Las páginas de este libro reproducen la tesis doctoral que presenté con el título “Entre la libre creación y la industria cultural. La producción musical independiente en la Ciudad de Buenos Aires, entre 1999 y 2012”, y defendí el 13 de marzo de 2013 en el Doctorado en Ciencias Sociales, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, para lo cual tuve una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) entre 2008 y 2013. He introducido algunas modificaciones y actualizaciones respecto de la versión original, tanto para facilitar la lectura a un público más amplio al que habitualmente se destina este tipo de trabajos como así también contemplando las transformaciones que la industria de la música evidenció en los últimos años gracias al avance de las tecnologías digitales y la consolidación de las plataformas en línea de consumo musical mediante la modalidad del streaming, hoy vedettes del negocio fonográfico a escala global. El corazón de la tesis, sin embargo, no ha sido alterado, así como tampoco la mayor parte de la obra.
Su contenido comprende un conjunto de desarrollos y conclusiones alcanzados en distintos momentos de la investigación doctoral, aunque el conjunto del trabajo aquí presentado pretende rescatar el valor de la totalidad del fenómeno abordado en cuanto unidad de lo múltiple, lo que excede la suma de esas partes y procura dar cuenta del recorrido no necesariamente lineal trazado por la investigación. También me permite no pasar por alto una serie de detalles, ejemplos, anécdotas y precisiones que el lenguaje académico de las publicaciones científicas en la actualidad no admite sin recelo y ante el cual debí dejar lado mucho material que, lejos de ser accesorio, guarda no sólo potencial explicativo sino también valor etnográfico e incluso emocional. Asimismo, ello intenta hacer justicia a la realidad de la trayectoria de mi investigación, por cuanto las conclusiones a que arribé en la tesis me llevaron a redirigir el foco de interés hacia las condiciones laborales de quienes se dedican al trabajo creativo, en general, y musical, en particular, como medio de vida. En torno a ello se centran mis últimos trabajos, desarrollados primero como docente investigador en la Universidad Nacional de Avellaneda y la Universidad Nacional del Comahue y, después, como investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio (dependiente del CONICET y la Universidad Nacional de Río Negro).
Como puede leerse en muchos trabajos de este tipo, el ejercicio intelectual del proceso de elaboración de una tesis implica esfuerzos, búsquedas (en gran medida infructuosas), conflictos, replanteos y angustias así como también disfrute, satisfacción y alegrías. Este caso no fue la excepción, y aquí hay un poco de todo eso. Una de estas últimas, que no quiero dejar de señalar, es la que me representa participar de la primera generación familiar que alcanzó un título universitario; si bien es cierto que en el árbol genealógico aparece algún bisabuelo en posición acomodada (por cierto, perdida antes de promediar el siglo pasado), existe en mi familia una larga historia de pertenencia al sector de la población que vive de la venta de su fuerza de trabajo, en especial de aquella vinculada a tareas manuales en la producción agraria e industrial, que comprende procesos migratorios internos, trabajo informal y dificultad de acceso a la vivienda, entre otras delicias de la condición obrera en América Latina.
No pretendo, sin embargo, narrar una historia de movilidad social, sino reconocer la condición desde la que estas páginas fueron escritas, por cuanto es la misma condición de quienes viven, en el ámbito músical, de su propia fuerza de trabajo, y que constituyen el objeto de esta obra. El recorrido investigativo me ha llevado doblemente, por tanto, a enfrentarme con dicha condición: como miembro histórico de la clase de quienes viven de su trabajo y como investigador de un fenómeno sostenido por quienes deben vender su fuerza de trabajo, aunque actualmente tiendan a ser desconocidos como tales. El punto de llegada de dicho recorrido, por tanto, se vuelve en verdad un punto de partida en dirección a elaborar la comprensión crítica de esta condición en el ámbito de la música, mas asumiéndola en su vasta extensión como la misma que se despliega en el resto de la vida social bajo la forma capitalista de su organización.
Del objeto de este trabajo
Este libro trata de la producción de música independiente. Comprende un fenómeno propios de las últimas dos décadas que tiene epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, aunque cada vez se encuentra más extendido a otros centros urbanos de Argentina. La proliferación de pequeños sellos discográficos, experiencias de autogestión musical editorial y en vivo, festivales públicos y privados, organizaciones de músicos y pequeños empresarios de la actividad musical, hasta de políticas públicas enfocadas a la música independiente durante los primeros años de este siglo ponen de relieve la multiplicidad de sus dimensiones así como la diversidad de actores que la integran.
