Plate, por cercanía territorial. Más tarde, vivió en el tradicional barrio Almagro, reconocido por sus bares de cafés, popularizado por los tangos de Carlitos Gardel, entre ellos, el famoso tango “Almagro”.

En un breve artículo titulado “Memorias de Barrio”, el agente recordó algunos espacios de este barrio: los balcones que le permitieron espiar un amor, “Lo de Mary” a donde iba por la cena, una charla al paso sobre goles lejanos con “el loco Salinas”, un vecino que había tomado de más, y el famoso café porteño de 24 horas, fundado en 1954, símbolo tradicional de Buenos Aires asociado a la lectura del diario o de libros, el estudio, la lectura y el encuentro en torno a estas prácticas, “La Orquídea”, donde él era un distinguido habitué[6]; ni ocasional ni forastero infrecuente, Kohan se inscribió en el colectivo de “los usuales” o “los de siempre” (Kohan: 2013: 216).

Son espacios de un barrio porteño tradicional y reconocido por sus valores artísticos —“Almagro, gloria de guapos/ lugar de idilio y de poesías”, cantó Carlos Gardel (1930)— en donde él no nació y en el que solo vivió un tiempo; pero si bien su origen e infancia “se inscriben en otros sitios” (Kohan: 2013: 216), el agente gestionó en sus discursos sus saberes y experiencias en estos espacios, como el café “La Orquídea”, autoconstruyéndose como quien pertenece a este barrio y, por lo mismo, tiene derecho a emocionarse con estos versos tangueros que le dedicó Gardel: “Como recuerdo, barrio querido/ aquellos tiempos de mi niñez/ (…) Almagro, Almagro de mi vida/ tú fuiste el alma de mis sueños” (1930).[7]

Esta inscripción territorial —el barrio porteño, el café de siempre, etc.— es acentuada por Martín Kohan en varias de sus notas y entrevistas; en una de estas dijo que al estar afuera, en el extranjero, en Londres por ejemplo, extrañó su zona urbana: “La Orquídea”, el barrio, la cancha, la ciudad de Buenos Aires.

El fútbol: con el corazón en la Boca[8]

“Probablemente esta es la única zona de mi vida que funciona así. Es mi zona liberada para la enajenación. Dejame una” (Martín Kohan: 2010)[9]

Un rasgo que Martín Kohan refuerza de sí y por el cual es reconocido en varias notas, entrevistas, etc., es ser hincha de Boca. “Bostero”, con este atributo es presentado en una entrevista publicada en la revista Libros y pelotas del 22 de febrero del año 2016: “Martín Kohan, el escritor bostero”.[10]

El agente es de Boca por influencia de una niñera santiagueña que lo cuidaba de niño junto a su hermana durante las largas jornadas de trabajo de sus padres. “De Boca me hizo Norma: la chica que durante la infancia nos cuidaba a mi hermana y a mí. Fue ella y no mi papá” (Kohan: 2013: 228), escribió en el artículo “El fútbol y yo” publicado en el diario Clarín el 4 de febrero del año 2012 y en Fuga de materiales después.

Frecuentemente, la identidad futbolística —riverplatense, bostero, de argentinos, defensores, etc.— se vincula con el lugar de origen, el barrio.[11] O bien, es transferida de padre a hijo como mandato. Pero Martín no es de River por filiación barrial ni de Argentinos por legado paterno; Aarón, su padre, se desentendió de este rito de iniciación, pero no omitió otros del “decálogo abreviado del buen machito argentino” (Kohan: 2013: 228) como convidarle un Parisiennes o enseñarle a manejar (Kohan: 2013).

En su infancia y pre-adolescencia, Martín Kohan jugó al fútbol con sus amigos, sus vecinos del barrio. Él iba al arco imitando a su ídolo “el loco” Hugo Orlando Gatti (1944) —reconocido arquero de Boca Juniors, considerado uno de los mejores del fútbol argentino hasta su retiro en 1988, de quien obtiene un autógrafo a los 10 años— con vinchas, bermudas, pelo largo y salida en agachada. El gusto temprano por el fútbol favoreció que se pruebe en Defensores de Belgrano al cumplir 12 años, pero, advirtió: “por mucho que me pusiera vincha y bermudas, no era ni sería Hugo Gatti” (Kohan: 228: 2013) dado que él no tenía la altura suficiente y el travesaño le empezaba a quedar demasiado lejos, ni contaba con las competencias sociales para ese entorno; “era el boludo que llegaba tarde a buscar la botella de agua cuando ya no quedaba ninguna” (Kohan: 2016), comentó.[12]

Viviendo en el territorio de Núñez hasta sus 15 años (1982), próximo al Estadio Monumental del Club Atlético River Plate, en el barrio conocido como Bajo Belgrano[13], La Bombonera, el estadio de Boca Juniors, le quedaba muy lejos de su casa familiar: en el barrio La Boca, espacio con el que no tiene un lazo de identidad barrial.[14] Hasta el año 1981 en que cumplió 14 años, el joven Kohan no tenía permiso de sus padres para ir solo a la cancha, por lo cual, para ver fútbol en vivo, tuvo que ir al terreno cercano pero enemigo: el Estadio Monumental de River.

Su inscripción geográfica (Núñez), la cercanía con la sede de los millonarios, el gusto indeclinable por la cancha —Kohan se autodefine como acotado pero persistente en sus intereses, por esto, afirma, lo que le gustaba a los 10 es igual 40 años después—, la imposibilidad de ir sólo por la edad y su identidad bostera son condiciones favorecedoras de la adopción de otra adscripción futbolística que integra su identidad barrial: Defensores de Belgrano, club de la B del barrio Núñez[15]: “mi anclaje futbolístico del barrio del que soy pasó a ser Defensores” (Kohan: 2016).[16]

Este saber sobre fútbol, sumado a su pericia en el decir ya notable en la escuela y reconocida por su madre, resultó un recurso que el joven Martín Kohan usó a la hora de acceder a un trabajo como periodista deportivo mientras cursó su carrera universitaria. Gestionó ambos recursos, saber decir y saber sobre fútbol, en una labor “alimenticia” en términos de Pierre Bourdieu, es decir, remunerada: “los trabajos alimenticios que ofrece la propia profesión” (1995: 336).[17]

En 1984, ingresó en el equipo periodístico del relator Carlos Parnisari hasta el año 1990, fecha en que se recibió de profesor. Por seis años se desempeñó como notero en distintas radios —Colonia, América, Belgrano—, en especial, haciendo vestuarios en el fútbol de ascenso y en la A de primera. Por entonces entrevistó a su ídolo Gatti y tuvo a Marcelo Tinelli por compañero. En una nota de su autoría, publicada en el diario Perfil del año 2014[18], refirió el rol compartido con este famoso agente televisivo.

Esta identidad futbolística esbozada traza todo un mapa afectivo en la trayectoria del agente, según lo enunció en la clásica revista deportiva El Gráfico[19]; por ejemplo, Kohan se recibió de profesor el mismo día en que el equipo futbolístico de River salió campeón, el 12 de diciembre del año 1990, y este hecho deportivo le impidió cualquier atisbo de festejo.

