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Las prácticas desde las perspectivas de sus actores

Marcelo Husson

Este trabajo busca, a través del análisis de las prácticas y los discursos de les profesores de educación física que enseñan en las instituciones escolares, reconocer tanto los conceptos y las ideas que caracterizan y configuran la enseñanza de una “lógica gímnica”, como así también indagar, a partir de las encuestas realizadas, los sentidos y significados que les estudiantes de las escuelas secundarias les otorgan a las clases de educación física.

La clase desde la perspectiva de les profesores

Las prácticas gímnicas tienen por propósito favorecer en les practicantes un cabal gobierno de su cuerpo; es por ello por lo que el dominio de sus aspectos técnicos, sumados a los que facilitan la comprensión de su lógica y sus formas de proceder, adquiere real dimensión en la medida que estos permiten socializar aquellos saberes en relación con los correctos usos del cuerpo y a los propósitos de la sistematización de sus ejercitaciones. La gimnasia en la escuela permite relacionar dos cuestiones básicas y al mismo tiempo esenciales como lo son el entenderla como un hecho o creación de la cultura y vincularla con los saberes que circulan en ella, en este caso, saberes fuertemente emparentados en el ámbito de la educación física escolar con la salud y el deporte. Conceptos que la educación física ha utilizado recurrentemente para justificarse y legitimarse como disciplina en su propio campo y en el campo de la educación.

Los profesores entrevistados definen a la gimnasia como una disciplina constituida por una lógica y una estructura de enunciados y de saberes que toman por objeto al cuerpo y sus acciones y que establecen los propósitos de esta práctica en relación con la salud y a las adaptaciones fisiológicas que su sistematicidad pudiera producir. Es establecido, por consiguiente, como un propósito central de la enseñanza el desarrollo de las potencialidades biológicas de les practicantes.

Esta manera de entender la enseñanza de la gimnasia por parte de les profesores tiende a focalizar su problemática en un cuerpo eminentemente orgánico y se refleja claramente en las entrevistas a elles realizadas.

Dado que la escuela no tiene dadas las condiciones por su carga horaria ni estructura edilicia, dedico mayormente el tiempo de la clase al entrenamiento de las capacidades motoras (M. L.).
Dentro de los diferentes aspectos que enseño en las clases, está la sistematicidad de los ejercicios y la progresión de la carga (J. B.).

Les profesores refieren que esta forma de manifestarse la gimnasia en la escuela resulta de una combinación de las interpretaciones de los contenidos curriculares, de su formación y de sus propias vivencias y experiencias personales. De hecho, sus dichos refieren que dedican menos tiempo a la corrección y enseñanza de las diferentes técnicas gímnicas y mayor tiempo al desarrollo de las capacidades. Tal perspectiva teórica sobre la cual les profesores entrevistados entienden la enseñanza de la gimnasia representa una lógica discursiva devenida de las ciencias biológicas –presente fuertemente en su formación y sus propias experiencias personales– orientada a exaltar el desarrollo funcional.

Aun así, esta perspectiva teórica que se (pre)ocupa del desarrollo de un cuerpo orgánico no representa desde la perspectiva de les profesores un problema de la educación física escolar que deba ser resuelto, ya que tales ejercitaciones se constituyen como educativas desde su opinión y desde los propios fundamentos de los documentos curriculares al propender entre otros propósitos al desarrollo orgánico funcional de les estudiantes.

La educación física en la escuela secundaria debe “contribuir a la constitución de la corporeidad y a consolidar hábitos posturales, de higiene y actividad motriz sistemática que sienten las bases de una vida saludable” (diseño curricular para la Escuela Secundaria n.º 1, año 2006, p 134). Se propone que los estudiantes “conozcan las actividades motrices necesarias para el desarrollo de las capacidades condicionales y coordinativas con base en el principio de salud” (ibid., 2006, p. 134).

Hemos observado en las clases, aunque no lo pudimos ver reflejado en las entrevistas –ya que esta práctica no fue reconocida por les entrevistades como una manifestación gímnica–, que les practicantes realizan ejercitaciones de características gímnicas en la enseñanza de los fundamentos técnicos deportivos. La manifestación de esta “forma gímnica” que focaliza su atención en la ejercitación de las capacidades y la enseñanza de las técnicas deportivas constituye una manera de manifestarse la gimnasia en el ámbito escolar, en donde las técnicas posturales y de movimiento gímnico presentan un valor menor en la clase.