Con el objeto de hacer justicia a la complejidad del problema, la investigación se valió de distintas herramientas en procura de obtener y sistematizar datos cuantitativos y cualitativos, lo que supuso llevar adelante un trabajo etnográfico como así también de archivo. Asumiendo que la misión del trabajo científico es “la reproducción de lo concreto por el camino del pensamiento” (Marx 1989: 51), esta tesis la ha hecho propia y ha procurado desplegar el conjunto de las determinaciones del fenómeno investigado, reconociéndolo como “unidad de lo diverso” (Marx 1989: 51). En tanto este camino implica “apropiar virtualmente a la realidad reproduciendo su necesidad mediante el pensamiento” (Iñigo Carrera, 2008: 265) sin anteponer categorías teóricas cuya necesidad resulte externa al objeto investigado, el lector encontrará en las páginas que siguen un recorrido que, pasando por las diferentes determinaciones de la producción musical independiente, se propone “enfrentar por nosotros mismos a las formas reales del capital para reproducirlas idealmente” (Iñigo Carrera, 2008: 273). Este camino no rehuye sino que restituye a la categoría de totalidad un lugar central; como ha señalado Grüner, la referencia a la totalidad como unidad de lo múltiple no implica, tal las miradas postestructuralistas y aun ciertas vertientes de los estudios culturales lo pretenden, un esencialismo objetivista que niega la acción de los sujetos, sino que constituye una brújula teórica necesaria en pos de evitar caer en un “conjunto caótico de particularidades” (2006: 134).
En el fenómeno que a esta tesis ocupa, una de las claves en el abordaje fue señalada por Adorno y Horkheimer (1969) al revisar la producción teórica de la sociología de la cultura, sosteniendo que el análisis de las ciencias sociales sobre las obras artísticas, o culturales, no se debe limitar a tener presente un “contexto social” que le es contemporáneo, sino que debe “profundizar el sentido social de las obras mismas, y por lo tanto, y no en último término, el significado de las mercancías que hoy sustituyen en gran medida la obra de arte en su autonomía” (1969: 103). De ese modo, entendemos que esto constituye el gran desafío teórico de esta tesis, por cuanto no es extraño ver asignar a la música un cierto poder identitario, representacional, colectivizante o comunitario, como si brotara de ella misma antes que de los procesos sociales que la sostienen. Sobre estos últimos, en tanto procesos constitutivos de un tipo específico de mercancías musicales, hemos enfocado la investigación doctoral plasmada en este libro.
Del recorrido previo en la investigación
El marco de esta última estuvo dado por el programa del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y fue sostenida por dos becas de posgrado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) entre los años 2008 y 2013, si bien sus orígenes se remontan a mis años en la formación de grado en Sociología en esa misma universidad. En efecto, hacia el final de la carrera de grado comencé a interesarme por distintos fenómenos que tenían lugar en la esfera cultural. Animado por el fervor participativo que la sociedad en su conjunto manifestaba durante los peores años de la crisis argentina de fin de siglo en múltiples emprendimientos culturales de tipo colectivos, solidarios, comunitarios, barriales o asamblearios, me despertaba gran curiosidad la particularidad que, ante procesos de empobrecimiento, precarización y desempleo de grandes masas de la población, evidenciaba la actividad cultural como espacio de participación, cooperación y contención así como también de denuncia, organización y lucha.
