De(s)liberar el trabajo: ¿cuál es el horizonte democrático para las recomposiciones temporales y organizacionales del trabajo?

Claire Edey Gamassou[1] [2] y Arnaud Mias[3]

¿Llegó la hora de una recomposición profunda de las condiciones laborales? La pregunta puede parecer ingenua. Cincuenta años después de la aparición de un movimiento para mejorar las condiciones de trabajo y luego de dos décadas de producción científica y debates públicos sobre el sufrimiento laboral, los riesgos psicosociales, la calidad de vida y el bienestar en el trabajo, existe la posibilidad de que aparezca cierto cansancio, e incluso cierto derrotismo, frente a la aparente incapacidad de las organizaciones de ofrecer a los trabajadores y trabajadoras los recursos para realizar un trabajo gratificante, útil, de calidad, con el que puedan sentirse identificados, etc. Si bien es cierto que desde la década de 1980 ha habido numerosas e importantes transformaciones organizativas y de gestión –desde los círculos de calidad y grupos de expresión hasta los principios del lean management, pasando por la gestión por proyectos–, que a menudo tuvieron como fin otorgar mayor iniciativa, responsabilidad o voz a los trabajadores, los efectos de estas transformaciones del trabajo, sin embargo, son más que ambivalentes. Las encuestas estadísticas sobre condiciones laborales llevadas a cabo por la Dirección de Estímulo a la Investigación, los Estudios y las Estadísticas (DARES, por sus siglas en francés, del Ministerio de Trabajo de Francia) revelan que la intensificación del trabajo aumentó considerablemente y que la autonomía, aunque pudo crecer por un tiempo a comienzos de los años 2000, se mantiene en un nivel muy bajo, sobre todo con respecto a los demás países europeos. Además, los trabajos penosos, que para algunos desaparecerían en la era “postindustrial”, no disminuyeron. Sin duda, tras hacer esta observación general, habría que poner de relieve toda la complejidad y diversidad de las situaciones de trabajo contemporáneas. Pero, precisamente, tomar en cuenta esta diversidad pondría claramente de manifiesto las impactantes desigualdades en materia de trabajo y salud laboral en Francia.

El trabajo del investigador es comparable con el del fotógrafo que realiza sus propias impresiones en un laboratorio analógico. En una toma, intervienen diferentes factores que determinan cuál será la foto que cada uno podrá ver. Es el fotógrafo quien, al elegir el encuadre, decide qué quedará en el campo y qué no, qué será nítido y qué borroso. Cuando en enero de 2019 lanzamos una convocatoria de artículos sobre salud en el trabajo e invitamos a investigadores de distintas disciplinas a que pongan en primer plano las cuestiones de la democracia o las temporalidades, no podríamos haber imaginado hasta qué punto estos temas sufrirían tantos cambios en la sociedad al momento de publicar este libro. La crisis sanitaria y las medidas para enfrentarla desde el segundo trimestre de 2020 destacan el papel de las fronteras sociales, espaciales y temporales en la organización de la economía y ponen en cuestión el funcionamiento de los sistemas democráticos. Las decisiones políticas influyen en la visibilidad del cuerpo social y de sus características del mismo modo que el trabajo de impresión en los laboratorios analógicos: la desigualdad en las condiciones de trabajo y reconocimiento de trabajadores y trabajadoras ya figuraban en la película, ya habían sido capturadas por las tomas de varios trabajos de investigación, pero los dirigentes políticos, con las decisiones que toman al imponer determinado revelador o papel en lugar de otro, pueden acentuar los contrastes y permitir que una realidad, por lo general invisibilizada aunque conocida, salte a la vista de todo el mundo. Hoy se revelan de manera flagrante: la amplitud de las desigualdades sanitarias, económicas y sociales, la brecha entre quienes tienen un empleo y quienes no, entre trabajadores precarios y estables, entre aquellos que pueden seguir trabajando a distancia y aquellos que tienen que seguir trabajando exponiéndose a la circulación del virus, sobre todo en los servicios públicos, la importancia vital de las profesiones de cuidado o de la relación de ayuda, así como de trabajos que suelen ser menospreciados (personal de limpieza, cajeros, basureros, repartidores, etc.).

