María Soledad Oregioni[1]
Palabras clave: internacionalización universitaria, producción de conocimiento, América Latina, hegemonía
Introducción
El concepto internacionalización universitaria, surge a partir de analizar la internacionalización de las universidades latinoamericanas, dado que permite estudiar la internacionalización de las diferentes actividades que se realizan en las universidades de la región en forma integral y transversal, esto es: investigación, docencia y extensión. Es decir que la internacionalización no es una dimensión más de la dinámica universitaria, sino que es transversal a las diferentes dimensiones de la universidad. Esto está directamente relacionado con las características de las universidades latinoamericanas. En primer lugar, porque las universidades se constituyen en los principales centros de producción de conocimiento de la región, en este sentido es fundamental estudiar la internacionalización de la investigación en la universidad. En segundo lugar, porque la tradición de las universidades latinoamericanas tiene como pilar las actividades de extensión, actividad que es contemplada en varios programas de internacionalización orientada principalmente hacia los países de la región, en este sentido se destaca la internacionalización de la extensión. Y en tercer lugar, la internacionalización de la docencia-enseñanza, que tradicionalmente se aborda desde los estudios de educación superior. Todas las actividades (investigación, docencia y extensión) son abordadas desde la universidad, y sus principales actores son docentes-investigadores y estudiantes. Asimismo, en el desarrollo de la internacionalización universitaria, intervienen agentes y actores de orden institucional, nacional e internacional, mediante actividades de gestión, promoción y evaluación.
El objetivo del trabajo consiste en discutir el concepto internacionalización universitaria, teniendo en cuenta que no es neutral al contexto en el que se inscribe. Consecuentemente, se propone comprender a la internacionalización universitaria desde una perspectiva endógena e integral. En este sentido se realiza un abordaje crítico del concepto de internacionalización hegemónico, y se proponen nuevas líneas de reflexión desde una perspectiva contrahegemónica.
Contracaras de la internacionalización universitaria
Para analizar los diferentes modelos de internacionalización haremos referencia al concepto de hegemonía, ya que existe un concepto de internacionalización hegemónico que merece ser analizado, y un concepto de internacionalización contrahegemónico que puja por la construcción de lazos de cooperación solidaria entre las universidades latinoamericanas.[2]
La internacionalización hegemónica en América Latina
Tomando como referencia el concepto de hegemonía en Gramsci, se entiende que la hegemonía no solo opera en la esfera económica y en la organización política de una sociedad, sino que también hace referencia a la importancia que tiene sobre el modo de pensar, sobre las orientaciones teóricas, y sobre el modo de conocer. En este sentido, el aparato hegemónico en cuanto crea un campo ideológico, lleva a modificar la conciencia y advertir nuevas formas de conocimiento. De acuerdo con Gramsci, ante la conciencia subordinada, espontánea, no unificada críticamente e ignorante de lo que ella es, el problema que se plantea es el de
elaborar la propia concepción del mundo de manera consciente y crítica y, por lo mismo, en vinculación con semejante trabajo intelectual, escoger la esfera de actividad, participar activamente en la elaboración de la historia del mundo, ser el guía de sí mismo y no aceptar pasiva y supinamente [recostado] la huella que se imprime sobre la propia personalidad (Gramsci, 1975, p. 12).
La formulación del concepto de hegemonía presupone la inclusión de los aspectos cualitativos del conflicto de poder que subyace en las relaciones internacionales capitalistas. Explica los procesos multidimensionales (dotación de recursos económico- financieros, relaciones políticas y militares y la dimensión cultural) mediante los cuales se transforma la acción de un agente (o coalición de agentes) en la misión socialmente aceptada, y por tanto, dominante.
Si trasladamos el concepto al análisis de la internacionalización universitaria, esto lo observamos fundamentalmente en el caso de la producción de conocimiento, se identifica una ciencia hegemónica que responde a los problemas cognitivos planteados en los países centrales. Esto nos remite a las relaciones centro-periferia en producción de conocimiento, ya que en un contexto internacional jerárquico, caracterizado por las asimetrías entre centros y periferias del conocimiento, el centro concentra recursos (materiales, cognitivos, humanos, simbólicos) y se convierte en un punto de referencia y objeto de imitación acrítica por parte de los científicos de la periferia.
