Maria Celina Deluchi
Coordenadas geográficas y descriptivas del territorio de la acción colectiva
La Asociación de Equinoterapia Kawell Anay posee su sede en la localidad de Catriel, Río Negro. Dicha localidad está ubicada en el norte de la provincia, reconocida por las ciudadanas y los ciudadanos como “la puerta norte de la Patagonia”. A su vez, se encuentra a 30 km de 25 de Mayo –pueblo perteneciente a la provincia de La Pampa–, a 123 km, aproximadamente, de la capital de la provincia de Neuquén y a 118 km de Cipolletti (Río Negro). De acuerdo al Censo Nacional, realizado en el año 2010, tiene una población de 18.032 habitantes. Sin embargo, se estima que posteriormente se dio un aumento significativo en la población. Con respecto a las actividades económicas, allí imperan el rubro del petróleo, lxs trabajadorxs estatales y, con menor incidencia, la actividad rural. Otro dato relevante de la localidad es que cuenta con un hospital público con complejidad 4B, una clínica privada perteneciente al sindicato petrolero y consultorios externos de atención privada. No obstante, algunas especialidades médicas o estudios de mayor complejidad se deben realizar en la ciudad de Neuquén o en Cipolletti. Por otro lado, respecto a instituciones escolares públicas, la localidad posee cinco jardines de nivel inicial, siete escuelas de nivel primario, una escuela especial, cuatro escuelas de nivel secundario y un centro de educación de nivel terciario.
Actualmente, Kawell Anay se ubica cerca del acceso sur[1] y a 2,6 km, aproximadamente, de la zona urbana. Luego de recorrer una parte del camino asfaltado, es necesario desviarse hacia un camino de tierra rodeado de baldíos con cardos rusos[2], jarillas y álamos hasta que nos encontramos con una hermosa tranquera que nos da la bienvenida. Al cruzar esta última, nos recibe la leyenda “Pasar tiempo jugando… nunca es tiempo perdido”. Allí, Kawell Anay cuenta con un salón de usos múltiples, un campo de práctica[3], caballerizas, huerta y la casa del cuidador –también voluntario de la asociación–. Un espacio rodeado por diferentes tipos de árboles y que no solo es habitado por las personas que asisten a las actividades que ofrecen, sino que es el hogar donde pasean patos, una chancha, caballos, vacas, una cabra, perros y gallinas.
Contextualización del recorrido de la acción colectiva: los pasos que hicieron camino a Kawell Anay
Previamente a instalarse en el lugar en que se encuentran actualmente, tuvieron un recorrido y una historia. Al remontarnos a sus inicios, tres familias de la localidad de Catriel concurrían con sus hijos con discapacidad a una actividad de cabalgata en la localidad de 25 de Mayo, La Pampa. Cuando la asociación que realizaba dicha actividad se disolvió, estas familias comenzaron con el interés de promover y concretar algo similar en la propia localidad, ya que observaban que era una actividad que generaba disfrute y beneficios en sus hijxs. Una de las fundadoras y referente[4] de la experiencia cuenta sobre otro emergente que motivó a gestar esta acción colectiva: “A mi hermano se le fallece su hijo de 7 años con una discapacidad e invita a mi marido a hacer un curso –de equinoterapia– en Córdoba…”[5]. Luego, en el 2009 comenzaron con “las reuniones entre padres que sufrían la discriminación que vivían sus hijos en la localidad”[6], a los fines de convocar a otrxs actorxs a participar. De acuerdo a lo relatado por la referente, en dicho momento, nadie hablaba sobre discapacidad o se brindaban pocas opciones de actividades destinadas a personas con discapacidad: “Nuestros hijos no podían participar en actividades recreativas como cualquier niño”[7]. Es así que surgió la idea de crear un espacio de equinoterapia ya que diferentes familias con hijxs con discapacidad percibían la deficiencia de espacios de participación para ellxs. Por otra parte, la experiencia vivenciada en 25 de Mayo con caballos había permitido observar el bienestar y los cambios favorables que esto promovía en sus hijxs.