Mi primera experiencia de investigación académica, hacia el año 2004, fue en esa dirección, cuando me sumé al equipo de investigación sobre “Transformaciones del campo cultural en Argentina”, dirigido por Ana Wortman. Entonces me propuse indagar un fenómeno que tenía lugar en el campo de las artes visuales y que establecía múltiples lazos con muchas organizaciones sociales y de trabajadores, fábricas recuperadas y organizaciones de lucha por los derechos humanos: los colectivos de artistas. La modalidad de arte de autoría grupal se había desarrollado en un contexto de gran participación colectiva en organizaciones de la sociedad civil a la vez que el campo artístico en su conjunto se mostraba cada vez más receptivo a sus demandas. Con el objetivo de reconocer sus particularidades, tanto en lo relacionado con el vínculo entre producción artística y organizaciones sociales así como respecto de una mutación al interior del campo artístico donde se legitimaba este tipo de obra, llevamos adelante entrevistas con artistas y observaciones en exposiciones y obras en el espacio público. Una de las conclusiones a que nos permitó arribar aquel trabajo inicial fue que, en la Argentina, el campo artístico no producía sus propias reglas de manera autónoma, sino que evidenciaba una vinculación con problemáticas políticas, sociales y aun ideológicas, establecida previamente aunque fortalecida durante la crisis, llegando a representar una estrategia de supervivencia en condiciones de desempleo generalizado así como también a constituirse en un medio por el cual desplegar críticas y protestas sociales. El azar y la necesidad me llevaron luego a integrar como un equipo multidisciplinario de sociólogos, antropólogos y psicólogos en el Observatorio Argentino de Drogas (organismo estatal cuyo objetivo era producir y sistematizar datos de orden cuali y cuantitativo acerca de la problemática del consumo de sustancias psicoactivas desde las distintas perspectivas de las ciencias sociales), donde participé de varios proyectos destinados a indagar y analizar los distintos fenómenos de orden sociocultural presentes en estos consumos a nivel nacional desde un enfoque cualitativo. Si la experiencia anterior en el IIGG me había alimentado y afirmado la curiosidad por las problemáticas de la cultura contemporánea en la Argentina, ese segundo ejercicio, que transcurrió entre 2005 y 2008, resultó plenamente enriquecedor al ejercitarme en la elaboración de proyectos de investigación, las elecciones metodológicas, el trabajo etnográfico, el procesamiento y análisis del material empírico.
Por otro lado, mi afición por la música me había llevado a estudiar canto desde 2004 en el Conservatorio Provincial de Música Julián Aguirre, aunque hacia 2006 mis obligaciones profesionales, en particular los cada vez más frecuentes viajes al interior del país que demandaba el trabajo de campo en el Observatorio Argentino de Drogas, volvieron insostenible el régimen de estudios regular, con asistencia a clases teóricas y prácticas, ensayo diario, etcétera. De modo tal que esta tesis puede ser entendida como el fruto académico de una frustración musical.
Amén de ello, es el resultado del intento por recuperar en términos reflexivos esos años de estudio musical, pues no sólo hice amigos y amigas sino que conocí a innumerables estudiantes y docentes con actividad musical por fuera del espacio académico: en bandas de rock en infinitas variantes, reggae, punk, pop estilo británico, orquestas de tango y folklore solía encontrar los fines de semana haciendo música (y no pocos ganándose parte de su sustento con ello) a quienes de lunes a viernes escuchaba ensayar los ejercicios para piano del Mikrokosmos de Bartók o preparar el ciclo de canciones La Bella Molinera de Schubert. Si en los colectivos de arte había advertido un acercamiento entre grupos de artistas plásticos e integrantes de las organizaciones sociales con quienes éstos se vinculaban, en la música pude reconocer un espacio aún más extendido donde se conjugaba el ejercicio musical con la supervivencia cotidiana y la actividad recreativa con la organización autogestiva de discos y conciertos.
En este marco, cuando hube acabado mi abordaje sobre los colectivos de arte, tenía ya en claro hacía dónde quería dirigirme en mi siguiente trabajo de investigación, que tomó forma entre marzo y julio de 2007, con la formulación del plan de trabajo con el que obtuve la beca del CONICET para realizar mis estudios doctorales.
De algunas particularidades de este trabajo
El proceso investigativo, aún habiendo sido planificado en sus distintas etapas, estuvo, no obstante, plagado de sorpresas y dificultades, tanto en la realización del trabajo de campo y de archivo como en las etapas de mayor trabajo teórico de escritorio. Destaco aquí algunas de ellas, con el objeto de advertir a lectores y lectoras acerca de las particularidades del abordaje emprendido, acaso facilite esto su camino por transitar.
