Eduardo Luciano Tadeo Hernández
Introducción
El objetivo de este capítulo es reflexionar sobre cómo el concepto de poder suave se ha ido incorporando en el discurso gubernamental de los países asiáticos y sus estrategias diplomáticas. Particularmente, me enfocaré en el caso de Corea del Sur, que no solo se ha apropiado de dicho concepto, sino que ha articulado una serie de procesos institucionales de diplomacia pública para hacer operativa la búsqueda de este tipo de poder. Esto ha llevado al país a crear estrategias dirigidas a los públicos internacionales que cada vez están más ávidos de consumir productos culturales surcoreanos.
Para llevar a buen puerto estas reflexiones, estructuraré el capítulo de la siguiente manera: en primer lugar, discuto en torno a la aplicabilidad del concepto de poder suave en Asia; en segundo lugar, me centro en entender de qué forma ha comprendido el concepto de poder suave Corea del Sur y lo ha gestionado desde la diplomacia pública; en tercer lugar, me concentro en mostrar las diferentes estrategias diplomáticas suaves que el gobierno surcoreano ha decidido implementar para llevar a cabo la búsqueda de este poder; en cuarto lugar, ejemplificó algunos proyectos concretos que Corea del Sur ha dirigido al público mexicano; y en quinto lugar propongo algunas reflexiones finales, considerando los retos del gobierno surcoreano para crear poder suave en contextos de la pandemia del COVID-19. En breve, este es un texto que busca dar cuenta de la manera en la cual Corea del Sur busca ganar y persuadir corazones y mentes en el mundo.
El poder suave y su traducción cultural en Asia
Si hay un concepto en el ámbito de las relaciones internacionales que hoy tiene un uso global por parte de muy diversos actores, entre los que se encuentran diplomáticos, políticos, empresarios y académicos, es el de poder suave. La propuesta intelectual parte de una visión gestada desde las preocupaciones geopolíticas e intelectuales estadounidenses. De hecho, el autor del concepto, Joseph Nye Jr., empieza a trabajar con esta perspectiva desde la década de los noventa teniendo en cuenta el declive del poder de los Estados Unidos, y desde ahí nota que hay otros recursos que el país puede utilizar para mantener poder[1].
Así, Nye define el poder suave como la capacidad de un actor internacional, particularmente un Estado, para lograr cooptar y/o persuadir a otro(s) a fin de que actúen para favorecer los intereses del primero. Para dar lugar a esta cooptación propone considerar tres elementos: a) los valores políticos, particularmente aquellos vinculados con sistemas democráticos y liberales; b) las decisiones de política exterior; y c) finalmente la cultura, en un sentido amplio[2]. A pesar del enorme potencial de este poder, el académico asume que requiere de hacer mancuerna con el poder duro, o el uso de la fuerza o amenazas para lograr ciertos fines, para dar lugar a lo que llama el poder inteligente[3].
En el Sistema Internacional existen asimetrías de poder y, por tanto, no todos los actores tienen las capacidades para asumir un papel activo en la construcción de poder suave y/o poder duro como las grandes potencias; por lo cual, aunque adopten el concepto y lo usen a nivel de política exterior y diplomacia, tienen que adecuarlo a sus condiciones particulares o hacer ejercicios de traducción cultural. Esto último es un asunto importante para los países asiáticos, los cuales han hecho un esfuerzo por incorporar la discusión de la dimensión suave del poder a sus búsquedas de gestión de sus imágenes internacionales.
El Este Asiático, particularmente Japón, Corea del Sur y China, aparece hoy como referente de poder suave en indicadores internacionales tales como la herramienta The Soft Power 30[4], ranking internacional que busca identificar a los treinta países con recursos de poder suave significativos en un entorno multipolar e interdependiente. Como se muestra en el Cuadro 1, entre 2017 y 2019, mientras Japón se ha mantenido en los primeros diez lugares del ranking, siendo el país asiático mejor evaluado, y China se ha colocado en los últimos cinco lugares, Corea del Sur ha ido gradualmente avanzando en la lista hasta llegar a ocupar el lugar 19 en 2019, seguido de manera cercana por Singapur. Destaca el puntaje surcoreano en cuestiones relacionadas con la cultura empresarial y los procesos digitales.
Cuadro 1. Posición de países asiáticos en el indicador Soft Power 30
País | 2017 | 2018 | 2019 |
Corea del Sur | 21° con 58.40 | 20° con 62.75 | 19° con 63 puntos |
Japón | 6° con 71.66 puntos | 5° con 76.22 puntos | 8° con 75.71 puntos |
China | 25° con 50.50 | 27° con 51.85 | 27° con 51.25 |
Singapur | 20° con 58.55 | 21° con 62.44 | 21° con 61.51 |
Fuente: elaboración propia con base en Portland USC Center on Public Diplomacy, “The Soft Power”, en Portland-USC Center on Public Diplomacy, Estados Unidos, 2019.
