Mariana Colotta y Julio Lascano y Vedia
Si algo podemos decir de este libro que llega a su fin es que logró unificar los distintos puntos de vista que hacen al pensamiento e investigación de destacados pensadores contemporáneos de las relaciones internacionales de nuestro país y la región.
Contrapuntos para entender las relaciones internacionales en el siglo XXI es un trabajo de equipo en el que se compilaron ensayos y estudios científicos que profundizan la mirada científica de las ciencias sociales frente al complejo escenario internacional actual.
El estudio de la política internacional requiere un espíritu crítico, para que ahondemos en la comprensión de que el análisis de los distintos asuntos de la realidad global puede abordarse con el academicismo ajustado a cada problemática en particular.
Así nos encontramos con el análisis del orden mundial imperante, los componentes de la agenda mundial institucional, las afecciones al orden y la paz a partir de acciones –y reacciones– puntuales como las nuevas guerras silenciosas y la tecnología en los conflictos, la hambruna mundial expandida a través del modelo global no inclusivo, las terribles injusticias y fallas en el sistema del derecho a la vida, los derechos humanos y los problemas de género y violencia a la mujer, las formas del terrorismo, los fundamentalismos, las migraciones caóticas, las políticas de refugiados, la búsqueda de una agenda humanitaria mundial concreta.
La necesidad imperiosa de determinar soluciones a partir de políticas públicas globales que persigan el desarrollo sustentable, el medioambiente, la ecología integral –como la ha definido el papa Francisco en el corriente año– y que hace al cambio climático, el combate contra la hambruna y la pobreza y la generación de políticas de desarrollo sustentable en un sistema de mayor justicia, distribución y solidaridad.
El libro aparece con fuertes coincidencias en la necesidad de determinar una nueva agenda y un nuevo orden, en cuanto los analistas y estudiosos vislumbran problemas comunes en la generación de nuevas pautas en las relaciones internacionales, las políticas exteriores y el accionar de la diplomacia, a efectos de poder retomar un camino hacia una diplomacia mundial de diálogo y de cooperación internacional, y no conformarnos con una agenda de equilibrio de poder, amenazas y permanentes conflictos y acechanzas violentas.
La nueva diplomacia por la que brega esta obra es un esquema aggiornado de teoría y práctica diplomática, que, desde modelos institucionales, compuestos de políticas públicas, y estudios de derecho constitucional y parlamentario, contengan en propuestas novedosas nuevos lineamientos y directrices que beneficien los intereses de los Estados y sus capacidades de integración e inserción internacional, y alejen los dañinos aislacionismos que por razones históricas y principistas anacrónicas tantas veces golpearon al orden y la paz mundial.
Variante de esta nueva diplomacia, emerge la diplomacia parlamentaria como una herramienta útil para lograr consensos que permitan mostrar verdaderas políticas de Estado, en la medida que pueda actuar como una instancia previa al poder ejecutivo para poder abordar ciertas problemáticas de política exterior y clarificar el camino e ideas para su posterior resolución.
Pensar las relaciones internacionales desde la diplomacia parlamentaria en temas trascendentales para el interés nacional, de la mano de un pensamiento estratégico que se plasme en un plan de acción y consensos transversales concretos entre todas las fuerzas políticas, que definitivamente pueden ayudar a la construcción de una imagen más positiva del país en el exterior.
El pasado siglo vivió los mejores momentos de la humanidad en la búsqueda de un sistema multilateral de cooperación, que llegó a ilusionarse con un largo recorrido de progreso indefinido absolutamente alimentado por una globalización positiva. Una globalización que derramaría riquezas no solo a los países potencia, sino a aquellos en vías de desarrollos y países y continentes pobres con aspiraciones de cambios estructurales.