Así, ella y su marido se empezaron a capacitar y, a partir de noviembre del 2010, comenzaron a organizar y sistematizar reuniones con otras familias y profesionales de la localidad que participaban en la iniciativa de conformar la asociación. De este modo, continuaron el proyecto y concretaron la aprobación de personería jurídica el 11 de julio del 2011, mientras que, en paralelo, continuaban llevando a cabo diferentes acciones que permitieron sostener la creación de la asociación. Una de dichas acciones consistió en realizar las actividades con los caballos, en la laguna[8]. Luego, fueron transitando otros espacios que les permitían mantener la continuidad:
Estuvimos en una chacra prestada de un señor que nos re bancó. Teníamos las caballerizas ahí, los caballos estaban ahí y en un pedacito hacíamos las actividades los fines de semana… Estuvimos mucho tiempo ahí… Hasta que pudimos conseguir el lugar en el que estamos hoy, que también eso está en comodato[9].
Dentro del recorrido mencionado hasta asentarse en las instalaciones actuales, conllevó un año y medio para finalizar la obra de construcción del salón de usos múltiples y el campo de práctica. La concreción de este espacio físico permitió a la asociación garantizar la continuidad como también ofrecer otras actividades en los días que el clima impide trabajar equinoterapia o monta recreativa. Este logro no solo implicó un arduo trabajo por parte de lxs referentes y voluntarixs, sino también la gestión de aportes económicos por parte de integrantes de la asociación y vecinxs de la comunidad, a través de la realización de rifas, ventas de comida, bingos, etc., y por la municipalidad de la localidad. Dichos ingresos económicos siguen sosteniéndose en el tiempo para solventar las actividades que ofrecen y para el mantenimiento de las instalaciones.
Si bien la asociación se inició a partir de la necesidad y el objetivo de algunas familias de que sus hijxs siguieran participando de las actividades de equinoterapia, al mismo tiempo su motor principal fue y es propiciar la inclusión de personas con discapacidad en la localidad, ya que dentro de la comunidad no se ofrecían actividades que permitieran su participación. En este sentido, una de las voluntarias relata en la entrevista cómo el objetivo de la inclusión acompañó a la asociación desde sus inicios hasta la actualidad:
La asociación comenzó con el objetivo de la inclusión […] por suerte ahora las cosas han cambiado mucho acá en Catriel, pero en un principio la inclusión, no había mucha inclusión acá… Surgió por eso, se juntaron un grupo de padres para que los pibes puedan hacer actividad, que se sientan uno más, que sean uno más y que la gente vea que ellos pueden, son capaces, y ese era el objetivo principal. Comenzó siempre más tirando para personas con discapacidad y recién ahora, que pudimos tener el predio, se dan actividades para personas convencionales…[10]
La inclusión social que se proponen, de acuerdo a lo que comenta una de las referentes, es lograr “habilitar a los chicos a tener una vida cada vez más inclusiva, en todos los aspectos, desde la familia hasta en la comunidad en general”[11]. Por ello, se crean otros eventos –talleres, capacitaciones, convocatoria de voluntarixs[12], día de las infancias, concientización sobre temas relacionados con la discapacidad, etc.–.
Asimismo, este objetivo es percibido por quienes participan en la práctica cotidiana. Una de las practicantes entrevistada manifiesta:
… ellxs [referentes y voluntarixs de Kawell Anay] quieren ayudar, quieren dar su mejor… es decir, quieren plasmar lo que ya saben a la gente, quieren que vos estés bien, progreses como ser humano, que ellos ven en vos por ahí un futuro, que por ahí vos no lo ves, y ellos sí […]. Yo creo que su objetivo más grande es poder sacar adelante a todos los chicos, que tengan progresos, que puedan llegar a su objetivo más alto y que estén bien […] el mayor objetivo de Kawell, de que cada uno llegue a su meta y pueda estar mejor físicamente, mentalmente, todo… es un combo…[13]
El objetivo de propiciar la inclusión social de las personas con discapacidad tiene un horizonte colectivo y comunitario, pero, al mismo tiempo, se resignifica en las necesidades, los deseos, las metas y las singularidades de quienes participan, reconocidxs de esa manera como sujetxs protagonistas del proceso de inclusión.
Actividades que se desarrollan en la asociación
A lo largo de su historia, su recorrido y sus vicisitudes en cuanto a la disponibilidad de espacio físico, se fueron modificando las actividades que se realizan en Kawell Anay. Actualmente, se organizan en dos sentidos: por un lado, aquellas en las que se trabaja con los caballos y, por otro, las que se relacionan con la convocatoria de participación e invitación de la comunidad.
Respecto a las primeras, se realizan los días viernes cabalgatas recreativas destinadas a la comunidad, y los sábados, actividades específicas de equinoterapia dirigidas a personas con discapacidad sin límite de edad.
