Nahuel Aranda
Introducción
Una de las dificultades más grandes que atraviesan las experiencias cooperativas formales, y particularmente las vinculadas a la economía popular, es la de llevar a cabo las tareas administrativas y técnicas que requieren los organismos de contralor (AFIP, INAES, etc.) (Rebón, 2005; Hopp, 2017; Hintze, 2018). Esto genera complicaciones en diferentes dimensiones: económica (dificultad de afrontar los costos de cuadros técnicos que realicen la contabilidad y la administración); organizacional (rispideces entre trabajadores “manuales” y trabajadores “administrativos”) y política (tensiones entre las necesidades de una experiencia transformadora y la naturaleza del Estado capitalista). Además, la participación de las cooperativas en el mercado capitalista pone en tensión los objetivos de autonomía y horizontalidad que persiguen estas organizaciones (Rebón, 2005).
El objetivo de este capítulo es dar cuenta de estas problemáticas a partir del caso de la Cooperativa de Trabajo Memorias Rebeldes Ltda. a partir de exponer algunas de las dificultades que sus asociadas han experimentado en dos direcciones: hacia adentro de la cooperativa (las relaciones entre integrantes y la forma de organizar el proceso de trabajo) y hacia afuera (el vínculo con clientes que se organizan con otras lógicas de trabajo).
La estructura del capítulo es la siguiente; primero, se realiza una breve introducción a la historia de la cooperativa con énfasis en el contexto de su surgimiento y los ejes políticos e ideológicos que la enmarcan. Luego, se encuentra una caracterización del funcionamiento de la cooperativa en dos dimensiones. Por un lado, se sistematizan algunas reglas establecidas por las asociadas para el funcionamiento cotidiano y asambleario; por otro, se mencionan los espacios de trabajo a los que la cooperativa le presta servicios y se hace un recuento de las tareas realizadas con énfasis en el trabajo administrativo. Así, se busca dar cuenta de la magnitud de tareas técnicas que requiere una cooperativa de trabajo y las tensiones y dificultades que generan. Estas serán profundizadas en la cuarta sección, poniendo el foco en la distinción entre trabajadores “manuales” e “intelectuales” y su correspondencia con cuadros externos y militantes barriales[2]. En la quinta sección se plantean algunos problemas vinculados a la tensión entre las prácticas organizativas horizontales de la cooperativa y su relación con empresas capitalistas del sector privado. Por último, se esbozan algunas ideas y propuestas para enfrentar estas dificultades.[3]
Contexto y surgimiento de la cooperativa Memorias Rebeldes[4]
La Cooperativa de Trabajo Memorias Rebeldes Ltda. surge hace aproximadamente siete años como respuesta a la necesidad de trabajo que tenían vecinas de barrio Maldonado en la zona este de la ciudad de Córdoba (Argentina). La cooperativa nace en el seno de la organización barrial El Cañoncito –perteneciente a su vez a la organización social y política Encuentro de Organizaciones (EO)-. Por su parte, El Cañoncito existe desde hace más de diez años y ha estado abocado principalmente a actividades como apoyo escolar, copas de leche, talleres recreativos, etc. La necesidad de trabajo de este grupo de vecinas organizadas las llevó a conformar dos cooperativas: una textil (El Cañoncito) y otra de limpieza (Memorias Rebeldes). Aquí nos enfocaremos en la segunda.
Una de las primeras dificultades que apareció en Memorias Rebeldes fue la de conseguir espacios de trabajo sin una personería jurídica. Por contacto se comenzó a trabajar en un centro cultural y en una dependencia provincial, pero se manifestaba la necesidad de conseguir nuevos puestos de trabajo. Recurriendo a abogadas del EO y del Grupo de Trabajo con Cooperativas (GTC)[5] se manifestaron ciertas trabas legales para la constitución de la cooperativa. Se destaca la prohibición de cooperativas de trabajo de limpieza, seguridad y vigilancia, correspondencia y servicios eventuales a partir de una resolución del año 1994[6]. Esta normativa existía a raíz del aprovechamiento que hacían las empresas de estos rubros con la figura de “cooperativa” para obtener beneficios impositivos. Si bien esta resolución evitaba esta situación, también impedía la conformación formal y el desarrollo de cooperativas de limpieza genuinas, esto es, cooperativas que funcionan respetando y practicando los principios cooperativos.
