Luz María Oralia Tamayo Pérez
La palabra demarcar significa delinear, señalar los límites de un país o territorio, comúnmente se ha utilizado como sinónimo de delimitar (https://dle.rae.es/demarcar). Sin embargo, la demarcación como la misma palabra lo indica es fijar mediante marcas precisas en el terreno, los límites de un país o territorio. Esta palabra se asocia con límite, frontera, línea divisoria, deslinde, lindero. La demarcación, por tanto, consiste en colocar marcas en el terreno con el fin de indicar el límite o la frontera entre diferentes jurisdicciones, estados o países vecinos.
Analizando el origen de la palabra, se puede decir que el término demarcación no proviene del latín clásico, el cual utilizaba expresiones como definire (limitar), designare (marcar, trazar, dibujar) y fines (frontera). Sin embargo, durante el proceso de romanceamiento se reconstruyó a partir de la palabra italiana marcare, que posiblemente se tomó del longobardo/lombardo markan ligado al latín decadente marco, y derivado del latín clásico margo marginis (margen, borde). Finalmente, este término se complementa con la preposición latina de, que significa “separar” y la terminación ción del latín tio (que expresa la acción del verbo, que en este caso es marcar) (Peinado, 2020).
Este capítulo se divide en tres secciones. La primera realiza algunas consideraciones generales sobre la cuestión de la demarcación en la formación de las fronteras internacionales. Las dos secciones siguientes se centran en el proceso de demarcación de las fronteras mexicanas: la Frontera Norte y la Frontera Sur.
Importancia y finalidad de la demarcación
Si bien algunas fronteras entre países están definidas por elementos del medio natural, como ríos, lagos, parteaguas de montañas y otros, en ciertos casos no existen estos elementos. Cuando se trata de definir la frontera entre países vecinos la demarcación adquiere mucha importancia, ya que de esta manera el límite será reconocido legal, física y cartográficamente.
Generalmente, la demarcación de una frontera entre diferentes países tiene tres etapas. En la primera se establece un acuerdo de límites que se formaliza en uno o varios Tratados de Límites, los cuales estarán debidamente protocolizados y firmados por los representantes de los países implicados. Acompañando al acuerdo se puede incluir un mapa en donde de forma tentativa se dibuja la frontera; ésta necesariamente tendrá que comprobarse en el terreno. La segunda etapa es el nombramiento de una Comisión de Límites, que estará integrada por ingenieros encargados de medir y definir científicamente y con precisión los puntos. Hasta hace algunos años se hacía mediante métodos astronómicos y topográficos de manera que los puntos señalados tuvieran coordenadas geográficas que permitieran ser reconocidos en la cartografía correspondiente.
Con el fin de que dichos puntos sean distinguidos en el terreno se construyen in situ monumentos, que pueden tener forma de pilares o ser sólo mojoneras (construcciones más sencillas). Estas marcas deben colocarse de tal manera que desde una se pueda ver la siguiente, con el fin de definir una línea imaginaria. Los monumentos, especialmente los obtenidos por métodos astronómicos deben contener la siguiente información: (1) las coordenadas, expresadas en latitud, longitud y altitud; (2) las firmas de los responsables de las comisiones de límites, así como el año en el que se establecieron y el título del acuerdo de límites.
La tercera etapa de la demarcación consiste en elaborar la cartografía correspondiente en la que de forma definitiva se fija legalmente la frontera.
Si bien en un principio no se daba mucha importancia a la demarcación, el hecho de no tenerla ha causado muchos conflictos y guerras en el pasado y quizá, en algunos casos siga motivando problemas entre países vecinos. Para Anderson (2003), tres de cada cuatro conflictos en el mundo se relacionan directa o indirectamente con asuntos fronterizos, ya que los límites entre los estados soberanos tienen un gran significado en la política y las relaciones internacionales. Así, indica el autor mencionado, límites y seguridad están cercanamente ligados y el mantenimiento de la integridad territorial depende de manera importante de la definición clara de sus límites. Cuando se puede reconocer el límite como una línea trazada en un mapa, pero también es identificada mediante monumentos sobre el terreno, entonces se puede decir que la frontera ha sido demarcada.
En 1821, México ya independiente, poseía un extenso territorio, pero sus fronteras aún sin definir dificultaban la conformación territorial del país. Tanto la frontera norte como la frontera sur fueron demarcadas en el siglo XIX. Las Comisiones de Límites nombradas por el gobierno se encargaron de realizar el trabajo científico que concluyó con la colocación de las marcas en el terreno y la elaboración de la cartografía correspondiente.
Las Comisiones de Límites para el caso mexicano, estuvieron integradas por jóvenes ingenieros egresados tanto del Colegio Militar como del Colegio de Minería y fueron encabezadas por ingenieros geógrafos, dichos comisionados requirieron por tanto dominar ciertos conocimientos de astronomía, geodesia y topografía entre otras, así como saber utilizar instrumentos de precisión como telescopios, teodolitos, brújulas, círculos verticales, cronómetros, de firmas como Troughton, French, Roskell, principalmente (Tamayo, 2003).
