Otras publicaciones:

9789877230123-frontcover

9789871867639_frontcover

Otras publicaciones:

9789871867509-frontcover

DT_Augé_Hopenhayn_13x20_OK

Conclusiones

El Estado y la Iglesia católica se han vinculado históricamente con los pobres y con la pobreza, siendo actores relevantes en la construcción de significaciones y en la delimitación de estrategias de intervención. Ambos están configurados por entramados complejos, por diferentes estructuras, procedimientos, capitales, agentes, especialistas, luchas y estrategias. Dando continuidad a un trabajo anterior, en el que abordamos las representaciones de pobres y pobreza en los especialistas de la Política Social argentina, nos hemos ocupado en esta investigación de la participación de los especialistas intermedios en la Iglesia católica y la gravitación de sus significaciones y perspectivas sobre pobres y pobreza en el despliegue de las estrategias institucionales en el ámbito territorial.

Hemos planteado, a su vez, que la Iglesia no es un actor homogéneo y que coexisten en ella diversidad de catolicismos, incluso algunos en sus márgenes, que luchan y tensionan el campo para imponer sus propias definiciones y estrategias. Un contexto en donde surge la importancia de los especialistas intermedios que participan de estas disputas y que en el territorio se encuentran con especialistas del Estado, de otras instituciones y organizaciones, estableciendo también luchas por la imposición de definiciones e intervenciones.

La consideración de la relevancia de los especialistas intermedios en la problemática nos ha conducido a profundizar su conocimiento en el caso en particular de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta la participación de la institución en las luchas por la imposición de perspectivas, significaciones, estrategias y prácticas, sobre diferentes temáticas, y en particular sobre pobres y pobreza.

Así, nos ha interesado fundamentar nuestra apreciación tanto acerca de la relevancia de las perspectivas, estrategias y prácticas de la Iglesia sobre pobres y pobreza, como en particular, sobre los especialistas intermedios y las relaciones de dichos especialistas con la institución.

Decidimos investigar esta temática en el ámbito territorial, focalizándola en una diócesis del Gran Buenos Aires, en este caso la de Merlo–Moreno. Una diócesis relativamente joven, con antecedentes previos de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos vinculados con diversas perspectivas teológico pastorales, tanto de carácter tradicional, como relacionadas con la Teología de la Liberación y de la Cultura. Una diócesis que abarca dos partidos altamente poblados y marcados por elevados índices de pobreza, el de Merlo y el de Moreno.

Cuando nos acercamos al campo nos encontramos con un escenario atravesado por un cierto debilitamiento institucional de la Iglesia católica, que no implica solo pérdida de su monopolio en el campo religioso, y de alejamiento de fieles, sino también de pérdida de control sobre los propios especialistas, muchos de los cuales despliegan estrategias con importante autonomía de la institución. Procesos que en los últimos años han generado la explicitación de una cantidad de perspectivas que buscan ir respondiendo, como hemos podido relevar y analizar en los capítulos previos, tanto a los hechos que se les presentan, como a las situaciones y demandas inmediatas, de la misma institución como de los involucrados en situaciones de pobreza. Un período en el cual se explicitan diversas líneas teológico pastorales, tensiones, conflictos y transformaciones, al interior de la misma Iglesia católica, del campo religioso y de otros campos como así de sus relaciones.

El campo católico tiene, como todos los campos, sus propias dinámicas internas, sus propios capitales en juego, sus propios agentes y especialistas, y también se construye y modifica en relación a otros campos.

Los años 70 estuvieron marcados en América Latina por el surgimiento de corrientes liberacionistas que comprendían la pobreza como producto de la opresión de unos países sobre otros, de una clase sobre otra, generadora de la desigualdad y la injusticia. En la Iglesia católica emergieron con fuerza líneas que presentaron la conocida “opción por los pobres”, opción que motivó a muchos agentes, especialistas y jóvenes a encontrar en la institución un marco adecuado y un espacio de sentido para llevar adelante sus militancias y luchas. Sin embargo, tanto las Iglesias locales como diferentes gobiernos del continente, intentaron “congelar” estas nuevas perspectivas. En Argentina, la dictadura, en alianza con un sector importante del episcopado, avanzó drásticamente enfrentando y reprimiendo tanto a estos planteos como a sus militantes. Una situación que generó asesinatos, desapariciones, prisiones y exilios, además de la modificación de las estrategias y prácticas de la Iglesia en los sectores populares, y especialmente en los sectores atravesados por la pobreza y la exclusión.

Recuperada la democracia, las políticas globales continuaron marcando la hegemonía del capitalismo, como posteriormente de políticas neoliberales, y se agudizaron procesos de transformación económica, de incremento de la pobreza y una serie de cambios sociales. Procesos y políticas que repercutieron en todas las instituciones y de manera particular en la Iglesia católica.

Hemos observado en nuestro trabajo cómo se vivió esta situación en la Diócesis de Merlo – Moreno y cómo, en general, los militantes católicos de los años 70, que sobrevivieron a la dictadura, fueron asumiendo distintos posicionamientos que los condujeron, en algunos casos al alejamiento de la Iglesia, y en otros a replantear su modalidad de pertenencia, lo que no necesariamente implicó que no reivindicaran su identidad católica.