El capital económico

La familia de Kohan perteneció a una franja media, “middle-class”, dijo Martín Kohan en una entrevista radial del año 2017.[20] En otra entrevista comentó: “éramos de una clase media baja averiada” (Kohan: 2016).[21] Sus dos padres tuvieron un origen humilde. Su padre era oriundo del barrio La Paternal, nutrido en casas de empleados y obreros.[22] Durante la crianza de Martín Kohan, su madre se desempeñó por largas horas como empleada en una oficina y su padre trabajó amplias jornadas en un comercio. Ninguno de los dos pudo ir a la universidad y tampoco completaron el nivel medio educativo: la madre completó el primario y el padre no finalizó, aunque inició, el secundario. Ambos trabajaron afuera de su casa para sostener a sus dos hijos: Martín y Marina, un año menor.

En los primeros años de la década del 70, momento en el cual había pocos canales televisivos en la Argentina, Martín Kohan también trabajó en campañas publicitarias de flanes, pantalones, discos con apenas tres o cuatro años: “hice publicidad para televisión” (Kohan: 2017) dijo en una entrevista sobre Fuera de lugar (2016), una novela en donde narró cómo se fotografían niños desnudos. Una acción aberrante en el mundo narrativo, pero Martín Kohan recordó que él mismo fue objeto de filmación siendo un niño en sets televisivos en un contexto no traumático.[23]

Esta actuación duró hasta el año 1973, cuando tenía seis años. Al respecto, recordó una conversación familiar en la cual dijo a sus padres: “Trabajar y estudiar para un chico es mucho. Dejo las publicidades” (Kohan: 2010),[24] inscribiendo a este poco usual trabajo en el género leyenda: “Cuenta la leyenda familiar” (Kohan: 2010).[25] Pasaje por locaciones televisivas, e incluso, cinematográficas —en los films Otra vuelta (2004) y La mirada invisible (2010)—[26], que el agente adulto hará recurrente al compás del aumento de su capital simbólico.

Efectivamente, en no escasas ocasiones Martín Kohan participó en programas de canales televisivos o “en los [diversos] medios” (Kohan: 2011) (radiales, gráficos, etc.), llegando a ser un columnista permanente del diario Perfil.[27]

Volviendo ahora a la instancia de la trayectoria en la cual Martín Kohan se encuentra puesto a decidir una carrera universitaria, debemos señalar que el capital económico escaso de la familia Kohan, la escasez de “La guita” (Kohan: 2016)[28], fue un factor que el agente consideró al tomar dicha decisión. Ciertamente, la precariedad económica fue un factor objetivo que incidió en su opción, puesto que resultó una verdadera limitación de su espacio de posibles no discursivos. Esta dificultad fue sorteada por Martín Kohan al lograr costear sus estudios trabajando como relator de fútbol en una radio (1984-1990), coherentemente con su competencia y trayectoria.

En la auto-entrevista que él mismo se hizo para el diario La Nación recordó este “buen consejo” (Kohan: 2012) paterno:

¿Qué buen consejo le dieron en su vida y sí supo escuchar?

Uno de mi padre: que estudiase la carrera de Letras si esa era mi vocación. Que la advertencia de que me iba a morir de hambre con esa profesión era un detalle que ya sabría resolver, sobre la marcha (Kohan: 2012)[29]

El agente siguió este consejo: eligió estudiar letras y trabajar en simultáneo. Esta advertencia resulta coherente respecto de la condición económica de la familia Kohan y la precariedad del trabajo docente a fines de los 80 y durante los 90 en la Argentina.[30] El consejo, forma de la orientación de la acción, existió porque él debió elegir por uno de sus posibles no discursivos: carrera de abogacía, letras, etc. Su pericia en el decir, notoria en la escuela media en la que fue marcado como “el que escribe bien”, y su buen desempeño en la oralidad, sumado al recurso económico escaso de origen, explicaría, al menos en parte, el que su madre le sugiriera la carrera de abogacía que prometía mejor pasar económico: “vos hablás muy bien, tenés que seguir abogacía” (Kohan: 2011).[31]

No obstante, el joven Martín Kohan, en este marco de posibles, evaluó que la carrera de abogacía, en contraste con la de letras, si bien también trabaja con el lenguaje, funciona sobre la base de la negación de la exploración lingüística. Años más tarde, Martín Kohan ironizó sobre ello cuando escribió la siguiente dedicatoria a sus padres en su tesis doctoral de letras: “Para mis padres, Are y Sarita, de su hijo el doctor” (Kohan: 2005: 4).

En este marco restrictivo, dentro de la carrera, la estrategia del agente consistió en usar su competencia discursiva —saber decir y saber sobre fútbol— como modo de colaborar en el acceso al pan; “pagar la olla” (Kohan: 2016). Quizás por esto, mientras estudió, con 21 o 22 años, participó en una lógica de “réditos institucionales” para acceder a un puesto pago en la prestigiosa carrera de Letras de la UBA.[32]

A los 23 años, en el año 1990, Martín Kohan, recibido de profesor, el primer título que obtuvo, inició su ejercicio docente en el secundario. Con la culminación de una instancia de formación formal universitaria, accedió a un trabajo especializado: profesor. Este hecho modificó la estructura de su competencia al sumar un saber-hacer acreditado por una institución universitaria. Pero el dinero no dejó de ser “un impedimento” cotidiano “ya que pagan muy poco casi todo lo que uno hace” (Kohan: 2016).[33] En no pocas charlas, entrevistas y cursos, Martín Kohan acentuó su necesidad de tener múltiples trabajos por lo mal pagos que están cada uno (Kohan: 2017).[34]

Si escribir no produce dinero, o solo muy poco, ello no significa un gasto relevante. Por ello, es una opción posible para quien cuenta con modestos recursos económicos. El agente comparó el dinero requerido para acceder a los materiales para escribir, “un cuaderno y una birome” (Kohan: 2016), con el implicado para tocar el piano o hacer un film, prácticas artísticas notablemente más costosas por los medios empleados: “Un piano, bueno, vale más” (Kohan: 2016).[35]

Martín Kohan, quien accedió a una educación gratuita de alto prestigio sin que ello le hubiere significado una inversión económica que los Kohan no podían solventar y costeó sus gastos de estudiante como relator deportivo, no dejó de considerar el rédito económico de su escritura. Por ejemplo, en el año 2013, en una conversación, nos comentó que con el dinero recibido por escribir Los cautivos (2002) logró comprarse un auto (Vega: 2013).[36] En este sentido, en una entrevista, Martín Kohan valoró la gestión que hizo el Che Guevara de sus escasos recursos: “comía y, en general, vivía como sus compañeros, o sea, con poco” y en esto reside “en parte su liderazgo” (Vega: 2017). Dicha gestión de lo poco es notable en su propia trayectoria inicial habida cuenta los recursos que componen su competencia.[37]

La familia judía

Judío tenía que ser.[38]

             

(Martín Kohan: 1996: 40)

               

Soy contrario a la idea misma de la religión.