A partir de este ranking podemos reflexionar que tanto Japón como Corea del Sur, los aliados estadounidenses en el Este de Asia, están trabajando en construir imágenes aceptables en el exterior desde parámetros occidentales de poder suave. Aunque China está haciendo cada vez más visible para la comunidad internacional e incrementando esta forma de poder, habrá que aclarar que tiene su propio entendimiento del concepto, confeccionado por parte de la élite intelectual y política China, como lo ha documentado Priscila Magaña[5].
Ahora bien, la preocupación de los países asiáticos por mejorar su imagen y lograr reconocimiento internacional está ligada a su propia historia y posición en las relaciones internacionales contemporáneas, en una estructura en la que existen diversos polos de poder, pero en constante reconfiguración. En el caso de Corea del Sur, desde su surgimiento como Estado en la década de los cuarenta del siglo XX hubo una búsqueda por ser reconocida en el concierto de las naciones en franca competencia con Corea del Norte, meta que fue lograda de manera gradual y alcanzó su punto máximo cuando ambas Coreas fueran admitidas en la Organización de las Naciones Unidas en la década de los noventa.
Tras tener éxito en su proyecto de desarrollo, desde la década de los noventa el Estado surcoreano empezó a implementar una política de inserción a la globalización, que tuvo impactos en la economía y la política exterior. Entrado el nuevo siglo, además del interés por seguir participando del mercado internacional, se sumó un mayor interés por participar en diversos espacios de cooperación multilateral, regional y bilateral. A pesar de los múltiples esfuerzos realizados, el gobierno surcoreano detectó en la primera década del siglo XXI que aún Corea del Sur era escasamente conocida en el escenario internacional. Por lo anterior, empezó a implementar una estrategia más institucionalizada para gestionar su imagen en el exterior y hacerse presente ante los ojos de los gobiernos y públicos extranjeros. Esto sucedió de manera más sistemática a partir del periodo gubernamental del presidente Lee Myung-Bak (2008-2013), cuando se consolidaron algunos proyectos de diplomacia pública.
La diplomacia pública como herramienta del poder suave surcoreano
El concepto de diplomacia pública fue acuñado por el estadounidense Edmund Gullion en el año de 1965 para dar cuenta de las diversas estrategias comunicativas para influir en las actitudes del público internacional a fin de que favorezcan las acciones de política exterior de un Estado. El concepto era útil para explicar las acciones de comunicación y relaciones públicas gestionadas por la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA, por sus siglas en inglés) en aquel momento[6]. Desde entonces, ha habido un desarrollo en el entendimiento conceptual y en la práctica de esta forma de diplomacia, y más recientemente, hacia el siglo XXI, el debate intelectual ha vinculado el término con el de poder suave.
El propio Joseph Nye reflexionó que la diplomacia pública ha tenido un papel histórico para promover el poder suave de los países en el contexto de la Guerra Fría, y ahora toma un lugar fundamental en un entorno de violencia internacional marcado por el terrorismo. Asimismo, argumenta que esta diplomacia requiere credibilidad, autocrítica y a la sociedad civil para generar poder suave[7], claramente desde una postura que abraza valores democráticos. Aunque podemos criticar el nacionalismo epistemológico de Joseph Nye en esta propuesta, también hay que reconocer que tal postura es celebrada y asumida por las élites diplomáticas surcoreanas y poco cuestionada aún por los académicos que estudian la diplomacia pública del país.
El impacto del concepto de diplomacia pública en Corea del Sur lo corrobora el diplomático surcoreano Huh Tae-Wan, quien expresa que en el siglo XXI ha habido diversas iniciativas para promover al país, pero fue en 2010 cuando se empezó a trabajar más específicamente desde la perspectiva de la diplomacia pública y de forma institucional para construir poder suave. Como parte de las medidas de institucionalización, se estableció un foro sobre diplomacia pública, se creó un grupo consultivo de especialistas y se instauró la figura del embajador para Diplomacia Pública[8], que se incorporó al organigrama del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur y que hoy es una posición muy importante y estratégica para la política exterior surcoreana. Dentro de las personas que han ocupado la titularidad del cargo se encuentra la embajadora Enna Park y el embajador Chang Jae-Bok. Particularmente, Park tuvo una proyección internacional notable e inició una agenda estratégica para incorporar a los ciudadanos surcoreanos como activos participantes de los proyectos para mejorar la imagen del país en el exterior.
La institucionalización de la diplomacia pública surcoreana logró consolidarse con la adopción de la Ley de Diplomacia Pública en 2016 que, en consecuencia, trajo consigo la creación de un Comité de Diplomacia Pública, con lo cual se reforzó la perspectiva de que esta diplomacia es el tercer pilar de la política exterior, después de los asuntos económicos y políticos[9]. Lo importante de la creación de este comité es que no solo incorporó a actores gubernamentales, sino también a actores no gubernamentales integrantes del sector académico y del ámbito privado[10].