Si por un lado hemos señalado el debilitamiento de la institución, y de su capacidad de control sobre sus propios agentes, por el otro, el trabajo nos ha permitido confirmar la relevancia de los especialistas intermedios, de sus perspectivas, estrategias y prácticas.

Identificamos, a su vez, con algunas particularidades, diferentes tipos y sub tipos de especialistas intermedios. Hemos podido explicitar de esta forma, a manera de una diferenciación que permita conocer las singularidades de los especialistas, aquellos que podemos señalar como los especialistas con parroquia, los que pueden identificarse como especialistas sin parroquia (pero con vínculos institucionales) (diocesanos, congregacionales y en los márgenes), y los especialistas sin Iglesia (los que no tienen en la actualidad vínculos institucionales con la Iglesia católica). Describimos la vinculación de cada uno de estos tipos con alguna de las líneas teológico pastorales en disputa, con determinadas perspectivas y significaciones de los pobres y de la pobreza, y con el desarrollo de estrategias diversas en relación a la problemática. Tipos de especialistas que, a su vez, se ven interpelados e interpretan de diferentes modos los “malestares pastorales”, los malestares eclesiales, y las condiciones socio políticas.

Especialistas, que como fuimos dando cuenta a lo largo del trabajo, ponen en juego diversos capitales, y con ellos diversas miradas sobre el contexto, las problemáticas, las incumbencias de la Iglesia, y las relaciones con otros actores, tanto eclesiales como no eclesiales. Pero también especialistas que han llevado a cabo relecturas sobre las estrategias institucionales, replanteando en algunos casos, y llevando a cabo en otros, relecturas que abren una variedad de perspectivas y también estrategias que buscan ir respondiendo a las situaciones que se presentan en el territorio.

En las parroquias de la diócesis analizada, espacio histórico de presencia territorial de la Iglesia, es en la actualidad poca la participación laical. Si bien desde muchas de ellas hay trabajo territorial, se diluyó la presencia de una Iglesia concebida como Pueblo de Dios, una conceptualización que había sido vertebradora de la pastoral en los años 70, y son pocos los especialistas intermedios laicos. Pudimos observar también que, entre otros factores, el debilitamiento institucional consolida el rol del sacerdote como especialista intermedio hegemónico. Una situación que puede resultar paradójica pero que, pareciera responder a estrategias desarrolladas por estos agentes ante la pérdida de relevancia, y hasta muchas veces, la perdida de significación del rol sacerdotal y del poder que este trae aparejado, no solo socialmente sino incluso entre los propios fieles. Como hemos señalado esta estrategia acentuaría a su vez la centralidad de lo sacramental y litúrgico, siendo estos los capitales específicos que posicionan a los sacerdotes en el campo católico. Así, si bien las perspectivas de la TL y de la TC, en las que es relevante la “Iglesia Pueblo de Dios”, continúan teniendo presencia territorial, esta es débil.

Podemos señalar como resultado de nuestras observaciones y entrevistas que ambas teologías conviven y entran en disputa con diferentes perspectivas, presentándose como hegemónico un catolicismo tradicional institucional, en el que subsiste como primordial la figura del sacerdote. Una cuestión en la que pareciera incidir el papa Francisco, quien desplegaría estrategias para que su figura resulte convocante para diferentes perspectivas, buscando homogeneizar diversidades, principalmente desde las “periferias”, para fortalecer a la institución. Algo similar sucede en la diócesis, en donde las divergencias tienden a hacerse menos explícitas, para la consolidación de una institución que pierde el monopolio que históricamente se encargó de consolidar.

Hemos dado cuenta en nuestra investigación, que recién creada la diócesis, cuando las perspectivas de los sacerdotes eran más antagónicas, se hizo un trabajo diocesano que posibilitó sin embargo el respeto de dicha diversidad como una instancia básica para poder convivir como Iglesia local. También describimos como se fueron diluyendo estos “acentos”, y como la diversidad de perspectivas presentes en la actualidad parece ser menor, lo que se manifiesta también en el desplazamiento de la denominada opción por los pobres y el fortalecimiento de la “preocupación por los pobres”. Cabe destacar, que en ese trabajo diocesano que se llevó adelante, casi en simultaneo con la eclosión de la crisis 2001, no participaron ni fueron tenidos en cuenta laicos, religiosos y religiosas. Más aún, que incluso en la actualidad los sacerdotes entrevistados no reconocen que estos otros especialistas se posicionen y desplieguen estrategias que expresan relecturas de las institucionales, y/o alternativas.

Muchos especialistas intermedios laicos, religiosos y religiosas viven procesos de desinstitucionalización, que para algunos significan el alejamiento de la institución y el rechazo de su identidad católica, mientras que para otros el distanciamiento, no implica distanciarse de dicha identidad. Una situación a la que es necesario sumarle un tercer grupo, que observamos claramente en las religiosas, y que implica permanecer en la institución construyendo sus creencias y prácticas con mayor autonomía, y ocupando generalmente posiciones marginales.

