Sabían que su sacrificio sería recompensado por Zeus / maldito niño / acaso / sin monstruos / ¿cómo podrían conjurar el sacrificio? / saciar la sed de los buenos / de los normales / de los racionales / Delfine, diosa mitad serpiente mitad mujer / ensortijó sus cabellos dorados contra él / y dictaminó / serás tú quien purgue en la tierra del dolor / casi tantos lustros como tu misma existencia / 14 rayos / 16 años / fianza del dolor / existencia maldita / sacrificio / ese será tu castigo / por el bien de todos / necesitamos tu sacrificio / tu pubertad adolescente nos obliga / tu maldita figura nos provoca / tus ojos desgarbados e irreverentes nos ofenden / tu indócil existencia / Cronos, Dios del tiempo, concederá el rito / engulle y escupe al maldito / apliquen dolor / destierro / purguen su maleficio / el reino está garantizado / tus años en la tierra se pagarán / con igual tiempo / con igual dolor / prolongado / a un cordero de mi estilo / a un caníbal de mi estilo / la caja boba dirá / como el conejito de Alicia / fue justicia / fue sacrificio / un cordero a mi medida / un cordero maldito / alivio por su sacrificio / cierra la escena / el monstruo fue conjurado / se trataba de una excepción / nosotros somos justos / ellos malditos / sacer / sacrificables
Ana Laura López, Diciembre de 2009[1]
Estas líneas primerizas con pretensión de poema se han inspirado en uno de los primeros juicios orales del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil que se realizó en uno de los más importantes departamentos judiciales de la Provincia de Buenos Aires. Asistí a una parte del mismo y tomé conocimiento de la causa y su desarrollo total, que devino poema. El caso fue atravesado por una campaña mediática y “ciudadana” de “ley y orden”.
A este adolescente y a tantos otros en igual situación está dedicada esta tesis.
- Este texto fue publicado en el sitio: “Aromito. Poesía, literatura, cultura, ideas” de José M. Pallaoro, a quien agradezco el espacio. Disponible en: http://aromitorevista.blogspot.com ↵