Así, a partir de la adopción de un marco jurídico e institucional por parte de Corea del Sur podemos reconocer dos elementos: por un lado, es importante dar certidumbre financiera y administrativa para la buena gestión de las tareas de diplomacia pública encabezadas por el gobierno, pues esto garantiza la continuidad de los proyectos; por otro lado, el trabajo dentro de la diplomacia pública no puede ser una tarea exclusiva de los Estados, se necesita de otros actores, como pueden ser académicos, organizaciones de la sociedad civil, empresas y aun integrantes de las diásporas. Esto último es de vital importancia porque refleja que en el mundo contemporáneo la diplomacia no es solamente una cuestión de los gobiernos y las élites, también implica la participación de una diversidad de actores que con sus redes, experiencia y recursos pueden coadyuvar, en ocasiones, a alcanzar los objetivos de política exterior de un Estado.
Entonces, para Corea del Sur la diplomacia pública se ha vuelto una herramienta institucional para generar poder suave y ganar mentes y corazones en el mundo. Ahora bien, la manera en la cual la diplomacia surcoreana ha buscado acercarse a los públicos extranjeros ha cambiado de enfoque con el tiempo, pues se ha ido afinando el propio discurso diplomático y la política exterior, buscando mediar entre los intereses del Estado surcoreano y su responsabilidad con la comunidad internacional. En este sentido, se encuentra en un proceso de transición de una diplomacia pública 2.0, mucho más centrada en los intercambios interculturales, la promoción educativa y el énfasis en la promoción del idioma coreano, a un tipo de diplomacia 3.0, más centrada en la contribución a los bienes globales, asumiendo una responsabilidad como integrante de la comunidad internacional[11].
En cuanto a instrumento de política exterior, encontramos que en la actualidad la diplomacia pública surcoreana resulta un eje fundamental para el entendimiento de las relaciones internacionales de Corea del Sur. En la pasada administración presidencial de Moon Jae-in, iniciada en 2017, se dio continuidad a diversos proyectos de diplomacia pública, y además sirvió como un instrumento en tiempos de crisis global, como analizaremos más adelante. También se continuó insistiendo en que era necesario trabajar en la construcción del poder suave no solo para proyectar el país en el exterior, sino para mostrar que Corea del Sur en la práctica es una potencia media comprometida con asuntos globales.
Además, hoy el país cuenta con la capacidad económica, recursos tecnológicos diversos y referentes simbólicos icónicos para impulsar diversas estrategias diplomáticas que le permiten generar cercanía y diálogo con distintas comunidades a nivel internacional y que, en consecuencia, la ayuden a construir y operativizar su poder suave. La identidad surcoreana se proyecta en el exterior desde un discurso en donde convergen la tradición y la modernidad, lo que resulta en diferentes expresiones que quizá no alcanzan a representar la totalidad de la diversidad de la sociedad contemporánea, pero que sí aparecen atractivas para las audiencias internacionales que están ávidas de referentes para construir sus propias identidades en este contexto de globalización.
Tomando en cuenta lo anterior, en el siguiente apartado reflexionaremos sobre diversas estrategias que el gobierno surcoreano ha implementado de manera sistemática para lograr acercarse a los públicos extranjeros y avanzar sus intereses de política exterior.
Estrategias y agencias en la diplomacia pública surcoreana
Uno de los retos principales en torno a la construcción de poder suave es incorporar la cultura, la política exterior y los valores políticos en estrategias diplomáticas que sean entendibles para diversas audiencias en el mundo, al menos aquellas que se consideran prioritarias para un Estado. Así, dentro de la diplomacia pública surcoreana podemos ubicar diversas acciones planteadas con este objetivo: ayuda para el desarrollo, la promoción de los estudios coreanos, intercambios educativos, programas de invitación de líderes, diálogo interparlamentario y la proyección del Hallyu o la ola coreana. A continuación, profundizo sobre estos proyectos y señalo algunos actores importantes para llevarlos a cabo.
Ayuda externa para el desarrollo y participación en espacios multilaterales
Es un lugar común la historia de que Corea del Sur era un gran receptor de ayuda en la década de los sesenta del siglo XX y eventualmente, dado su éxito de desarrollo económico, se convirtió en donante. Este es uno de los discursos que más se repiten por parte de los diplomáticos surcoreanos, pero también por parte de la Agencia de Cooperación Internacional Corea (KOICA, por sus siglas en inglés), que desde su fundación en 1991 es el articulador e implementador de la ayuda externa que proporciona el país. Hoy la agencia tiene presencia en Asia, África, América Latina y Medio Oriente.
Ahora bien, en el ámbito multilateral el Estado surcoreano forma parte de diferentes programas importantes de la Organización de las Naciones Unidas, a la que también ingresó en 1991 junto con Corea del Norte. Dentro de sus principales áreas de acción está su contribución a las operaciones para el mantenimiento de la paz y el apoyo al combate contra el analfabetismo a nivel internacional, como lo sugiere su financiamiento al Premio Rey Sejong en el marco de la UNESCO. En general, el ámbito de la ayuda externa y su trabajo multilateral impulsan una imagen de país responsable en el escenario global como rasgo importante de la política exterior surcoreana.