                  

(Martín Kohan: 2017)

Martín Kohan nació en el seno de una familia judía. Sus padres fueron judíos descendientes de judíos, a su vez: “soy judío por las dos ramas, aunque de flujos de inmigraciones distintas” (Kohan: 2017).[39]

Por parte de su madre tiene un legado judeo-polaco: sus abuelos maternos nacieron en Polonia y llegaron a Argentina en la década del 30 del siglo pasado huyendo de la guerra que veían venir, es decir, en el marco de los últimos grandes desembarcos de “la cuarta oleada inmigratoria de judíos”, según la Asociación Mutual Israelita Argentina (web de la Amia).[40]

Por la vía de su padre, sus bisabuelos, provenientes de Rusia, arribaron al país a fines del siglo XIX con la masiva llegada de judíos “polacos, ucranianos y, sobre todo, rusos” (web de la Amia)[41]; por consiguiente, sus abuelos nacieron ya en territorio argentino: su abuelo en Médanos —una ciudad del sudoeste de la provincia de Buenos Aires— y su abuela en Bernasconi —una localidad del departamento de Huncal de la provincia de La Pampa.[42]

Este legado favoreció que sus padres lo anotaran en un colegio primario judío entre el abanico de las escuelas posibles: “el colegio David Wolfsohn” (Kohan: 2020: 22). Según el documento “Realidad educativa. Ministerio de cultura y educación. 1970-1978”, en esos años, el sistema educativo argentino comprendía siete grados consecutivos de enseñanza para alumnos en una franja etaria de seis a doce o trece años, aproximadamente.[43]

No obstante el legado familiar y la educación formal, el joven Kohan, en la gestión de su competencia, no adscribió a una identidad judía. Según esta tradición, a los 13 años, los varones integrantes de la comunidad judía realizan el rito de pasaje bar mitzvá (el glosario de términos tradicionales judíos y hebraicos indica que bar mitzvá significa hijo de los mandamientos[44]), a partir del cual estos resultan adultos calificados para el cumplir los preceptos ordenados por Hashem.[45] Ritual religioso que, refirió Martín Kohan, él se negó a realizar desoyendo el mandato destinado que lo hubiese integrado a la colectividad judía.[46]

Negación que implicó una toma de posición de Martín Kohan distante respecto de las reglas comunitarias. Al respecto, señaló: “tuve mi periodo de recomponer cierto legado cultural, de tradición, de memoria, todos factores que hacen a una identidad que ya no precisaba ni de la adhesión al Estado de Israel, ni al sionismo, ni a un dios, dicho todo eso, soy judío” (Kohan: 2017).[47]

Por consiguiente, años después, siendo judío por legado y educación, en la gestión de su competencia no destacó esta propiedad[48]; en cambio, la misma ha sido subrayada por una página web en donde es presentado como uno de los judíos famosos del mundo; este hecho, que Martín Kohan sea valorado en una página web destinada a subrayar el nivel de fama de los judios allí mencionados, es un índice concreto de su creciente notoriedad social.[49]

Uno de los pocos enunciados que Martín Kohan ha hecho sobre su judaísmo puede leerse en una nota publicada en el diario Perfil.[50] Aquí remitió a una anécdota de su juventud en los inicios de los años 80: si bien no puso una fecha, se infiere que la acción es del año 1983, cuando tiene aproximadamente 16 años, porque la enmarca en el retorno democrático, cuando “acababa de restablecerse o se estaba por restablecer” (Kohan: 2017), refiere al “ingeniero Alsogaray” (Kohan: 2017), diputado nacional en un largo periodo (1983-1999), y a sus “condiscípulos” (Kohan: 2017) del colegio secundario; “aquellos sardónicos condiscípulos míos” (Kohan: 2017). Frente a un grupo de nazis que proferían acusaciones en la calle Florida, se presentó como quien, siendo judío, no participaba de todos los factores asociados comúnmente a tal identidad, hecho coherente con su trayectoria de legado y educación judía, pero ausencia de uno de los rituales religiosos que la confirman: bar mitzvá.

En esta anécdota presentada como su primera discusión política por fuera de la familia y los compañeros del secundario[51], Martín Kohan se inscribió en la colectividad judía pero se distanció subrayando su competencia específica: el recurso crítico, es decir, ostentando un saber-hacer en el decir; tiene pericia para advertir la débil argumentación de los agentes nazis —“alegué que encontraba sustancialmente falsas las identificaciones propuestas […] ser judío no implicaba necesariamente avalar ni estar de acuerdo” (Kohan: 2017) con las políticas de derecha israelíes— a quienes instó a ver en él mismo “una prueba concreta” (Kohan: 2017) del error del polémico enunciado: “una prueba concreta de lo que estaba planteando, sin ir más lejos, era yo mismo” (Kohan: 2017).[52]

Predisposiciones a ver, mirar, valorar, actuar

no podía más con Macbeth en la playa.

                 

(Kohan: 2017)

                    

en la desemejanza objetiva es donde podemos calibrar su potencia imaginaria.

                       

(Kohan: 2013: 31)[53]

Martín Kohan no heredó de su familia un gran capital cultural objetivado, esto es, un patrimonio de bienes culturales fácticos: libros, diccionarios, etc.[54]

Siendo niño no contó con una amplia biblioteca ni lugares de silencio propicios a la lectura, por el contrario, “la tele estaba prendida todo el día” (Kohan: 2017), refirió.[55] Sin embargo, y a pesar de carecer de un espacio objetivo favorecedor para la formación de un lector (y un escritor), recibió la orientación o predisposición a valorar la lectura. Así, durante la infancia, el agente eligió leer, actuar y jugar al fútbol. Estas actividades le confirieron un saber que más tarde supo gestionar como “triunfos, esto es, cartas maestras cuya fuerza varía según el juego” (Bourdieu: 1995ª: 65) en sus apuestas en los distintos sistemas de relaciones de los que participó, por ejemplo, en sus estudios, en el dictado de una clase o en su desempeño como relator deportivo.

Martín Kohan ubicó este legado cultural en un terreno mítico: “No había una gran biblioteca en mi casa, pero sí una construcción mitológica” (Kohan: 2017).[56] Este mito fue elaborado por su padre como una ficción del origen: “Mi pasado lector” (Kohan: 2017).[57]

A pesar de los magros bienes culturales en “estado objetivado” (Chauviré-Fontaine: 2008), el niño Kohan incorporó la orientación a valorar la lectura: “muy pronto descubrí que leer me encantaba” (Kohan: 2017)[58]: entre los cuatro o cinco años, alrededor de 1971 y 1972, aprendió a leer y escribir. Desde entonces, estas actividades asumieron la “forma de unas disposiciones duraderas” (Bourdieu: 1991: 99) en su vida hasta el presente. Sobre esto, señaló con una hipérbole: “la lectura forma parte tanto de mí” (Kohan: 2017) que resulta inimaginable “una vida sin lecturas” (Kohan: 2017).[59]

Vale decir que los capitales culturales son interiorizados a partir de “un trabajo continuo y sostenido de aprendizaje” (Chauviré-Fontaine: 2008: 20) en el marco de una trayectoria; escribir, pero sobre todo hacerlo con pericia, del mismo modo que leer textos de dificultad, constituyen propiedades que “no se adquieren […] sin esfuerzos personales; requieren por parte del agente un largo trabajo continuo y sostenido de aprendizaje […] con el objeto de “incorporárselo”, hacerlo suyo, hacerlo de sí, en la medida que transforma el ser social del agente” (Chauviré-Fontaine: 2008: 20).

