(Entre Ríos, Argentina, 1991-2020)
María Valentina Locher y Martine Guibert[2]
Definición
PROARROZ es una fundación que reúne a productores, industriales, profesionales y científicos vinculados a la cadena del arroz de la provincia de Entre Ríos. Está orientada fundamentalmente a la promoción de la innovación tecnológica –entendida como la clave para lograr la competitividad de la producción arrocera–, para lo cual financia la investigación a través de la contribución de productores agrícolas e industrias.
Origen
La fundación PROARROZ se originó en los inicios de la década de 1990, cuando en 1991 un grupo de empresas, cooperativas, asociaciones y productores individuales vinculados a la actividad y movilizados por la difícil situación productiva y comercial que atravesaba la cadena en ese momento, conformaron una comisión y financiaron un estudio para conocer las principales debilidades del sector. El elocuente resultado del diagnóstico indicaba un retraso tecnológico significativo, vinculado a la falta de disponibilidad de tecnologías adecuadas para el cultivo de arroz en Argentina. Este resultado marcó la orientación tecnológica de PROARROZ, cuyos 37 miembros fundadores decidieron constituir la fundación en 1994, sin propósito de lucro y mediante el aporte patrimonial de personas interesadas en hacer posible sus fines. El primer objetivo del Estatuto establece la promoción del desarrollo del cultivo de arroz a través de la generación y difusión de tecnologías.
Organización y estructura
PROARROZ responde a una forma de organización vertical, ya que agrupa a actores e instituciones vinculados a un mismo producto, es decir, se trata de una estructura interprofesional o por cadena. En general, el objetivo de este tipo de organizaciones es dar respuesta a las necesidades de coordinación entre los distintos eslabones (Rastoin y Ghersi, 2010). La fundación ha sido pionera en adoptar esta forma entre las cadenas de cultivos extensivos del país, anticipándose en casi una década a la creación de otras organizaciones (como ASAGIR y ACSOJA).
El surgimiento de este tipo de organizaciones marcó una ruptura respecto al modelo existente en el sector agrícola argentino, caracterizado hasta entonces por la estructuración horizontal y la relativa homogeneidad socioeconómica de los actores representados. Entre ellas se incluye, por un lado, a los grandes gremiales agropecuarias del país (Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, etc.), constituidos entre fines del siglo XIX y mediados del siglo XX con objetivos reivindicativos y representativos de la estructura social agrícola (Moyano, 1997). Por otro lado, también se incluye a las dos organizaciones de productores de tipo técnico, como AACREA y AAPRESID.
Al principio, las actividades de PROARROZ fueron financiadas con el aporte voluntario de sus fundadores, entre los que predominan las empresas y cooperativas vinculadas a la industrialización, aunque también algunos productores asociados a título individual, así como la Asociación de Plantadores de Arroz de San Salvador. El gobierno de la provincia de Entre Ríos y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) son los dos actores del sector público que se encuentran entre los socios fundadores.
En 1999, la provincia de Entre Ríos sancionó la ley N°9228 que generalizó la contribución a todo el sector productivo arrocero entrerriano. Esta ley establece una contribución del dos por mil del valor de las ventas de los productores arroceros y del uno por mil del valor de las ventas de la industria al mercado nacional o de exportación. Estos fondos son directamente percibidos por PROARROZ y destinados a financiar la investigación en el cultivo, exceptuando un 20 % de la recaudación total que es transferida al Estado provincial para la conformación de un fondo de promoción de la cadena arrocera. La sanción de la ley determinó de forma definitiva el carácter provincial de la fundación al limitar su financiamiento al sector arrocero entrerriano.
En cuanto a la organización administrativa, la fundación cuenta con un Consejo de administración conformado por 12 de los socios fundadores que son elegidos trianualmente. Uno de ellos es nombrado presidente.
La sede de la fundación se encuentra en la ciudad de Concordia, que es el principal centro urbano de la costa del Río Uruguay de la provincia de Entre Ríos, región donde se concentra la producción de arroz de la provincia.
Contribución científica y articulación con el sector público
La provincia de Entre Ríos es, junto a Corrientes, la principal productora de arroz de la Argentina. Se trata de un cultivo tradicional de la región, que ha logrado mantenerse como un producto característico a pesar del avance de otros cultivos, especialmente la soja. En este contexto, la fundación PROARROZ ha tenido un rol central en el apoyo a la producción a través de su contribución a las innovaciones, mediante la articulación con los actores de la provincia.
