Presentación
En el Hospital Neuropsiquiátrico de mujeres Braulio Aurelio Moyano, en Buenos Aires, se consolidó en el año 2011 una iniciativa radiofónica singular: Desate. Conformada sólo por voces de mujeres internadas y con una duración de tres minutos, estas producciones sonoras comenzaron a polinizar el espacio radioeléctrico de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. Detrás de esta apuesta comunicacional está Silvia Maltz, psicóloga y trabajadora del hospital.
¿Cómo nace esta radio? ¿Cuál es su factor diferencial con otros medios de Salud Mental? ¿Hace cuánto emite y desde qué medios lo hace? Silvia nos comparte los ires y venires de la radio hecha desde el Moyano.
Por ahora, y a manera de provocación, sólo podemos decir que su fórmula de producción ha resultado potente y muy exitosa porque se trata de una microdosis fresca y de fácil inclusión en las parrillas programáticas de las emisoras que le prestan el aire.
Uno de los objetivos centrales de esta propuesta es romper con los estigmas que pesan sobre las mujeres que han pasado por una experiencia psiquiátrica y posicionarlas, a través de sus sonoridades, como personas pensantes, críticas y que pueden realizar contribuciones valiosas a las conversaciones públicas.
¡A desatar los prejuicios sobre la Salud Mental!
La idea
Al sur de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Barracas, se encuentra el complejo hospitalario de atención pública en Salud Mental conformado por el Hospital José Tiburcio Borda para la población masculina y el Hospital Neuropsiquiátrico de mujeres Braulio Aurelio Moyano, más conocido como “el Moyano”.
Una mañana otoñal de 2007, una psicóloga y terapeuta ocupacional que es parte del Área de Programática, después de salir de uno de los talleres que se ofertan en el Moyano para las internas de la sección de Rehabilitación, pensó en la posibilidad de hacer un taller de radio. Fue una idea peregrina que empezó a anidar en su deseo. ¿Por qué no? Una radio realizada por las mujeres del Moyano. ¿Cómo sería? ¿Les interesará a las usuarias internadas? ¿Aceptarían las autoridades una propuesta de esta naturaleza?
Como trabajadora de la institución, Silvia Maltz vivía en carne propia la debacle del modelo asilar y de encierro, sus grandes carencias, el desamparo y el abandono cotidiano hacia las internas, y los embates de un sistema de atención que reclamaba con urgencia una nueva ley de Salud Mental. Al mismo tiempo, conocía bien la problemática de estas mujeres, las había escuchado en innumerables ocasiones y sabía que tenían mucho que decirle a la sociedad.
Había que juntar fuerzas y animarse a plantear la idea. La apuesta: encontrar resonancias entre las autoridades y los profesionales del hospital para que la posibilidad de comenzar un taller de radio con las internas se hiciera realidad. Así recuerda Silvia Maltz ese momento, “por cuestiones institucionales intenté, a través de la nueva dirección del hospital, pensar la idea de hacer una radio. El director del hospital, en ese momento el doctor Jorge Cefferata, apoyó la iniciativa y comencé a armar el bosquejo del proyecto”. Con ese primer paso dado, el camino hacia la radio se había inaugurado. Corrían los primeros meses del año 2008.
La formación profesional por la que Silvia había transitado y los saberes que portaba estaban lejos de la comunicación; se necesitaba encontrar un apoyo para la producción de los programas. Así fue como se estableció una próspera alianza con el Taller Anual de Orientación en Comunicación Comunitaria, dirigido por Oscar Magarola, perteneciente a la carrera de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Mientras Silvia Maltz se encargaba de la gestión institucional del taller de radio, la Cátedra de Oscar Magarola les apoyó en trabajar la idea, convocar a las usuarias del hospital, y hacer un gran concurso para difundir la propuesta. Además, el profesor y sus alumnos conformaron el taller para enseñar a hacer radio y para preparar a las participantes para que pudieran armar un programa.
La invitación para el taller tuvo buena recepción. Un grupo de entre 20 y 30 mujeres en situación de internamiento se animaron a participar en las radios abiertas que se hacían en los pasillos. El taller se volvió un espacio convocante, de asistencia voluntaria, que apuntaba al encuentro con lo que había más allá del padecimiento psiquiátrico: diálogos, opiniones, lectura de poesías, discusiones sobre las condiciones precarias de la vida en la institución, sobre la necesidad de encontrar un trabajo para poder dejar el encierro y comenzar una vida afuera con cierta autonomía, entre muchos otros. Pero, sobre todo, era un espacio en el que se condensaba la intensidad de compartir la esperanza de reconocerse en las derrotas y las ilusiones de las demás compañeras, y en la potencia de redescubrirse a sí misma con deseos y sueños que la medicación y el desamparo no pudieron ahogar.