A mediados del año 2014, se logra constituir una cooperativa de mantenimiento a través de una gestión con el Movimiento Popular La Dignidad de Buenos Aires, que participaba de una mesa de negociación con el gobierno nacional para el reconocimiento de varias cooperativas de trabajo, aplicando la resolución 3026/06 del INAES[7].
A fines de ese mismo año se aprueba la matrícula de la cooperativa por parte del INAES y queda constituida formalmente la Cooperativa de Trabajo Memorias Rebeldes Ltda., compuesta por seis integrantes. La personería jurídica permitió la contratación de la cooperativa por parte de espacios públicos y privados lo que llevó a un crecimiento cuantitativo y cualitativo de la organización. El proceso descripto es un ejemplo de la dimensión política de las dificultades enfrentadas por las organizaciones de la economía popular, que se manifiestan cuando el Estado pone trabas a las estrategias que generan las trabajadoras de este sector para responder a sus necesidades.
El Encuentro de Organizaciones y la CTEP
La Cooperativa de Trabajo Memorias Rebeldes Ltda. pertenece a la organización social y política EO que puede ser definida como “un espacio amplio y diverso de organizaciones sociales, políticas y estudiantiles; autónomo, independiente, sin fines de lucro, sin banderas partidarias ni religiosas, ni ONG que lo financien; que trabaja en proyectos populares que van figurando la construcción de un mundo más justo, sin explotadores ni explotados, anticapitalista y antipatriarcal.” (Iglesias, 2014, p. 133). Es una organización con base en la provincia de Córdoba que nace en el año 2007 como un espacio de unidad entre distintas agrupaciones barriales, estudiantiles, culturales, cooperativas, etc.
El EO propone una organización asamblearia, horizontal y democrática por fuera de partidos políticos y sindicatos. Apuesta a conformar alternativas al capitalismo “desde ya” y “desde abajo” con base en la autonomía, el poder popular y la independencia de los caminos institucionales. Es aquí donde la economía popular, y particularmente las cooperativas de trabajo, tienen un rol central en cuanto permite conformar relaciones sociales colectivas y horizontales completamente distintas a las que ofrece el mundo capitalista[8].
Este fue uno de los objetivos de la campaña “Trabajadoras Somos” donde demandaban al Estado los recursos necesarios para una vida digna, a su vez que se militaba una resignificación del concepto “trabajo” para que incluya sentidos que desbordan el mercado de trabajo formal. Se intentó fortalecer la economía popular, formada por cooperativas, comedores, copas de leche, trabajadoras cuentapropistas, “naranjitas” y otras formas de trabajo marginado. Esta campaña tuvo continuidad en las estrategias de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) cuya mesa de articulación es habitada por el EO en Córdoba.
La CTEP es “una organización gremial independiente de todos los partidos políticos, representativa de los trabajadores de la economía popular y sus familias… es una herramienta de lucha reivindicativa para la restitución de los derechos laborales y sociales que nos arrebató el neoliberalismo y que aún no hemos recuperado”[9]. Una de las conquistas conseguidas por la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista Combativa (CCC), entre otras organizaciones, fue la Ley 27.345 de Emergencia Social, promulgada en diciembre de 2016. Según Hopp (2017) esta ley “explicitó la intención de una paulatina reestructuración de los programas sociales existentes y la transferencia de recursos hacia la instrumentación de un Salario Social Complementario [SSC] destinado a trabajadores/as de la economía popular” (p. 23).
Hopp (2017) afirma que el SSC colabora a construir un enfoque individualista de la sociedad y de las intervenciones del Estado. Esto se debe a que desvincula las transferencias de ingresos de una organización colectiva del trabajo. Así, la creación de esta transferencia “se contrapone al horizonte político de transformación de las formas de gestión del trabajo a partir de la autogestión, vinculada con los principios y valores del cooperativismo” (p. 38).