Fundamentalmente se destaca la articulación con la Estación Experimental Agropecuaria- Concepción del Uruguay del INTA, la cual cuenta con recursos humanos especializados en investigación en arroz (particularmente en el mejoramiento de semillas) y actualmente integra el Departamento de Mejoramiento Genético de Arroz, con sede en dicha estación experimental.
Así, con el financiamiento provisto por el sector productivo a través de la fundación, se llevaron a cabo investigaciones que dieron lugar a nuevas semillas de arroz no genéticamente modificadas, resistentes a herbicidas. El apoyo monetario al INTA resultó clave en la década de 1990, cuando el organismo de investigación fue desfinanciado en el marco de la política nacional de reducción del Estado. El principal resultado tangible del convenio INTA-PROARROZ son las tres variedades de semillas de arroz (Cambá, Puitá y Gurí) resistentes a herbicidas y con alta calidad para la industria; se encuentran entre las más sembradas en Argentina.
Sin embargo, la red de actores que participan de las investigaciones sobre el cultivo de arroz es más amplia. En efecto, PROARROZ ha contribuido a financiar trabajos sobre fertilización y la presencia de fitosanitarios en granos de arroz, llevados a cabo por la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos, así como investigaciones en mejoramiento genético de arroz de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata.
Vínculos con el sector productivo
No obstante, el rol de la fundación no se limita a contribuir financieramente con el sector científico, al contrario, su participación en el proceso de innovación se extiende a la difusión de los resultados hacia el sector productivo mediante la realización de “días de campo”, la reproducción de las variedades de semillas para su distribución en el campo experimental propiedad de la fundación y el asesoramiento técnico mediante un convenio firmado con el Colegio de Ingenieros Agrónomos del Noreste de Entre Ríos. Es decir, la fundación ofrece al sector científico, y en particular al INTA, un vínculo con los productores que permite reconocer sus problemas y necesidades, así como difundir los resultados hacia un cultivo para el que no existe servicio de extensión por parte del Instituto.
Esta red de actores productivos y del sector público de ciencia y tecnología liderada por la fundación ha establecido también lazos con la empresa productora y comercializadora de semillas y productos fitosanitarios Basf Co., productora del herbicida al cual son resistentes las semillas INTA-PROARROZ. A través de un convenio de colaboración, se acordó que la empresa financiaría la patente internacional de las semillas y el INTA concede la licencia exclusiva de este insumo en el resto del mundo (en Argentina y Uruguay la licencia pertenece a PROARROZ). De esta forma, el INTA y la fundación lograron exportar sus semillas, ya que no contaban con la infraestructura necesaria para hacerlo por su cuenta y, al mismo tiempo, consiguieron una nueva fuente de financiamiento para las actividades de investigación: las regalías obtenidas de la exportación. En 2019, el monto de regalías recibido por la comercialización de estas semillas de arroz representaba el 80% del total de regalías recibidas por el INTA a nivel nacional. Estas regalías no sólo benefician al grupo, sino que se reparten solidariamente en todo el INTA
El papel central de la fundación en la organización y articulación de los actores del sistema tecnológico y productivo de la cadena del arroz de Entre Ríos es reconocido por los productores agrícolas. Según el último censo agrícola entrerriano (realizado por PROARROZ en convenio con la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos), realizado en el período comprendido entre noviembre de 2019 y marzo de 2020, el 100 % de los 142 productores de arroz de la provincia declararon tener una relación institucional o tener conocimiento de la fundación, y haber sembrado alguna de las semillas creadas por INTA-PROARROZ. Además, PROARROZ distribuye más de 1000 ejemplares de su revista de divulgación, a productores, industriales y demás miembros de la cadena arrocera, en la cual se difunden todos los avances técnicos relacionados con el cultivo.
Reflexiones
La fundación PROARROZ se sitúa en el centro del sistema de innovación de la cadena del arroz, el cual se caracteriza por el predominio de la investigación de instituciones del sistema público de ciencia y tecnología y donde el sector empresarial de insumos agrícolas –principal innovador en otras cadenas– está prácticamente ausente.
