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Presentación

Paola Adriana Bayle[1]

Los trabajos que conforman este bloque tienen como eje común el análisis de diferentes aristas que atraviesan la dura experiencia del destierro. Vivir fuera de la tierra –por razones políticas, sociales, económicas– marcó las trayectorias vitales de miles de latinoamericanas y latinoamericanos que tuvieron que dejar sus hogares producto de las dictaduras militares que se instalaron en el Cono Sur de nuestra América en el último cuarto del siglo pasado.

Particularmente, focalizaremos en los exilios que se generaron a partir de la dictadura instalada en Chile el 11 de setiembre de 1973 y en Argentina el 24 de marzo de 1976, aunque, para este último país, incluimos las políticas represivas que se implementaron antes del golpe.

De las tantas violaciones a los derechos humanos que ambos regímenes realizaron, estudiar el exilio constituye un fenómeno que implica cierta complejidad, tanto para definirlo como para abordarlo, por diferentes razones. Entre ellas podemos nombrar las múltiples formas de salida del país –clandestinas, a través de organismos internacionales, bajo los estatus de asilo o refugio, con visas turísticas, entre muchas otras estrategias–, los estereotipos que se formaron respecto de quienes se fueron y quienes se quedaron en su país, los exilios internos y los externos, las dificultades metodológicas para acceder a entrevistas y documentos de época, solo para nombrar algunas. En definitiva, la construcción de un objeto de estudio vinculado a períodos oscuros y represivos tropieza con la dificultad para encontrar materiales escritos y documentales, y con la dolorosa situación de rememorar en una entrevista aspectos vitales de un pasado reciente que sigue, aún, actuando en la vida cotidiana de quienes lo padecieron.

El orden de presentación de los capítulos responde a los distintos niveles de análisis en los que se enmarca cada uno de ellos. Iniciamos con estudios de orden macro y mesohistóricos para finalizar con un trabajo cuyo eje es la interpretación y el análisis de relatos orales recogidos a través de entrevistas.

En primer lugar, el trabajo de Paola Bayle titulado “Exilios chilenos a partir de la dictadura militar de 1973. Experiencias diferenciadas según los espacios de recepción y la comunidad exiliada” se centra, en primer término, en las dificultades teóricas y metodológicas que desafían el estudio de los exilios y los retornos. En segundo lugar, se abordan casos concretos de procesos de exilios de una misma comunidad nacional: la chilena, en dos espacios geográficos distintos, el Reino Unido y la provincia de Mendoza, Argentina. El estudio de estas situaciones concretas, focalizado en la asistencia educativa que esta comunidad recibió por parte de una ONG, va de la mano de aquello que la autora plantea en términos teóricos: una misma comunidad nacional experimenta de diferentes formas los procesos de exilio y de retorno en función de una multiplicidad de variables que serán abordadas en el texto.

El trabajo “La infancia chilena exiliada en Mendoza asistida por el Comité Ecuménico de Acción Social y las dificultades en su educación”, a cargo de Alejandro Paredes, focaliza en la asistencia brindada a la niñez exiliada en Mendoza producto, también, de la dictadura militar chilena. El texto nos ofrece una mirada renovada sobre la infancia exiliada y las dificultades que esta población tuvo durante su paso por instituciones educativas, analizadas en diferentes momentos de su exilio. Asimismo, el autor reflexiona en torno a las estrategias metodológicas tomadas para abordar la temática del “exilio infantil”, pocas veces tematizado en función de las identidades militantes de niñas y niños que vivieron el proceso de exilio.

Finalmente, Adriana María Arpini, con su texto “‘Poner en molde’: experiencias de exilio y des-exilio filosófico. Testimonios”, nos invita, a través de la interpretación de relatos orales de intelectuales de Mendoza, practicantes de filosofía, a retomar diálogos silenciados por las experiencias del exilio y del retorno. Experiencias que no solo fueron personales y subjetivas, sino que, también, implicaron el exilio de la filosofía misma. Pues la autora plantea que la práctica filosófica basada en el intercambio dialógico, la reflexión y el ejercicio crítico sufrió, a la par de quienes la ejercían, el estar afuera de los espacios institucionales en los que se desarrollaba. Esto implicó, asimismo, la recuperación de la reflexión filosófica en ámbitos no tradicionales, lo que otorgó nuevos aires al quehacer filosófico.

En definitiva, los trabajos que siguen abordan múltiples consecuencias que derivan de los procesos de exilios y de retornos, entendidos en plural y en la multicausalidad, que generaron estrategias de asistencia, supervivencia y modos de vivir en estado de emergencia. Las palabras que siguen son, en definitiva, una invitación a no olvidar, por lo que la escritura se torna necesaria como ejercicio de memoria y reconstrucción de nuestra historia reciente.


  1. Universidad Nacional de Cuyo-Conicet (Argentina). Correo electrónico: paolabayle@gmail.com.


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