Promoción de los estudios coreanos en el mundo
Una de las estrategias clásicas para que un país tenga presencia internacional y se combatan los estereotipos asociados es el énfasis en la formación de especialistas en la historia, la cultura, la literatura y cualquier otra área que promueva una visión comprehensiva de la sociedad en cuestión. Consciente de esto, el gobierno surcoreano ha impulsado desde diversos frentes los estudios coreanos en distintas partes del globo. Dos actores relevantes para llevar a cabo esta inquietud son la Fundación Corea y la Academia de Estudios Coreanos.
La Fundación Corea se estableció en 1991, y se convirtió en un referente fundamental de la diplomacia pública surcoreana para la proyección internacional del país en el exterior y particularmente con el financiamiento a proyectos que promueven el conocimiento de lo surcoreano; entre otras actividades se encuentran la invitación a líderes del mundo a Corea del Sur, con viajes todo pagado, así como otras formas de cooperación cultural y científica. La presencia de la fundación es global, en América Latina en particular es una de las principales financiadoras de los encuentros de estudios coreanos a nivel regional, papel que ha tomado en ocasiones también la Academia de Estudios Coreanos (AKS, por sus siglas en inglés), la otra importante institución surcoreana para promover los estudios coreanos en el mundo. Fundada en 1978 por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, la AKS lanza recurrentes convocatorias a nivel internacional para que los investigadores puedan especializarse sobre una variedad de temáticas en los estudios coreanos y fortalecer su conocimiento del idioma haciendo estancias o estudiando posgrados en Corea del Sur. Así, los estudios coreanos empiezan a abrirse un lugar en los estudios de área a nivel global y particularmente en el Sur Global, como lo denotan los investigadores de África, el Sudeste Asiático y América Latina.
Programa especial de invitación de líderes
La intención de este proyecto es acercar a Corea del Sur a líderes con influencia en sus respectivos países a fin de que puedan tener una experiencia de primera mano sobre la cultura y la historia surcoreana. Particularmente, los invitados provienen de áreas como las artes, la cultura, el periodismo, la educación, la diplomacia y la seguridad, el gobierno, los parlamentos y los negocios. Aunque es un programa internacional cuentan con programas específicos para líderes de Vietnam, de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y de la India. La importancia de esta estrategia es que busca una mediación directa para el conocimiento de la cultura y política surcoreanas, lo cual es una ventaja en el combate a los estereotipos o al poco conocimiento en general que existe sobre el país en el exterior. Cabe mencionar que la institución que impulsa estas visitas es la Fundación Corea, que está afiliada al Ministerio de Relaciones Exteriores.
Promoción de los intercambios educativos
Esta estrategia tiene la intención de convertir la educación internacional en Corea en un puente para el contacto intercultural, pero también para la consolidación de un prestigio para el sistema educativo surcoreano, amén de generar una oferta que atraiga al país a estudiantes de diversas partes del mundo. El sistema educativo surcoreano en el siglo XXI no solo está dentro de los diez más importantes a nivel internacional, sino que tiene la peculiaridad de tener tanto el sector privado como el público ofreciendo espacios educativos con una calidad comparable. Asimismo, el sector privado está financiado sobre todo por ciertas chaebols, o empresas coreanas de escala global, con lo que se puede observar que la educación está ligada a la creación de una economía de conocimiento[12]. Dentro de los ministerios que participan en esta estrategia podemos considerar el Ministerio de Educación y el Ministerio de Relaciones Exteriores. En todo caso los intercambios educativos son útiles para que de forma cercana los estudiantes forjen una mirada sobre Corea del Sur que en el mejor de los casos puede ser positiva y a largo plazo.
Diálogo interparlamentario
Este es otro de los recursos que utiliza Corea del Sur para vincularse con el mundo y proyectar su imagen en el exterior a partir de propiciar el contacto con las élites políticas y los asambleístas a nivel internacional. En ese sentido, el país ha participado de manera recurrente en mecanismos de diálogo parlamentario como el del G-20, según lo confirma la visita en 2013 del presidente de la Asamblea de Corea del Sur al IV Foro de Consulta de Presidentes de Parlamentos del G–20. La diplomacia parlamentaria, como se conoce también a este tipo de contacto internacional, es un área poco explorada en la literatura, pero sin duda un componente importante, dado que por lo general son las asambleas o cámaras las que ratifican los tratados internacionales que firman los mandatarios.
El Hallyu o la ola coreana
Sin duda, uno de los aspectos en los cuales el gobierno surcoreano ha puesto gran atención para la generación del poder suave ha recaído en el ámbito cultural. Particularmente, aquel que tiene que ver con la llamada ola coreana (Hallyu, en coreano), que el propio Joseph Nye ha reconocido como un referente importante para la proyección internacional de Corea del Sur[13]. La ola coreana representa una variedad de expresiones culturales que dan cuenta de ese discurso modernidad-tradición al que nos referimos con anterioridad, que presenta la identidad coreana desde una perspectiva híbrida. Entre estas expresiones destacan: el idioma coreano (Hangul), la vestimenta tradicional (Hanbok), la comida coreana (Hansik), deportes como el Tae Kwon-do, así como expresiones de las industrias culturales coreanas contemporáneas tales como el K-pop y los K-dramas, estos últimos tienen no solo una gran proyección internacional sino una gran capacidad de monetización.