En las entrevistas, además les profesores dan cuenta de que organizan la gimnasia que enseñan en la escuela a partir de la estructura de una clase y no de un programa o progresión de clases. La observación de clases y las entrevistas nos permitieron reconocer, tal como ya lo venimos diciendo, que la gimnasia en la escuela se encuentra constituida por una serie de ejercitaciones de las capacidades y las técnicas deportivas en donde la sistematicidad –fundamentalmente en el ejercicio de las capacidades– es observada solo dentro de la propia clase y se encuentra regulada desde la lógica y principios de las variables de la carga. Es por ello por lo que podríamos entender que la gimnasia en este ámbito comprende una sistematicidad que responde a la planificación de la enseñanza de les profesores en un patrón que intercala la gimnasia con el deporte escolar.

También pudimos observar que, a pesar de que la gimnasia en la escuela se caracteriza por una regularidad interrumpida por los tiempos de la enseñanza de otros contenidos, su intencionalidad, interpretada desde las voces de les profesores y observadas en sus clases, sigue estando en desarrollar en les practicantes hábitos que propenden a una vida saludable y a favorecer las adaptaciones orgánicas que la sistematicidad de las ejercitaciones pudiera producir.

De esta manera, la presencia de la gimnasia en las instituciones escolares es justificada por los diferentes actores como un medio de favorecer un estado de salud y de producir adaptaciones orgánico-funcionales. Tal justificación produciría una contradicción entre las posibilidades de realización que su intervención asistemática pudiera producir, con los propósitos de les propies profesores y los mismos diseños curriculares.

Por ello decimos que en las instituciones escolares la gimnasia es hallada bajo la forma de una “lógica gímnica”. Esta se encuentra constituida por ejercitaciones sistematizadas de las capacidades y las técnicas deportivas. Esta forma de manifestarse la enseñanza de la gimnasia en este ámbito la lleva a prescindir de otros aspectos constitutivos de esta práctica, al tiempo que instrumentaliza excesivamente al cuerpo y a la misma gimnasia, de forma que contribuye sesgadamente a la construcción y reconstrucción de este desde un único supuesto orgánico.

La gimnasia en la escuela se sitúa en un contexto que la define en términos de organización curricular y de contenidos educativos, y presenta particularidades que la caracterizan al tiempo que le imponen requerimientos y limitaciones. Aun así, mantiene su lógica y (re)adecúa sus principios recuperando algunos de sus temas de enseñanza procurando producir transformaciones en el cuerpo y el movimiento mediante una suma de gestos y técnicas sistematizadas e instrumentadas a partir de los propósitos orgánico-funcionales y de enseñanza del movimiento deportivo.

Esta recurrencia de ejercicios y actividades gímnicas permiten reconocer algunos de sus atributos, lógicas y propiedades, pero la presencia de estos en las ejercitaciones no resultan suficientes para que se reconozca a partir de ella un programa integral de enseñanza de la gimnasia, sino que, por el contrario, se reconoce una recurrencia temática en la manera en que estos se manifiestan. Es por ello por lo que en la escuela solo pudimos hallar pinceladas y manifestaciones de la gimnasia que llevan a constituirla bajo la forma de una “lógica gímnica”.

Esta propuesta de enseñanza prescinde de la sistematicidad de los tiempos fisiológicos y adquiere en consecuencia una sistematicidad solo dentro de la propia clase, al tiempo que olvida o prescinde de otros aspectos constitutivos y enriquecedores de esta práctica. De manera tal que la falencia de esta manifestación no está en su asistematicidad, sino en el hecho de que prescinde de determinados temas a enseñar. La flexibilidad bajo la cual se presentan los tiempos fisiológicos de las ejercitaciones permitiría que les practicantes establezcan así nuevas relaciones con sus cuerpos a partir de la experimentación de las diversas técnicas corporales y formas de movimiento y (re)interpreten en las clases la lógica de esta práctica. Esta manera de manifestarse la gimnasia permitiría buscar regularidades y permanencias hacia la búsqueda de la comprensión que les practicantes deben tener sobre ella sin adecuarse ni necesitar hacerlo a los fundamentos fisiológicos que regulan la carga del esfuerzo.

