En el trabajo colaborativo el todo es más que la suma de las partes[2]
Vazquez, Esther[3]
Resumen
El aprendizaje colaborativo favorece y estimula el desarrollo de las habilidades sociales e intelectuales de los alumnos. En términos vigotskianos, lo que un aprendiz puede lograr hoy con un andamiaje apropiado brindado por un otro más experto, podrá hacerlo de modo autónomo e independiente posteriormente. Diferentes investigaciones han demostrado que lo que se aprende en colaboración con otros se comprende y retiene con mayor eficacia y, que cuando se trabaja colaborativamente, los estudiantes tienden a alcanzar mayores niveles en el uso de las funciones ejecutivas. Sin embargo, es relevante comprender que para que el trabajo en equipo y los logros de sus miembros sean significativos, el trabajo colaborativo en equipos tiene que ser cuidadosamente planificado y adecuadamente monitoreado y mediado por el adulto a cargo.
La experiencia pedagógica innovadora que se comparte está basada en el trabajo de campo con alumnos de escuelas secundarias de gestión pública y privada. Dicha experiencia ha sido testeada a través de la herramienta de investigación-acción por la docente a cargo. A través de esta puesta en común, se busca reflexionar con los docentes acerca de la importancia de incorporar instancias de trabajo colaborativo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, compartir los elementos a tener en cuenta en la planificación de actividades y comprender los principios que rigen este tipo de trabajo. Pondremos en común algunas de las estrategias que se utilizaron, explicando cómo desarrollarlas en el trabajo con nuestros alumnos.
Palabras clave: Aprendizaje. Planificación. Vygotsky. Andamiaje. Autonomía. Funciones Ejecutivas.
Cuando se trabaja apropiadamente en equipos colaborativos, los alumnos se desempeñan e interactúan hacia un objetivo común.
Una cuestión importante a señalar y a señalarles cuando decidimos que sostendremos diferentes instancias de trabajo colaborativo a lo largo de un año escolar, es que el trabajo en equipo tiene ciertos principios que deben respetarse: interdependencia positiva, ejercicio de la responsabilidad individual, participación equitativa e interacción simultánea.
Debemos resaltar que a trabajar colaborativamente se aprende y, es por esto que es necesario que los alumnos comprendan que estos principios deben respetarse durante el tiempo que se extienda el trabajo en equipo.
Una justificación para el trabajo colaborativo es que podemos esperar más de un alumno que está trabajando con otros, que de un estudiante que trabaja de forma individual. Pero el aprendizaje no se produce simplemente permitiendo que los estudiantes se sienten juntos; los alumnos necesitan entrenamiento y asistencia en cuanto a la forma de trabajar en equipo. Dicho de otra manera, deben aprender a trabajar como un grupo, que es diferente a trabajar en grupo.
También hay que aclarar la importancia de “aprender con otros” a nuestros estudiantes para que ellos también sean plenamente conscientes de la riqueza de trabajar juntos y comprender cómo el aprendizaje colaborativo beneficia su aprendizaje cognitivo y sus habilidades sociales y emocionales en un enfoque ganar-ganar.
Comenius luego de Séneca, fue el primer pedagogo en hablar de los beneficios de la tutoría entre iguales. Afirmó que “Docet Qui, Discit”, que significa “El que enseña, aprende”. Sabemos que sólo cuando podemos explicar algo a alguien eficientemente es que podemos estar seguros que poseemos ese conocimiento.
Con cada curso, a medida que los alumnos fueron profundizando las estrategias de trabajo colaborativo y comprendiendo que el producto final debía demostrar que había sido realizado por un equipo en el que los miembros interactuaron de acuerdo a los principios del trabajo colaborativo, los mismos fueron mejorando sus estrategias de negociación, escucha activa y colaboración en pos de lograr este objetivo.
La docente hizo especial hincapié en la planificación, etapa clave previa al comienzo de cualquier trabajo que se realizará en equipos colaborativos. Los aspectos principales que se tuvieron en cuenta y que fueron informados a los alumnos oportunamente fueron el número de los miembros que tendría cada equipo, la cantidad de tiempo en clase y/o fuera de ella que se destinaría a desarrollar las diferentes actividades, cómo se monitorearía el trabajo y se les daría feedback durante la realización del mismo favoreciendo así una evaluación de proceso, qué tipo de herramienta de autoevaluación se propondría al finalizar el trabajo en equipo estimulando así el proceso de metacognición que favorece el desarrollo de las funciones ejecutivas, y finalmente, el o los formatos y soportes de entrega y/o presentación final que se requerirían.
Referencias bibliográficas
Fisher, R. (2005) Enseñar a los niños a aprender. Cheltenham: Nelson Thornes
Goleman, D. (1998) Trabajar con Inteligencia Emocional. Broadway: Bantam