Existen diversas instituciones que impulsan la ola coreana en el mundo, una de ellas es el Instituto Rey Sejong. Es una tradición clásica de la proyección de los países utilizar el idioma como parte de su exposición cultural al mundo, Corea del Sur no es la excepción. El Instituto Rey Sejong, en honor al autor intelectual del idioma coreano, se creó en el siglo XXI para transmitir la cultura y el idioma coreana en el mundo y hoy tiene sedes en diversas regiones. En América Latina, por ejemplo, cuenta con presencia en México, Argentina y Brasil. Esta ha sido una de las estrategias más articuladas del gobierno surcoreano para acercar los públicos extranjeros a la cultura coreana, aprovechando el creciente interés por el país a partir de expresiones de cultura popular[14]. Ahora bien, sin duda, otro actor relevante en la construcción del poder suave surcoreano son las empresas de entretenimiento.
Hoy en día las industrias culturales surcoreanas del K-pop y los K-dramas, así como el cine surcoreano, están siendo generadas por el sector privado, aunque el apoyo para la proyección internacional se hace colaborativamente con el gobierno de Corea del Sur. Algunos ejemplos de empresas de entretenimiento más reconocidas son YG Entertainment, Big Hit, JYP, FNC, entre otras. El sector privado se ha convertido en los ámbitos de la producción musical y audiovisual en un actor primordial para el proceso de internacionalización de los idols coreanos. Aunque el éxito del K-pop y los K-dramas surgieron por la propia acción del sector privado, ciertamente el gobierno de Corea del Sur entendió el potencial de esto para su imagen-país y ha generado desde hace varios años una estrategia de diplomacia pública en donde el Hallyu tiene un lugar central.
Con este mapa de estrategias y actores de la diplomacia pública surcoreana en mente, quizá habría que aclarar que el Ministerio de Relaciones Exteriores es el pilar en la articulación de la diplomacia pública surcoreana en la medida que el embajador para la diplomacia pública tiene aquí su adscripción y hay toda una normativa institucional que lo sugiere. Además, en las diversas misiones diplomáticas del gobierno de Corea del Sur suele haber algún diplomático encargado de avanzar sobre el plan de trabajo central, que se vincula con diversos institutos y agencias coreanas en el exterior. En ese sentido, las misiones diplomáticas actúan en colaboración con los centros culturales coreanos para avanzar la agenda de diplomacia pública.
Ahora bien, en términos de ejecución de las estrategias de diplomacia pública hay diversas agencias gubernamentales que las llevan a cabo, pero también participan algunas instancias privadas en el impulso de dichas acciones. Esta colaboración en red ha sido uno de los principales elementos de la estrategia de Corea del Sur para la construcción de poder suave a través de la proyección internacional de rasgos referentes a su cultura, a su discurso de desarrollo y a su compromiso con causas globales, sobre todo ante sociedades que resultan importantes en la agenda de política exterior del país. Uno de estos casos es México, en donde Corea del Sur tiene, sobre todo, intereses de carácter económicos. En el siguiente apartado reflexionaremos sobre el lugar que ocupa México en la política exterior surcoreana y en su agenda de diplomacia pública, especialmente durante el gobierno de Moon Jae-in.
El poder suave surcoreano en México durante el periodo de Moon Jae-in
Corea del Sur utiliza diversas estrategias de diplomacia pública con los países con los que tiene relaciones diplomáticas y comerciales y en donde descansan ciertos intereses de política exterior. En América Latina, México ocupa un lugar primordial para Corea del Sur no solo porque funge como un puente de conexión con el resto de la región, sino porque es el 6º socio comercial de México a escala mundial, mientras que México es el socio número uno de Corea del Sur en América Latina. Esto se aúna a la cercanía estratégica que tiene México con Estados Unidos y su pertenencia al ahora denominado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, por sus siglas en español).
Dado este interés más económico, a la creciente visibilidad de la comunidad coreana en México que tiene más de 100 años en el país y al interés innegable de comunidades de fans por la música, los dramas y el cine coreano, el gobierno de Corea del Sur ha buscado maneras de construir poder suave en México, a partir de una serie de estrategias de diplomacia pública basadas sobre todo en asuntos culturales. El gobierno de Moon Jae-in, que inició en 2017 y concluyó en 2022, continuó con el impulso a la proyección de la imagen de Corea del Sur en el exterior. En este marco temporal hubo una serie de acciones dirigidas a diversos públicos en México, pero en gran parte fueron gestionadas por la Embajada de Corea del Sur en el país, el Centro Cultural Coreano, el Instituto Rey Sejong, pero también por la Fundación Corea, amén de la industria del K-pop surcoreano que ha corroborado la existencia de un fandom de la cultura popular coreana.