Por un lado, la monta o cabalgata recreativa consta de un primer momento en donde se prepara el caballo –colocación de montura, higienización y contacto con él y los jinetes[14] o las amazonas[15] se colocan los elementos de seguridad, por ejemplo, el casco–. Un segundo momento de precalentamiento, en donde se camina con el caballo en el campo de práctica. El tercer momento consiste en subirse al caballo y realizar –mientras lo montan– actividades como pintar, cantar, juegos con pelotas, mencionar colores, recorrer la zona rural aledaña al predio, etc. Esta actividad la coordinan y la llevan a cabo, mayoritariamente, lxs voluntarixs. Por lo general, no posee planificación previa, se guían de acuerdo a los intereses de lxs chicxs o las personas que concurren. Finalizado el tercer momento, se continúa con el cierre de la actividad higienizando el caballo y ordenando los elementos utilizados.
Por otro lado, la actividad de equinoterapia también se encuentra organizada y encuadrada en diferentes momentos. Un primer momento en el cual se determina cuál caballo participará, para iniciar el contacto entre el/la practicante y él; luego se le coloca la montura y la persona se pone el casco previamente a ingresar al campo de práctica. Un segundo momento, de precalentamiento, en donde se camina con el caballo en el campo de práctica. En esta instancia, se enfatiza el contacto estrecho entre el caballo y la amazona o jinete, también se caracteriza por utilizar canciones o el relato sobre algún tema que sea de su interés. Luego, en un tercer momento, se realiza la actividad de equinoterapia. Esta actividad la lleva a cabo una de lxs referentes de la asociación (que es quien se encuentra formadx en la temática) en conjunto con lxs voluntarixs. A diferencia de la monta recreativa, se planifica previamente de acuerdo con las necesidades del/la practicante y es dirigida por dichx referente. En caso de que la persona necesite apoyos para realizar equinoterapia, lxs voluntarixs acompañan durante la actividad. Al finalizar, se dedica un momento de elongación y a continuación se higieniza al caballo, como también se ordenan los elementos utilizados.
La actividad de equinoterapia se organiza a través de turnos programados, es decir, horarios específicos para cada practicante. Por otra parte, antes de iniciarla, se realizan inscripciones y una primera entrevista de admisión. Esta última es llevada a cabo por una psicóloga voluntaria a los fines de registrar datos personales y el diagnóstico de la persona –si es que lo tiene–, como también se le brinda información a lxs adultxs que acompañan sobre la ropa adecuada para realizar la actividad y las pautas de convivencia.
A inicios de marzo del 2020, debido al contexto de pandemia por COVID-19, ambas actividades se suspendieron. Sin embargo, a mediados del mes de julio del 2020, a partir de la presentación y aprobación del protocolo creado por lxs referentes, se retomaron las actividades. El protocolo implicó adecuar las actividades siguiendo las recomendaciones de cuidado indicadas por los Ministerios de Salud nacional y provincial. Dentro de esas adecuaciones, debieron modificar días y horarios, reorganizándose a una frecuencia de tres veces por semana para cumplimentar correctamente los tiempos de desinfección, disminuir la cantidad de circulación de personas en cada grupo y realizar la actividad de manera individual, aunque no concurrían la totalidad de niñxs que estaban inscriptxs.
Como se mencionó al principio de este apartado, dentro de la institución se organizan eventos que convocan a la participación de la comunidad. Los más destacados por las personas entrevistadas son el Día de lxs Niñxs y la concientización sobre la discapacidad a través de brindar información en espacios públicos, como también capacitaciones sobre temáticas específicas.
… para el día de las personas con discapacidad, o sea, el 2 de diciembre, generalmente hacemos algún evento… que la mayoría de los eventos son en la plazoleta o en la plaza […]. Pasamos videos, entrega de panfletos, alguna cosa así. Si no me equivoco, el año pasado no sé si se logró hacer […] surgió la propuesta de salir a repartir cartelitos para que pongan en la vereda […] en las veredas y cada negocio ponga en braile. […]. A veces, en la radio, viste […] para difundir […] pero generalmente hacemos eso, después el Día del Niño que a veces es abierto, la mayoría de las veces es abierto a la comunidad. Y cada dos por tres, se hacen talleres. También para juntar fondo […]. Y, si no, traen capacitaciones. Han traído a Silvana Corso, que ella es una docente y ella trabaja muchísimo con discapacidad…[16]
Además de estos eventos, se relevaron dos actividades que convocan la participación de la comunidad. Una de estas es la invitación a personas que estén interesadas a conformar el equipo en calidad de voluntarias. Este rol se difunde en las redes sociales de la asociación, aproximadamente a partir del año 2014, con el propósito de sostener y dar continuidad a la actividad, ya que, para realizarla correctamente, es necesario que tres personas acompañen a cada practicante. A su vez, a aquellas personas que desean participar como voluntarias se les brindan conocimientos y capacitaciones sobre actividades asistidas con animales.