Una de las principales dificultades, que tuvo lugar durante los comienzos de la investigación, es la referida al género musical. En distintas instancias en que me tocó exponer resultados de investigación en el medio académico local (y resalto la localía porque lo que sigue raramente sucede en academias de otras latitudes), repetidas veces me encontré con observaciones de compañeros y colegas respecto de qué genero musical abordaría yo a través de la música independiente o, mejor aún, cómo era posible indagar un fenómeno musical sin hacerlo desde uno (o algunos) de los géneros musicales que podían incluirse en la música independiente. La respuesta, naturalmente, se encuentra en las páginas que conforman la tesis. Sin embargo, resulta algo curioso pues una de las características más sobresalientes de la cultura contemporánea es precisamente la mixtura y atravesamiento de géneros musicales, aún más allá de la frontera entre música académica y popular.
Y es que la centralidad del género musical resulta compartida por la casi totalidad de aproximaciones hacia la música por parte de la academia local, algo difícil de concebir, por ejemplo, en los (abundantes a esta altura de la historia cultural argentina) estudios sobre el teatro o el cine independiente, sin desmedro de las valiosas contribuciones realizadas en esa dirección. En el caso de la música, esto parece deberse al fuerte impacto que los estudios culturales ingleses tuvieron sobre los investigadores locales, muchos de los cuales han recuperado la noción de subcultura, muy vinculada a los estudios de juventud y a géneros y estéticas particulares, extendiendo su perspectiva, si bien con algunas variaciones, hasta nuestros días. Esta dificultad, por otro lado, despertó la necesidad de un planteamiento específico de la cuestión en la tesis indagando qué vínculo estableció el rock nacional -estrella de los estudios sobre música popular en Argentina- con la música independiente, lo que arrojó luz sobre varios aspectos del problema.
Otra de las dificultades aparecida en distintas etapas de la investigación consistió en la escasa literatura científica local sobre problemáticas vinculadas a la producción musical. Si bien en los últimos años han visto la luz algunos trabajos originales y enriquecedores en esta dirección, resulta minúscula en el conjunto de trabajos realizados desde las ciencias sociales sobre problemáticas relacionadas con la música, donde priman las temáticas de identidad, juventud, corporalidad, género o subalternidad. Ello me ha forzado a recurrir en gran medida a aportes publicados en lengua inglesa; si por un lado esto facilitó la articulación entre el fenómeno local y varios procesos globales que le sirven de marco, a la vez encierra el problema de trabajar con literatura científica generada en contextos económicos, culturales, sociales y musicales notablemente distintos a los de Argentina.
Como consecuencia de lo descripto y con el objeto de reconocer y describir la especificidad del fenómeno local de la producción musical independiente frente a los referidos por la gran mayoría de la literatura académica -mayormente localizados en Europa-, he revisado distintas manifestaciones de independencia en otros momentos de la historia musical argentina, tras lo cual identifiqué elementos propios y distintivos que aún pueden advertirse en nuestros días. En otras palabras, a la pregunta de ¿qué representa la noción de independencia en la música en Argentina? esta tesis procura dar respuesta no sólo mediante la voz de los actores del presente sino también apelando a testimonios y archivos de producciones musicales previas.
Es aquí donde me vi sorprendido por el propio proceso de investigación. Habiendo planteado un problema tan contemporáneo por indagar, me encontré con la necesidad de relevar archivos y documentos que se remontaban a los orígenes del Estado Nacional y los tiempos de oro del radioteatro en Argentina. Ausente del proyecto de investigación original, esta labor me resultó fascinante. La riqueza que pude obtener al revisar los archivos, discursos y revistas de época que encontré en el Instituto Iberoamericano en Berlín, primero, y en los de la Biblioteca Nacional, después, me sorprendió gratamente, por cuanto no me había despertado mayor entusiasmo una tarea que desde la carrera de grado no había vuelto a realizar y que a primera vista no parecía muy provechosa para indagar fenómenos actuales.
Y sin embargo, la lectura de aquellos documentos me resultó plenamente placentera y enriquecedora, al punto que aún quedan muchas páginas colmadas de anotaciones en mis cuadernos de lectura que por motivos de foco y extensión no he podido volcar en la versión final. A este respecto, debo resaltar que el trabajo de archivo me ha permitido encontrar conflictos y tensiones comunes en procesos sociales y culturales correspondientes a distintos momentos históricos, advertir el carácter central de las dimensiones política e ideológica en la cultura más allá de los años sesenta y setenta -referencia habitual en los estudios académicos sobre producción artística y cultural-, así como rastrear en la música los orígenes de la noción de independencia y los procesos concretos sobre los que se sustenta. Su tratamiento en este libro, que asimismo he reducido en procura de ofrecer una lectura menos aburrida, se justifica en la escasa producción teórica respecto de la historia local de la noción de independencia en torno de la producción musical.