La clase desde la perspectiva de les practicantes

La observación de las clases y las encuestas realizadas nos demuestran que les practicantes transitan las clases de educación física valorando y significando la práctica de muy diferentes maneras. Valoraciones y significaciones que se evidencian y se materializan en sus prácticas y desde las relaciones y los vínculos que les practicantes establecen entre sí y los vínculos y las relaciones que les practicantes establecen con les profesores. Vínculos y relaciones que se encuentran mediados por los contenidos disciplinares y por otros aspectos de lo social que exceden lo meramente académico por su grado de complejidad.

Para poder conocer entonces desde qué perspectiva perciben la clase de educación física les practicantes, hemos realizado encuestas a estudiantes del ciclo superior de diferentes escuelas secundarias de gestión pública y privada de los distritos de Florencio Varela y Berazategui. Las encuestas fueron entregadas a los practicantes en el marco de la clase, y en ellas se les solicitaba que respondieran anónimamente si lo deseaban, para garantizar así mayor libertad en las respuestas.

En las encuestas hemos preguntado acerca de las actividades que realizan en las clases de educación física, como así también sobre los recuerdos que tienen de ellas, sus preferencias y gustos en relación con las actividades que realizan y la manera en que se relacionan con sus compañeres y profesores. De manera tal que hemos intentado rescatar en estas indagaciones los aspectos más objetivos de la clase, como también aquellos que tienen que ver con lo subjetivo y lo valorativo, como lo son los gustos y las preferencias de cada uno de elles.

Encuesta:

  • ¿Qué actividades realizás o recordás haber realizado en tus clases de educación física en la escuela secundaria?
  • ¿Cuáles son las actividades que más te gustan realizar y cuáles son las que menos deseás realizar?
  • ¿Qué tipos de recuerdos tenés de tus clases? ¿Hay diferencias con otras materias? Si las hay, ¿en qué difieren?
  • ¿En las clases recordás tener o haber tenido posibilidades para dialogar y comunicarte con tus compañeros y el profesor? Si es así, ¿de qué manera ocurrían?
  • ¿En las clases sentís el esfuerzo corporal? Si es así, ¿en qué momentos o de qué manera lo sentís?
  • ¿Te gusta esforzarte en las clases? Si es así, ¿de qué manera?

Recopilación de datos

Les practicantes responden que en las clases predominan los “deportes” y en menor medida las actividades gímnicas que elles caracterizan como de “entrada en calor” y de “preparación física”. Los deportes que elles dicen practicar en el marco de las clases son el vóley, el hándbol, el fútbol y en menor medida el softbol. Cruzando las respuestas de las encuestas con las entrevistas a les profesores y la observación de las clases, surge que lo que les estudiantes definen como “deporte” son actividades lúdicas deportivas, ya que se realizan solo en parte en condiciones similares a la del deporte institucionalizado. Estos juegos deportivos se encuentran en las clases en el marco de la enseñanza de lo que muchos de les profesores entrevistades definen como “deporte escolar”. Además, en las clases se realizan ejercitaciones de “entrada en calor”, de “preparación física” –que no se encuentran presentes en todas las clases– y de “técnica”, según palabras de les propies estudiantes.

En relación con la segunda pregunta de la encuesta, les estudiantes responden que las actividades que más les gustan realizar son “hacer deportes”, “jugar” y “competir”. Entre los juegos deportivos, el fútbol, el vóley y el hándbol fueron indicados como los más jugados en las clases y los más preferidos por les practicantes. En relación con las actividades que menos desean practicar, las ejercitaciones tanto “físicas” como “técnicas” fueron las más mencionadas.