Otra de las actividades es el cierre de las actividades de equinoterapia, monta recreativa y equitación, que se lleva a cabo cuando finaliza el año. La invitación a que participen familias, amigxs y aquellas personas que deseen acompañar se difunde por la red social de Kawell Anay. Dicho evento suele comenzar con la bienvenida a las personas que concurren, para luego continuar con la ceremonia del acto de la bandera, en la cual se canta el himno nacional acompañado con lengua de señas. Esta actividad, además de ser un encuadre de finalización del año, también es un momento en que cada practicante comparte con la comunidad lo trabajado en Kawell Anay. De esta manera, cada jinete/amazona es protagonista en el campo de práctica, ya que muestra a lxs espectadorxs sus logros y aprendizajes construidos en el transcurso del año.
De acuerdo a lo desarrollado en este apartado, se podría pensar que las actividades que realiza esta experiencia generan y construyen espacios de participación, tanto para las personas con discapacidad como para las personas de la comunidad de acuerdo a sus intereses y deseos.
Al paso, al trote, al galope… Las huellas de Kawell Anay
Durante el trabajo de campo, se pudieron relevar e identificar categorías definidas en el proyecto de investigación, como también aquellas emergentes que son propias de la acción colectiva Kawell Anay. El propósito de esta sección es describir detalladamente cada una de ellas.
Sentidos que atraviesan: Kawell Anay más que un nombre y una práctica de asistencia a personas con discapacidad
Los sentidos permiten construir maneras de sentir y pensar al mundo. Durante el análisis tanto de las entrevistas realizadas, como de la información relevada en las redes sociales, se pudo vislumbrar algunos de ellos. Uno de estos sentidos compartidos es el nombre de la experiencia Kawell Anay[17]. La construcción de su identidad, es decir, el nosotros, en un principio fue Weñi Kawell[18], pero luego decidieron –quienes iniciaron esta experiencia– Kawell Anay. El nosotros con el que se identifica la asociación posee el significado de “caballo amigo”.
El significado de “caballo amigo” atraviesa las prácticas que realizan, lo cual se visibiliza en la importancia que le asignan a la participación de los caballos. Esto último se visibilizó en una actividad que tuvo lugar a fines del 2019, donde se presenta a los equinos mencionando su nombre y relatando sus características particulares y singulares:
Fidel: 30 años. Caballo abuelo. Segundo caballo que llegó a Kawell. […]. Caballo que se va a jubilar en poco tiempo […].
Carlitos: Lo eligen por su estatura, cariñoso y terco…[19]
Asimismo, significar dichas singularidades causa que se perciba al caballo como un integrante que conforma la asociación en lugar de como mero objeto que media la actividad. Durante el contexto de pandemia por COVID-19, falleció uno de los caballos que acompañan las actividades; la noticia se compartió a través de las redes sociales acompañada de fotos y unas palabras escritas por unx de lxs referentes:
Un homenaje a mi amigo:
Llegaste con alma de líder y lideraste.
Fuiste parte en este equipo.
Tu presencia se notaba. Y era apasionante escuchar de tu fortaleza y juventud…
Una década fuiste nuestro y nosotros fuimos tuyos.
Eras un bellísimo caballo.
Noble.
Fiel.
Manso, pero sin perder tu mando.
Maestro, pero sin perder tu mando.
Maestro… no solo en la monta…
Nos dejaste pendiente tu jubilación… no eras de esos.