Es cierto que desde 2015 el gobierno ha iniciado por diferentes vías un operativo de desarme de las cooperativas de trabajo y hay diferencias claras entre el SSC y programas más amplios como Argentina Trabaja o Ellas Hacen. Esto generó una gran cantidad de dificultades en términos organizativos y administrativos. Sin embargo, la experiencia del EO y de la Cooperativa Memorias Rebeldes demuestran que este programa tuvo éxito en un doble sentido: defender a las trabajadoras de la economía popular del avance del capital sobre el trabajo a través de una transferencia monetaria por el trabajo que ya realizaban de manera gratuita; y lograr un crecimiento cuantitativo y cualitativo de las organizaciones sociales a través del acercamiento de muchas compañeras que hasta ese momento se encontraban sin trabajo o con trabajo precario.
Funcionamiento de la Cooperativa Memorias Rebeldes
Reglas para el funcionamiento asambleario
Una de las falencias de Memorias Rebeldes es la inexistencia de una sistematización de las reglas que guían el comportamiento asambleario. Esto provoca que los criterios con los que se toman ciertas decisiones cambien de una asamblea a otra provocando malestares entre las asociadas. Aquí se enumeran algunas de esas reglas:
- Todas las decisiones importantes son tomadas en la asamblea.
- Las asociadas de la cooperativa son suspendidas en caso de faltar a dos asambleas seguidas. Se descuenta una semana de trabajo y se pierde la antigüedad.
- Cuando aparece una nueva oferta de trabajo, se consulta en la asamblea quién está interesada y los puestos laborales se distribuyen en función de la antigüedad.
- Cada puesto de trabajo tiene un titular y un reemplazo. Esto permite que las titulares puedan faltar en caso de ser necesario.
- Las faltas por enfermedad están justificadas tanto para la asamblea como para los días de trabajo. La práctica de presentar certificado médico no está generalizada, a veces se hace y a veces no.
- Las asociadas pueden pedir préstamos para situaciones de emergencia o para gastos cotidianos. Los préstamos se deciden en asamblea y su devolución se descuenta de los anticipos de retorno.
- Es obligatoria (y muy importante) la participación en las acciones de lucha que se lleven a cabo para defender los derechos conquistados. Los derechos que se tienen hoy se han logrado con la lucha en la calle.
- Es obligatoria (y muy importante) la participación en talleres de formación sobre diversos temas (coyuntura, economía, feminismos y géneros, principios cooperativos, etc.).
- Los Salarios Sociales Complementarios se cobran por los diferentes trabajos realizados en las asambleas barriales (comedores, copas de leche, talleres recreativos, cuadrillas comunitarias, etc.).
- Las asambleas son un espacio de discusión democrática y horizontal. Todas las opiniones son escuchadas y se llega a acuerdos por consenso. La palabra debe circular y no estar concentrada en pocas personas.
- No está permitido ningún tipo de violencia (verbal, física, machista, etc.).
Estas reglas han sido producto de la construcción colectiva que se ha ido forjando desde los comienzos de la cooperativa. Si bien no ha habido una sistematización de estas reglas y muchas varían año a año, en general se respetan y son consideradas acuerdo colectivo. A su vez, la introducción del SSC ha implicado la creación de nuevas reglas para la organización del trabajo colectivo en las asambleas barriales. Más allá de ser una transferencia individual, la asamblea de Memorias Rebeldes es la que decide sobre la forma y el contenido del trabajo realizado en el marco del SSC y se convierte en garante de que las reglas colectivas sean cumplidas.
Espacios de trabajo y actividades administrativas
Actualmente la cooperativa de trabajo brinda servicios a un amplio espectro de organizaciones: edificios, escuelas privadas, un centro cultural, dependencias provinciales y nacionales, entre otras. A su vez, la cooperativa es parte del programa de servidores urbanos (SU)[10] de la Municipalidad de Córdoba.
En cada uno de los espacios de trabajo mencionados hay una persona de la cooperativa encargada de la coordinación, esto es, se constituye en nexo entre el espacio de trabajo y las trabajadoras que ocupan los respectivos puestos laborales. En este sentido, se ocupa del cálculo de las horas trabajadas por el colectivo laboral, la facturación, el pago de los anticipos a las asociadas y otras tareas como resolver conflictos, contactar a los reemplazos, atender a los pedidos del espacio de trabajo, etc. En su totalidad, la actividad de coordinación es realizada por asociadas externas a los barrios, esto es, “cuadros” (en su mayoría universitarios) que se acercaron a través del EO a las asambleas barriales[11].