A continuación menciono algunas acciones de diplomacia pública que el gobierno realizó en territorio mexicano. En el caso del Centro Cultural Coreano (CCC) en México, que se ubica en Polanco en la Ciudad de México, notamos que se mantuvieron las clases de idioma coreano gratuitas, administradas dentro del centro por el Instituto Rey Sejong, tema que las autoridades han identificado importante porque en ocasiones estos estudiantes están trabajando o quieren vincularse con empresas coreanas y requieren de entender mejor el contexto cultural. Además, hubo diversas exposiciones sobre cultura coreana en el breve pero interesante espacio museístico ubicado en el centro, a la par que se ofrecieron talleres vinculados al conocimiento de la gastronomía coreana, que se ha vuelto popular en la Ciudad de México.
Es innegable que en 2020 la vida cambió a nivel global con la aparición de la pandemia COVID-19, como parte de estas medidas de confinamiento los gobiernos tuvieron que buscar algunas salidas adecuadas para mantener el interés de los públicos extranjeros. En esa medida el CCC promovió un proyecto gestionado desde el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea del Sur, el K-Culture Festival, que se celebró vía YouTube en los meses de octubre y noviembre de 2020. Así como este, también se organizaron diversos conversatorios que se proyectaron a su vez en el Facebook de la Embajada de Corea del Sur en México sobre literatura coreana, entre otros temas.
Uno de los proyectos que creó el gobierno surcoreano y que tuvo más proyección en el país fue el K-pop Stars 2021, un concurso que buscó generar un espacio para las personas interesadas en bailar y cantar al ritmo de sus idols. Tal fue el interés que se generó por parte del fandom mexicano que se decidió realizar el evento en el Metropolitan. Ese año además el cartel conmemorativo del concurso tenía un logo que celebraba los 50 años de la creación del servicio de información y cultura coreana, que es el que está detrás de los centros culturales coreanos en el mundo y que claramente se ha adaptado a los tiempos actuales.
A pesar de que la pandemia persiste, el gobierno surcoreano no quiso dejar de lado la posibilidad de celebrar en 2022 el sesenta aniversario de las relaciones diplomáticas entre México y Corea del Sur, por lo cual llevó a cabo algunas actividades, como la creación de un video musical que representó el vínculo bilateral o la gestión para la publicación de una obra colectiva en donde participamos académicos de ambos países y en donde el Círculo Mexicano de Estudios Coreanos escribió un capítulo dedicado a la cooperación cultural. Esto es un reflejo de que el gobierno de Corea del Sur tiene el interés de acercarse a los grupos académicos del país como parte de su agenda de mejorar su imagen y construir actitudes favorables para la política exterior surcoreana.
Con este breve recorrido, es posible observar que el gobierno surcoreano ha pensado en distintas audiencias en México que son clave para cuestiones políticas, sociales y culturales y ha trabajado en red como suele hacerlo a escala global. Aunque habría que evaluar con más detalle el resultado de sus estrategias, es notable que la diversificación de acciones responde a un interés variado y creciente sobre los asuntos coreanos en México.
Ahora bien, en México y en el mundo Corea del Sur sigue enfrentando un nuevo reto: continuar generando poder suave y atracción internacional en un entorno sumamente complejo por la pandemia del COVID-19, que no solamente ha generado una guerra de narrativas, sino que ha puesto sobre la mesa la pregunta de cuál es la responsabilidad global de los países y cómo esto puede también acompañar su agenda de proyección mundial y sus estrategias de diplomacia pública. Sobre este asunto trata el último apartado de este capítulo.
Apuntes finales: retos del poder suave surcoreano en tiempos de la pandemia COVID-19
Sin duda, desde 2020 la pandemia de COVID-19 ha repercutido en todas las áreas de la existencia humana, desde aquello que sucede en los hogares hasta aquello que se negocia en el seno de organismos multilaterales como la Organización de las Naciones Unidas. En el ámbito diplomático, el entorno pandémico ha requerido nuevas formas de creación de relaciones para avanzar las agendas de política exterior de los países, al mismo tiempo que ha requerido incorporar el tema de la salud como un eje toral de las acciones diplomáticas de los gobiernos.
Asimismo, los países asiáticos y sus diásporas han vivido de manera particular este suceso de alcance global. Dado que el virus parece haber tenido su origen en China, en diferentes públicos internacionales hemos observado el (re)surgimiento de expresiones de asianofobia, es decir, de un odio y miedo por lo asiático, que coloca en la misma canasta a todas las personas que comparten ciertos rasgos físicos, sin importar su nacionalidad. Eso explica la discriminación a la que han sido sujetas personas de origen asiático en Estados Unidos y otras partes del mundo solamente por su apariencia física. En cuanto a país asiático, el reto que ha tenido Corea del Sur ha sido doble en términos de diplomacia pública: por un lado, gestionar la pandemia y, por otro, mitigar los estereotipos y la ola de violencia contra los coreanos en el exterior.