Eras ROCO… el de alma y espíritu libre y firme… El que hacía lo que él quería. Nos dejaste tristes pero llenos de gracias!! Felices de haber compartido huellas con vos. Descansa en paz viejo. Te lo mereces. Te amamos.[20]
El vínculo que une a referentes, voluntarixs y practicantes con los caballos es el espejo del nombre con el que se identifican como asociación. Durante la entrevista, una practicante describe que –aunque ella no trabajaba con Roco en el campo de práctica–, cuando retomó las actividades en Kawell Anay, notó su ausencia, lo buscaba con la mirada y luego recordaba su fallecimiento. De acuerdo a lo descrito anteriormente, el nosotros construido no solo es una construcción nominal en el plano discursivo, sino que se traduce en el quehacer y las relaciones cotidianas que se establecen entre quienes conforman la asociación, imprimiendo el sentido de la amistad entre todxs y significando colectivamente las pérdidas.
Esta manera de entretejer sentidos colectivos tiene lugar, además, en el espacio edilicio, donde algunas ausencias se hacen presentes a través de fotos encuadradas y colgadas en el salón de usos múltiples, posibilitando dejar escrita una parte de la historia. Otros espacios también reflejan lo anteriormente descrito, como, por ejemplo, el área de campo de práctica, que posee un cartel que lleva el nombre: José Ignacio. Dicha nominación se realizó en conmemoración al sobrino de Patricia –una de lxs referentes de la asociación–, el cual no pudo utilizar dichas instalaciones debido a que falleció previamente y que, al mismo tiempo, fue uno de los emergentes que motivaron la incursión sobre la equinoterapia.
Por otro lado, para una de las practicantes, el espacio que ofrece Kawell Anay –más allá de lo edilicio– cobra el sentido de “una familia extra”[21] que tiene: “… como que estás en un paraíso, como que vos sos vos ahí adentro […] es único Anay […] es como un lugar mágico porque ahí no tenés límites…”[22].
Asimismo, acompañando esta caracterización de una practicante –quien significa a la asociación como un lugar alternativo que posee la impronta de abrir caminos y potenciar–, un padre de lxs practicantes compartió en su red social personal lo siguiente:
… Me hubiese gustado poder tomar una foto aérea de este bello país llamado Kawell Anay porque tengo la certeza absoluta que hubiese fotografiado un enorme corazón que palpita de manos que ayudan y de niños que ríen, cantan, corren y sueñan esperando ese nuevo sol de un mañana que nos abrigue a todos por igual. Gracias a S., P. y todo Kawell por esta hermosa utopía devenida en realidad; gracias por poner tanto corazón y tanta sangre, gracias por la entrega cotidiana y silenciosa… gracias por el amor.[23]
En estos relatos, se puede identificar en las expresiones citadas previamente, “no tenés límites”, “sos vos ahí adentro”, “utopía devenida realidad”, que esta experiencia y su objetivo de inclusión social de las personas con discapacidad acompañan y forman parte de los sentires y pensares de quienes participan.
Otro de los sentidos que atraviesa esta experiencia es equinoterapia. Esta se encuentra definida, en el campo académico, dentro de las terapias asistidas con animales (TACA)[24] y se diferencia de las actividades asistidas con animales (AACA)[25]. Según González (2015), las TACA hacen referencia a la inclusión de animales de compañía, en especial de equinos y perros, con el fin de promover la salud y el bienestar de la persona, en calidad de tratamiento terapéutico. Por otro lado, las AACA son actividades de entretenimiento planteadas para la mejora de la calidad de vida de lxs que la practican mediante el vínculo humano-animal, sin considerarlas como tratamiento.
Lxs referentes de la acción colectiva le suman a la definición académica sobre la equinoterapia que se trata de “una actividad integral y complementaria que utiliza al caballo como medio de rehabilitación, educación y recreación con personas con discapacidad, mejorando la calidad de vida, en su desarrollo físico, psíquico y social”[26]. Sin embargo, a dicha definición se le suman otros pensares vinculados a la afectividad que la complejizan. Es decir, no solo es concebida como terapia, sino también como una actividad “mediada por el caballo… Respeto, amor, juego…”[27]. Y mediante ella “aprendés a ver la vida de otra manera y como el caballo te ayuda a vos a desplazarte, moverte, a liberarte”[28]. A su vez, el sentido y lugar de la participación de quienes acompañan durante la práctica de equinoterapia es identificada por el jinete o la amazona como un rol fundamental para construir la confianza y las motivaciones de ellxs:
… No hay nadie que diga “No, esto no lo podés hacer, te vas a caer”, o “No porque esto no porque vos tenés límites y no podés”. Ahí no hay límites para nadie, vos sos vos, el caballo y la gente… nadie más […] hay que tener mucho amor, paciencia, dedicación, son lugares que tenés que tener esas tres cosas, si no, no sirve […][29].