Demarcar una frontera constituye una responsabilidad muy importante ya que representa el límite del dominio territorial de un estado nación. Es hasta que se colocan marcas en el terreno cuando se considera formalmente demarcada una frontera. En el caso de México este trabajo recayó en ingenieros geógrafos, quienes en el siglo XIX tenían conocimiento de los métodos astronómicos y topográficos necesarios para posicionar un punto en el terreno cuyas coordenadas (latitud, longitud y altitud) pudieran ser identificadas en un mapa. Así, los ingenieros que integraron las Comisiones de Límites colocaron monumentos permanentes en el terreno, los cuales desde entonces y de manera oficial marcan los Límites Internacionales de México.
Demarcación de la Frontera Norte de México
La frontera norte fue determinada a mediados del siglo XIX, después de una guerra que causó una pérdida de más de la mitad del territorio. En el Tratado de Paz, Amistad y Límites de Guadalupe Hidalgo firmado en 1848 y en el Tratado de la Mesilla o Gadsden firmado en 1853, quedó definido el límite entre Estados Unidos de Norteamérica y México. A dichos acuerdos siguió el nombramiento de los ingenieros mexicanos que integraron las comisiones encargadas de explorar, medir, colocar los monumentos en el terreno y elaborar la cartografía que señala con precisión el límite.
La Frontera Norte tiene una extensión de 3.125,3 km. Colinda con los Estados Unidos de Norteamérica. Esta frontera está definida, en su mayoría, por el cauce del Río Bravo que funciona como límite natural, a partir del cruce del canal más profundo de este río con el paralelo de los 31° 47’ Latitud Norte inicia una línea definida por monumentos y tiene diferentes trazos hasta llegar a la confluencia de los ríos Gila y Colorado siguiendo otra recta para dividir las Californias y llegar al Océano Pacífico.
El trabajo de demarcación se hizo en cuatro etapas. En la primera se trazó la línea que divide las Californias. La segunda etapa comenzó en la ciudad del Paso del Norte. Esta parte del límite fue especialmente difícil ya que debía marcarse en una zona de desierto arenoso y a la falta de agua, característica en esta zona se agregarían ataques y robos de grupos de personas (Apaches, Comanches, Cocomaricopás y otros). La tercera etapa consistió en el reconocimiento del río Bravo o Grande del Norte para lo cual, los ingenieros debían localizar el canal más profundo del mismo y dibujar su curso detalladamente. La última etapa fue la elaboración de la cartografía a partir de los croquis de campo Los mapas elaborados entre 1856 y 1857 se conservan en archivos tanto mexicanos como estadounidenses.
El trabajo científico de la Comisión de límites consistió en explorar el terreno (establecer su campamento y medir la base para las triangulaciones), hacer las observaciones astronómicas (para determinar las coordenadas geográficas de los puntos por métodos astronómicos, se auxiliaban con tablas astronómicas, que mostraban las declinaciones estelares), el levantamiento topográfico (medir la distancia entre los puntos para colocar los monumentos y dibujar croquis de campo), y la monumentación. La segunda parte fue el trabajo de gabinete, que consistió en el análisis numérico y elaboración de la cartografía definitiva (Tamayo, 2001).
Demarcación de la Frontera Sur de México
La Frontera Sur requirió de un complejo trabajo de reconocimiento cuya exploración en el terreno duró varios años, y permitió integrar una propuesta para elaborar los tratados de límites respectivos que fueron firmados, con Guatemala en 1882 y con Belice en 1893. Esta frontera tiene una extensión de 1.240 Km., colinda con dos países Guatemala y Belice. En este caso, la demarcación de la frontera requirió de un trabajo de campo previo ya que no existía un tratado de límites, por tanto, los presidentes de Guatemala y México nombraron una Comisión de Reconocimiento que trabajó en el campo y posicionó astronómicamente varios puntos, este trabajo permitió elaborar un tratado de límites con el fin de terminar con los conflictos y la indefinición de esta frontera.
La frontera con Guatemala tiene una extensión de 962 Km. Está definida en forma natural por ríos y por líneas trazadas en el terreno. La Comisión de Reconocimiento fue nombrada en 1877 con el fin de analizar el procedimiento que seguirían ingenieros de los dos países durante el trabajo de campo.
El acuerdo entre México y Guatemala se firmó en 1882 (MMOB). En este tratado se señala que la frontera estaría definida por los ríos Suchiate, Chixoy o Salinas y Usumacinta, además de algunos puntos claves como son: El Volcán del Tacaná, el cerro Ixbul, dos líneas geodésicas, un meridiano (90°59’29” de longitud oeste) y tres paralelos (16°04’32”; 17°05’08” y 17°49’ todos de latitud norte), y otros puntos cuyas coordenadas fueron obtenidas por los comisionados (Tamayo, 2015).
