Susana Aparicio y Juan Romero
Los primeros quince años del siglo XXI han sido el escenario de importantes cambios en los territorios rurales y agrarios del continente latinoamericano. Aparecen así nuevas problemáticas de carácter global, como la protección ambiental, la producción de energías limpias, la expansión de nuevas tecnologías productivas, el turismo; que coexisten con temas estructurales, como la distribución de tierras, el combate al hambre y la desigualdad social, conjuntamente con la consolidación de la democracia. Estos factores impactaron en las estructuras dominantes de la sociedad rural latinoamericana y en las condiciones de vida de sus poblaciones. Nuevos debates y constataciones recogidos en nuestros congresos anteriores ponen en juego el estudio de los nuevos vínculos entre lo que llamábamos urbano y rural. Estos nuevos vínculos también traen implícitos nuevas propuestas de acción, nuevos desarrollos y también la posibilidad (o no) de ampliación de las bases democráticas que estimulen formas de participación directa en la cuestión pública.
En efecto, la consolidación y desarrollo de la democracia, en su conjunto de dimensiones, implica reconocer los derechos individuales y colectivos de la diversidad social actual de quienes hacen al mundo rural. Esta heterogeneidad de las sociedades latinoamericanas, en especial de lo que hemos considerado tradicionalmente como las áreas rurales, presenta un campo de emergentes sociales, políticos, económicos, culturales y étnicos que han revitalizado y resignificado los procesos constitutivos de la actual configuración de los territorios rurales y urbanos.
Estos emergentes, en conjunción con aquellos debates estructurales de nuestra Latinoamérica, se representan en los textos seleccionados y forman parte del presente libro. Fueron parte importante de los debates e intercambios del XXXI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología – Grupo de Trabajo 5 Desarrollo rural y cuestión agraria. Dicho Grupo de Trabajo convoco a 418 resúmenes de colegas de diferentes países del continente latinoamericano, se aprobaron 323 y fueron presentados más de 200 durante el desarrollo del congreso. Se presentaron muchos textos interesantes, que apuntan nuevas miradas sobre esta realidad y que ameritan ser registrados y difundidos. Por lo cual, el presente libro expone de manera crítica los diferentes trabajos de colegas latinoamericanos y no latinoamericanos, interesados en los procesos sociales de la ruralidad del continente.
Se trata de procesos que indican transformaciones en la organización del territorio para la producción de riqueza con base agropecuaria, pero también con impactos en diferentes actores: productores, trabajadores, grupos étnicos, consumidores y la propia naturaleza. Por otra parte, también muestran la pérdida de importancia de las actividades agrícolas de base familiar y, al mismo tiempo, la múltiple ocupación de la población en trabajos precarios y flexibles. También son cotidianos la migración laboral, los embates ocasionados por el avance de la frontera agroindustrial, industrial o urbana, que traen aparejados despojos territoriales o procesos de degradación ambiental, la falta de oportunidades educativas de calidad y pertinencia y la violencia generalizada, gestada por el Estado o la delincuencia.
Todos estos fenómenos marcan la ruralidad latinoamericana, dado que tales transformaciones se dinamizan en los últimos quince años, pero conviven con fenómenos históricos, como concentración de tierras, desplazamiento y muchas veces eliminación de grupos étnicos o campesinos, grupos oligárquicos productores de commodities, condiciones de trabajo con rasgos semiesclavos, precarización de la vida de los/as trabajadores, a la vez que profundas heterogeneidades, tanto en las calificaciones como en los orígenes sociales.
Sin dudas, existe una heterogeneidad importante de situaciones según la historia de cada territorio, el tipo de producciones agrarias desarrolladas allí, los distintos tipos de relaciones étnicas y de género que atraviesan los vínculos laborales, la condición migrante o nativa de los trabajadores, así como el empleo permanente o temporario de los mismos y los procesos políticos más generales de cada país, entre otras dimensiones posibles.
Considerando tales cuestiones, se ha procurado marcar diferentes aspectos que hacen y configuran la actual etapa del capitalismo agrario latinoamericano. En ese marco, se articulan transformaciones de actores públicos y privados, organización del trabajo y de la producción con el conocimiento tecnológico, junto con rasgos que se han conservado de procesos anteriores en el tiempo, pero con vigencia social en su hacer y quienes lo realizan para legitimar y legitimarse en la sociedad rural contemporánea.
El material se ha organizado en diferentes ejes que dan cuenta de los siguientes aspectos: a) discusión conceptual; b) análisis de situaciones innovadoras: estructura social agraria, territorios y nuevas prácticas; c) temáticas rurales y emergentes.
Los textos referidos a la discusión conceptual de los autores Armando Sánchez y Rolando García Bernardo muestran la mirada desde el sur con la exposición de los esfuerzos de (re)formulación y (re)construcción de una nueva epistemología liberadora para el mundo rural latinoamericano identificada en lo general con el “Buen vivir”. Por otra parte, Rolando García, de forma crítica, se propone recuperar el sentido original del concepto agronegocios y poner en discusión algunas apropiaciones posteriores.