Les practicantes también refieren en las encuestas que lo que les gusta de la clase de educación física es el poder estar con su grupo de amigues y jugar, aunque muchos de les entrevistades responden que también les gustaría poder participar en otros tipos de juegos. Respecto a los recuerdos que tienen de las clases, la mayor cantidad de las respuestas se orientaron a responder que son buenos o muy buenos porque las clases son “entretenidas” y les practicantes refieren al disfrute o al placer que generaba la propia clase. Y en un número menor, que las clases son aburridas, monótonas o “repetitivas” y que ello ocurre cuando el profesor no se compromete en demasía con sus clases y por ello despertaba poco interés.

En relación con si los estudiantes reconocen alguna diferencia entre las clases de educación física y las otras materias, esta pregunta permite observar posiciones antagónicas entre los propios estudiantes. Están los que refieren que en la clase se enseña menos que en las otras asignaturas, que se enseñan aspectos prácticos por sobre teóricos y que en la propia escuela la clase de educación física ocupa un lugar de menor jerarquía en relación con las otras asignaturas curriculares. Y están también los que refieren que ven la clase como un espacio de diversión y de juego, “más descontracturado”, en el que pueden interactuar de manera diferente con sus compañeros y el profesor o la profesora y que a su vez aprenden saberes propios de esta disciplina que reconocen como útiles y necesarios.

Sobre el nivel de diálogo y comunicación de las clases, las respuestas son casi unánimes. Ellas refieren mayoritariamente que las clases se prestan para el diálogo y la comunicación entre elles y con el profesor o la profesora. Esta posibilidad de dialogar y comunicarse ocurre de diferentes maneras y momentos, ya sea al interactuar con sus compañeres en los juegos, en las diferentes actividades de la clase o con el propio profesor o profesora de diversas maneras, lo que genera posibilidades de una comunicación más fluida y crea, según la palabra de les propies practicantes, un clima más distendido y placentero en las clases.

Respecto al esfuerzo corporal, les estudiantes mencionan que, cuando en las clases se ejercitan las capacidades, estas se tornan intensas y elles ya no se divierten, y que las actividades de la “preparación física”, fundamentalmente las que tienen que ver con la resistencia aeróbica, les resultan muy cansadoras y en un porcentaje elevado las refieren como muy aburridas. En relación con si a les practicantes les gusta esforzarse en las clases, la mayoría de las respuestas se orientan a responder que sí –fundamentalmente cuando juegan– en la medida en que en “el profesor genere un clima de competencia”. Sobre ese clima les practicantes refieren que les gusta encontrarlo en las prácticas y competencias deportivas.

Análisis de las encuestas

El análisis de las encuestas nos permitió hallar grandes homogeneidades entre las respuestas de lo que afirman que realizan les practicantes en sus clases y en lo que les profesores refieren que enseñan en ellas. Del análisis de las encuestas, surge –aunque el espectro de respuestas es muy variado y diverso– que les practicantes encuentran como muy positivo el nivel de diálogo y comunicación que se halla presente en las clases. Elles refieren, a la vez, que ese clima de clase genera mayor placer e interés por ella y que hallan ese placer en los permanentes momentos de juego deportivo, aunque también es encontrado por les practicantes en el esfuerzo de las competencias deportivas y gímnicas.

Estas respuestas a su vez se encuentran en línea con aquellas que hacen referencia a clases en donde los contenidos que enseñan les profesores se encuentran mediados por lo relacional y lo emotivo. En relación con ello, les profesores refieren en las entrevistas, y se refleja en las observaciones de las clases, que lo relacional y lo emotivo se constituyen en aspectos que se encuentran presentes en la enseñanza de los contenidos gímnicos y deportivos. También refieren que en las ejercitaciones gímnicas y deportivas el esfuerzo se encuentra presente, aunque para elles estas actividades no resultan tan placenteras ya que, desde sus propios dichos, en ellas “no pueden jugar”.