En contraste con su núcleo familiar de limitado capital cultural objetivado pero también de bienes incorporados —competencia en tal dominio del saber, saber retórico, etc., bajo la forma de disposiciones duraderas (Chauviré-Fontaine: 2008)—, el agente se autopresentó en varios textos como un auténtico lector, esto es, alguien que disfruta leer sin responder a mandatos, un sujeto de deseo porque “cuando sos chico hacés lo que te gusta y punto” (Kohan: 2017).[60]

Si “la condición de clase de origen no constituye un destino” (Costa-Mozejko: 2009: 11), a diferencia del ámbito de la familia, el joven Kohan dio a la lectura y la escritura un lugar central entre sus actividades diarias desde temprana edad: “Mi ocio es mi negocio […] leo en mis tiempos libres al igual que en mis tiempos cautivos” (Kohan: 2013).[61]

La lectura y la escritura, como disposiciones duraderas, son gestionadas por Martín Kohan en su autoconfiguración sin el gesto artificial —“una sobreactuación del acto del que lee” (Kohan: 2017)[62]—, que él dice haber observado en su franja social[63]: “las marcas de lo impostado de una clase media que sobreactúa la lectura” (Kohan: 2017).[64] Ante esta “impostación”, Martín Kohan se presentó como alguien que incorporó cabalmente la orientación a valorar, disfrutar, desear la lectura; de suerte tal que tempranamente la misma resultó naturalizada en su vida cotidiana: en una entrevista declaró que “justamente, por estar totalmente incorporada en mí por momentos hacía otra cosa, como andar en bici o jugar a la pelota” (Kohan: 2017).[65]

El agente heredó la valoración de la lectura pero, especialmente, entre las lecturas posibles, el aprecio por los textos ya consagrados, canónicos, legitimados. Sobre este punto, Martín Kohan recordó una anécdota de un viaje a la ciudad balnearia de Necochea[66] que hizo junto a la familia de su mejor amigo del último grado de la primaria. Durante los preparativos de estas vacaciones, su padre le eligió las Obras completas de Shakespeare como lectura veraniega. El hecho fue considerado por el agente como revelador del “imaginario de mi viejo” (Kohan: 2017)[67]. En efecto, su padre “fue a lo más alto de lo alto” (Kohan: 2017)[68] porque “su hijo iba con universitarios, qué iban a pensar los padres médicos de mi amigo” (Kohan: 2017).[69] Pero sus anfitriones leyeron el best-seller del momento, “Dominique Lapierre” (Kohan: 2017)[70], mientras él “no podía más con Macbeth en la playa” (Kohan: 2017).[71]

Este hecho es indicio de que el joven Kohan aumentó su capital cultural —en especial, bienes interiorizados e institucionalizados— y social —Bourdieu definió a este último como una “red de relaciones […] producto de “estrategias de inversión social” (Chauviré-Fontaine: 2008: 21)—, paulatinamente. Así, de modo coherente con el cambio en su competencia (es decir, su identidad social), expresó: “en parte, provengo de mi entorno y, en parte, soy una reacción a él” (Kohan: 2017).[72]

La educación: el ingreso a una élite cultural

entrar en este colegio es entrar en la tradición.

           

(Kohan: 2007)[73]

Entre los colegios secundarios posibles, Martín Kohan asistió al más prestigioso del país —“su prestigio raya muy alto”, refiere la página web de la UBA y Miguel Cané anota en Juvenilia que este sería “uno de los primeros establecimientos de América” (Cané: 1976: 44): el Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA)[74].

Martín Kohan fue alumno del CNBA desde 1980, tras sortear una exigente prueba de ingreso eliminatoria al final de un curso preparatorio[75], hasta 1985, cuando se recibió de Bachiller acreditando un capital cultural incorporado, ya que, según Chauviré Fontaine (2008), los bienes encarnados en diplomas objetivan el reconocimiento de las competencias. Es decir, ingresó cuando el país era gobernado por los militares y egresó en tiempos democráticos —por ello, enfatizó que él “asistió a dos colegios” (Kohan: 2007).[76]

El CNBS de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) depende de la Universidad de Buenos Aires (UBA); desde 1911 fue incorporado a esta institución. Es un colegio preuniversitario[77], laico y gratuito de singular valor histórico. Su historia tiene su origen en el año 1654 cuando agentes del Cabildo pidieron a los jesuitas atender la educación juvenil.

Desde el año 1661, el CNBS está ubicado en el casco histórico de la ciudad —en las calles Bolívar, Moreno, Perú y Alsina-, en la Manzana de las Luces— nombre que le puso el periódico El Argos de Buenos Aires en el año 1821-, cuadra que fue el “centro cívico, político, económico y religioso de Buenos Aires” (Méndez: 20013: 2) compartido con el antiguo edificio de la UBA.[78] Más tarde, en el año 1863, Bartolomé Mitre[79] rediseñó “sobre la antigua institución, el Colegio Nacional, pivote de su política integradora de porteños y provincianos” (web de la UBA).[80] Según Alicia Méndez, desde esta refundación mitrista, tuvo “un alumnado diverso en términos socio-demográficos y étnicos” (Méndez: 2013: 2).

Miguel Cané (1851-1905) —exalumno, político y escritor de la generación del ochenta—, en el siglo diecinueve, ponderó su “espíritu liberal” (Cané: 1976: 34) opuesto a los valores del “antiguo convento” (Cané: 1976: 34).

En el libro El colegio. La formación de una élite meritocrática en el Nacional Buenos Aires (2013), resultado de una investigación doctoral en la cual la autora entrevistó a más de 150 egresados[81], Alicia Méndez arguyó que este ámbito forjó una élite meritocrática: ésta es definida por la escritora como efecto de una distinción social que prescinde de bienes económicos y, en cambio, se orienta hacia los culturales por el estudio esforzado.

Siendo este un “colegio de élite” (Méndez: 2013: 3), los bienes, recursos, capitales y orientaciones y predisposiciones para la acción aquí promovidos son los valorados para asumir roles asociados a los lugares dirigentes o de notoriedad. La identidad social de sus egresados implicó la incorporación de predisposiciones a valorar espacios destacados del escenario nacional, en especial, los que involucran el capital cultural. En este sentido, Miguel Cané escribió que a quienes “nos hemos educado” (Cané: 1976: 181) en este colegio se “nos ha hecho fácil el acceso a todas las sendas intelectuales” (Cané: 1976: 181).