Estos cuadros son los que realizan casi la totalidad de las actividades administrativas y técnicas que requiere una cooperativa de trabajo[12]. Las actividades pueden clasificarse en:
- Contables: confección de balances, estados contables, libros auxiliares, etc.
- Tributarias: confección y presentación de declaraciones juradas de impuestos (IIBB, CeI, IVA y Ganancias) y regímenes de información (Compras y Ventas, ex Participaciones Societarias, estados contables, memorias, etc.); pago de impuestos, tramitación y seguimiento de exenciones[13], etc.
- Espacios de trabajo: facturación, confección de comprobantes de anticipo de retorno, pago a las asociadas por las horas trabajadas y las tareas ya mencionadas vinculadas a la coordinación.
- Administrativas: arqueo de caja, pago de servicios (internet, seguros de trabajo, monotributos sociales), confección de libros y actas obligatorios (por ej. Papeles pre y post asamblea ordinaria); registros en efectores sociales de la Nación y de la Municipalidad, etc.
Luego hay una gran cantidad de tareas que no son realizadas por ningún miembro de la cooperativa como, por ejemplo: actividades de comercialización y marketing, actividades de difusión en redes sociales, generar contactos con fundaciones, ONG o proyectos para conseguir financiamiento, etc. El motivo principal para no desarrollar estas tareas es la gran cantidad de tiempo que insumen las actividades mencionadas anteriormente.
Cabe destacar, también, que las autoridades de la cooperativa (en su totalidad mujeres) tienen la responsabilidad de realizar una serie de actividades que insumen tiempo (ej. Ir al banco o a la Municipalidad a cobrar, ir a la AFIP ante cualquier trámite, etc.). Estas tareas son en general no remuneradas e invisibilizadas por las demás asociadas[14].
Tensiones entre trabajadoras manuales y administrativas
Las categorías trabajo manual y administrativo nunca han sido mencionadas explícitamente en la cooperativa, es cierto que existe una división entre las compañeras que ocupan los puestos laborales mencionados en la sección III y aquellas que realizan tareas administrativas. Esto genera diferentes tensiones.
Primero, si bien en la asamblea se intenta informar sobre la situación contable y administrativa, existe una concentración de la información en mano de pocas personas. Esto ha generado, por ejemplo, desconfianza de algunas asociadas por desconocimiento de qué se hace con el dinero. Segundo, es difícil no ver a las compañeras que realizan tareas administrativas, en general universitarias, como referentes o líderes de la cooperativa. En las asambleas es moneda corriente que la opinión de estas personas sea la más escuchada o que se genere la sensación de que sin ellas la asamblea no puede llevarse a cabo[15]. Tercero, en los hechos ocurre que la coordinadora de espacios de trabajo ocupa una posición de poder al manejar el dinero para los pagos, información, etc.
Estas tensiones ocurren por tres motivos. Por un lado, por la falta de compromiso de algunas compañeras para asumir tareas administrativas y, por el otro, debido a la complejidad de la administración y el requerimiento de conocimientos técnicos o especializados para llevar a cabo estas actividades. Al final de este capítulo, veremos algunas ideas o propuestas surgidas en el seno de la cooperativa para resolver estas tensiones.
La cooperativa de trabajo en un mar capitalista
Mientras las tensiones mencionadas en el punto anterior surgen de la organización misma de la cooperativa y de la naturaleza de las actividades que requiere cualquier organización, existen otras tensiones vinculadas a la relación con el afuera. Si bien hacia adentro los vínculos que se intentan generar son de horizontalidad, solidaridad y respeto, en los espacios en los que la cooperativa brinda servicios esto no es tan así. Es común el maltrato de los supervisores o los clientes, las exigencias son las mismas que con cualquier empresa privada y la intensidad de la jornada laboral es elevada. Esto ha generado que en algunos casos el cliente decida reemplazar a la cooperativa por una empresa. Esto demuestra que en la práctica las trabajadoras de la cooperativa sí tienen patrón[16].