Desde el surgimiento de la ciencia en el siglo XVII, los científicos europeos se nutrieron de vínculos internacionales con los países latinoamericanos, ya que en ese entonces las colonias europeas constituían la base empírica de las investigaciones del centro (Pratt, 1997). Posteriormente viene el periodo de institucionalización de las disciplinas científicas, donde el Estado invitaba a los científicos europeos a pasar un tiempo en su país con el objetivo de desarrollar la ciencia, formar los primeros investigadores locales (fines del siglo XIX, principios del siglo XX). En ese entonces Pablo Kreimer (2006) identifica el nacimiento de la “internacionalización de la investigación”, y distingue diferentes momentos en la etapa de la “universalización liberal”, cuando los científicos locales realizaban sus doctorados en el extranjero para luego regresar y formar sus líneas de investigación en el ámbito local (siglo XX). Dando cuenta de que científicos de la periferia históricamente se han debatido entre la voluntad de incorporarse al sistema científico internacional y el deseo de tener voz propia, autonomía en la definición de su perfil y su legitimación. Esto se manifiesta en la tensión entre utilidad social y visibilidad internacional.
El problema político esencial para el intelectual no es criticar los contenidos ideológicos que estarían ligados a la ciencia, o de hacer de tal suerte que su práctica científica esté acompañada de una ideología justa. Es saber si es posible constituir una nueva política de la verdad. El problema no es “cambiar la conciencia” de la gente o lo que piensan, sino el régimen político, económico, institucional de la producción de la verdad. No se trata de liberar la verdad de todo sistema de poder ‒esto sería una quimera, ya que la verdad es ella misma poder‒ sino de separar el poder de la verdad de las formas de hegemonía (sociales, económicas, culturales) en el interior de las cuales funciona por el momento. La cuestión política, en suma, no es el error, la ilusión, la conciencia alienada o la ideología; es la verdad misma (Foucault, 1979, p. 189).
El concepto de hegemonía es fundamental para entender las diferentes aristas que tienen los fenómenos sociales en las sociedades capitalistas. Fundamentalmente en el contexto de globalización, donde se confunden las prácticas hegemónicas con las prácticas deseables, y el pensamiento hegemónico con el pensamiento único. Sin embargo, la realidad de la región latinoamericana es compleja y diversa, consecuentemente identificamos distintos pensamientos y prácticas que conviven en constante puja con el pensamiento hegemónico, que se elabora en los países centrales, y se presenta como pensamiento único.
Críticas al modelo de internacionalización universitaria hegemónico
El concepto de internacionalización hegemónico remite al análisis de los programas de internacionalización que se implementan en la región latinoamericana a partir del último cuarto del siglo XX, directamente vinculados a la lógica de la globalización. Este fenómeno ha sido analizado principalmente por autores con procedencia canadiense, europea y estadounidense, se presentaron una escasez de trabajos de autores latinoamericanos (Oregioni, 2013). Consecuentemente en la década de los años noventa, la internacionalización de las universidades de la región Latinoamericana estuvo signada por una visión de la internacionalización de carácter exógeno. Sin embargo, en el siglo XXI, ya no puede pensarse con la concepción eurocéntrica que inspirara y vertebrara nuestro proceso de modernización desde el siglo XIX, ni con las categorías neoliberales y su discurso tecnocrático impuesto como inevitable, universalista, evolucionista y determinista, bajo la sombra de cuya retórica el desarrollo fue reducido a crecimiento económico.
Las principales críticas al concepto de internacionalización hegemónico consisten en:
- No se cuestionan las relaciones de poder entre centros y periferias del conocimiento.
- El conocimiento se plantea como “universal” y “neutral” a las sociedades que le dieron origen.
- Los parámetros de evaluación responden a publicaciones en revistas del mainstream internacional.
- Se analiza la internacionalización en términos cuantitativos, sin profundizar en los elementos cualitativos que sostienen o no los vínculos internacionales.
- Forma parte de un discurso tecnocrático, que presenta al conocimiento en términos de atraso y/o modernidad.
- Hace referencia a la transnacionalización de la educación superior (ES), que se encuentra directamente ligada a fines mercantiles, y presenta a la ES como un servicio.
- Genera tensiones entre la internacionalización de la investigación respecto de la internacionalización de la universidad (que también incluye internacionalización de la docencia y extensión). (Ejemplo: Casos UNLP, UNICEN).
- Los parámetros de éxito se basan en rankings internacionales, donde las universidades son comparables independientemente del contexto en el que se desarrollan.
Replanteando la internacionalización universitaria desde una perspectiva contrahegemónica
Distintos autores enfatizan en la necesidad de orientar la internacionalización hacia la integración de las universidades latinoamericanas desde una perspectiva solidaria y endógena (Oregioni, 2014), a partir de resaltar la importancia de realizar actividades de cooperación horizontal entre instituciones y sectores, que se estructura en redes y en espacios comunitarios y trabaja en colaboración, sin perder su identidad institucional (Didriksson, 2008). Por ejemplo Krotsch (1997) y Didriksson (2002) focalizaron en el rol de los consorcios de universidades para la integración universitaria. Borón (2008) menciona la importancia que han tenido las asociaciones de universidades en América Latina (destacando la Asociación de Universidades del Grupo Montevideo-AUGM), en señalar las catastróficas consecuencias del modelo neoliberal sobre las universidades de la región. En el mismo sentido, y en contraposición a los enfoques que sostienen que la integración en la década de los noventa fue exclusivamente comercial, Perrotta (2012) argumenta que la agenda educativa del Mercosur (una agenda no comercial) ha estado invisibilizada en el período 1992-2002, por no responder a los parámetros que exigía el pensamiento único ligado a una lógica mercantil en dicho momento histórico.