Su ex-rector, el Doctor Horacio Sanguinetti, subrayó la formación de agentes destacados al expresar que el CNBS “ha dado una pléyade de creadores, escritores, artistas, científicos, economistas, los dos primeros Premios Nobel argentinos […] cuatro presidentes” (web de la UBA)[82] —en efecto, los presidentes de la Argentina Carlos Pellegrini (1846-1906), Roque Sáenz Peña (1851-1914), Marcelo T. de Alvear (1868-1942) y Agustín P. Justo (1876-1943) fueron sus alumnos— y próceres; según Martín Kohan, “próceres como Belgrano y Alberdi” (Kohan: 2007).[83]

Según Alicia Méndez, Ricardo Rojas (1882-1957), ex rector de la UBA, lo llamó “El colegio de la Patria”, nombre que Martín Kohan puso como título a la traducción inglesa de la novela Ciencias Morales (2007) cuya diégesis situó en su interior —aulas, pasillos, baños— y alrededores: School for patriots (2012).[84]

Martín Kohan señaló que su ingreso en este colegio significó para él y sus compañeros “acceder al mundo de la mitología patria” (Kohan: 2007); como alumno, en sus aulas, actos, etc., advirtió su lugar de destinatario de los discursos, imaginarios y valores fundantes de los mitos patrios, nutridos de héroes, gestas, hazañas.[85]

Martín Kohan, quien obtuvo su título de Bachiller en este selecto espacio formador de élites culturales, políticas, etc., vinculado a la historia argentina mitrista —Mitre, quien refundó el colegio en el siglo diecinueve, “contribuyó de manera decisiva a la instauración de un paradigma historiográfico que sería, desde entonces, dominante” (Mozejko-Costa: 2007: 26)—, años más tarde, leyó en coordenadas críticas estos discursos, saberes, valores y experiencias. Al hacerlo, los integró en una estructura de “novela nacional” (Kohan: 2013: 31) formada por la “madre patria, el padre de la patria y los hermanos latinoamericanos” (Kohan: 2013: 31)[86], genealogía integrada por sujetos fundadores, héroes y próceres, en la cual también se incluyó el mismo Martín Kohan como exalumno de dicho colegio. [87]


