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Epílogo: una lectura después de la lectura

Alejandro Herrero[1]

Conozco a Laura desde 2005, año que inició sus estudios en la Universidad Nacional de Lanús, en la carrera de Gestión Educativa. Por entonces, Laura era directora del Hogar Amor Maternal.

Primero, la vi en escena como estudiante en la materia que dictaba entonces, Historia de la Educación, y luego formando parte del grupo de investigación en Historia que coordinaba.

Siempre Laura me sorprendió por su capacidad para leer los textos, para unir cuestiones aparentemente alejadas unas de otras, para pensar la historia de la educación y sobre todo la gestión y las políticas públicas en la historia de la educación, y seguramente esto se debe a su propio lugar de trabajo como docente y directora de escuela[2].

Me gustó mucho poder acompañarla en su trayectoria académica; se licenció en Gestión Educativa (otra vez la política y el gobierno, pero ahora en plan de estudios), y luego se especializó en Educación e hizo su maestría en Metodología de la Investigación Científica y por último, como ustedes saben, su doctorado en Educación.

Esto es lo primero que quiero decir: el libro que han leído condensa muy bien todos estos años de estudio y de maduración.

Muy bien, vayamos al título.

Acaban de recorrer la tesis doctoral devenida en libro y creo que compartirán algo conmigo: el título nos habla de un estudio puntual focalizado en el Consejo Nacional de Educación, en las políticas educativas y el gobierno de la educación común, en una unidad de tiempo precisa, 1908-1913. Sin embargo, la investigación de Laura es mucho más que eso.

Las tres partes, a mis ojos, pueden ser leídas como tres libros: la dimensión epistemológica de la historia de la educación, el diseño metodológico, y el estudio histórico al que alude el título. Los puedo leer y no leer como partes o como libros, Guic obviamente hace la primera lectura. Si leo cada parte como un libro, no me refiero solo por su extensión, sino porque cierran en sí mismas, y al mismo tiempo no puedo dejar de leerlo como tres partes porque se encadenan una a la otra y son necesarias la primera y la segunda para entender cómo pensó la autora su investigación histórica.

Laura me transmitía, invariablemente, una inquietud: cómo se ha reflexionado la historia de la educación. Los estudios que leía no la satisfacían, ni tampoco halló respuestas en los encuentros de historia de la educación, donde esta inquietud casi ni aparecía.

La escuché una y otra vez, y siempre me recordaba a Rulfo. Le preguntaron por qué escribió Pedro Páramo, y respondió que fue a su biblioteca a buscar el libro y, como no lo encontró, se lo puso a escribir. Quizás esta sea la escena perfecta para describir por qué se escribe o se investiga. No lo sé.

Laura comenzó a traerme sus escritos, y esa historia sin fin –al menos así la sentía como lector, porque sus textos seguían llegando se convirtió en una etapa inicial en la primera parte que ustedes leyeron, la dimensión epistemológica, que daba respuesta a esta inquietud, y luego me envió por correo la segunda parte, el diseño metodológico, y finalmente su estudio del programa de educación patriótica.

La dimensión epistemológica en sí misma es una tesis o un libro, sin embargo, Laura la escribió para pensar su propia investigación, que tenía como fin continuar su estudio sobre Ramos Mejía[3], y su permanente obsesión de reflexionar sobre el gobierno y en especial el gobierno de la educación. Porque Laura necesita ampliar el espacio y el tiempo, o ir más allá en sus reflexiones para pensar, lo cual me encanta.

Su objeto eran Las multitudes argentinas de José María Ramos Mejía, editado en 1899: un libro, un autor, un año preciso de edición, todo parece fijado, ubicado en espacio y tiempo.

Aquí también el título habla de un estudio histórico preciso; sin embargo, leemos toda la trayectoria de Ramos Mejía, porque su tesis se propuso matizar la imagen de los estudiosos que lo definen solamente como un intelectual o científico, de manera que así pierden de vista que, antes de todo, se pensó siempre como un hombre de gobierno. Por lo tanto, para comprobar esto en Las multitudes argentinas, primero Guic realizó todo un rastreo de su trayectoria desde sus primeras intervenciones hasta su muerte.