Casi un año después del inicio del taller, en el 2009, los intensos debates sobre el proyecto de Ley de Salud Mental en Argentina –finalmente promulgada en el año 2010– junto con los crecientes rumores sobre el posible cierre del Hospital Moyano generaron
“un gran temor en las chicas y venían al taller a hablar del cierre y del abandono, de su miedo a quedarse en la calle, surgió como una cuestión paranoica y, a partir de eso, empezamos a trabajar un video y pequeños programas sobre el tema que se difundieron por el sitio web de Desate que generaron incidencia en la red. Esos programas que subíamos a internet hicieron que se empezara a conocer Radio Desate”, cuenta Silvia.
Desate se desató del Moyano y se lanzó al ciberespacio. La producción y la edición radiofónica estuvo a cargo, en esos primeros tiempos, de los estudiantes y profesionales de la Cátedra de Comunicación Comunitaria que habían ayudado a parir el taller de radio. Esos programas breves, que comenzaban a circular por internet, capturaban mucho más que la experiencia de vivir en los pabellones de un hospital psiquiátrico de mujeres. Eran torrentes de voces y palabras que debatían temas de actualidad, que sacudían las verdades cristalizadas y que interpelaban las certezas de quienes se animaban a asomarse a esos minutos sonoros.
Una fórmula exitosa
A partir del año 2011, Desate experimentó un giro importante: logró mayor visibilidad y reconocimiento no sólo de los radioescuchas sino también de algunas instituciones vinculadas al quehacer de la comunicación que le abrieron nuevas puertas y ventanas radiofónicas. Por ejemplo, en aquellos años, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), les vinculó con el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER), dependencia pública que colaboró en la profesionalización de Desate y en la mejora de la calidad técnica de sus producciones.
Así, profesionales del ISER, como Marcos Autcheloine, Sol Ávila García y, más recientemente, Romina Romero se incorporaron a la operación y a la producción de Desate, contribuyendo durante varios años con la elaboración de materiales sonoros de mayor calidad. Con ello, llegaba a su fin la fase inicial y experimental que esta iniciativa radiofónica recorrió de la mano del equipo de la cátedra de Comunicación Comunitaria, y comenzaba otra más profesional y de mayor difusión pública.
En este proceso, AFSCA y el ISER fueron las piezas clave para que las producciones de Desate llegaran a distintos puntos del dial de emisoras comerciales, públicas y comunitarias. Tal como lo precisa Silvia Maltz,
“empezamos a trabajar con el ISER lo que nos permitió salir del marco del hospital para construir relaciones con radios comunitarias y comerciales, conformamos equipos más reducidos de usuarias, mejoramos el sonido, los aspectos técnicos, y dejamos de llamarnos Radio Desate para pasar a ser microprogramas”.
Esto último, constituyó un salto cualitativo para la difusión de las voces del Moyano porque la audiencia, a través de estas emisoras, era mucho mayor que la que tenían en el sitio web. Así, en su nueva modalidad de microprogramas, de tres minutos de duración, las producciones de Desate se difundieron a través de FM La Tribu, Radio Cooperativa, Radio Vorterix, La Radio de las Madres de Plaza de Mayo, Radio Nacional, Radio ISER FM95.5, Radio Municipal de Salto FM 87.9, entre otras.
A partir de la conquista del dial en el año 2011, se fueron renovando y diversificando las estaciones a través de las cuales circulaban, con periodicidad variable, los micros de Desate. Pero, también hay que señalarlo, los cambios políticos y la crisis económica de los últimos años en Argentina fueron reduciendo algunos de los espacios de difusión como ocurrió con Radio Nacional.
Aquí están, entonces, los componentes centrales de esta fórmula exitosa y original de Desate:
- Voces de mujeres con experiencia psiquiátrica.
- Micros de tres minutos de duración.
- Difusión a través de emisoras comerciales, públicas y comunitarias.
De este modo, se logró un producto radiofónico potente y de fácil inclusión en la parrilla de programación de las emisoras que solidariamente le dan aire, para posicionar en la esfera pública a mujeres invisibles y en condición de afonía social.