  1. Reconstruir la trayectoria de un agente implica dos dimensiones: a) atender a los recursos o capitales del agente en una perspectiva diacrónica y b) considerar sus predisposiciones u orientaciones para la acción en una dimensión temporal (Costa-Mozejko: 2001).
  2. La última parte de la trayectoria del agente vinculada al sistema literario y cultural argentino de la posdictadura, relevante para advertir su identidad social o competencia en el momento en que éste toma las decisiones relativas a la producción de las novelas que integran el corpus, la abordamos en el próximo capítulo.
  3. Nota publicada en el diario Página 12.
    Disponible en: https://www.pagina12.com.ar/diario/verano12/23-239807-2014-02-14.html [Consultado el 5 de octubre de 2017].
  4. Ver mapa y descripciones de los barrios porteños: http://www.buenosaires.gob.ar/laciudad/barrios/nunez [consultado el 5 de octubre de 2017].
  5. A quien le dedica el libro Me acuerdo (2020): “Para Marina, mi hermana” (Kohan: 2020: 7).
  6. En una nota del diario La Nación del año 2016 “La Orquídea” fue presentado como “un bar notable símbolo de la Buenos Aires de antaño” (La Nación: 2016) en donde se reúnen escritores, jóvenes y tangueros. El agente, citado en el texto, lo designó como un espacio propio: “se convirtió en mi bar” (Kohan: 2016). Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/1879733-la-orquidea-el-tradicional-bar-que-no-descansa [Consultado el 11 de agosto de 2017].
  7. Martín Kohan publicó en el blog de la editorial Eterna Cadencia y en Fuga de materiales una anécdota al respecto: “Andábamos de excursión por la Patagonia con mi hijo. Al guía no le basta con hablar, también quiere que hablemos nosotros, los turistas. Pregunta de qué barrio somos y cada uno en la combi le contesta. Cuando me llega el turno a mí, yo me escucho decir con sorpresa: “Almagro” (…) yo me quedo cavilando las razones por las que dije “Almagro”. Hace años que no vivo más ahí (…) Hablé sin premeditar y dije: “Almagro”. Me dije que, apenas volviéramos a Buenos Aires, tenía yo que escuchar el tango “Almagro”, cantado por Carlos Gardel, con derecho a sentirlo propio, con derecho a emocionarme” (Kohan: 2013: 216).
  8. El sintagma remite al libro Con el corazón en la Boca. Relatos de una pasión, compuesto por textos de diferentes autores argentinos sobre Boca publicado por Aguilar en el año 2014, que contiene un relato de Martín Kohan.
  9. En un diálogo con el escritor y periodista Guillermo Piro, publicado en el blog de Eterna Cadencia, Kohan usa sus recursos teóricos presentando una imagen futbolística de sí en paridad con Theodor Adorno. Disponible en: http://eternacadencia.com.ar/blog/libreria/martes-de-eterna-cadencia/item/el-segundo-tiempo-entre-piro-y-kohan.html [consultado el 17 de octubre de 2017].
  10. Nota disponible en:http://librosypelotas.com.ar/martin-kohan-el-escritor-bostero/ [consultado el 17 de octubre de 2017].
  11. Por ello su padre, criado en el barrio La Paternal, es de Argentinos Juniors, club ubicado en este territorio porteño. El estadio del club puede verse en la página web oficial disponible en: http://www.argentinosjuniors.com.ar/club/institucion/estadio [consultado el 18 de octubre de 2017].
  12. Disponible en: https://revistachubascoenprimavera.wordpress.com/2016/09/28/entrevista-martin-kohan/ [consultado el 20 de octubre de 2017].
  13. Página Oficial del Club River PLate disponible en: http://lapaginamillonaria.com/ [consultado el 20 de octubre de 2017].
  14. Página Oficial del Club Boca Juniors disponible en: http://www.bocajuniors.com.ar/el-club/la-bombonera [consultado el 20 de octubre de 2017].
  15. El Club Atlético Defensores de Belgrano del barrio Núñez fue fundado en el año 1906 y se desempeña en la Primera B (tercera división del fútbol argentino). Página oficial del Club disponible en: http://www.defeweb.com.ar/ [consultado el 21 de octubre de 2017].
  16. En una entrevista comenta sobre su identidad barrial y futbolística “viví ahí hasta los quince años, no puede ser todo antagonismo”.
    Disponible en:https://revistachubascoenprimavera.wordpress.com/2016/09/28/entrevista-martin-kohan/[consultado el 22 de octubre de 2017].
  17. En Las reglas del arte leemos que “La “profesión” de escritor o de artista es, en efecto, una de las menos codificadas que existen: también una de las menos capaces de definir (y de alimentar) completamente a quienes la reivindican, y que, demasiado a menudo, sólo pueden asumir la función que ellos consideran principal a condición de tener una profesión secundaria de la que sacan sus ingresos principales” (Bourdieu: 1995: 336).
  18. Disponible en: http://www.perfil.com/columnistas/cultura-es-todo-1025-0023.phtml [consultado el 6 de noviembre de 2017].
  19. La aparición de Martín Kohan en este medio gráfico, internacionalmente conocido como la Biblia del fútbol, denota su gran notoriedad social: su reconocimiento social dentro del sistema futbolístico.
    Fundada en el año 1919, El Gráfico es una de las más antiguas revistas de Argentina. Desde el año 1925 al 2002 se publicó semanalmente y a partir del 2003 de modo mensual. La nota referida fue publicada el 21 de marzo del año 2016.
    Disponible en: http://www.elgrafico.com.ar/2016/03/21/C-9074-martin-kohan-boca-es-grande-nunca-va-a-descender.php [consultado el 6 noviembre de 2017].
  20. Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan-si-decimos-que-macri-es-dictadura-no-advertimos-lo-desastrosa-que-puede-ser-la-democracia/ [consultado el 7 de noviembre de 2017].
  21. Disponible en: http://www.elgrafico.com.ar/2016/03/21/C-9074-martin-kohan-boca-es-grande-nunca-va-a-descender.php [consultado el 7 de noviembre de 2017].
  22. Características del barrio disponibles en: http://www.barriada.com.ar/paternal.aspx [consultado el 7 de noviembre de 2017].
  23. Disponible en este enlace del diario Clarín: https://www.clarin.com/cultura/fotografias-aberraciones-debe-suceder_0_N1W82Sx7-.html. [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  24. Nota en el diario El país: https://elpais.com/diario/2010/07/17/babelia/1279325556_850215.html[consultado el 8 de noviembre del 2017].
  25. Nota en el diario El país: https://elpais.com/diario/2010/07/17/babelia/1279325556_850215.html[consultado el 8 de noviembre del 2017].
  26. En efecto, en el terreno de la ficción fílmica, Martín Kohan actuó en dos largometrajes. En el año 2004, con 37 años, actuó en una película dirigida por Santiago Palavecino: Otra vuelta, film basado en un cuento del escritor Haroldo Conti. Aquí, interpretó a “Martín”, un reconocido escritor y crítico literario de Capital Federal, quien dará una conferencia en Chacabuco, un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Martín, el personaje que interpretó Martín Kohan, aconseja a un joven cineasta en proceso de producción de su primera película.
    Una nota a su director apareció en el año 2005 en Página 12 disponible en este enlace: https://www.pagina12.com.ar/diario/espectaculos/6-47294-2005-02-14.html[consultado el 8 de noviembre de 2017]
    Seis años más tarde, interpretó un vendedor de discos en una película de Diego Lerman, La mirada invisible (2010), basada en su premiada novela Ciencias morales (2007).
    Si nos movemos al plano de la docencia, Kohan señaló “Cuando doy clases actúo” (Kohan: 2012) en una entrevista publicada en diario La Nación el 26 de diciembre de 2012. Aquí, coherentemente con su trayectoria, escribió: “Antes de ser profesor he sido actor. Cuando doy clases, actúo porque en el saber cumplir un rol prefijado encuentro la manera de superar mi timidez” (Kohan: 2012).
    Disponible en: https://www.lanacion.com.ar/1540853-martin-kohan-cuando-doy-clase-actuo [consultado el 8 de noviembre de 2017]
    Por otra parte, el cine también está presente en la trayectoria académica del agente adulto: durante los primeros años del 2000, integró un grupo de estudio abocado al estudio de films, entre cuyos integrantes se encontraba Beatriz Sarlo, por entonces directora de la revista Punto de vista (1978-2008).
    Dos trabajos del colectivo sobre cine pueden leerse en los números 81 y 82 del año 2005: “Cine documental: la objetividad en cuestión” y “Cine documental: la primera persona”, respectivamente; ambos disponibles en el Archivo Histórico de Revistas Argentinas: http://www.ahira.com.ar/revistas/pdv/pdv81.php. [consultado el 8de noviembre de 2017].
  27. Disponible en: http://www.perfil.com/autor/mkohan [consultado el 26 de noviembre de 2022].
  28. Disponible en: https://revistachubascoenprimavera.wordpress.com/2016/09/28/entrevista-martin-kohan/ [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  29. Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/1540853-martin-kohan-cuando-doy-clase-actuo (enlace ya citado). [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  30. Es un dato objetivo que en Argentina los docentes percibían un salario magro, entre ellos, los de literatura. Hacia fines de los años 80, la situación económica docente era compleja. En el año 1988, se produjo una histórica huelga docente que duró 42 días, el Maestrazo, en respuesta a un periodo de retroceso gremial y salarial que duró hasta fines de los 90. Este acontecimiento convocó a todos los niveles educativos del escenario nacional.
