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Prefacio

Alberto L. Bialakowsky[1]

Agradezco a los organizadores de este PreAlas de Buenos, Aires Silvia Lago Martínez y Néstor Correa, a Rosa Martha Romo Beltrán y a los representantes de la Carrera de Sociología y la Facultad, a los colegas y estudiantes.

En esta presentación desearía desarrollar algunos aspectos que considero dan cuenta de nuestros afanes sociológicos y luchas comprometidas por consolidar la asociatividad como parte inescindible de la praxis científica y relacionarla con el desarrollo de los Pre Congresos de Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS).

1. En primer lugar, consideramos que los significados de ALAS son múltiples y vitales para la comunidad latinoamericana y mundial de Sociología y Ciencias Sociales.

Partimos de un concepto radicalmente teórico acerca de que una ciencia no es posible sin la existencia de su comunidad de producción científica, y que el concepto central es que la comunidad académica no surge por generación espontánea, sino que es obra de un diseño que tiene marcas de concepción del poder y de las formas que aplica su representación.

2. A lo largo de este más de medio siglo de existencia tendrá lugar el Trigésimo Congreso Internacional Bianual de ALAS. Desde su idea inicial en 1950, hace 65 años, podríamos afirmar que no es nada y es mucho, nace de un espíritu gregario de sociólogos con voluntad de formación de colectivos; esta conciencia resultaba notoria junto con la idea de la generación de un reconocimiento por los aportes del conocimiento sociológico regional.

En esta extensa construcción han presidido sus congresos colegas como Orlando Fals Borda, de Colombia; Pablo González Casanova, de México; Daniel Camacho Monge, de Costa Rica; Marco Gandásegui, de Panamá; Theotonio dos Santos, de Brasil; Gerónimo de Sierra, de Uruguay; Luis Suárez Salazar, de Cuba; Raquel Sosa Elízaga, de México; Emir Sader, de Brasil; Eduardo Aquevedo Soto, de Chile; Jordán Rosas Valdivia, de Perú; José Vicente Tavares dos Santos, de Brasil; Jaime Preciado Coronado, de México; Paulo Henrique Martins, de Brasil, y también el actual presidente Marcelo Arnold Cathalifaud, de Chile, entre otros destacados colegas que han dejado históricamente su impronta y sus huellas, sobre las cuales nos seguimos orientando.

3. Dos interrogantes nos surgen:

3.1 Formulamos un primer interrogante: ¿puede la academia o la universidad ignorar la asociatividad de la comunidad académica que legitima su producción científica? ¿Puede ignorar incluso su existencia material como colectivo de legitimación?

Especialmente cuando se trata de una disciplina que analiza la sociedad y el poder, cuando en oportunidades también es perseguida, clausurada, martirizados sus integrantes.

3.2 Cabe una segunda pregunta: ¿qué sucede cuando la élite intelectual se transforma en multitud?

4. Esto se ha vivenciado intensamente en ALAS y se producen tensiones en la relación entre el intelectual líder y el auditorio y el pasaje a la masa como protagonista horizontal de la producción sociológica.

El primer Congreso de Alas 1951 en Buenos Aires reunió 53 colegas; en 1953 en Río de Janeiro, 114; en Porto Alegre se registraban 3176 en 2005; en Guadalajara, 1716; para 2009 en Buenos Aires los matriculados alcanzaron el número de 4173 y se estimaba participaron más de 5000 si se contabiliza a los estudiantes no matriculados previamente; igualmente ya superaban los 5000 ponentes en Recife 2011 y en Chile 2013. El correo incompleto de ALAS abarcaba más de 9000 colegas al momento de iniciarse el Congreso ALAS en Recife. Puede concluirse que en un congreso donde asisten más de 5000 ponentes son todos protagonistas intelectuales, hay un desfasaje entonces entre la producción individual y la producción colectiva que desborda el mero resultado sumatorio que sigue al viejo paradigma e impone uno nuevo, nuevos métodos, nuevas producciones que se refieren a la reflexión colectiva que aún no poseemos y que amerita nos dediquemos a reflexionar.

5. ALAS y la academia tienen enormes desafíos frente al conocimiento, de hecho hemos fundado y promovido el Consejo Interuniversitario de ALAS en el 2009[2]. La legitimación del conocimiento sociológico crítico y la consolidación de la comunidad de ciencias sociales y sus relaciones con las ciencias y tecnologías, con la sociedad más amplia y especialmente con el colectivo masivo que la sustenta, promueve y difunde.

6. Los PreAlas se gestaron como idea de encuentros de debate pre Congresos con continuidad desde inicios del 2000; recordemos aquel punto de partida en sede de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Buenos Aires. Con esta idea de ocupar el espacio intermedio local y regional entre congresos internacionales y generar la participación de estudiantes, difundir y expandir el conocimiento. Al mismo tiempo, más tarde y más cercanamente, expandir su presencia en el entorno de la asociatividad mundial, como fue promover el II Foro Mundial de Sociología de la International Sociological Association – Asociación Internacional de Sociología (ISA-AIS), en conjunción asociativa ISA-ALAS, en Buenos Aires 2012, y que contó con 3594 inscriptos participantes de todo el mundo, 84 países, 40% de ellos latinoamericanos. Uno de aquellos PreAlas iniciales en Buenos Aires tenía como imagen una obra de arte textil que acompañaba el logo de ALAS, la que mostraba en forma estilizada una construcción en curso de andamios y escalerillas, toda una imagen de construcción.