Nos encontramos así ante la emergencia de una situación que no habíamos considerado suficientemente en forma inicial, el debilitamiento institucional en la vida religiosa femenina, caracterizado por mujeres que, continúan siendo parte de congregaciones, con la institucionalidad que esto supone. Mujeres que, sin embargo, transitan y construyen su vida religiosa alejándose de algunos lineamientos institucionales, reivindicando autonomía con un mayor protagonismo de la mujer, y abordando la pobreza desde una perspectiva de género. Desde allí llevan a cabo, con frecuencia, una lectura de las actuales problemáticas socio políticas, desde nuevas teologías críticas, y/o desde reformulaciones de la TC y TL.

Estos hallazgos nos llevaron a nuevos interrogantes, formulados en términos de considerar si estamos ante una tendencia creciente, especialmente explicitada en algunos sectores, en la relevancia del rol sacerdotal y de una pastoral individual, centrada en este especialista. Así mismo nos encontramos con interrogantes respecto al presente y al futuro de los especialistas laicos, de los religiosos, y entre ellos, fundamentalmente, de la mujer, que continúa sosteniendo las estructuras parroquiales y el trabajo territorial, pero que no tiene el mismo poder que los varones dentro del campo, y mucho menos aún, el poder de los sacerdotes.

En este contexto, y con el papado de Francisco, va cobrando peso la teología del encuentro o de la proximidad, la llamada teología de la misericordia, en la que observamos como se desvinculan nuevamente las causas estructurales de la pobreza, y cobra peso el “estar” con los pobres.

Observamos esto también en la diócesis, en cuanto percibir el debilitamiento de la “opción por los pobres” y el fortalecimiento, como señalamos, de la “preocupación por los pobres”, “preocupación”, que muestra, así mismo, dificultades para expresarse en estrategias y acciones, dificultades generadas principalmente por los pocos agentes con los que cuenta la institución en condición de asumirla.

Igualmente, y pese a esta disminución de católicos, de agentes, de especialistas intermedios laicos y de religiosas/religiosos, se lleva adelante trabajo territorial, en el que prima dicha “preocupación por los pobres”.

Los agentes católicos en el trabajo territorial construyen redes, se encuentran, entrelazan y encuentran con los agentes del Estado, relacionándose los campos. Los sacerdotes, desde la reivindicación de sus capitales específicos, en algunos casos, centran sus estrategias en acrecentar el peso de lo sacramental, en otros llevan adelante estrategias socio territoriales y construyen poder territorial, o se puede observar también, que incrementan lo sacramental en paralelo con el trabajo socio territorial.

Si bien hemos destacado, como las estrategias de estos especialistas, en algunos casos gravitan más que las fijadas por la institución a nivel local o nacional, sí, aparecen fuertemente ligadas a las estrategias vaticanas en cuanto a la gravitación de la figura de Francisco, buscando consolidar como capital propio el “estar” con los pobres, el “ocuparse” de ellos, “saliendo” de sus ocupaciones consideradas más específicamente religiosas para llegar a donde el Estado no llega y desde ahí reposicionarse en el campo católico, en el religioso y en el político. También comprendemos estas estrategias como estrategias de búsqueda de fortalecimiento institucional.

Así se consolida la hegemonía de la “preocupación por los pobres” y de una lógica de cercanía, de proximidad, de misericordia. Esta “preocupación” comparte algunas de las características de la Política Social focalizada, política que, como sostuvimos en este trabajo, consideramos tiende a instalarse como permanente, y que se observa en mayor medida a nivel territorial, combinando “asistencia”, “participación” y “capacitación”. En esa proximidad se ponen en juego diferentes significaciones, ideologías y habitus, no siempre vinculados a la lógica de igualdad, a la lógica de derechos, que desarrollamos en nuestro trabajo anterior sobre las representaciones sobre pobres y pobreza de los agentes de la política social, y que recuperamos en el comienzo de este trabajo.

El debilitamiento de la “opción por los pobres” y la consolidación de la “preocupación por los pobres”, da cuenta de luchas y tensiones entre especialistas de la Iglesia, por imponer perspectivas, significaciones y estrategias en esta problemática que abordamos y que nunca ha dejado de ser ajena a la institución, los pobres y la pobreza. Y también pone de manifiesto tanto los catolicismos en pugna, las relecturas y reposicionamientos, como la construcción de nuevas significaciones y estrategias, por parte de los especialistas intermedios, y las reconfiguraciones del campo católico.

Finalmente consideramos que hemos logrado profundizar en la línea de investigación que comenzamos en el trabajo anterior, y subrayar nuevamente la relevancia de continuar investigando las significaciones, estrategias y prácticas de especialistas intermedios de instituciones en relación a diferentes temáticas, y en particular de las vinculadas a los pobres y la pobreza. Una tarea que destaca tanto la doble vinculación entre instituciones y agentes, como la incidencia de esos agentes en las definiciones, acciones y estrategias que se llevan adelante ante determinadas temáticas en la vida social.



Deja un comentario