Introducción
Al interior del Hospital Psiquiátrico Vilardebó, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, nació en el año 1997 una radio realizada por usuarios allí internados que, en un juego de palabras, se denominó Vilardevoz.
Con su larga trayectoria, Radio Vilardevoz es una las emisoras de Salud Mental más veteranas en América Latina. Originalmente creada por Andrés Jiménez y Cecilia Baroni, ambos psicólogos, esta iniciativa asume las premisas de la comunicación comunitaria y la participación social como los pilares centrales de su quehacer en este país del Cono Sur.
Como parte de su estrategia comunicacional han desarrollado una modalidad de radio que denominan “desembarco” y que consiste en instalar el dispositivo radiofónico en espacios públicos para generar formas de comunicación participativa y concientización sobre la Salud Mental con otros públicos y sectores sociales.
Radio Vilardevoz ha jugado un papel relevante de incidencia en la agenda pública de Uruguay al ser uno de los actores que intervino en el proceso de discusión de la Ley de Salud Mental Número 19.529, sancionada en el año 2017.
Sin más provocaciones, en este capítulo hablamos con Cecilia y Andrés. La radio de la agenda propia y única en su especie en Uruguay abre sus puertas al pasado, al presente y comparte, aquí, su visión de futuro.
De los talleres a la radio
En 1997 Andrés, un joven estudiante de psicología de la Universidad de la República empezó a ir al Hospital Vilardebó para conocer la realidad de las personas que vivían en ese lugar en condición de internación. Ante el panorama que le entraba por los ojos, los olores resignados y un halo desesperanzador, en una de esas pisadas tropezó con la idea de la radio y de la palabra como herramienta para movilizar y así se fue gestando la emisora comunitaria.
“La radio nació desde el corazón de un grupo de estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República que teníamos un espacio para realizar talleres y contábamos con una Universidad desde la que se abordaban temas de extensión universitaria. Todo empezó en los salones de internación para varones del hospital”, anota Andrés y continúa Cecilia:
“nos ubicamos en lo que llamamos una sala recreativa y en el marco de las diferentes acciones del hospital, la radio era una actividad más. Eso fue en 1997. En la actualidad ese espacio recreativo ya no existe y con la posibilidad de tener una radio en antena, nos trasladamos al centro diurno, al sector de rehabilitación para trabajo con pacientes ambulatorios; el hecho ocurrió entre 1999 y el año 2000″.
Con una grabadora, casetes y baterías, Andrés empezó a recoger pensamientos de los usuarios y, entre 1997 y 1998, con la creación de un taller semanal de radio los participantes empezaron a grabar y escuchar sus audios. Grabar, editar, escuchar. Grabar, editar, escuchar. Esa fórmula se repitió durante semanas y, con la escucha y el tiempo, fue madurando la idea de llegar a otras emisoras para que esos mensajes fueran emitidos.
“A nosotros nos gusta decir que los compañeros con los que hacemos la radio son más que usuarios y por eso preferimos el término participantes, pues con la verbalización sentimos que se pasa a una persona más activa sujeto de derechos”, comenta Andrés y fue así como con los audios sonando en otros espacios no sólo se hizo visible a los participantes sino a los oyentes que querían conocer más detalles sobre los temas que en ellos se trataban.
Tras las grabaciones, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) que ha sido madre, padre, hermana y cómplice de tantos y tantos proyectos regionales les acogió. Ese acercamiento marcó un antes y un después para esta FM pues los participantes de los talleres se empoderaron del discurso de AMARC en relación con temas radiofónicos, la lucha por el derecho a tener una antena y así acceder al aire para obtener una frecuencia. Luego de 10 años de simulacros y talleres, la Ley de Radiodifusión les otorgó una frecuencia comunitaria. De 2010 en adelante, desde que tienen antena en 95.1 FM la historia es otra.
La FM, el Hospital
Desatar las manos para poner a volar la imaginación y habilitar las cuerdas vocales desde el micrófono generó barreras, diferencias discutibles ante el uso de la libertad por hablar de los temas del sufrimiento institucional, el encierro, la tortura, y el maltrato. Con el tiempo la radio aprendió a no callar y a argumentar desde géneros y formatos para expresar ideas.