Por otro lado, la tesis de que da cuenta este libro se enfocó en el período comprendido entre los años 1999 y 2012. Debe notarse que si bien existían tendencia a la digitalización del mercado musical en Argentina -por cierto notablemente menores que en el norte global-, fue recién en 2013, y con la llegada al país de la plataforma de reproducción en línea de música Spotify, que el impulso digitalizador cobró fuerza en el sector. Asimismo, y en consonancia con lo que se expone en este trabajo sobre las tecnologías digitales, dicha transformación se concentra en los últimos eslabones del mercado de la música y afecta principalmente a las grandes empresas discográficas. Si bien puede asumirse el período investigado como inmediatamente previo a estas mutaciones, no es ocioso aclarar que, a la fecha, el fenómeno abordado no ha evidenciado cambios sustanciales en términos de las prácticas musicales, las representaciones e imaginarios y los procesos laborales que lo sostienen. Por el contrario, el contexto de emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 en que este prólogo fue revisado ha puesto de manifiesto que son los (y las) trabajadores de la cultura quienes más han padecido en carne propia el estancamiento económico a escala global, gracias a la precariedad de sus condiciones laborales, junto con otras porciones de población trabajadora con empleos inestables, informales, temporales y mal retribuidos, especialmente en América Latina.
Por último, otra particularidad de esta obra es su extensión. Permítaseme, sin embargo, excusarla en función de tres motivos que han pesado sobre todo el proceso de escritura. Primero, ante la ausencia de trabajos sobre este fenómeno en Argentina me he visto en la necesidad de dedicar no pocas páginas al tratamiento de cuestiones vinculadas con su delimitación y definición; segundo, la convicción de que la comprensión científica de un concreto requiere el despliegue de sus múltiples determinaciones; las limitaciones del propio autor en llevarla a cabo explican el resto.
Del contenido y su organización
El presente trabajo parte de la consideración del nacimiento y la consolidación de un espacio novedoso de música independiente en la Ciudad de Buenos Aires hacia fines de la década de 1990 y cuyo desarrollo se continúa hasta nuestros días. Surgida en el contexto de la reciente crisis argentina y enmarcada en los cambios globales de la cultura, la música independiente suele ser postulada por sus actores como extraña a la gran industria musical, ajena a relaciones mercantiles -aun cuando se reconoce como objeto para el intercambio- y motivada por intereses extra económicos. Con el objetivo de explorar, interpretar y analizar este fenómeno como unidad de múltiples determinaciones, la exposición se organiza en tres partes.
En la primera, se exploran y describen los procesos presentes en su surgimiento y desarrollo, tanto en sus dimensiones cuantitativas como cualitativas, atendiendo a las diferentes definiciones del fenómeno que pueden encontrarse en producciones académicas y entre los distintos actores involucrados con vistas a la construcción de una definición multidimensional y situada del problema abordado. La segunda parte se centra en la identificación del fenómeno abordado en los términos de las particularidades que asume como proceso concreto de producción de música y lsa representaciones que de él se hacen los actores, adoptando una perspectiva interpretativa y crítica, buscando reconocer la importancia que la música independiente reviste como espacio de prácticas creativas, participativas y novedosas, comprendiendo la articulación entre tales representaciones. La tercera parte adquiere un sentido analítico y se centra, por un lado, en las condiciones materiales de producción de la música independiente, donde se observan prácticas laborales informales, precarias y hasta pagadas por debajo de su valor; por otro, en la problematización del vínculo concreto existente entre la música independiente y la que no lo es, en procura de comprender el lugar que la producción musical independiente asume en la totalidad social contemporánea; tras ello se concluye en el reconocimiento del carácter contradictorio del fenómeno abordado al representarse la música independiente como espacio creativo, abierto y libre al tiempo que integra las lógicas hegemónicas de la cultura, señalando la capacidad constitutiva de la cultura sobre la totalidad social.