Ahí vienen las chicas…
Usuarias internadas o ya externadas, “las chicas”, como las llama Silvia durante nuestra entrevista, conforman el colectivo fluctuante que produce los micros que cada semana conquistan el dial, “son siete chicas las que trabajan en Desate, están internadas y externadas, y muchas son profesionales como psicóloga, historiadora, periodista, que tienen padecimientos mentales. Todas son comunicadoras en salud”. Julia, Susana, Melisa, Paula, Carolina y Graciela son algunas de las mujeres que se han animado a tomar los micrófonos para, en sólo tres minutos, contarles a los habitantes de la ciudad y la provincia de Buenos Aires que es posible desatarse del diagnóstico psiquiátrico y ser una ciudadana más, preocupada por temas tan relevantes como la violencia de género, la política, el acceso a la vivienda, los recortes presupuestales, la cultura, entre muchos otros.
Cada semana, se reúnen en un espacio pequeño del hospital en torno a una mesa alargada: frente a frente, con papel y pluma, con muchas ideas e interés de debatir no sólo lo que a ellas les aqueja sino lo que les duele de la realidad argentina. Pero, sobre todo, con muchas ganas de contarle al mundo que desatarse y liberarse es el primer paso para atisbar otros sentidos y otras historias.
En esos encuentros semanales, que funcionan bajo la modalidad de taller, las comunicadoras hacen un esfuerzo por dejar sus asuntos personales a un costado para conectarse con la cultura, con la política, con el afuera y con todos aquellos potenciales radioescuchas.
La producción sonora que alimenta la edición de los micros de tres minutos tiene dos vertientes. La primera, anota Silvia, es una mesa de diálogo,
“los programas abordan distintos temas que se desarrollan durante casi dos horas y, a partir de ahí, se aportan contenidos más teóricos, se debate y se toma nota de algunos aspectos básicos para elaborar el guion. Una vez cerrado ese momento se locutan los contenidos. El guion intenta dar una coherencia a la discusión colectiva al rescatar los argumentos centrales y seleccionar las frases más emblemáticas para que sean locutadas. La segunda, es la grabación de algunos programas individuales de las chicas como pueden ser la lectura de poesías u otros textos breves a los que posteriormente se los musicaliza y se les incorpora algunos tramos de locución. En ambos casos, el gran desafío es generar un producto final compacto de tres minutos de duración”.
En los últimos años, algunas comunicadoras de Desate han recibido una beca del Ministerio de Trabajo como contrapartida económica a su labor de comunicadoras en salud. Silvia cuenta que “las siete chicas que trabajan en la producción de los micros tienen una beca para estudiar radio. Este fue un logro de La Colifata y es así como participamos de esos beneficios”. Esta prestación pública está hoy en día en riesgo de no continuar por los recientes recortes presupuestales de la actual gestión gubernamental.
La beca constituye, además de un ingreso económico, una valoración y un reconocimiento público de la condición de comunicadoras en salud de estas mujeres que les permite descubrir, más allá de la etiqueta de “las locas del Moyano”, otras formas “de reencontrarse, de relacionarse, de escucharse, de opinar, y de mirarse”, acota Silvia Maltz. Y estos son algunos de los efectos positivos que trae salir del pabellón de internamiento, asistir al taller semanal de radio, tomar los micrófonos y sonar en el dial.
Píldoras de liberación prolongada
A continuación, unos audios de Desate sin efectos secundarios ni interacción medicamentosa:
Micro: Redes, emitido el 21/9/2018
“−Hoy, oyentes desatados, muchas de nosotras somos de otra generación, de otra época. Pero siempre nos animamos a abordar temas de actualidad que nos intrigan y nos preocupan.
−Es cierto. Yo pensaba, si no querés que algo se sepa, no lo hagas y no lo publiques. Nos referimos a las redes sociales. Miren qué antiguas somos que las conocemos muy poquito.
−¿Quién no cometió una travesura? Yo soy joven así que a las redes las conozco bastante. Son una ventana al mundo para los chicos de hoy.
−A mí me causa gracia cuando relatan el día a día: ‘hola, me estoy bañando’; ‘ayyy, me quedé sin papel higiénico’. Se comenta cada pavada…
−Casi se relata la vida entera.