Gracias a la formación recibida en temas periodísticos se apoyaron en un trabajo investigativo para presentar denuncias, peticiones y ser escuchados. En una de las secciones de su programa titulada “En entrevista central” funcionarios del hospital responden a las “reclamaciones” de los participantes. Y justamente, sobre el hospital y su relación con la radio Andrés recuerda que
“ese momento se fue tejiendo en vínculo directo con la dirección del centro y en sus pasos fundacionales el medio generó incomodidades en la correlación médico-paciente. Hoy por parte del hospital no se hace ninguna sugerencia concreta para que las personas del centro asistan a la emisora. La vinculación al medio por parte de los participantes no guarda relación alguna con sugerencias de sus psiquiatras. Digamos que la emisora no forma parte de un proceso orientado o sugerido por el médico tratante”.
La presentación de un formato como “En entrevista central” aporta desde lo radiofónico para que validos del humor, investigación, musicalización o dramatizaciones se expongan intereses locales o necesidades internas urgentes.
Hitos de la radio
Hito 1: momentos difíciles
Un momento que les arrugó el corazón ocurrió durante la inauguración de un nuevo centro diurno dentro del hospital. En el recorrido inaugural en el que se presentó el lugar, de la radio no se dijo nada.
“A la emisora que salía al aire y de la que todos nos sentíamos orgullosos se le tapó con el silencio, se le medicó para que callara en ese momento. Nos ocultaron como si sospecharan de nosotros y haber sido objeto, en otro momento, del robo de los equipos que usábamos para salir al aire, constituyó también y nuevamente, un dolor que hoy sigue dando vueltas”, anota Cecilia.
Ante el robo, el temor y la angustia se apoderaron de todos y frente a la crisis, las aguas se convulsionaron y los marineros salieron a remar. La desaparición de los equipos constituyó una oportunidad en el sentido de llegar a nuevos lugares para contar su tragedia y hacer visible el medio. Con la desgracia encima decidieron realizar un festival para la compra de equipos. Lo amargo sabía a dulce.
Hito 2: la Fonoplatea
Vilardevoz emite su señal todos los días sábados de 9:30 a 18:00. De 9:30 a 13:00 salen al aire en vivo bajo el formato de Fonoplatea y de 1:00 a 18:00 emiten y también trabajan produciendo pregrabados en el estudio. Con los materiales que surgen en ese día de “radio en vivo” y pre producción se alimenta la programación semanal de la emisora.
La Fonoplatea es un sello propio de Vilardevoz. Una chispa creativa que se retrasmite en directo en otras experiencias de este tipo en Uruguay y Argentina y que consiste en hacer programas en vivo y en directo desde un lugar del hospital psiquiátrico en el que las personas del común pueden, como auditorio, presenciar la emisión de la FM.
“Creemos que ese recurso del estar en vivo le imprime un sentido más teatral al medio, le da un soporte más radiofónico, actual, vibrante. Nos encanta ver como la improvisación y espontaneidad dominan el escenario de las mañanas sabatinas. En ese espacio se realizan secciones de entrevistas o se llevan invitados que tienen cercanía con nosotros en temas, por ejemplo, de Salud Mental. Otras secciones de la Fonoplatea son el ‘laberinto musical’ en el que cada quince días un músico va a tocar en vivo. Una sección más es la del “boletín semanal” escrito que nutre el informativo. Ese boletín rescata noticias que tienen que ver con la comunidad, los movimientos sociales; entonces, la sala de redacción y el boletín son fuentes de noticia, son secciones de cada mañana de sábado”, precisa Cecilia.
Al ser una radio que emite en antena y que está las 24 horas del día al aire, le preguntamos a Cecilia, ¿cómo producen tantos y tantos materiales para sostener la programación?
“Tenemos un taller desde el cual se piensan, diseñan y producen espacios sonoros. Todos los días viernes, durante seis horas, realizamos reuniones para discutir contenidos, revisar materiales, digitalizar audios, recibir opiniones, revisar y redactar guiones de tal forma que con este trabajo previo llegamos a la Fonoplatea en la que se intercambian algunas de las ideas discutidas y lo espontáneo. Las Fonoplateas tienen un coordinador de salida al aire y él es quien se ocupa del equilibrio de estas dos variables: preparación-improvisación”.
La programación que comparten se nutre de repeticiones de espacios recientes o un tanto más antiguos.
