Conceptos asociados: populismo, radicalización, desacuerdo, instituciones y confrontación.
Si la pluralización impide una fijación estable de los sentidos de los conceptos e instituciones capaces de estructurar la sociedad, entonces es esperable que ésta se fragmente y las divisiones sociales se radicalicen. Cada sector acoge los sentidos que le permiten autoafirmarse y rechaza los que supongan una relativización de su parcialidad. En ese sentido, la polarización se revela como la contracara de la pluralización. La falta de estabilidad y la complejidad de las ideas y las instituciones abren el juego para apropiaciones puramente coyunturales y utilitarias. Esta situación de disponibilidad hermenéutica de los conceptos y debilitamiento de las instituciones estructurantes (fundamentalmente el Estado) habilita el espacio para la búsqueda de adhesiones intensas mediante todo tipo de estrategias (en las que juegan un rol central las redes sociales) que, aun llevadas adelante por funcionarios, se caracterizan por poner la estructura institucional al servicio de aquellas, sin atender a los condicionamientos normativos e institucionales. Este tipo de prácticas se asocian generalmente al fenómeno del populismo y no se limitan únicamente a los gobiernos. A la luz de este fenómeno los Parlamentos aparecen como instituciones muy relevantes, en la medida en que acogen, dada su estructura plural y mediadora, a los sectores en pugna, y procesa institucionalmente el desacuerdo y la confrontación. En este apartado se ofrecen diversas perspectivas para comprender los efectos de las dinámicas de polarización sobre las identidades, instituciones y dinámicas políticas y sociales.