Campo de oposición y políticas públicas: visibilizar aquello que es parte de la realidad cotidiana en la comunidad
Las acciones colectivas conviven y confluyen con el campo de oposiciones, conformado por adversarios y aliados en la lucha. Respecto al campo de oposiciones al que se enfrenta Kawell Anay, se pueden distinguir diferentes áreas de lucha.
Una de ellas se vincula con la sanción de la Ley n.° 26.378[30]. Esta última se puede tomar como hito histórico respecto a los derechos de las personas con discapacidad y las políticas sociales que se han desarrollado en nuestro país. Dicha ley tiene el fin de adherir y sancionar con fuerza de ley a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (de ahora en adelante CDPD) y su protocolo facultativo, aprobados mediante resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 13 de diciembre de 2006. De este modo, se propone “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”[31]. Siguiendo este lineamiento, se aclara en el preámbulo del Anexo i, inciso v, que se reconoce
la importancia de la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural, a la salud y la educación y a la información y las comunicaciones, para que las personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales[32].
Sin embargo, la Asociación de Equinoterapia Kawell Anay nació ante la necesidad de construir un espacio no solo de inclusión social para personas con discapacidad (accesibilidad física, social y cultural), sino que también garantice un tipo de terapia que dentro del sistema médico hegemónico (1988) no impera (accesibilidad a la salud).
Esta necesidad podría definirse como una primera relación entre las políticas públicas y la acción comunitaria, ya que lxs integrantes de esta experiencia –más allá de la vigencia de la ley y por fuera del Estado– tuvieron que garantizar ellxs mismxs los derechos de sus hijxs ante la vacancia estatal local.
Asimismo, de acuerdo a Iglesias (S/A)[33], la instrumentación de los derechos es compleja. Dicha complejidad se despliega entre la promulgación de la CDPD y la realidad cotidiana de las personas con discapacidad que pone en tensión la letra de la ley. De este modo, las organizaciones que se conforman por fuera del Estado visibilizan sus necesidades en el intento de dar respuesta a ellas.
También, se puede identificar otro campo de tensión en la relación entre Kawell Anay y las políticas sociales, que se vincula con el Art. 25 de la CDPD. Este último hace referencia a que se
proporcionarán los servicios de salud que necesiten las personas con discapacidad específicamente como consecuencia de su discapacidad, incluidas la pronta detección e intervención, cuando proceda, y servicios destinados a prevenir y reducir al máximo la aparición de nuevas discapacidades[34].
Si bien el término servicios de salud es bastante amplio, la diversidad que implican estos no se refleja en las prestaciones de la localidad de Catriel. Es decir, no habría la variedad de servicios o prestaciones que garanticen acceso a este derecho. De acuerdo a lo mencionado anteriormente, las familias de las personas con discapacidad identificaron la existencia de otras modalidades de asistencia –específicamente la equinoterapia– que no están contempladas por el modelo médico hegemónico y, por ende, no se ofrecen desde el sistema de salud, tanto en el subsector público como en el privado en la localidad. Esta limitación motivó a que las familias comenzaran a capacitarse sobre el abordaje de la discapacidad desde la equinoterapia y convocar a profesionales interesadxs en la temática. De este modo, se conformaron a nivel local como una organización referente en la promoción de un espacio o servicio favorecedor de la salud (concebida desde lo biopsicosocial) a las personas con discapacidad. En este sentido, se puede reflexionar y considerar que dentro de las terapias de salud mental –ofrecidas en el ámbito público o privado– predomina un pensamiento colonial y hegemónico del saber, lo cual implica, parafraseando a Guerrero Arias (2010), que la ciencia y la técnica sean los únicos discursos de verdad. De este modo, las acciones de la asociación entran en tensión los conceptos convencionales de actividad recreativa con caballos y equinoterapia:
… creo que, en su primer momento, comenzamos como algo más recreativo. Estábamos recién empezando, estábamos aprendiendo, y… bueno, era algo nuevo para todos: conocer el animal, conocer distintos tipos de discapacidades […]. Si bien a nosotros, por ahí, nos da un poco de miedo decir “terapia”, porque las terapias siempre tienen un profesional a la cabeza. Nosotros tenemos a V. O., que es psicóloga, pero ella no está siempre… pero la organización, la planificación ya es diferente. Por eso, yo creo que ahora estamos más cerca de lo que sería una terapia a una actividad recreativa[35].