En los capítulos que tratan el análisis de situaciones innovadoras: estructura social agraria, territorios y nuevas prácticas, los diferentes autores describen la modernización agraria conservadora en el Nordeste de Brasil; las empresas glocalizadas y la producción de soja en el norte de Salta, Argentina, y la resistencia de mujeres campesinas al cambio rural con sentido global. El texto acerca de la modernización conservadora brasileña a la geopolítica del sistema agroalimentario de Leonardo Lins, Paulino dos Santos y Claudio Ubiratan Gonçalves señala cómo para las empresas y conglomerados agroalimentarios se vuelve cada vez más indispensable la creación de nuevas tecnologías para el uso en el campo que dinamicen el ciclo de “calentamiento” mercantil. De este modo, los impactos sociales generados por la forma de uso de la tierra son notoriamente modificados de acuerdo a los poderes económicos y políticos.
En el caso del trabajo de Julieta Krapovickas, señala que, bajo el modelo del agronegocio, las distintas estrategias de adaptación de los actores sociales hegemónicos tradicionales y las múltiples maneras en que el modelo del agronegocio se ancla en el territorio tienden a reproducir y reforzar viejas y enquistadas desigualdades sociales.
En cuanto a los capítulos que tratan las temáticas rurales y emergentes, el trabajo de Valdemar João Wesz analiza el mercado de la soja en Paraguay y presenta un movimiento conjunto de transnacionalización y concentración de los productores y empresas, siendo cada vez más reducido el número de beneficiarios directos de la principal actividad agropecuaria del país. El material de Bruno Aiani y Mercedes Ejarque plantea conocer los cambios relevantes en los actores sociales y la estructura productiva, a partir de transformaciones en los mercados internacionales de frutas, las demandas de consumo del producto; las políticas macroeconómicas nacionales, de los países consumidores y productores de frutas; las políticas sectoriales productivas; las actividades económicas y los procesos de asentamiento y usos del suelo en la zona.
Marcela Crovetto reflexiona sobre el estudio de los ciclos ocupacionales anuales de los trabajadores de la Patagonia argentina: el valle inferior del río Chubut y el valle medio del río Negro. Encuentra, más allá de las diferencias históricas regionales, ciertas regularidades que evidencian la conformación de mercados de trabajo que involucran a más de una rama de actividad, lo que complejiza la caracterización y abordaje de las problemáticas del empleo en el mundo agrario y agroindustrial.
El trabajo de Juan Manuel Villula refiere a las características sociales de los operarios de maquinaria agrícola empleados en la producción mecanizada de soja, trigo y maíz de las pampas argentinas y las praderas del medio oeste norteamericano. Identifica los elementos de la praxis social de los operarios agrícolas que, a un lado y a otro de América, tienden a confluir en núcleos de sentido similares en lo que hace a la conceptualización de sus relaciones laborales, su caracterización de los empleadores, su visión del sindicalismo y sobre cómo expresar sus descontentos, y en formulaciones político-ideológicas de mayor alcance sobre sus respectivos países y el mundo.
Aparecen también otros temas emergentes. En tal sentido, el material de María Virginia Nessi se propone reconstruir los abordajes existentes acerca de las nuevas problemáticas juveniles en el estudio del agro extrapampeano argentino. Trabaja, con una revisión teórica y crítica de la bibliografía y documentos que analizan esta temática desde distintas ciencias sociales y humanas, en pos de sistematizar elementos para definir quiénes son y qué características tienen tales jóvenes rurales, cuya inserción laboral se halla vinculada al agro extrapampeano argentino.
Mientras, el texto de Marco Antônio Verardi Fialho discute acerca de la soledad en la sociedad rural del municipio de Canguçu, Rio Grande do Sul, Brasil. Estudia los elementos que, en cierta medida, convergen hacia el sentimiento de soledad, observando y analizando el modo de vida de las personas de las localidades mencionadas y de la literatura regional. En definitiva, sintetiza los impactos de las transformaciones reseñadas en el núcleo familiar y constituye una síntesis de tales procesos, así como también plantea el inicio de nuevas preguntas centradas en un tema considerado tradicionalmente como uno de los núcleos de las sociedades industriales y postindustriales: la familia y la vecindad. Este artículo traduce a la vida familiar cómo es atravesada por los complejos y novedosos procesos de los últimos años.
A modo de conclusión de los debates desarrollados en el grupo y reflejados en algunos artículos seleccionados para este libro, el último artículo incluido muestra a la familia dedicada a la actividad agropecuaria o residente en zonas agrarias, en su situación actual. Atravesada por un sinnúmero de nuevos procesos, sus núcleos de identidad están siendo desarticulados, lo que genera situaciones muy diferentes a la tradicional vida comunitaria. En este símbolo, la familia, intentan confluir y explicarse los diferentes artículos precedentes. Sus lecturas enriquecen y aportan conocimiento sobre temas estructurales de la realidad social rural latinoamericana, pero también sobre la emergencia de nuevos fenómenos sociales que complejizan y demuestran las transformaciones sociales ocurridas en la sociedad rural de América Latina.