Esta realidad es producto de varios motivos, entre ellos, la característica del producto ofrecido por la cooperativa. Al brindar un servicio realizado físicamente en dependencias externas a la cooperativa, el control y la supervisión son ejercidos por el contratante, evitando la posibilidad de que sean las trabajadoras mismas las que controlan el proceso de trabajo. A su vez, el hecho de que la cooperativa se encuentre inserta en un modo de producción capitalista, obliga a seguir las reglas del mercado para poder conseguir puestos laborales[17]. Por último, la experiencia pasada de las trabajadoras en empresas privadas y la situación de vulnerabilidad de este sector, principalmente desde 2015 (Hopp, 2017), tiende a producir actitudes poco solidarias, de desconfianza o individualistas. Más allá de esto, el caso del EO y de Memorias Rebeldes demuestra que es en las situaciones de crisis donde afloran los procesos organizativos colectivos, horizontales, solidarios y de transformación.
Reflexiones finales
Las tensiones mencionadas en los apartados anteriores se manifiestan de diferente forma en las asambleas y ha llevado a pensar un conjunto de ideas y propuestas para caminar hacia una organización más democrática. Aquí se mencionan algunas con el fin de que sirvan como insumo colectivo para la cooperativa y para otras organizaciones.
Con respecto a las tareas administrativas:
- Comenzar un proceso de incorporación al equipo administrativo de compañeras que estén interesadas en aprender este tipo de actividades. Realizar esquemas rotativos para que diferentes asociadas puedan ver y aprender ciertas tareas técnicas o administrativas.
- Remunerar las actividades de las autoridades con el objetivo de visibilizarlas.
- Crear equipos de coordinación de los espacios de trabajo de dos o tres personas para que ese puesto no sea ocupado por una sola persona. De esta forma diferentes compañeras aprenden el rol de coordinación y se evita la concentración de información.
- Elaborar pequeños informes para que circule entre las asociadas sobre las distintas tareas que se realizan en la cooperativa. El objetivo es visibilizar y tomar magnitud de lo que implica estar al día como cooperativa de trabajo.
Con respecto a la relación con el afuera:
- Generar instancias de formación para discutir políticamente cómo tratar con los supervisores en cada espacio de trabajo. Formarse en los principios cooperativos y de autogestión ayuda a entender el funcionamiento de las lógicas del mercado y el lugar que se ocupa como cooperativa.
- Tener la práctica sistemática de capacitarse en las tareas que se realizan como cooperativa para brindar un mejor servicio.
- Crear instancias plenarias informales donde se pueda discutir en profundidad objetivos estratégicos, balance de experiencias pasadas, etc. Las asambleas suelen utilizarse para cuestiones operativas y no queda tiempo para la discusión más política.
- Pensar propuestas de autogestión donde el control del proceso de trabajo esté en manos de los asociados (existen algunos proyectos como una planta recicladora, huertas orgánicas, un jardín de infantes, etc.).
Como hemos visto, se ha hecho una lectura crítica de las tensiones y problemáticas que se dan en la Cooperativa Memorias Rebeldes como producto de la organización interna y del vínculo con el afuera capitalista. Lejos de ver “el vaso medio vacío”, hay que resaltar que para la mayoría de las asociadas la cooperativa es un espacio de contención y transformación para lograr una vida más digna. Así, priman las actitudes solidarias y de respeto. Esto queda demostrado con el compromiso que tienen las asociadas con el territorio que habitan y que se materializa en diferentes actividades impulsadas por la cooperativa: festejos del día de la niñez, limpieza de basurales, recolección de residuos, mantenimiento de plazas y parques, apoyo a las luchas de otras cooperativas de trabajo, apoyo económico a compañeras en situaciones de emergencia, participación de asociadas en campañas del EO (Digna Educación, Brigadas de Salud Barrio Adentro), etc. Una lectura crítica de los procesos organizativos de la economía social es necesaria para repensar nuestro camino y no perder de vista los objetivos estratégicos que nos proponemos.
Referencias bibliográficas
Hintze, S. (2018). Políticas, asociatividad y autogestión en la Argentina post 2015. Otra Economía, 11(20), 136-155.
Hopp, M. V. (2017). Transformaciones en las políticas sociales de promoción de la economía social y del trabajo en la economía popular en la Argentina actual. Cartografías del Sur. Revista de Ciencias, Artes y Tecnología, (6), 19-40.
Hopp, M. V. (2015). Identidades laborales de destinatarios del Programa Ingreso Social con Trabajo Argentina. Revista Trabajo y Sociedad, (24), 207-223.