7. El futuro pensamos se moverá en dirección de esta tensión: entre el encapsulamiento y la expansión colegiada. De hecho hay orientaciones que descubren el colectivo masivo e intentan regularlo, pues oponen selectividad a la masividad, no comprenden que la calidad depende del método de conocimiento y que aún no desarrollamos instrumentos que lo fortalezcan en toda su dimensión, aun cuando el encuentro colectivo masivo y presencial conforma un impacto científico, cultural y social de hecho, en sí. Los movimientos intelectuales actuales en América Latina, ya sea estudiantiles o magisteriales tienen este carácter disruptivo respecto de los patrones de la academia reduccionistas del colectivo, y –permítanme un neologismo– de “formateo” que proviene del intelecto neoliberal. Debemos pensar ALAS con su carácter primordial, viene muy a cuento la denominación y convocatoria del Congreso de Costa Rica: “Pueblos en movimiento: un nuevo diálogo en las ciencias sociales”. Se trata de promover la radicalidad del pensamiento dialógico al interior de la disciplina, las ciencias y las tecnologías, así como con la sociedad.

Entonces la perfecta denominación de este PreAlas: “Desafíos y dilemas de la Universidad y la Ciencia en América Latina y el Caribe en el siglo XXI”, debería en esta línea, quizás como sugerimos teóricamente, dirigirnos a ensanchar las grietas en el paradigma que impone en la academia la hegemonía de los patrones del intelecto neoliberal, tales como el individualismo, la competencia, la selectividad, que no son otra cosa que máscaras también de la discriminación, el racismo y la meritocracia. Avanzando así en lo posible en la universalización del conocimiento científico, su reconocimiento como “bien común universal”, su contribución al intelecto social crítico, y gestar el derecho universal al conocimiento y a su creación –en oposición al pensamiento único–, para la producción de un saber autonómico y libertario. El desafío más grande se encuentra en el calado subjetivo y social del intelecto neoliberal que penetra celularmente a la comunidad científica y la hace obediente de las ciencias y tecnologías subordinadas por el capital, y la colonización del conocimiento como mercancía y la propiedad intelectual concentrada.

Una comunidad de pensamiento colectivo recupera así la fuerza del poder que se ejercita hoy sobre nosotros en la forma de colectivos fragmentarios.

Nota final como contribución de los PreAlas para ALAS

ALAS, ciertamente como se citaba, se trata de un cuerpo colectivo con mucha complejidad. Personalmente he sostenido debates sobre el proyecto social para su comunidad de asociados. Por ejemplo, se ha puesto esfuerzo en sus estatutos, muy valiosos por cierto, pero dado que el tiempo es limitado propuse nos inclinemos u orientemos más a crear y ampliar comunidad y sostener lo acumulado en cada grupo de trabajo, su coordinación y sus participantes, extendiendo su praxis académica y social. También en intensificar y ampliar la participación por país, de hecho nos faltan representaciones sustantivas de países como Bolivia, Paraguay, Ecuador, Región Caribe más allá de Cuba, Gran Caribe Sud y Centroamericano, y quizás por qué no incluir colegas del antiguo México latino, las representaciones mundiales en ISA, LASA, Americanistas, como vínculos con otras asociaciones, universidades latinoamericanas y mundiales. Vamos a bregar por la representación de los 33 + 1 norte representantes para instalar un Parlamento Latinoamericano y Caribeño en ALAS, que bregue con representantes de Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Sin duda entonces debemos luchar para ampliar y fortalecer ALAS como comunidad asociativa y democrática, pues detectamos diversas disposiciones en sus énfasis y praxis, una con inclinación comunitaria asociativa expansiva y otra que aprecia dicho movimiento colectivo pero coloca el énfasis en su regulación; intuyo en esta orientación se podría derivar eventualmente en una concepción reductiva. Se entabla una tensión discursiva entre praxis y concepciones que en la Asamblea debemos colocar fructíferamente en debate e intercambio.

La otra cuestión que se debate es la vigencia del pensamiento crítico latinoamericano que ha mantenido relevancia y consenso desde los 70, y se ha renovado especialmente en la última década y media, a partir del congreso de 2009, donde claramente se ha subrayado nuestro enfoque des-colonial con la presencia de Aníbal Quijano, Theotonio dos Santos y Asa Cristina Laurell y Miguel Murmis, distinguidos en este marco del Congreso ALAS como doctores honoris causa por la Universidad de Buenos Aires. En el próximo congreso de Costa Rica se pondrá nuevamente en juego esta orientación y las perspectivas de confrontación de ideas, que a la vez que se tensan son deseadas y promisorias.

Finalmente, hago votos por este PreAlas y por la participación más amplia de nuestra comunidad de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, para alentar con fervor la presencia de Argentina en Costa Rica; ello nos garantizará consolidar nuestra representación y nuestras ideas y propuestas, nunca será suficiente dejar de luchar por una sociología crítica latinoamericana, también Sur-Sur, con derecho a universalizarse.

 

Muchas gracias


  1. Ex presidente ALAS (2009-2011), XXVII Congreso ALAS, Universidad de Buenos Aires, 2009. Profesor e Investigador, Carrera de Sociología e Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Visiting Professor, Rhodes University.
  2. En su programa fundacional se contó con el auspicio y apoyo de los representantes de las siguientes instituciones: Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales, Argentina; Universidad de San Martín, Instituto de Altos Estudios, Argentina; Universidad Nacional del Nordeste, Argentina; Universidad Autónoma del Estado de México, México; Universidad de Tijuana, Instituto Universitario Internacional de Toluca, México; Universidad de Guadalajara, CUCSH, México; Universidad Nacional de México, México; Universidad de Concepción, Chile; Universidad de Chile, Chile; Universidad de la República del Uruguay, Uruguay; Universidad de Santo Tomás, Colombia; Universidad ICESI, Colombia; Universidad Nacional de San Agustín, Arequipa, Perú; Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana; Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú; Universidad de El Salvador, El Salvador; Universidad Federal de Pernambuco, Brasil.


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