Pero el sistema no derramó tales beneficios. Prevalecieron individualismos, tecnicismo, limitaciones políticas económicas y sociales por parte de los Estados y los Gobiernos. Y con ello, primaron políticas que fueron generando un fracaso en el sistema de ayuda financiera internacional, elevando metas grupales financieras para pocos y dejando de lado el sistema de cooperación internacional. El siglo XXI amaneció con ecuaciones de políticas realistas, duras, confrontativas, con sentimientos nacionales exacerbados y xenofóbicos.
Con ello es que este fracaso del sistema multilateral se ve obligado a ser repensado. Y visto con variables diversas que se encuentren y dialoguen, que apuestan a contrapuntos para entender esta nueva y dura realidad mundial.
En esta obra existe el estudio particular de la seguridad internacional, las políticas de seguridad pública global y las propuestas de cambio en el nuevo escenario. Además, se avanza en la definición concreta de políticas de defensa a ser planificadas por los Estados. La seguridad internacional aparece como una dimensión de análisis insoslayable.
Desde una perspectiva de seguridad internacional, los riesgos y amenazas procedentes del ciberespacio requieren que las naciones del hemisferio, incluyendo las que corresponden al espacio latinoamericano, optimicen sus capacidades para enfrentarlas de manera efectiva. Entre las múltiples medidas que pueden inscribirse en ese esfuerzo de optimización, la profundización de la cooperación interestatal y la colaboración entre los ámbitos público y privado ocupan un lugar central.
Surge la necesidad de incorporar líneas de acción que contribuyan a toma de decisiones en Argentina: los estudios estratégicos de nivel nacional y la conformación de equipos multi y transdiciplinarios que piensen los problemas actuales y los proyecten. El objetivo es lograr un sistema que trabaje sobre la anticipación de riesgos y amenazas, tal como existen en países desarrollados, en potencias regionales y en el marco de organizaciones internacionales. Como así también las comunidades profesionales y epistémicas deberían por su parte involucrarse en la estrategia de seguridad nacional desde su lugar (centros de estudios, universidades, institutos de investigación). Esto debería ser incorporado como una responsabilidad que implica articular el debate, presentar enfoques y generar insumos para la toma de decisiones.
En materia de desarme, los expertos indican que ese ámbito y el de la no proliferación son dinámicos, y que el origen o impulso de las normas puede provenir de los Estados o de la sociedad civil, que es continuo y que busca acompañar los cambios y necesidades que presenta la sociedad y la tecnología, buscando un mundo más seguro, que no significa un mundo desarmado, ya que la realidad de la historia es incontrastable y los conflictos nos seguirán acompañando, esperemos que con menos ocurrencia y virulencia. En este contexto, cobra importancia estratégica la concientización, divulgación y educación de las partes interesadas, para una adecuada contribución a la seguridad internacional, resguardando el derecho a la legítima defensa y el mejor interés nacional.
Asimismo, y coadyuvante a ello, se analiza el terrorismo y el crimen organizado en esta actualidad planetaria, sus mecanismos más sofisticados y las políticas a pergeñar por los Estados para combatir los fenómenos extremistas de tal naturaleza.
Se realiza el estudio acabado de la agenda relativa al cambio climático, las realidades vigentes internacionales y regionales sobre el problema del agua. Y sobre las problemáticas de ríos y fronteras atinentes a este delicado asunto, con propuestas de estudio y soluciones a través de políticas innovadoras.
La ecología social y el medio ambiente se perfilan como un eje impostergable en la nueva agenda; en la que el cambio climático toma fuerza como elemento básico de nuestro contexto en las acciones presentes y las amenazas futuras en Sudamérica, desafiada tanto por el clima como por amenazas como el narcotráfico y el terrorismo.
De la mano de la ecología social, la complejidad de los procesos migratorios consolidados y que se están gestando, en particular, en América latina y el Caribe, como escenario de origen, tránsito y destino de migrantes. La identificación de refugiados, víctimas de desplazamiento interno y apátridas, retrotrae la mirada hacia nuestra región; un llamado a la conciencia y a la acción.