En ese sentido, el gobierno surcoreano generó a principios de la pandemia una exitosa cobertura mediática internacional sobre su manejo del combate al COVID-19. Hay narrativas que señalan al país como una referencia a seguir para el combate al virus, lo que recuerda la opinión pública internacional sobre su éxito del desarrollo. Revisando algunos periódicos nacionales mexicanos como Milenio y El Financiero, es notable que 2021 fue un año en donde había un tono positivo sobre Corea del Sur por la gestión del proceso de vacunación[15] por ejemplo, aunque más adelante este tono celebrativo empieza a cambiar con la aparición de nuevas cepas de COVID-19[16]. En algunos medios internacionales lo que encontramos es una advertencia de que la percepción sobre el desempeño de Corea del Sur puede variar dependiendo de cómo la sociedad en cuestión ha vivido la gestión del COVID en sus propios países. Así, en The Diplomat se referencia una encuesta aplicada a estadounidenses en donde el 54% menciona que Corea del Sur desempeñó un buen manejo de la pandemia, mientras que el 60% considera que el de Estados Unidos fue malo o muy malo[17]. Esto nos enseña que las percepciones atienden a contextos específicos, pero que sin lugar a duda las historias que se construyen a lo largo del tiempo sobre un país ayudan (o no) a gestionar su imagen en tiempos de crisis.
Corea del Sur ha sabido comunicar su estrategia de manejo de la pandemia, al mismo tiempo que ha ejercido la diplomacia de la salud, apoyando a países como México con algunos materiales necesarios para el combate al COVID-19, pero el gobierno surcoreano tiene retos a futuro acerca de la gestión de la imagen de Corea en el exterior en un mundo que ya sufre repercusiones económicas y de conflictos interculturales a propósito de las desigualdades globales como consecuencia de esta crisis. Por tanto, Corea del Sur deberá pensar de qué forma las estrategias de diplomacia pública tradicionales y actuales, como la invitación de líderes, la promoción del idioma coreano y del Hallyu, entre otras, pueden vincularse con la agenda 3.0. Pues el mayor reto es que sus acciones de diplomacia pública se perciban no solamente como una forma de proyectar al país frente a los públicos extranjeros, sino que se lo reconozca por contribuir en la resolución de los problemas actuales compartidos, como son el cambio climático, los crímenes de odio y racismo, la crisis económica y los retos de salud global.
Preguntas guía
1. ¿Qué es el poder suave y cuál es su relevancia para Corea del Sur?
2. ¿Qué es la diplomacia pública y qué vínculo tiene con el poder suave?
3. ¿Qué estrategias de diplomacia pública ha conducido el gobierno surcoreano?
4. ¿Cuáles son algunos actores clave de las estrategias de diplomacia pública de Corea del Sur?
5. ¿Qué retos enfrenta el gobierno surcoreano en la creación de poder suave dadas las actuales crisis globales?
Fuentes
Agencia EFE. “Corea del Sur inicia vacunación contra COVID-19; busca inmunidad de rebaño en noviembre”, en Milenio, México, 25 de febrero de 2021. Consultado en https://www.milenio.com/internacional/corea-del-sur-inicia-vacunacion-contra-covid-19.
Ayhan, Kadir. “Korea’s Soft Power and Public Diplomacy Under Moon Jae-in Administration: A Window of Opportunity”, en Ayhan Kadir. Korea’s Soft Power and Public Diplomacy, Ministry of Foreign Affairs-Hangang Network, Corea del Sur, 2017, pp. 13-32.
Cull, Nicholas. “Public Diplomacy before Gullion: The Evolution of a Phrase”, en CDP Blog, Estados Unidos, 18 de abril de 2006. Consultado en https://bit.ly/3J2JICc.
Huh, Tae-Wan. “The Republic of Korea’s Public Diplomacy as a Policy Tool of Softpower”, en Center on Public Diplomacy, vol. 3, Estados Unidos, 2012.
Kim, Juni. “How Do Americans View South Korea’s COVID-19 Response?”, en The Diplomat, 21 de octubre de 2020. Consultado en https://bit.ly/3TaCock.
Magaña, Priscila. El poder suave y la diplomacia cultura de la República Popular de China: el caso del Instituto Confucio de la UNAM, Tesis de Maestría. Centro de Estudios de Asia y África. El Colegio de México, México, 2013. Consultado en https://repositorio.colmex.mx/concern/theses/df65v8092?locale=es.
Milenio Digital-Reuters-AFP. “Corea del Sur confirma casos de nueva cepa del COVID-19; mantienen restricciones en Seúl”, en Milenio, México, 27 de diciembre de 2021. Consultado en https://www.milenio.com/internacional/asia-y-oceania/corea-sur-reporta-casos-cepa-covid-19-reino-unido.
Montes Incin, Edith Yazmin. “Políticas nacionales orientadas a la internacionalización de la educación superior en Corea del Sur en el siglo XXI“, en Tzili Eduardo. Eurasia: aproximaciones a nuevas configuraciones glocales, Palabra de Clío, México, 2020, pp. 73-98.
Nye, Joseph. Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, Basic Books, Nueva York, 1991, 336 pp.
Nye, Joseph. “Get Smart: Combining Hard and Soft Power”, en Foreign Affairs, vol. 88, núm. 4, 2009, pp. 160-163.