Además se contempla la existencia de un denominador común entre las universidades latinoamericanas, que consiste en la necesidad de generar y transmitir conocimiento relevante a las necesidades sociales (Dagnino, 2007). Consecuentemente desde una perspectiva endógena se identifica a la universidad como el ámbito apropiado para la gestión estratégica e integral (a partir de actividades de docencia, investigación y extensión) de la internacionalización hacia Latinoamérica con el objetivo de enfrentar las connotaciones negativas del mundo globalizado, y generar conocimiento pertinente (Oregioni, et al., 2014). Es decir que en la región existe resistencia a la internacionalización universitaria guiada desde la lógica del mercado.
De esta forma se pude observar que no existe una sola lógica de internacionalización de la universidad, como tampoco existe una sola forma de cooperación en producción de conocimiento. La internacionalización de la universidad que en los noventa se incorporó en el marco de las reformas del Estado, promovida por los organismos financieros internacionales, es contrastada por la literatura que hace referencia a la necesidad de reorientar el fenómeno de la internacionalización a la profundización de los vínculos entre las universidades latinoamericanas, tomando como instrumento la cooperación Sur-Sur. Y por instrumentos de política, que priorizan los vínculos con la región latinoamericana, como son distintos programas emitidos por la Secretaría de Políticas Universitarias, y las becas para estudiantes latinoamericanos que promueve el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Consecuentemente, desde una perspectiva endógena se identifica a la universidad como el ámbito apropiado para la gestión estratégica e integral de la internacionalización hacia Latinoamérica mediante redes de producción y difusión de conocimiento.
Si bien en trabajos previos se observó que la internacionalización en el ámbito de las universidades es multidimensional y compleja, se presenta en diferentes niveles, e incluso manifiesta tensiones entre políticas institucionales y dinámicas individuales (Oregioni, 2014). Las redes de producción de conocimiento plantean una estrategia de internacionalización alternativa, si bien se promueven desde el ámbito de la gestión, no es un instrumento lineal, ya que se construyen a partir de vínculos entre académicos (quienes realizan actividades de gestión, docencia, investigación y extensión) en torno a problemáticas concretas. En este sentido, se parte de la hipótesis de que las redes actúan como estructuras donde se construyen lazos de cooperación entre académicos de la región en función de problemas cognitivos específicos, mediante actividades de investigación, docencia, extensión y gestión (es decir, desde una perspectiva integral). Las redes de producción de conocimiento posibilitan el intercambio de flujos de conocimiento a través de estudiantes, docentes e investigadores, mediante actividades de movilidad física y virtual, contribuyen a consolidar los vínculos entre los académicos que forman parte de la red, a partir de generar un tejido social que se sostiene y retroalimenta en el tiempo.
Reflexión final
A partir de lo expuesto, consideramos que es posible pensar en un modelo de internacionalización universitaria contrahegemónico a partir de redes de producciones de conocimiento de carácter regional promovidas a partir de políticas públicas. Ya que las redes permiten trabajar en producción y transmisión de conocimiento en forma integral, que aborde actividades de investigación, docencia y extensión, dado que la producción de conocimiento en la universidad es transversal a todas estas áreas. Por otro lado, a partir de observar que los problemas presentes en la internacionalización universitaria hegemónica en la región latinoamericana han sido la mediación de los vínculos entre los investigadores de la región por parte de programas extra-regionales, y/o organismos internacionales. El hecho de generar instrumentos endógenos para orientar la internacionalización sería un paso importante para el surgimiento y consolidación de redes regionales de cooperación Sur-Sur, de carácter horizontal, que trabajen en función de problemas cognitivos propios de la región latinoamericana.
Bibliografía
Boron, A. (2008). “Las libertades académicas en tiempos neoliberales. Una mirada desde América Latina”. En Consolidando la explotación. La academia y el banco mundial contra el pensamiento crítico. Espartaco Córdoba, Argentina.
Dagnino, R. (2007). “La universidad y el desarrollo de América Latina. Atos de Pesquisa em Educação-Ppge/Me Furb, 2(3), pp 371-382.
Didriksson, A. (2008). “Contexto global y regional de la educación superior en América Latina y el Caribe”. En Gazzola y Didriksson. Tendencias de la Educación Superior en América Latina y el Caribe.Venezuela: UNESCO, pp 21-54.