La agenda de género está presente de modo primordial, como sucede en el nivel global. Y la visibilización de las mujeres como sujetos sociales activos y los caminos necesarios para repensar a las mujeres como sujetos históricos, incorporados en los espacios de formación para liderar el espacio público, como el caso de la incorporación de las mujeres diplomáticas en Argentina; su presencia activa en los altos escalafones de la alta diplomacia; la imposición en la agenda de sus derechos en las asociaciones que nuclean a los integrantes del servicio exterior y en la representación de las asociaciones de mujeres diplomáticas que proliferan en distintas partes del mundo.
Tampoco se debe subestimar el crecimiento de mujeres dentro de organizaciones terroristas y la amenaza potencial al incorporarlas en la lucha activa, tanto de mujeres radicalizadas que regresan a países occidentales, las retornadas, como aquellas desplazadas a otras zonas con iniciativas propias y autoras potenciales de realizar ataques (individuales o grupales) en sociedades europeas, como miembros de la organización terrorista o bien lobos solitarios.
De lo que se trata es de estimular la participación de la mujer en los asuntos públicos y generación de agendas propias de la política; los diagnósticos desalentadores en carreras y vocaciones que requieren de políticas de ajustes urgentes. Como el caso de la diplomacia y la formación del servicio y los problemas de género. Y como es el caso de la participación política y en la vida pública de las mujeres en el desafiante mundo contemporáneo. Con la conciencia de las batallas que se deben librar para ganar espacios, ambientes y nuevos blindajes de poder que puedan brindar aires de igualdad y empoderamiento en nuestra actual modernidad
América Latina aparece en esta compilación como una permanente preocupación de los intelectuales que escribieron sus artículos, y no puede descuidarse como eje de reflexión. Con una conciencia política de relevancia y el continuo aporte a su ubicación en el mundo contemporáneo y la necesidad de definir sus límites y capacidades de acción exterior en lo relacional y en la necesidad de la defensa de sus autonomías. Se plantea la integración regional, en la historia concreta del continente y en las políticas estaduales determinadas frente a diversas crisis en el mismo continente. Y también está presente la aguda mirada de la relación de Latinoamérica con las potencias estratégicas y comerciales que dominan la ecuación de equilibrio de poder en el mundo contemporáneo.
La incertidumbre del siglo XXI no es patrimonio de la región latinoamericana, sino que es global. La crisis de la política y la sociedad empoderada; la falta de líderes que inspiren y de representación genuina; la escandalosa desigualdad y la justa concentración de riqueza; el envejecimiento de los Estados ricos y la juventud de los Estados más pobres; el calentamiento tecnológico y el calentamiento medioambiental; las migraciones y la diversidad y mezcla de culturas, modos de vida e ideologías; todas tendencias globales que cruzan la realidad desesperanzada que vive nuestra región por no haber logrado el desarrollo y en el que se acentúa una marcada descoordinación de la política regional, como hito sobresaliente, desde la mirada de nuestros articulistas.
De mucha importancia para el libro, son los apuntes y escritos que resguardan las virtudes de la religión, el espíritu y la ética en las relaciones internacionales del mundo y orden mundial que intenta avanzar a través del conflicto permanente. Lineamientos de políticas exteriores y formatos diplomáticos específicos de países mandantes y de la Santa Sede enriquecen el debate y nos hacen repensar que en la diplomacia del diálogo y la paz puede encontrarse una fuente dinámica, fortalecida y combatiente que sostiene varias soluciones de orden político y espiritual frente a los contrapuntos en dilema en el esquema internacional de poder. La actuación del papa Francisco en los temas de agenda internacional es de presencia continua a través de sus encíclicas, mensajes y visitas.
Los pensamientos que desarrolla el papa Francisco y los intentos del sistema de las Naciones Unidas por buscar nuevos aportes para un desarrollo sustentable y un mejor esquema de construcción de la paz complementan estos pensamientos que se vuelcan en el libro, como bálsamo indispensable para pensar las relaciones internacionales y la naturaleza humana y humanitaria.