−A mí, me preocupa cuando hay exhibicionismo innecesario. Mal momento para grandes y chicos…
−No es que seamos prejuiciosas y aburridas, pero hay que cuidarse y cuidar a los menores.
−Porque estas redes enredan…
−Cuidemos a nuestros niños de la obscenidad. Sigamos reflexionando sobre estas cosas.
−Hasta la próxima.”
Micro: No se lo digas a nadie, emitido el 14/9/18
“−Hola desatados, ¿cómo están? Nosotras, en otra jornada de radio. Mirando las noticias y hojeando lo que pasa en la sociedad. Y pensaba en esa frase común que dice ‘te cuento, pero no se lo digas a nadie’.
−Me encanta esa frase. Viste, que de chicas solíamos correr esos mensajes pero aclarando: ‘guardalo que es un secreto’.
−Uyy… difícil en estos días. Parece que se prendió un ventilador y todos corren a contar algo.
−Hubo en el mundo un brote de chismerío, culpa o como le quieran llamar. Allá arriba, en Estados Unidos, estábamos leyendo que escriben cartas anónimas de allegados al gobierno -fuentes fidedignas, le dicen-. Y tiran datos.
−Data muy interesante en contra del presidente Trump, por ejemplo.
−Y Brasil fue el pionero. Siempre primero y un paso adelante. Y a esos chismeríos le llaman Lava Jato. Otro que lavadero de autos…
−Parece que el ‘te cuento, pero no se lo digas a nadie’, no funciona ni en el norte, ni en el sur, ni en el este, ni en el oeste.
−Una secretaria, un chofer, un jardinero, todos tienen secretos que en algún momento se escaparon.
−Parece que en nuestro país también había muchos que tenían cositas que confesar, detalles. Ya veremos al final de la novela. O sea, si tenés algo importante, primero, mejor charlalo con la almohada. Para evitar algunos juicios…, viste.
−Descansen amigos desatados. Hasta la próxima.”
Micro: Historia de amor, emitido el 29/8/18
“−Bienvenidos desatados y desatadas. Una vez más nos encontramos para refexionar y compartir cosas sencillas de la vida: el amor y el desamor están siempre dando vueltas en la cabeza y en el corazón.
−No se puede vivir de amor, dice Calamaro, y tiene razón.
−Lo que nosotras queremos es vivir de ese amor.
−Y, para soñar juntas, hoy Carolina nos trajo una poesía. Te escuchamos, Caro:
−No hago más que pensarte
tu voz, tu cara, tu mente, tu cuerpo
estoy envuelta en este sentimiento
sos mi angustiosa debilidad
vivo en una cárcel de la que no puedo escapar
cuando no estás a mi lado, pierdo mi mente
Dame una señal
¿Y si estoy esperando en vano? ¿Y si toda esta ilusión cae al vacío?
Caigo estrepitosamente a la guarida de los abandonados
Por eso, todavía me pregunto si vale la pena seguir esperando.
−Gracias por tu poesía, Caro. Esperamos que ustedes puedan vivir esa historia de amor que sueñan.
−Hasta la próxima”.
Desate ha hecho suyo el refrán popular que dice “de lo bueno, poco”, y en sólo tres minutos genera asombro, cuestionamiento y conciencia en la audiencia que logra sintonizar este aleteo sonoro en el dial de la frecuencia modulada de Buenos Aires. La invitación es anunciada por las voces de estas mujeres: a desatarse y a desanudarse de las ataduras para ver la realidad fractal y compleja desde otras aristas.
Breves
¿Qué es lo más difícil de la producción de los micros?
La presencia, que las chicas asistan a los programas, y que haya continuidad.
¿Qué les falta a los micros?
Les falta más tiempo para estar al aire.
¿Qué es un oyente?
Es el tercero que interviene en nuestra actividad, es un integrante de nuestro proyecto, es aquel a quien va dirigido el programa. La comunicación con el oyente se hace desde la página de Facebook.
¿Qué no hacer si Desate volviera a nacer?
No estar sola.
¿Cómo imaginar a Desate en cinco años?
Soñamos con tener un espacio mayor para tener más equipos, hacer un curso más amplio, conformar grupos de radio más numerosos y participativos.
Ficha técnica
Nombre | Desate |
Año de inicio | 2009 |
Frecuencia | FM 101.9 Radio U y 870 AM |
Coordinadora | Silvia Maltz |
Correo electrónico | prensadesate@gmail.com |
Ciudad, país | Buenos Aires, Argentina |