Laura nos hace ver que, desde el inicio, siendo estudiante en el colegio, luego en la universidad, o formando parte de la denominada “Revolución de 1874”, del lado de Bartolomé Mitre, Ramos intervino políticamente, estaba plenamente interesado en actuar como político, y su objetivo era acceder a cargos de gobierno.

Sin duda, Ramos Mejía fue un gran referente con sus investigaciones y libros en la cultura argentina de la época, o, mejor dicho, del llamado “círculo inteligente del país”; esto nunca lo deja de señalar Laura.

Domingo Faustino Sarmiento escribe una reseña de uno de los primeros libros de Ramos Mejía, o González construye capítulos de La Tradición Nacional (1886), invocando una y otra vez sus investigaciones.

Como lector, me resulta muy fácil entender por qué Laura matiza la imagen de un Ramos Mejía solamente intelectual o científico, y me resulta claro por qué leo la trayectoria que traza desde sus primeras intervenciones en la arena política, o con sus investigaciones históricas y médicas donde siempre analiza a hombres de gobierno, o reflexiona los problemas que visualiza para gobernar Argentina.

El gobierno, cómo se gobernaba, los hombres que ejercieron los cargos de gestión son el eje constante que la tesis de Laura nos hace ver en todo el itinerario de Ramos Mejía.

Todo un recorrido que no se detiene en 1899, momento en que Ramos intervino con Las multitudes argentinas, sino que sigue hasta su muerte en 1913 (puesto que abandonó su cargo de presidente del Consejo Nacional de Educación meses antes de su fallecimiento).

Ustedes acaban de leerlo, y creo que ahora tienen más información para entender mejor mi clave de lectura: Laura nos habla, en este nuevo estudio del Consejo Nacional de Educación, de las políticas educativas y el gobierno de la educación común, en una unidad de tiempo precisa, 1908-1913, y Ramos Mejía ni siquiera aparece en el título, porque ya lo había indagado con profundidad en una indagación anterior, y de lo que se trataba en este nuevo tramo de su camino era de examinar más precisamente algo más grande que su protagonista, y eso más grande (que también obsesiona a la investigadora) es el gobierno, cómo se gobierna, cuáles son las políticas de la educación común.

La tesis doctoral devenida en libro que acaban de leer continúa claramente su tesis de maestría. Leo una y otra como un mismo escrito donde paso de una estación a otra, como en la tesis doctoral, transito de una parte a otra, el camino resulta el mismo, un solo libro (dos tesis devenidas en dos ediciones) que no se termina.

Se puede leer una parte en sí misma, dije al principio, pero también les recomiendo que lean su primer libro para entender mejor esta obra.

Recuerdo entonces al poeta Juan L. Ortiz, que escribió durante toda su larga vida y editó libros desde la década de 1930 hasta la de 1970, y, cuando se editaron sus obras completas, planteó un título que las abarcara a todas, En el aura del sauce, porque a sus ojos todo lo que había escrito y editado en numerosos volúmenes lo leía en realidad como un mismo libro.

Algo de esto siento cuando leo y escucho a Laura. Me refiero a sus artículos, sus intervenciones en jornadas y congresos, sus clases[4], y estas dos tesis, todo conforma una misma reflexión, una misma investigación, un mismo relato.


  1. Universidad Nacional de Lanús (Centro de Investigaciones Históricas, Departamento de Humanidad y Artes). Universidad del Salvador (Escuela de Historia y Doctorado en Historia). Investigador del Conicet.
  2. Actualmente continúa ejerciendo su cargo de directora en el Hogar Amor Maternal de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires.
  3. Aludo a su tesis de maestría: Laura Guic. José María Ramos Mejía y las Multitudes Argentinas. Una intervención política en Buenos Aires, hacia el siglo xix. Tesis presentada en Maestría en Metodología de la Investigación Científica, Universidad Nacional de Lanús. 20 de septiembre de 2019. Escrito que editó en libro: Laura Guic, Claves para leer Las Multitudes Argentinas de José María Ramos Mejía. Buenos Aires, UNLa-FEPAI, 2021.
  4. Con Laura dictamos clases juntos en la Universidad Nacional de Lanús y en la Universidad del Salvador.


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