El panorama es sombrío y la perspectiva de una recomposición profunda de las condiciones laborales es escasa o simplemente utópica. Pero, justamente, las utopías nunca son pura ficción, sino que, por el contrario, ofrecen información sobre el estado real de una sociedad y ayudan a “separarnos del mundo tal como es y tal como va” (Lallement, 2012: 821). Las experiencias, más o menos afortunadas, de transformación laboral acumuladas en los últimos años deberían ayudar a centrar la atención en lo más importante: una liberación real del trabajo, que no solo se limite a dar a las y los trabajadores el poder de gestionar los gajes de su actividad, sino que exija –en nuestra opinión– un marco colectivo que permita deliberar con regularidad acerca del trabajo y su organización, entre colegas y con los superiores, e incluso intervenir en el gobierno de las organizaciones.

Lúcida en el diagnóstico de lo real y ambiciosa en la declaración de lo deseable: esa es la postura que adopta este libro colectivo y que surge de la convicción de que el rigor científico puede ponerse al servicio de la transformación de lo real sin provocar una confusión de los papeles entre científicxs y profesionales. Esta postura es también la que suele caracterizar la práctica del Grupo de Estudios sobre el Trabajo y la Salud en el Trabajo (GESTES) desde su creación, hace casi diez años. El GESTES es una Agrupación de Interés Científico (GIS, por su sigla en francés), una red interdisciplinaria de investigación dedicada al trabajo y a la salud en el trabajo. Hoy en día, reúne a investigadores de unos 40 centros de investigación y 15 instituciones diferentes. Desde su creación en 2012, el GESTES organiza eventos científicos (seminarios, jornadas de estudio y coloquios internacionales) de forma periódica, con el fin tanto de fomentar el intercambio entre disciplinas como de dar cuenta de las investigaciones más recientes sobre las temáticas que abordan y examinan a los actores del mundo del trabajo y la salud laboral. Este proceso de diálogo entre una gran diversidad de actores de la salud laboral e investigadores de diferentes disciplinas permitió adoptar una nueva mirada, principalmente sobre las herramientas y la sostenibilidad de las acciones en materia de salud laboral, y, de esa manera, trazar perspectivas a la vez interdisciplinares e interprofesionales (Mias y Wolmark, 2018). Otras iniciativas, que buscan promover el diálogo entre ciencia y sociedad, también contribuyeron a diversificar las formas de intercambio y expresión sobre el trabajo y, en particular, a esclarecer las representaciones de lxs jóvenes sobre el mundo del trabajo (Edey Gamassou y Prunier-Poulmaire, 2018).

El coloquio organizado por el GIS GESTES, que tuvo lugar los días 21 y 22 de noviembre de 2019 en la Maison des Sciences de l’Homme Paris-Nord, reunió a 70 oradorxs que se sintieron identificadxs con una convocatoria que ponía de relieve la necesidad de de(s)liberar el trabajo, así como las ambivalencias y la incertidumbre que rodean a un proyecto de transformación económica y social de este tipo.

Parte de las contribuciones de aquel coloquio se recogen en el presente libro, que se inscribe en la estela de trabajos recientes que se propusieron comprender mejor en qué condiciones pueden establecerse espacios de debate y deliberación sobre el trabajo en organizaciones donde suelen prevalecer las decisiones unilaterales y el monólogo a través del cual los mánagers pretenden obtener la adhesión de los trabajadores a sus decisiones (Bonnefond, 2019; Detchessahar, 2019). Asimismo, algunas contribuciones examinan dispositivos que tratan de tomar en cuenta el trabajo real, mientras que otras se preguntan en un nivel más fundamental sobre cuáles son las posibilidades de que esta de(s)liberación del trabajo impregne el funcionamiento general de las organizaciones. En este punto, el volumen se hace eco de la ambición transformadora del foro mundial al que convocaron Isabelle Ferreras, Dominique Méda y Julie Battilana en plena crisis sanitaria de la COVID-19, en el que participaron cerca de 7.000 investigadorxs de todo el mundo. Algunos meses después, esta convocatoria se materializó con la publicación de Le Manifeste Travail. Démocratiser, démarchandiser, dépolluer (Ferreras, Battilana y Méda, 2020).