    Un estudio sobre este tema fue presentado por Javier Lorenzo Labourdette en las jornadas del departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo (2013). Trabajo disponible en este enlace: http://cdsa.aacademica.org/000-010/813.pdf [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  31. Ver: http://www.herramienta.com.ar/herramienta-web-9/martin-kohan-en-dialogo-con-herramienta [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  32. Con 24 años, “desde el año 1991” (Kohan: 2013: 108), se desempeñó como Jefe de Trabajos Prácticos en una cátedra de Letras de UBA, ingresando en uno de los ámbitos más prestigiosos del sistema literario.
  33. Este condicionamiento económico llevó al agente a referirse a la libertad como “libertad condicional” en una entrevista disponible en el siguiente enlace: https://revistachubascoenprimavera.wordpress.com/2016/09/28/entrevista-martin-kohan/ [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  34. Entrevista radial del año 2017. Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan-si-decimos-que-macri-es-dictadura-no-advertimos-lo-desastrosa-que-puede-ser-la-democracia/ [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  35. Señaló Kohan que “la literatura libera un espacio con un nivel de condicionamiento económico mucho menor que el del cine o un pianista. Digamos que mi vocación es ser pianista. Un piano bueno vale más que un cuaderno y una birome, aunque hoy fui a comprar “Cartuchos Lamy” y vale ciento cinco pesos la cajita de cinco cartuchos, pero bueno me podés decir “No escribas con Lamy, ¿Quién te crees que sos? Comprate una Sylvapen y ya está. Mientras que en el cine vos decís “Estoy haciendo un corto, lo más modesto posible” o “Quiero un piano, no quiero un Steinway”. Bueno, esa libertad empieza a encontrar límites” (Kohan: 2016). Ver: https://revistachubascoenprimavera.wordpress.com/2016/09/28/entrevista-martin-kohan/ [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  36. Conversación inédita que mantuvimos con Martín Kohan en la Escuela de Letras de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba.
    Incluso, Martín Kohan ha tematizado el valor monetario de sus libros en algunas ficciones, por ejemplo, en Cuentas pendientes (2010), novela en la cual el viejo deudor de meses de alquiler calcula cuánto gana el dueño del departamento en su rol de escritor por cada uno de sus libros vendidos.
  37. Vega, María Angélica (2017) Entrevista a Martín Kohan: “Voy buscando un mundo mejor como el Quijote”. Revista Alfilo.
    Enlace disponible en: https://ffyh.unc.edu.ar/alfilo/category/59/ [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  38. Frase del cuento “La base de la fortuna” de la antología Una pena extraordinaria (1998) de Martín Kohan publicada por Ediciones Simurg, en la colección Extramuros a cargo de Sylvia Saítta.
  39. Kohan se refiere a “su” judaísmo en una entrevista radial del año 2017.
    Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan. [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  40. Una periodización del arribo de los judíos a la Argentina puede encontrarse en la página oficial de la Asociación Mutual Israelita Argentina. En adelante, nos referimos a la misma con esta sigla: Amia.
    Consultar este enlace: http://www.amia.org.ar/index.php/content/default/show/content/21 [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  41. Según la Amia, muchos rusos huyeron y arribaron a la Argentina entre 1889 y 1914 ante los pogroms (pogrom en ruso significa “devastación”), linchamientos masivos contra un grupo particular, espacialmente, los judíos.
    Enlace disponible en: http://www.amia.org.ar/index.php/content/default/show/content/21 [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  42. La localización de estos espacios geopolíticos del territorio argentino puede visualizarse en el enlace del sitio relativo a Mapas e información geográfica de la República Argentina: http://www.ign.gob.ar/images/MapasWeb/ArgentinaBicontinental/ARG-BICO-COPLA_A4_2016.jpg [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  43. Documento del Ministerio de Cultura y Educación fechado en el año 1979 y referido al periodo 1970-1978. Disponible en: http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003838.pdf. [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  44. Disponible en:https://serjudio.com/dnoam/glosario.htm [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  45. En la Torá hay 613 mitzvó o preceptos. Pueden consultar en este enlace: http://www.iglededios.org/E/613_mandamientos.pdf [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  46. “mi judaísmo viene por legado familiar y tuvo sus avatares, sus crisis, sus revisiones […] además yo tuve formación judía en sentido formal, fui a un colegio judío durante el primario […] cuando voy creciendo, pasan los años, me voy deshaciendo, me voy desprendiendo, me voy no reconociendo por lo pronto de la religión, no tengo ninguna religión, soy más bien contrario a la idea misma de las religiones empezando por la propia, por lo tanto, hubo un quiebre cuando yo termino el colegio primario […] yo me negué a participar de ese rito religioso que todo indicaba era la culminación de mi formación de infancia en el judaísmo”, señaló Martín Kohan en una reciente entrevista radial. Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  47. Entrevista que puede escucharse en el audio de radio Kermes de la provincia de La Pampa en el año 2017 arriba indicado.
  48. Una de las pocas alusiones al judaísmo como recurso narrativo es incluida por Kohan en un breve pasaje de la novela Cuentas pendientes (2010). Aquí, mediante el cambio de perspectiva, el yo asume el punto de vista del personaje en contra del cual el agente compone su auto-ficción crítica e irónica: “Vuelve a la cama, con la vista ya puesta en la pantalla del televisor. ¿Será cierto que murieron tantos judíos en las cámaras de gas de los campos de trabajo en Polonia, o por detrás está el sionismo fraguando cifras y cultivando la exageración? Giménez apaga la luz del velador” (Kohan: 2010: 13).
  49. Enlace disponible en:https://www.taringa.net/posts/offtopic/14108965/Judios-famosos.html [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  50. Nota publicada en el diario Perfil el 17 de septiembre del año 2017. Disponible en este enlace:http://www.perfil.com/columnistas/netanyahu.phtml [consultado el 8 de noviembre de 2017].
  51. Es interesante señalar aquí cómo el agente se autoconfiguró gestionando el recurso crítico en la esfera pública, en las calles de Buenos Aires, presentándose como un sujeto que intervino en o propició el debate ciudadano.
    Según Carlos Altamirano, en Intelectuales. Notas de investigación de una tribu inquieta (2013), la noción de intelectual “no remite a una ocupación determinada en algún sector del saber o de la creación literaria o artística, sino al comportamiento de tales personas en relación con la esfera pública, es decir, al desempeño de un papel en los debates de la ciudad” (Altamirano: 2013: 111).
    En este sentido, Kohan se autopresentó como un intelectual en formación, joven, estudiante del Colegio Nacional Buenos Aires por entonces.
  52. En este pasaje puede advertirse la ostentación de un saber sobre los puntos de apoyo del discurso, una competencia para desarmar el enunciado del adversario y suscitar, en al menos uno de los enardecidos nazis, el interés por el propio: “El planteo de los nazis en Florida era el siguiente: que el sionismo, los judíos, la sinarquía internacional, el Estado de Israel se disponían a la conquista del mundo. Detallaban en un mapa algo impreciso los avances israelíes y llamaban, ante tal evidencia, a acabar con los judíos de una buena vez por todas. Yo me acerqué, insignificante como siempre, y aprovechando una breve pausa que se produjo en la andanada de odio, alegué que encontraba sustancialmente falsas las identificaciones propuestas; que ser judío no necesariamente implicaba avalar ni estar de acuerdo con los cuantiosos atropellos de ciertas políticas israelíes, más concretamente las de sus gobiernos de derecha, y que una prueba concreta de lo que estaba planteando era, sin ir más lejos, yo mismo. Uno de los nazis acudió y me abrazó, en aparente gesto de afecto. Gesto que mantuvo mientras me susurraba que mi planteo le resultaba sumamente interesante, que por qué no lo desarrollaba con él un poquito hacia el costado (es decir, donde el resto no podía oírnos)”. La nota publicada en el diario Perfil puede encontrarse en este enlace: http://www.perfil.com/columnistas/netanyahu.phtml [consultado el 8 de noviembre del 2017].
  53. Martín Kohan acentuó su competencia para indagar en otros discursos presentándose a sí mismo como sujeto competente para percibir críticamente o “calibrar” las ficciones o los mitos con respecto a la realidad objetiva. Entrevista a Martín Kohan realizada por Silvia Hopenhayn en Ficciones en democracia (2013).
  54. Christiane Chauviré y Olivier Fontaine, en El vocabulario de Bourdieu (2008), en la entrada “Capital”, indican que el sociólogo distinguió tres especies de capital cultural: a) incorporado, b) objetivado y c) institucionalizado; en estado objetivado, el capital remite al patrimonio fáctico de los bienes culturales: cuadros, libros, diccionarios, máquinas e instrumentos (Chauviré-Fontaine: 2008).
