Plan para el desarrollo de la inteligencia emocional en el Jardín de Infantes [2]
Ávalos de Arce Fernández, Inés; Frontera, María Eugenia [3]
Palabras clave: Educación. Sentimientos. Ánimo. Empatía. Autocontrol. Tranquilidad. Alegría. Fortaleza.
Desarrollo
Preocupados por la irritabilidad que manifiestan los alumnos, la poca tolerancia a la frustración, la dificultad para permanecer en una tarea durante el tiempo previsto y la apatía ante las propuestas decidimos intervenir con un plan específico de educación emocional. Fijamos un cronograma de presentación y acordamos como equipo educador en trabajar este proyecto de manera transversal durante todo el año. La Psicopedagoga de la institución realiza una vez por semana la presentación de cada una de las emociones y desarrolla alguna actividad puntual. A lo largo de la semana cada maestra refuerza lo trabajado y los alumnos van plasmando su estado emocional en el emocionario de la sala durante tres momentos diarios: en la iniciación de la jornada, antes de merendar y a la vuelta del patio.
Seleccionamos el cuento “El monstruo de colores”, de Ana Llenas, por su simpleza, riqueza y creatividad. Se trata de un monstruo de todos colores, confundido y aturdido porque no sabe lo que le pasa; entonces debe ordenar sus emociones, cada cual según un color. A partir del cuento se ponen en común las situaciones que les despiertan esos sentimientos, a dónde lo sienten en el cuerpo y de qué manera expresarlos o aliviarlos. Se realizan distintas actividades, con variedad de recursos en todas las áreas. Luego se van identificando emociones más específicas, que se presentan a partir de la vida diaria de los niños o de otros cuentos, cumpliendo a la vez con los objetivos de Lengua.
El alto grado de respuesta de los alumnos y el consecuente impacto en las familias es nuestro primer indicador de éxito. Fue esencial establecer un cronograma semanal, encuadrarlo dentro de la rutina de la sala y contar con una persona que lleve el programa en un horario definido.
Identificamos como amenaza actual quitar tiempo a otros programas en curso para la implementación de este plan; de todos modos aspiramos a que la educación emocional sea una manera de trabajar, más allá del contenido o proyecto didáctico. La capacitación del personal y la disposición de material específico demandó una atención especial.
Destacamos el beneficio de trabajar toda la institución en un mismo programa con un objetivo en común por la sinergia y crecimiento que nos ha generado.
Referencias bibliográficas
Antonelli, Claudia (2016). Leo y aprendo. Reconocer sentimientos. Buenos Aires: Grupo Clasa editorial.
Gómez Villalba, Isabel (2014). Colección Biblioteca de Inteligencia emocional y educación en valores, Educar la inteligencia espiritual, recursos para la clase de religión. Madrid: Luis Vives Editorial.
Grop: Bisquerra Alzina, Rafael, Pérez Escoda, Núria, Cuadrado Bonilla, Montserrat, López Cassá Élia, Filelia Guiu, Gemma, Obiols Soler, Martxel (2016). Actividades para el desarrollo de la inteligencia emocional en los niños. Barcelona: Parramon.
Llenas, Anna (2012). El Monstruo de colores. Barcelona: Flamboyant.
Manes, Facundo y Niro, Mateo (2014).Usar el cerebro, conocer nuestra mente para vivir mejor. Buenos Aires: Ed. Planeta.
Manes, Facundo y Roca, María (2017). Descubriendo el cerebro, neurociencia para chicos y grandes. Buenos Aires: Ed. Planeta.
Monreal, Violeta (2016) Guía de recursos para el desarrollo de sentimientos y valores. Madrid: Ed San Pablo.
Núñez Pereira, Cristina y Valcárcel, Rafael R.(2013). Emocionario. España: Palabras aladas.