Foucault, M. (1979). “Verdad y poder”. Microfísica del poder. Madrid: La Piqueta.
Gramsci, A. (1975). El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce. México: Juan Pablos Editor.
Kreimer, P. (2006). “¿Dependientes o integrados? La ciencia latinoamericana y la división internacional del trabajo”. Nómadas, N° 24, pp 199-212.
Krotsch, P. (1997). “La universidad en el proceso de integración regional”. Perfiles Educativos, XIX. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Oregioni, M. S. (2013). “Aspectos político-institucionales de la internacionalización de la Universidad Nacional de La Plata”. Revista Argentina de Educación Superior, 5(6), pp 97-118.
Oregioni, M. S. (2014). Dinámica de la internacionalización de la investigación en la Universidad Nacional de La Plata (2005-2012). Tesis de doctorado en Ciencias Sociales y Humanas. Universidad Nacional de Quilmes.
Oregioni, M. S. et al. (2014). “Proyección integral de la universidad argentina hacia la región latinoamericana. Agenda, actores e instrumentos”. Trabajo presentado en las Jornadas de Extensión del Mercosur. Recuperado de http://goo.gl/TB1Ulf.
Perrotta D. (2012). “¿Realidades presentes-conceptos ausentes? La relación entre los niveles nacional y regional en la construcción de políticas de educación superior en el MERCOSUR”. Revista del Núcleo de Estudios en Investigaciones de Educación Superior del Mercosur, N° 1. Sector Educativo del Mercosur.
Pratt, M. (1997). Ojos imperiales. Literatura de viajes y transculturación. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
- Doctora en Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Nacional de Quilmes. Becaria doctoral del CONICET. Lugar de trabajo: Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires-CEIPIL/CIC. Contacto: soregioni08@hotmail.com.↵
- Los modelos de internacionalización universitaria responden a tipos ideales, dado que en la realidad se pueden observar diferentes matices o tendencias respecto a la orientación de la internacionalización.↵
La internacionalización universitaria tiene sus raices de el mismo concepto de la Globalización que se inició hace algunos años, y que fue abarcando todas las instancias culturales, comerciales, políticas y necesariamente la educación, gracias a las redes de comunicación que permiten poder hacer un acercamiento cada vez màs fuerte se ha logrado poder comaprtir las experiencias que se adelantan desde diferentes países y adaptar a nuetro medio las que pueden fortalecernos.
La internacionlaización universitaria nos permite crecer a todos.
Considero la internacionalización de la educación como un proceso que fomenta vínculos entre las instituciones de superior; se apoya en la capacidad de generar conocimientos compartidos entre los entes educativos a nivel mundial; no hay duda de que el éxito de esta se base en el mutuo respeto de la perspectiva sociocultural. no es un lujo de países industrializados, esta se ha convertido e competentes n una exigencia de todas las universidades que aspiran a preparar jóvenes competentes .
La diversidad cultural debe ser valorada y promovida por la internacionalización y dado que la investigación se apoya en la capacidad de generar conocimientos compartidos entre los entes educativos a nivel mundial que mejor medio que la formación de redes académicas , sirviéndonos de las oportunidades que nos proporcionan las nuevas tecnologías, nosotros como docentes universitarios debemos promover la creación de una comunidad internacional de discurso profesional .el mejoramiento e políticas educativas en los países donde se concentren acciones para reconocimiento mutuo de títulos y movilización académica entre instituciones
Citaremos esencialmente dos definiciones: Una de las primeras definiciones sobre internacionalización es la de Knigth (1994), quien considera que es “el proceso de integrar la dimensión internacional e intercultural en las funciones de enseñanza, investigación y servicio de la institución”. Sin embargo, analizando la internacionalización integral y transversal de las universidades latinoamericanas, una segunda definición –y que es la que más se adapta- es la de Rudzki (1998) que establece que “la internacionalización es un proceso de cambio organizacional, innovación curricular, actualización de profesores e investigadores, y movilidad estudiantil con la finalidad de lograr la excelencia en docencia y la investigación”.
En este sentido, Carlos Moreno (2016) considera que los mayores impactos que tiene la internacionalización en la educación superior son los siguientes: Primero, facilita el flujo del conocimiento a través de las fronteras, difunde innovaciones y mejores prácticas, y; fortalece la interculturalidad, la convivencia y la tolerancia.
Finalmente, según el documento de Dra. Ma. Soledad Oregioni en el documento sobre los “elementos para el análisis de la Internacionalización Universitaria en América Latina” manifiesta que “la internacionalización universitaria, es transversal a las funciones sustantivas de la universidad”, lo que significa que en la práctica está presente en el ejercicio de la docencia, la investigación y la vinculación con la sociedad. Además, esta definición incluye un elemento adicional que es precisamente la intervención de agentes y actores de orden institucional, nacional, regional e internacional.
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