La fundación ha jugado un rol esencial al lograr reunir a los distintos actores de la cadena y canalizar sus intereses. Es la encargada de coordinar el vínculo entre el sector productivo –el cual financia la innovación, pero también contribuye a la identificación de problemas y líneas de investigación– y el sector científico-tecnológico –cuyos resultados son difundidos hacia los productores por la fundación–. De este modo, puede decirse sintéticamente que PROARROZ es una organización por cadena de carácter tecnológico, ya que su actividad se centra la promoción de las distintas etapas del proceso de innovación de la cadena arrocera.
Al mismo tiempo, entre los fundadores, la presencia de empresas locales, de cooperativas y del gobierno provincial muestra la importancia de las relaciones basadas en la pertenencia territorial. Son estas relaciones las que sostienen la cooperación institucionalizada. La institucionalización, a través de la legislación provincial, y la financiación, por parte del sector productivo de Entre Ríos en su conjunto, refuerzan esta idea.
Así, PROARROZ logró constituir una red de actores, en apariencia bastante simple, pero que se funda sobre vínculos muy estrechos que han permitido llevar a cabo actividades de innovación complejas. La fuerza de estos vínculos resulta una condición necesaria para que una organización instituida sobre vínculos territoriales pueda asumir un rol central en un sistema de innovación. En otras palabras, la fundación PROARROZ constituye una red de innovación basada sobre la pertenencia de sus actores al territorio.
Bibliografía
Ley N°9228. Boletín oficial de la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos. Paraná, Entre Ríos, 4 de agosto de 1999. Recuperado el 10 de mayo de 2020 de http://t.ly/4Ua9
Locher, M. V. (2015). Organisations interprofessionnelles et innovation dans l’agriculture argentine. Les cas de trois filières: soja, riz et tournesol. Tesis de doctorado, Université Toulouse 2-Jean Jaurés, Toulouse, Francia.
Locher, M. V. y Guibert, M. (2015). Organizaciones interprofesionales e innovación agrícola: entre lógicas globales y territoriales. El rol de ACSOJA, ASAGIR y PROARROZ en Argentina. GEOgraphia, 17(35), 172-196.
Locher, M. V. y Guibert, M. (2016). Mécanismes de coordination et rôle des organisations interprofessionnelles (OIP) dans les systèmes d’innovations des filières soja, tournesol et riz en Argentine. L’ordinaire des Amériques, (21), 1-23.
Moyano, E. (1997). Acción colectiva y organizaciones profesionales agrarias en España. En González Rodríguez, J. y Gómez Benito, C. (Coords.), Agricultura y sociedad en la España contemporánea (pp. 773-796). Madrid, España: CIS/MAPA.
Müller, H. (2016). Fundación PROARROZ, un paradigma. Artículo de divulgación INTA. Recuperado el 10 de mayo de 2020 de http://t.ly/uB9T
Rastoin, J. L. y Ghersi, G. (2010). Le système alimentaire mondial. Paris, Francia: Ediciones Quae.
Revista PROARROZ (varios números). Recuperado el 10 de mayo de 2020 de http://t.ly/77D7
Sánchez, G. (2012). The Public Institutions of Science and Technology as Knowledge Source in the Learning Networks of Agri-food Sectors in Argentina. Sociology Study, 2(3), 219‐228.
- Recibido: mayo de 2020.↵
- María Valentina Locher es Licenciada en Economía por la Universidad Nacional del Litoral (UNL), Magister en Desarrollo de los Territorios Rurales y Doctora en Estudios Rurales con mención en Ciencias Económicas por la Université Toulouse 2 – Jean Jaurès, Toulouse, Francia. Es investigadora del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales del Litoral (IHuCSo, UNL/CONICET) y profesora de la UNL y de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Contacto: mvlocher@gmail.com. Martine Guibert es Licence en Géographie, Magíster en Estudios Rurales y Doctora en Estudios Rurales con mención en Geografía por la Université Toulouse 2 – Jean Jaurès, Francia. Profesora (full time) en Geografía en la Universidad Toulouse 2 – Jean Jaurès (Francia) e investigadora en Geografía rural y agrícola en el grupo de investigación CNRS LISST/Dynamiques rurales. Contacto: martine.guibert@gmail.com.↵