Sin embargo, su objetivo de inclusión social engloba el poder trabajar con obras sociales. Para ello, surge la necesidad del reconocimiento y cumplimento de los requisitos establecidos por estas. Uno de los requisitos plantea la necesidad de que un profesional de la salud deba estar a cargo de la actividad, por lo cual la asociación cuenta con una psicóloga voluntaria que participa de acuerdo a su disponibilidad. En este sentido, se podría pensar que la iniciativa de trabajar con obras sociales posee incidencia en las políticas públicas ya que dicha gestión permitiría que trabajen más profesionales de la salud y, de esa forma, que se amplíe la posibilidad de que las personas accedan a la equinoterapia.
Esta iniciativa no es una lucha solitaria de Kawell Anay, sino que quienes integran la asociación participaron en conjunto con otras asociaciones de equinoterapia de la provincia de Río Negro, en la presentación de un proyecto de ley provincial. A partir de él, lograron la promulgación y regulación de la equinoterapia como actividad terapéutica a través de la Ley Provincial n.° 5.051[36]. Si bien esto posibilitó que dicha práctica sea reconocida provincialmente como un servicio terapéutico, continúa siendo efectivizada por asociaciones no estatales. De esta manera, esta acción realizada colectivamente refleja la incidencia de las acciones comunitarias en las políticas sociales.
De acuerdo a lo descrito anteriormente, Blais (2002) plantea que los movimientos sociales permiten crear espacios que proponen un discurso diferente a aquel de lxs expertos (profesionales) sobre el padecimiento mental, lxs enfermxs o los servicios. De este modo, se “relativiza el saber de los expertos sobre los problemas y necesidades (y por consecuencia, sobre los tratamientos/programas/servicios /políticas), y que relativiza también la importancia de sus intervenciones” (Blais, 2002)[37]. Esto da lugar al protagonismo de quienes se encuentran en el territorio respondiendo a las necesidades significativas de las personas con discapacidad, como también posibilitando reestructuraciones en los servicios sociales y de salud. Al mismo tiempo, tomando los aportes de Guerrero Arias (2010)[38], la acción colectiva se encuentra con la necesidad de convertir en científicos sus saberes y práctica en equinoterapia construidos y ofrecidos a la comunidad, a través de un profesional que coordine y realice la actividad. Al mismo tiempo, se invisibiliza y silencia el recorrido de los saberes de la acción, como también la afectividad y el corazonar[39] que atraviesa la práctica. Esto último se ve reflejado en la descripción que realiza una referente de Kawell Anay sobre la equinoterapia y sus beneficios:
La Equinoterapia como una actividad complementaria y mediada por el caballo… Respeto, amor, juego…[40]
… Siempre del disfrute y el caballo, el jinete puede lograr lo mejor montando un caballo: Autonomía, fortaleza, equilibrio, coordinación óculo manual, coordinación, control del cuerpo y percepción del esquema corporal…[41]
Los discursos hegemónicos sobre lo científico imperantes en el campo de los servicios de salud que se hacen visibles en las obras sociales llevan a que se desestimen y silencien los saberes y el trabajo de lxs referentes dentro de la asociación. Dichos saberes no solo están conformados por conocimiento, sino que también se entraman en la ternura, la afectividad, las cuales no son contempladas en el saber académico colonial.
Si bien el campo de oposición es bastante amplio, la acción comunitaria posee aliadxs que permiten contenerla, sostenerla y fortalecerla en este campo de lucha. Por un lado, cuenta con el apoyo de voluntarixs para realizar las actividades cotidianas y una red de familias que acompañan tanto en las decisiones administrativas (por ejemplo, en la gestión y firma de documentación), como también en actividades con fines de recaudación de fondos. A su vez, otras familias participan en carácter de socioprotectoras, abonando una cuota mensual durante el año.
Esta red de aliadxs se va ampliando a través de las actividades de concientización en comercios de la localidad, brindando herramientas que posibiliten la accesibilidad y autonomía de las personas con discapacidad. En este sentido, integrantes de la asociación concurrieron a comercios de venta de ropa para concientizar sobre el espacio de los probadores, y en locales gastronómicos sobre menús con pictogramas. Esto posibilita visibilizar que no se garantizan los derechos de las personas con discapacidad en las políticas públicas de la localidad. Aunque, al mismo tiempo, dichas acciones realizadas por Kawell Anay efectivizan la CDPD, como también favorecen la construcción de corresponsabilidad en conjunto con la comunidad respecto a los derechos de las personas con discapacidad.