Iglesias, R. (2014). Un viaje hacia la autonomía. Un recorrido sobre los conceptos y procesos de organización desde la educación popular en Argentina. Río Cuarto: UniRío editora.
Rebón, J. (2005). Trabajando sin patrón. Las empresas recuperadas y la producción. Documentos de trabajo, 44. Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
- Este nombre es de fantasía con el fin de resguardar la identidad de la cooperativa.↵
- La Cooperativa Memorias Rebeldes pertenece a una organización política y social por lo que los términos “asociadas” y “militantes” se usarán indistintamente. ↵
- Lo expuesto en este capítulo es fruto del trabajo colectivo de los miembros de la cooperativa. En este sentido, se intenta sistematizar algunas discusiones para generar insumos para el futuro, tanto para la propia cooperativa, como para otras organizaciones que enfrenten los mismos problemas. ↵
- Esta sección utiliza como insumo el trabajo final de la materia Economía Social de la Facultad de Ciencias Económicas, UNC, realizado por los estudiantes Gohlke, Quijada y Vélez. Agradezco inmensamente el esfuerzo que han realizado para historizar el surgimiento de la cooperativa.↵
- El Grupo de Trabajo con Cooperativas es una organización surgida en la Facultad de Ciencias Económicas con el objetivo de apoyar organizaciones barriales y cooperativas en diferentes aspectos (legales, técnicos, administrativos, etc.).↵
- Resolución INAC 1510/94 y Decreto 2015/94.↵
- Esta resolución surge en el año 2006 con el objetivo de agilizar la gestión de las personerías jurídicas para las cooperativas beneficiarias del Plan Argentina Trabaja. Para mayor información sobre este plan y la resolución mencionada consultar Hopp (2015) e Hintze (2018). ↵
- Además del eje Trabajo en el que se insertan las cooperativas, el EO también aborda otros ejes: Tierras (Campaña Tierra para la Vida Digna, tomas de tierras); Comunicación (Comunicación Rebelde, La Tinta); Géneros (Casa Comunidad); Educación (Campaña por la Digna Educación, organizaciones estudiantiles); Salud (Brigadas de Salud Barrio Adentro); Alimentación (comedores, copas de leche) y Anti represivo (Frente Organizado contra el Código de Faltas – FOCCOF).↵
- Para más información consultar en http://ctepargentina.org/nosotros/↵
- Servidores urbanos es un convenio en el que la Municipalidad contrata el servicio de cooperativas de trabajo para que realicen diferentes tareas acordadas (principalmente desmalezamiento de espacios públicos, limpieza de plazas y parques, etc.).↵
- Es interesante notar que, salvo por los militantes externos, Memorias Rebeldes está compuesta en su totalidad por vecinas de los barrios en los que surge la cooperativa (nucleados en la zona este de la ciudad). ↵
- Una de las falencias del SSC o de programas como SU es que no contemplan becas para cuadros técnicos que realicen las actividades administrativas y contables. El costo de estas tareas para una cooperativa de la economía popular es elevado por lo que suelen realizarse de forma gratuita por militantes del EO.↵
- Las cooperativas de trabajo se encuentran exentas del impuesto a las ganancias y del impuesto al IVA. En este último caso sólo si no brindan servicios a entes privados. En el caso del impuesto a los ingresos brutos, el reciente Programa Provincial de Fortalecimiento de la Economía Popular permite acceder a una exención, entre otros beneficios.↵
- Memorias Rebeldes está compuesta en su mayoría por mujeres y los puestos de autoridad de la cooperativa (si bien son simbólicos ya que se trabaja sin patrón) nunca han sido ocupados por hombres. ↵
- Uno de los comentarios emblemáticos de esta idea es el realizado por una compañera en el grupo de Whatsapp de la cooperativa. Frente al aviso de que las compañeras referentes no podían ir a una asamblea por distintos motivos, la compañera preguntó: -¿Quién va a dar la asamblea?↵
- Esta realidad no es igual para todas las compañeras de la cooperativa. Aquellas que realizan actividades en el marco del programa servidores urbanos o del SSC tienen mayor flexibilidad y control sobre el proceso de trabajo.↵
- Sin embargo, algunos espacios de trabajo han contratado a la cooperativa como una apuesta por la economía social y popular. ↵