Los trabajos realizados por la Comisión de Reconocimiento fueron integrados a la demarcación definitiva, ya que los ingenieros geógrafos mexicanos habían localizado el canal más profundo de los ríos y habían fijado astronómicamente varios puntos, como la Cumbre del Volcán de Tacaná y de los cerros Buenavista e Ixbul. De esta manera, la Comisión de Límites Mexicana trabajó para hacer la demarcación de la frontera entre México y Guatemala. Hicieron la monumentación con lo que terminó el trabajo de campo.
Entre los problemas que enfrentaron los ingenieros estuvieron las condiciones climáticas de esta zona ya que la vegetación y las lluvias dificultaron grandemente los trabajos, además de otros inconvenientes que tuvieron que resolver. El trabajo de demarcación fue muy difícil y laborioso, las enfermedades propias de esa región enfermaron a ingenieros y trabajadores, además gran parte de los datos contenidos en los diarios de campo se perdieron en crecidas repentinas de los caudalosos ríos de esa zona. Los trabajos de campo terminaron en 1897 y la elaboración de la cartografía se concluyó en 1899.
La frontera con Belice tiene una extensión de 278 km. Está definida por el canal más profundo de los ríos Azul y Hondo, una parte de este límite lo forma una línea imaginaria en el mar, que aproximadamente sigue el paralelo de 18°10’ latitud norte hasta el meridiano 88°02’ longitud oeste, sigue por este hacia el sur y gira al este para pasar por el extremo norte del Cayo Ambergris.
Durante la colonización española, Belice era parte de la Península de Yucatán. En el siglo XVII llegaron a sus costas piratas en su mayoría ingleses, franceses y holandeses, la corona española les concedió establecerse en tierra para evitar que asaltaran sus barcos, pero poco a poco dichos piratas convertidos en bucaneros y filibusteros se fueron apoderando de islas, lagunas y barreras coralíferas, los ataques a puertos y barcos continuaron. España ya no pudo expulsarlos y este territorio fue reconocido como colonia británica con el nombre de Honduras Británicas. El tratado de límites, conocido como Tratado Mariscal-Spencer, se firmó en 1893 y se ratificó en 1897 (AHSRE, 1893).
La Comisión de Límites nombrada para Guatemala continuó los trabajos para la demarcación de la frontera entre México y Belice, así que continuaron midiendo y marcando en el terreno el paralelo 17° 49’ latitud Norte hasta encontrar el meridiano de Garbutt-Fall´s, este punto determina el límite entre Guatemala y Belice, el límite continua por el paralelo mencionado hasta encontrar el río Azul y siguiendo su cauce el límite encuentra el río Hondo hasta su desembocadura en el Mar Caribe, cerca del Cayo Obispo, hoy Chetumal. Desde aquí continua por el mar con una línea imaginaria que pasa por el canal de Bacalar, encuentra el Cayo Ambergris, conocido como Isla de San Pedro. Por tanto, los comisionados definieron los siguientes puntos mediante coordenadas geográficas: (17°49 Latitud Norte y 89°17’39.6” Longitud Oeste) punto en donde el Río Azul encuentra el paralelo de la línea divisoria con Guatemala; (18°28’30” Latitud Norte y 88°18’ Longitud Oeste) hasta la desembocadura del río Hondo, también definieron los paralelos 18°09’, 18°10’ y 18°25’ mediante líneas imaginarias en el mar, ahí dos faros definen la frontera, el Faro Rocky Point y el Faro Bulkhead (Tamayo, 2015).
Bibliografía
Archivo Histórico de la Secretaría de Relación Exteriores- AHSRE. (1893), Límites República Mexicana-Honduras Británicas, Informe del C. Ignacio Mariscal, secretario del Despacho de Relaciones Exteriores rendido ante el Senado acerca del Tratado de Límites entre Yucatán y Belice. México: expediente 5002_7 caja 9, Secretaría de Agricultura y Fomento, Imprenta de F. Díaz de León, Sucursal Sociedad Anónima.
Anderson, E. (2003). International Boundaries: A Geopolitical Atlas, New York: Routlege.
Biojout de Azar, I. (2015). De la evolución fonética del latín al nacimiento de una nueva lengua: El francés y su correlato en español. La Plata: EDULP. (Libros de Cátedra Sociales). En Memoria Académica. Recuperado de http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.386/pm.386.pdf
Peinado, V. (2020). Etimología de la palabra Demarcación, trabajo inédito.
Tamayo, L. M. (2001). La Geografía, arma científica para la defensa del territorio. México: UNAM, Instituto de Geografía y Plaza y Valdés editores, México.
Tamayo, L. M. (2003). Una experiencia científica. Los ingenieros geógrafos en la frontera norte de México, 1849-1855. En: Berdoulay V. y Mendoza H., Unidad y diversidad del pensamiento geográfico en el mundo. Retos y perspectivas, México: Instituto de Geografía, UNAM, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática y Unión Geográfica Internacional (UGI), Comisión de Historia del Pensamiento Geográfico.
Tamayo, Luz M. (2015). La Comisión Mexicana de Límites y la definición de la frontera sur del país. Revista de Geografía Norte Grande, 60, 115-134.