Nye, Joseph. El poder suave: la clave del éxito en la política internacional, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, 2016, 195 pp.
Nye, Joseph. “Public Diplomacy and Soft Power”, en The Annals of the American Academy of Political and Social Science, vol. 616, Sage Journals, Estados Unidos, 2008, pp. 94-109.
Nye, Joseph y Kim Youna. “Soft Power and the Korean Wave”, en Kim Youna, The Korea Wave: Korean Media Go Global, Routledge, Estados Unidos, 2013, 233 pp.
Portland-USC Centeron Public Diplomacy. “The Soft Power 30″, en Portland-USC Centeron Public Diplomacy, Estados Unidos, 2019. Consultado en https://softpower30.com.
Tadeo Hernández, Eduardo Luciano. “Public Diplomacy, Soft Power and Language: The Case of the Korean Language in Mexico City”, en Journal of Contemporary Eastern Asia, vol.17, Routledge, 2018, pp. 27-49.
USC Center for Public Diplomacy. “Speech by Enna Park at USC Center for Public Diplomacy”, en USC Center for Public Diplomacy, Estados Unidos, 2017. Consultado en https://www.facebook.com/USCCPD/.
- Joseph Nye. Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, Basic Books, Estados Unidos, 1991.↵
- Joseph Nye. El poder suave: la clave del éxito en la política internacional, Universidad Iberoamericana, México, 2016.↵
- Joseph Nye. “Get Smart: Combining Hard and Soft Power”, en Foreign Affairs, vol. 88, núm. 4, Council on Foreign Relations, Estados Unidos, 2009, pp.160-163.↵
- Portland-US Center on Public Diplomacy. “The Soft Power 30”, en Portland-USC Center on Public Diplomacy, Estados Unidos, 2019. Consultado en https://softpower30.com.↵
- Priscila Magaña. El poder suave y la diplomacia cultural de la República Popular de China: el caso del Instituto Confucio de la UNAM, Tesis de Maestría. Centro de Estudios de Asia y África. El Colegio de México, 2013. Consultado en https://repositorio.colmex.mx/concern/theses/df65v8092?locale=es.↵
- Nicholas Cull. “Public Diplomacy before Gullion: The Evolution of a Phrase”, en CDP Blog, Estados Unidos, 18 de abril de 2006. Consultado en https://bit.ly/3L6IdnB.↵
- Joseph S. Nye. “Public Diplomacy and Soft Power”, en The Annals of the American Academy of Political and Social Science, vol. 616, Estados Unidos, 2008, pp. 94-109.↵
- Tae-Wan Huh. “The Republic of Korea’s Public Diplomacy as a Policy Tool of Softpower”, en Center on Public Diplomacy, vol. 3, Estados Unidos, 2012.↵
- Eduardo Luciano Tadeo Hernández. “Public Diplomacy, Soft Power and Language: The Case of the Korean Language in Mexico City”, en Journal of Contemporary Eastern Asia, vol. 17, Routledge, 2018, pp. 27-49.↵
- Kadir Ayhan. “Korea’s Soft Power and Public Diplomacy Under Moon Jae-in Administration: A Window of Opportunity”, en Kadir Ayhan. Korea’s Soft Power and Public Diplomacy, Ministry of Foreign Affairs-Hangang Network, Corea del Sur, 2017, pp. 13-32.↵
- USC Center for Public Diplomacy. “Speech by Enna Park at USC Center for Public Diplomacy”, en USC Center for Public Diplomacy, Estados Unidos, 2017. Consultado en https://www.facebook.com/USCCPD/.↵
- Edith Yazmin Montes Incin. “Políticas nacionales orientadas a la internacionalización de la educación superior en Corea Del Sur en el siglo XXI“, en Eduardo Tzili. Eurasia: aproximaciones a nuevas configuraciones glocales, Palabra de Clío, México, 2020, pp. 73-98.↵
- Joseph Nye y Youna Kim. “Soft Power and the Korean Wave”, en Youna Kim. The Korea Wave: Korean Media Go Global, Routledge, Estados Unidos, 2013.↵
- Eduardo Luciano Tadeo Hernández, op. cit., pp. 27-49.↵
- Agencia EFE. “Corea Del Sur inicia vacunación contra COVID-19; busca inmunidad de rebaño en noviembre”, en Milenio, México, 25 de febrero de 2021. Consultado en https://www.milenio.com/internacional/corea-del-sur-inicia-vacunacion-contra-covid-19.↵
- Milenio Digital-Reuters-AFP. “Corea Del Sur confirma casos de nueva cepa del COVID-19; mantienen restricciones en Seúl”, en Milenio, México, 27 de diciembre de 2021. Consultado en https://www.milenio.com/internacional/asia-y-oceania/corea-sur-reporta-casos-cepa-covid-19-reino-unido.↵
- Juni Kim. “How Do Americans View South Korea’s COVID-19 Response?”, en The Diplomat, 21 de octubre de 2020. Consultado en https://bit.ly/3mHaCIq.↵