Hito 3: los desembarcos
En América Latina hay una proliferación de voces que son emitidas desde múltiples medios comunitarios o alternativos, incluso, también y gracias a las nuevas tecnologías desde soportes distintos a la prensa, la radio o la televisión. En ese sentido, un desafío actual para cualquier emisora es escuchar a sus audiencias, sintonizarse con las necesidades de la comunidad desde la que emite y para la que emite. Esa mirada convocante o incidente la vive Vilardevoz desde los llamados “desembarcos” que son, en realidad, traslados de la radio, son lugares a conquistar en los que la emisora emite en vivo apoyada en otros actores sociales, es decir, es la posibilidad de potenciar la emisora, de llegar con ella a otros ambientes para visibilizar necesidades sociales. Ser generadora de contenidos que no son considerados de emitir en otros medios les impulsa a ser vistos, en algunos casos, como fuente de información que se imprime, se ve en la tele o se emite desde el invento de Marconi.
Vilardevoz tiene la particularidad de suscribirse a las luchas sociales y a las necesidades que acompañan a la población que escucha su señal.
“La sociedad nos quiere, nos ve como un equipo al que se le tiene cuidado, nos leen como un espacio tierno, digno, potente y ese es el mejor regalo que la sociedad nos puede dar. Todo lo nuestro es muy trabajado, muy luchado. Las radios dicen que somos una voz que lucha por otros temas y nosotros abrazamos la perseverancia. Dicen que somos herejes de la comunicación pues hemos trabajado distintos formatos radiales”, anota Cecilia.
Entonces: “En entrevista central”, la Fonoplatea y los desembarcos son tres signos que marcan a “la radio loca” de Montevideo. La única de su género en ese país.
El anti destino
A veces la lluvia cae, la soledad se acerca, la tristeza llega y así se va pensando que la vida está marcada, que se es sujeto de una especie de suerte trazada y justamente la participación de los usuarios en la radio irrumpe como un anti destino, como un cuello que se tuerce y retuerce para generar efectos contrarios a la carta signada, cosas lindas como actos de referencia afectivos a nivel comunicacional, nos van ocurriendo, describe Cecilia y cita como “participantes se han transformado en comunicadores, cantantes, actores de cine. Esta experiencia sonora ha sido marcada por signos como la grabación de la película “Locura al Aire” desde la que se desprenden frases lindas, motivadoras: ¡Qué bien que actúas! Qué bien lo haces. ¡Felicitaciones!”.
“En últimas, la potencia de poder cambiar el destino es la potencia de la radio. Dar sentido a la vida es la potencia de esta FM comunitaria. Los programas emitidos siempre han sido importantes para nosotros, pero el sello de esta iniciativa se ha interesado más en los procesos que en los audios finales. Hemos aprendido la estética como acompañante del discurso, el posicionamiento político de quien habla. Vilardevoz asume una postura política, si se quiere, una militancia”, anota Cecilia.
El hoy de 95.1 FM
Mantener una programación de 24 horas al día, para cualquier medio, sin duda no es fácil. Para la radio uruguaya lo más difícil de hacer, por momentos, es mantener la alegría.
“Si alguien durmió en la calle o tiene problemas, si un colega pasó por una mala semana o luchó consigo mismo constituye un reto que hay que trasformar. El dolor compartido es más soportable. Entonces, puede aparecer el: ‘Hoy no tengo ganas’ y el equipo coordinador procurar el: ‘échale ganas’, anota y continúa Andrés que “otra dificultad está determinada por el todos querer hablar al mismo tiempo”.
Actualmente el equipo de la emisora está conformado por 12 psicólogos, operadores técnicos, un psicólogo que estudia medicina y está vinculado a ese sector de la salud comunitaria, estudiantes que aportan desde todas las áreas pues se han formado poco a poco en el proceso que hoy trabaja con población en los márgenes y habitantes de calle; además, forman, parte del equipo, personas internas y ambulatorias del psiquiátrico. Desde el momento fundacional de la emisora se mantienen, Mónica Giordano, Andrés Jiménez y Cecilia Baroni.
Presencia en la red
El sitio web de la emisora se diseñó gracias a fondos que se canalizaron a partir de un proyecto. En la actualidad, usan la página para que los oyentes escuchen los programas que producen, dar visibilidad a sus noticias, difundir la agenda de actividades que realizan y compartir enlaces de otras “radios locas”, medios y Salud Mental.