La primera parte del libro reúne seis contribuciones que abordan los efectos de las nuevas formas de organización temporal del trabajo (horarios variables, flexibles, trabajo dominical, teletrabajo, etc.), sobre todo para las mujeres. ¿Se están convirtiendo en una norma emergente los horarios atípicos y la diferenciación de los horarios? ¿Cuáles son sus efectos sobre la salud? ¿En qué medida es un problema de salud pública? ¿Podría esto afectar de diferente manera a los individuos según su posición en el ciclo vital? ¿Qué efectos tiene en el trabajo, su posible intensificación y las formas de regulación? ¿Y sobre los colectivos de trabajo? El contenido del trabajo también es fundamental: su intensidad –que influye en el tiempo de recuperación o, a largo plazo, en el desgaste físico y mental–, su calidad, sus dilemas y conflictos éticos, etc. En los cuatro capítulos que integran la segunda parte del libro, se explora de manera directa el contenido del trabajo. Una combinación de análisis cuantitativos y cualitativos pone en evidencia los vínculos que existen entre condiciones de empleo y condiciones de trabajo. Estos estudios muestran cómo la situación laboral afecta la frontera entre lo laboral y lo extralaboral y destacan el estallido de los colectivos de trabajo.

Las últimas dos partes del libro examinan de modo más directo las experiencias deliberativas, e incluso democráticas, en el trabajo. Los cuatro capítulos de la tercera parte se ocupan de las formas de organización del trabajo que los trabajadores consideran más abiertas al diálogo, incluyendo las más creativas, como las start-ups o las sociedades cooperativas y participativas (SCOP). Los autores y autoras ponen en cuestión el alcance de estas formas de organización “alternativas”. ¿En qué medida la democratización en las empresas puede (o no puede) generar una mejor calidad de vida en el trabajo, promover la salud o una atenuación de las tensiones sociales? ¿Qué modos de regulación se inventan en estas organizaciones? Sin perder de vista estos interrogantes, la cuarta parte del libro, compuesta por seis capítulos, desplaza la atención desde las organizaciones hacia los dispositivos, legales o de gestión, que se supone fomentan la deliberación sobre el trabajo.

En la conclusión, Thomas Coutrot esboza las perspectivas de una liberación del trabajo que supere los escollos de los recientes intentos de gestión para hacer frente a las contradicciones y peligros del capitalismo contemporáneo.

Bibliografía

Bonnefond, J.-Y. (2019). Agir sur la qualité du travail. L’expérience de Renault-Flins. Toulouse: Érès.

Detchessahar, M. (coord.) (2019). L’entreprise délibérée. Refonder le management par le dialogue. Bruyeres-le-Chate: Nouvelle Cité.

Edey Gamassou, C. y Prunier-Poulmaire, S. (coord.) (2018). Ecrivons le travail ! Lycéens et chercheurs: écritures croisées sur le travail. Toulouse: Octarès.

Ferreras, I., Battilana, J. y Méda, D. (2020). Le Manifeste Travail. Démocratiser, démarchandiser, dépolluer. París: Le Seuil.

Lallement, M. (2012). “Utopie”. En A. Bevort, A. Jobert, M. Lallement y A. Mias (dirs.), Dictionnnaire du travail, pp. 821-827. París: PUF.

Mias, A. y Wolmark, C. (coords.) (2018). Agir sur la santé au travail. Acteurs, dispositifs, outils et expertise autour des enjeux psychosociaux. Toulouse: Octarès.


  1. Universidad Paris-Est Créteil, IRG, F-94010 Créteil, Francia.
  2. Universidad Gustave Eiffel IRG, F-77447, Marne-la-Vallée, Francia.
  3. Universidad Paris-Dauphine, PSL Research University, IRISSO.


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