Las respuestas de les practicantes nos indican que, además de los aspectos técnicos específicos de la disciplina, las clases requieren y demandan a les profesores dominio de aspectos con relación a la grupalidad y resolución de problemas que de esta grupalidad emanan, y que tal demanda excede la complejidad del propio contenido disciplinar. Las relaciones sociales que se establecen y reafirman en el marco de las clases se ven reflejada en las encuestas: “Me gustan las clases de educación física porque estoy con mis amigas y porque puedo jugar con ellas” (respuesta de una estudiante del ciclo superior, Florencio Varela). Les practicantes hallan en las clases espacios de alta complejidad social que se reflejan en los agrupamientos y usos del espacio que se observan en las clases. Aunque les profesores no se han referido a ello en las entrevistas, tal problemática es atendida y resuelta de diversas maneras, y esta problemática que excede la complejidad del propio contenido evidencia que en las clases se presentan de diversas maneras entre los practicantes consensos, diferencias, diversidades y singularidades en lo emotivo, en lo representativo y en lo instrumental. A pesar de tales diferencias, diversidades y singularidades, les estudiantes refieren que de las clases tienen “buenos recuerdos” porque en ellas encontraban “disfrute” y “placer”.

Como referíamos anteriormente, las respuestas de las encuestas nos indican que en las clases predominan los juegos deportivos y en menor medida las actividades gímnicas. La mayoría de les estudiantes ven la clase como un espacio de “diversión” y “juego”, pero reconocen en ello saberes propios de la educación física, “diferentes a las otras materias”. Ello nos habla de cuerpos situados en la práctica y en el esfuerzo que las propias clases producen y que se evidencia en los saberes acerca de los usos del cuerpo y sus posturas, que cobran sentido en les practicantes y que son referidos por elles como saberes gímnicos y deportivos significativos en la propia escuela, como también fuera de ella.

Algunas conclusiones

La manera en que la gimnasia se manifiesta en las instituciones escolares nos permitió vincular dos cuestiones básicas –al mismo tiempo cuestiones primordiales–: el entenderla como un hecho o manifestación de la cultura en este tiempo y en este ámbito, y el vincularla además con los saberes que circulan en ella. En este caso saberes fuertemente emparentados con la salud, el desarrollo orgánico y el deporte. Aunque las entrevistas a les profesores, la observación de sus clases y las encuestas a les practicantes nos permitieron también emparentar esta práctica con cuestiones que tienen que ver con lo relacional, lo vincular y lo afectivo. Conceptos que permiten justificar y legitimar a la educación física como una práctica fuertemente arraigada como disciplina educativa, en línea con los fundamentos de los diseños curriculares hoy vigentes.

Las entrevistas realizadas a les profesores y la observación de sus clases nos permitieron hallar la manera en que las prácticas gímnicas se manifiestan en el ámbito de lo escolar. Sus manifestaciones, lógicas, particularidades y formas de organización dan cuenta de clases cuyas ejercitaciones son sistemáticas solo dentro de la propia clase. Por ello la gimnasia en los ámbitos escolares se caracteriza por la asistematicidad, y sus tiempos de enseñanza prescinden de los tiempos fisiológicos de las ejercitaciones. Aun así, estas prácticas se encuentran fuertemente influenciadas por cuestiones inherentes al desarrollo funcional y la enseñanza de las técnicas deportivas, en desmedro de la enseñanza de las diferentes manifestaciones gímnicas y sus técnicas de ejercitación. Es por ello por lo que en las clases solo hallamos determinadas pinceladas, manifestaciones y matices de esta práctica, lo que nos conduce a definir su manifestación en este ámbito como “lógica gímnica”.

Por su parte, las encuestas realizadas a les practicantes nos permitieron comprobar el valor que desde los aspectos relacional, afectivo, lúdico y técnico tienen las clases para elles, y reconocer la importancia que les practicantes le asignan a la educación física escolar, ya que la vinculan fuertemente al jugar, al competir y al placer que les genera esta práctica y las relaciones que les permite establecer.

Aun así, la gimnasia en su resignificación como práctica educativa ha debido considerar sus múltiples posibilidades de producir adaptaciones relacionadas con la salud y el entrenamiento para a partir de ellas enseñar hábitos de vida saludables, pero también los principios, los procedimientos, las formas y los medios mediante los cuales se constituye como práctica. De esta manera, estos propósitos se constituyen en contenidos educativos compatibles con los fundamentos teóricos que les profesores presentan en sus planificaciones y proyectos de enseñanza.

Referencias bibliográficas

DGCyE (2006). Diseño Curricular para la Escuela Secundaria. 1.° año ESB. Buenos Aires: DGCyE.



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