  55. Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 9 de noviembre de 2017].
  56. Disponible en:http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 9 de noviembre de 2017].
  57. “mi papá tenía una construcción mitológica, ‘mi paraíso perdido de lector’, que no tenía ninguna proyección en el presente” (Kohan: 2017), dijo Kohan leyendo en coordenadas críticas el relato paterno. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 9 de noviembre de 2017].
  58. Disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 10 de noviembre de 2017].
  59. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 10 de noviembre de 2017].
  60. En otros sistemas de relaciones sí tuvo prescripciones de lectura —en los colegios, la universidad, etc.
  61. Nota “El por qué de mi fracaso” que publica el 31 de enero del año 2012 en el blog de la editorial y librería Eterna Cadencia. Disponible en: http://lunesporlamadrugada.blogspot.com.ar/2012/01/porque-todo-mi-tiempo-ha-quedado.html [consultado el 12 de noviembre de 2017].
  62. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  63. Más tarde, Martín Kohan gestionó estas propiedades en notas de diarios, entrevistas, blogs, ficciones, ensayos. Por ejemplo, incorporando no pocos personajes lectores y/o escritores en sus ficciones: a) el yo implícito de Dos veces junio ironiza sobre la lectura que hacen los soldados de un error de ortografía y el soldado lee el diario; b) un agente editorial y una exiliada en México leen en voz alta un manuscrito redactado por un militante en los momentos libres que le dejaba la acción en Museo de la revolución; c) Giménez es un lector de best-sellers y el dueño del departamento, un escritor en Cuentas pendientes; d) en Los cautivos. El exilio de Echeverría, el personaje está escribiendo el poema “La cautiva” en la hacienda “Los Talas”. En una conversación que mantuvimos con Martín Kohan en el año 2013, nos comentó: “me interesó la figura del escritor en el medio de la nada escribiendo una genialidad” (Kohan: 2013). Así, eligió narrar historias de escritores en sus condiciones de enunciación; e) los personajes de Segundos afuera son redactores en un diario.
    En cuanto a sus ensayos, a modo de ejemplo, podemos recordar el texto crítico “Modelos de lector” (2013) en donde Kohan recuperó la figura de Don Quijote de la Mancha como un lector modelo para instaurar una disputa con el contenido del reconocido libro Lector in fábula (1981) de Umberto Eco.
  64. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  65. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  66. Necochea es una ciudad balnearia de la provincia de Buenos Aires en Argentina. Mapa disponible en:http://www.argentour.com/es/mapa/provincia/provincia_buenos_aires.php [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  67. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  68. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  69. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  70. Escritor francés nacido en el año 1931 que compuso numerosos best-sellers. Con esta referencia, el agente hizo gala de su conocimiento de autores de otras culturas, entre ellas, la francesa. La cita está tomada de la entrevista disponible en este enlace que venimos citando: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  71. Enlace disponible en: http://agencia.farco.org.ar/noticias/martin-kohan [Consultado el 12 de noviembre de 2017].
  72. Teresa Mozejko y Ricardo Costa postulan, como hipótesis, que las tomas de posición asumidas por los agentes son explicables/comprensibles según sus capacidades diferenciadas de relación (poder). Según Pierre Bourdieu, un punto de vista no es sino una “perspectiva tomada a partir de un punto” (Bourdieu: 1997: 64).
  73. Entrevista a Martín Kohan disponible en este enlace: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2852-2007-12-16.html [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  74. El Colegio Nacional de Buenos Aires es designado en su página web oficial con esta sigla CNBA que utilizaremos en lo sucesivo. Enlace disponible en: http://www.cnba.uba.ar/ [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  75. Cané y Shakespeare son algunos de los autores cuyos textos son incorporados en las ejercitaciones de las evaluaciones de lengua durante el curso anual preparatorio del examen de ingreso ofrecido a los aspirantes a alumnos del CNBA. Resulta altamente probable que la anécdota de la lectura de las Obras completas de Shakespeare en la playa al terminar el séptimo grado referida por el agente como una opción del padre se comprenda como un mandato de lecturas de ingreso al CNBA de resolución excesiva por los Kohan. Según Alicia Méndez, desde su origen hasta la actualidad, el CNBA “se valió para constituirse como una institución de referencia, de un sistema muy restrictivo en términos de permanencia y pertenencia” (Méndez: 2013: 2). Algunas evaluaciones recientes pueden consultarse en la página oficial disponibles en: http://www.cnba.uba.ar/ [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  76. Entrevista disponible en este enlace: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2852-2007-12-16.html [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  77. Entre los colegios más prestigiosos vinculados a la Universidad de Buenos Aires, además del Colegio Nacional de Buenos Aires, se encuentra el colegio “Carlos Pellegrini”.
    Datos disponibles en la página web de la Universidad de Buenos Aires: http://www.uba.ar/contenido/345 [Consultado del 15 de noviembre de 2017].
  78. La significación histórica y cultural de este espacio puede advertirse en la siguiente nota cultural del diario Clarín: https://www.clarin.com/ciudades/Celebran-hoy-anos-Manzana-Luces_0_Sk3flt53w7e.html [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  79. Mitre reorganizó los colegios nacionales en consonancia con su voluntad modernizadora procurando la formación de las elites dirigentes e ilustradas (Méndez: 2013).
  80. Información disponible en este enlace de la UBA sobre el CNBA: http://www.uba.ar/contenido/408 [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  81. Enlace disponible en: https://www.megustaleer.com.ar/libros/el-colegio/9789500740340/fragmento/ [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  82. Texto disponible en la página oficial de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Disponible en: http://www.uba.ar [Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  83. Entrevista a publicada en el Suplemento Radar del diario Clarín disponible en este enlace: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2852-2007-12-16.html[Consultado el 15 de noviembre de 2017].
  84. Traducida por Nick Caistor, quien tradujo a varios célebres autores latinoamericanos al inglés, en el sello Serpent’ Tail Publishing de Inglaterra.
  85. Conjunto de saberes y experiencias que lo “convocó para escribir Ciencias morales, al igual que antes lo había hecho con otros mitos patrios, como Echeverría o San Martín” (Kohan: 2007).
    Entrevista disponible en este enlace: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2852-2007-12-16.html [Consultado el 15 de noviembre de 2017]
    Como egresado del CNBA y escritor —rasgos comunes con Miguel Cané—, gestionó en el año 2007 su saber sobre el colegio y su temprana lectura de Juvenilia. La lectura de este texto, que Kohan realiza a los 13 años, funcionó como prueba de iniciación en la tradición del colegio de la Patria en el curso de ingreso. Más tarde, Kohan presentó una novela a un concurso literario con el seudónimo “Miguel Cané” autoconfigurándose como exalumno que conoce de cerca la institución (su historia, sus actores, etc.). Inició el texto así: “En esos tiempos ya distantes […] más remotos del Real Colegio de San Carlos […] en los tiempos de Miguel Cané […] del profesor Amadeo Jacques” (Kohan: 2007: 9).
  86. Entrevista publicada por Silvia Hopenhayn en Ficciones en democracia (2013).
  87. Si bien no puede observarse en Martín Kohan una ascendencia familiar que lo vincule con la historia de la Patria, él se sitúa en la genealogía como sujeto educado en el colegio de la Patria. Esta condición implica una reestructuración de su competencia (o identidad) en grado y volumen, porque adquirió una propiedad que conlleva diferencias de reconocimiento que él supo aprovechar.
    Aunque el agente se presentó como quien puede leer los relatos sobre la Patria desde el género novela en una constelación familiar (padre, madre, hermanos, etc.), gestionando su recurso crítico, al mismo tiempo, se autoinscribió en el relato patrio que critica como egresado del colegio; porque conoce el adentro del colegio que engendra en buena medida los relatos patrios puede “romper estructuras narrativas” de la Patria, refirió Kohan en Clarín en el año 2007. Enlace disponible en: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-2852-2007-12-16.html [Consultado el 15 de noviembre de 2017].


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