Asimismo, la incidencia de la acción colectiva, a nivel local, es reconocida en una nota publicada por un diario digital de Catriel:
En Catriel existen varias instituciones y personas que abogan por la protección de sus derechos, la visibilización de sus problemáticas y una real integración de las personas con discapacidad para que puedan participar activa y productivamente en la vida social y económica de su comunidad. Kawell Anay es una de ellas y trabaja en la localidad desde hace 10 años[42].
Aproximaciones finales del paraíso Kawell Anay
De acuerdo a lo desarrollado en este capítulo, se podría pensar que las actividades que realiza esta experiencia van en consonancia con su objetivo de aportar a la inclusión social de las personas con discapacidad, dado que no solo ofrece una actividad exclusiva para las personas con discapacidad, sino que genera espacios de participación para las personas de la comunidad. De esta forma, la inclusión social de las personas con discapacidad tiene un horizonte colectivo y comunitario, pero, al mismo tiempo, se resignifica en las necesidades, los deseos, las metas y la singularidad de quienes participan reconocidxs de esa manera como sujetxs protagonistas del proceso de inclusión.
Para finalizar, Kawell Anay se podría pensar como una acción colectiva que, a lo largo de su recorrido, no solo lucha por la inclusión social de personas con discapacidad, sino que, además, reivindica y visibiliza conocimientos y prácticas alternativas que posibilitan lo terapéutico. De este modo, quienes conforman y participan en la asociación mediante sus diversas actividades ponen en tensión dos áreas: por un lado, las políticas púbicas sobre discapacidad vigente, que no se ejecutan eficientemente y de manera significativa en la cotidianeidad de las personas con discapacidad; y, por otro, la exclusión que realiza –implícitamente– el modelo médico hegemónico de prácticas asistenciales y terapéuticas que no son reconocidas por él como tales, impidiendo el acceso al derecho de las personas de elegir la atención de su salud integral mediante la equinoterapia.
- La localidad de Catriel posee dos entradas que permiten el ingreso a ella. Estas son conocidas popularmente como “acceso sur” y “acceso norte”, y ambas lindan con la Ruta Nacional n.° 151.↵
- Nombre científico Salsola kali.↵
- El campo de práctica es el espacio delimitado donde se realiza equinoterapia. Allí el/la practicante, junto al voluntarix y el caballo, realizan la actividad planificada.↵
- Persona que es significativamente reconocida la gestión y actividades de la asociación tanto dentro de la acción colectiva en la localidad.↵
- Patricia García, conversación informal, 2018.↵
- Ídem.↵
- Ídem.↵
- Este espacio, es un parque público conocido y denominado por la comunidad con ese nombre. En el mismo, no existe un depósito natural de agua, sino que es un terreno rodeado de árboles y que suele inundarse cuando hay precipitaciones.↵
- Voluntaria Aldana Retamales, entrevista, 2020.↵
- Ídem. ↵
- Patricia García, conversación informal, 2018. ↵
- Personas de la comunidad que coordinan actividades programadas de la asociación de manera ad honorem y participan en ellas. Estas pueden ser jóvenes, adultxs o profesionales. Asimismo, también hay voluntarixs que participan o aportan en la recaudación de fondos económicos para los gastos de la institución.↵
- Practicante Maru Nieto, entrevista, 2020.↵
- “Jinete” es el término que se utiliza para nombrar a la persona masculina que practicará y trabajará con el caballo. También se lo suele denominar “practicante”.↵
- “Amazona” es el término que se utiliza para nombrar a la persona femenina que practicará y trabajará con el caballo. También se la suele denominar “practicante”.↵
- Voluntaria Aldana Retamales, entrevista, 2020.↵
- Nombre en lengua mapundungún perteneciente a la población mapuche, el cual traducido significa “caballo amigo”.↵
- Nombre en lengua mapundungún perteneciente a la población mapuche, el cual traducido significa “caballo niño”. ↵
- Notas de cuaderno de campo, 2019.↵
- Facebook Sergio Retamales, 2020. Recuperado de bit.ly/3Lhp2Xv. Año 2020.↵
- Practicante Maru Nieto, entrevista, 2020.↵
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