En relación con las redes sociales, anota Andrés,
“admitimos sentirnos cómodos, seguimos ocasionalmente métricas, pero sin duda, el tener un mayor análisis de esos comportamientos de nuestras audiencias también constituye un deseo y un reto por acercarnos más a ellos, por escucharlos más. De hecho, no hacemos estudios o mediciones de audiencia; así mismo, nos gustaría tener una propuesta web más sólida, más consolidada, quizá, más profesional”.
Hoy en día los audios que van produciendo son compartidos desde su canal en Ivoxx y, para esos efectos, un técnico presta sus servicios y es así como se vinculan las piezas sonoras al sitio web. Así mismo la emisora cuenta con un canal de videos en YouTube y hace trasmisiones en vivo por Facebook Live.
La web es plataforma de comunicación y, también, un archivo de todo lo registrado en el tiempo. No es un detalle menor decir que en la actualidad sus audios no se emiten en otros medios. Sus sonidos son exclusivos de su sitio web y de su propuesta en podcast. Es decir, ya no envían microprogramas para que sean emitidos en otras frecuencias.
Con estas ideas cerramos este recuento conciso de la larga trayectoria de esta experiencia veterana, apostada en el otro lado del Río de la Plata, que desde sus inicios produce sonidos por una Salud Mental alternativa desde el interior del hospital psiquiátrico más importante de Uruguay.
Breves
La radio, sus decisiones
En la emisora hacemos una planeación anual, dos asambleas al año y semanalmente un encuentro que nos es cotidiano para revisar acciones. Las decisiones en Vilardevoz son tomadas desde un colectivo al que se vinculan participantes y quienes se inscriben como parte del equipo técnico. En ella también asisten estudiantes.
¿Reciben remuneración económica?
No. Ninguna.
¿Cómo se sostiene la emisora económicamente?
La radio tiene un club de socios integrado por vecinos del hospital y simpatizantes, que aportan un dólar al mes. Dos participantes actúan como cobradores. Digamos que al mes recibimos unos 300 dólares. De igual manera, algunos comercios de la zona aportan 10 dólares una vez a la semana, también recaudamos algo de la venta de merchandising de Vilardevoz, y finalmente, aplicamos a algunos proyectos. Pero, en cualquier caso, no se reciben rubros para sueldos. No hay sueldos. No se le paga a nadie. Hoy Vilardevoz se sostiene con 300 dólares al mes.
¿Cuántos participantes han pasado por la radio desde sus inicios?
Aproximadamente 1.000 y en la actualidad, al mes, participan casi 60 personas. Todos trabajan 10 horas.
¿Cómo se ven en cinco años?
En cinco años cerrando manicomios. Una radio que sigue trasmitiendo. Tejiendo redes. Yendo a los barrios con su señal.
¿Qué sería lo ideal para la radio, para ustedes?
Lo ideal sería generar algún recurso económico para el colectivo y mudarse sería bueno para que cuando se cierre el hospital el lugar de la emisora sea otro. Nos gustaría poder prever ese evento.
¿Cómo están constituidos?
En la actualidad somos una Asociación Civil sin fines de lucro, con personería jurídica lo cual nos posibilita presentar algunos proyectos para sostener la emisora.
El encuentro de radios locas
Con los dineros provenientes de la recaudación de entradas a las salas de cine, tras proyectar “Locura al Aire”, financiamos parte del viaje al Encuentro de Radios de Salud Mental en la ciudad de Rosario, Argentina, en noviembre de 2018.
¿Cuáles serían tres claves para tener una radio loca?
- Que le gusten los locos.
- Que haga radio sin saberlo.
- Que se junte con otra gente porque solos no somos nada.
Ficha técnica
Nombre |
Radio Vilardevoz |
Año de inicio |
1997 |
Horario de emisión |
24 horas al día, 7 días de la semana |
Frecuencia |
95.1 FM |
Coordinadores |
Cecilia Baroni, Andrés Jiménez, Mónica Giordano |
Sitio web |
www.vilardevoz.com |
Correo electrónico |
vilarvoz@gmail.com |
Ciudad, país |
Montevideo, Uruguay |